“Juntos Haremos Historia”, la entonces “coalición” o alianza que surgió el 13 de diciembre de 2017 entre el partido Movimiento Regeneración Nacional (MORENA), el Partido del Trabajo (PT) y el Partido Encuentro Social (PES), además de la alianza del Partido Verde Ecologista de México (PVEM) que en 2018 se sumó en algunos estados, iniciaba su unión al mismo tiempo en que se nombró al representante de MORENA, Andrés Manuel López Obrador, como su precandidato presidencial.
Actualmente, ya como presidente de México, Andrés Manuel está haciendo historia.
Le entregamos el país.
Recuerdo cuando tuve mi primera reunión en el Palacio del Virreinato cuando él era Jefe de Gobierno de la Ciudad de México. Había una mesa amplia, circular, en donde estábamos reunidos alrededor de unas 15 personas o posiblemente más, y en la que podíamos vernos todos, permitiéndonos interactuar entre todos los presentes.
Atento, con dominio del ambiente, escuchaba. Andrés Manuel respondía con claridad, y no dejaba hueco alguno en su respuesta para ser abatido. No implicaba que los asistentes estuviesen de acuerdo, sino que él estaba expresando su punto de vista, y con ello bastaba para que así fuese considerado como atendido.
La claridad de su expresión cerraba la posibilidad de profundizar en el tema. Y de hacerlo generaba temor, pues implicaba negarlo. Así las cosas, había agilidad en el proceso. Rápidamente se pasaba de un tema a otro.
En corto y con la gran velocidad de su actuar basada en su claridad interna, las reuniones fluían y se temía en caso de no cumplirlas. De esta manera él descubría en la conducta de los demás, en quiénes no debía confiar.
Es por esta razón que ha logrado mover profundamente al país en tan corto tiempo.
Su capacidad de reflexión es tan aguda como sus percepciones. Para él mismo resulta muy difícil descubrir algo errado en su sapiencia. Con precisión matemática, Andrés Manuel pudo percibir a través de su propia experiencia cómo tenía que actuar el día de hoy. En otras palabras, está consciente de sus actos con gran intensidad interna así como cada una de sus decisiones e implicaciones.
Hoy que reanudo mi columna, le escribo a él, al presidente Andrés Manuel López Obrador, con aprecio, en la esperanza de que su interior nos lleve a buen destino.
Espero pronto ver nacer con su apoyo, el premio que tanto he anhelado que exista en nuestro querido país. El premio “Creador de Valor y Prosperidad” a aquellos funcionarios quienes demuestren, en términos medibles y objetivos, de que lo están logrando. Por el bien de México y de todos los mexicanos.