Joe Biden y Estados Unidos
El 20 de enero Joe Biden tomó juramento como el 46° Presidente de Estados Unidos en un ambiente cordial, pacífico y sin mayores sobresaltos. Ésa es una buena historia.
Frente a la toma del Capitolio por grupos vandálicos, el cambio de poder se realizó de forma tersa, natural, sencilla, sin la presencia de los seguidores de Trump.
Es un signo muy positivo que no haya habido conflictos. Mucha gente esperaba sobresaltos o violencia, pero afortunadamente no aparecieron ese día.
Quizá las fuerzas de seguridad mantuvieron el orden de una forma callada, como lo hacen normalmente. Quizá los seguidores de Trump ya habían mostrado su fuerza con la toma del Capitolio.
Por supuesto, Donald Trump realizó hasta el último día sus berrinches y desplantes tradicionales. No recibió al nuevo Presidente ni a la nueva Primera Dama de la Casa Blanca. Tampoco asistió a la toma de posesión del nuevo gobierno. Y lo peor de todo, amenazó: “Volveremos”.
El asunto es que finalmente parece haber regresado la decencia al gobierno de Estados Unidos. El discurso de Joe Biden fue breve. Suave. Sencillo. Conciliador. Expresado de una forma muy tranquila, tal como parece ser él como persona.
En una parte de su discurso afirmó: “Vamos a liderar no meramente con el ejemplo de nuestro poder, sino con el poder de nuestro ejemplo”.
Joe Biden tiene una larguísima carrera política en Estados Unidos y con él parece regresar el respeto, la integridad y la respetabilidad que habían perdido con Donald Trump.
De entrada, al tomar posesión, firmó 17 órdenes para actuar sobre la migración, la crisis climática, la igualdad, la economía y, por supuesto, frenar la pandemia. La llegada de Biden a la Presidencia alegró mucho al mundo entero.
Como nunca, Estados Unidos durante los últimos cuatro años, se peleó y se enemistó con la mayoría de las naciones que se consideraban “amigas de los EE.UU.”.
Dos jueces de la Suprema Corte le tomaron la protesta a Biden. Se trata de Sonia Sotomayor (de ascendencia hispana) y John Roberts.
Lady Gaga cantó el himno nacional norteamericano. Jennifer López recitó el Juramento a la Bandera (con una parte en español). Y hubo muchas otras intervenciones, algunas de ellas muy destacables.
El miércoles pasado puede decirse que hubo un suspiro de alivio en Norteamérica. Y no sólo con ellos, sino en muchos otros países del mundo. Pero: ¿hasta dónde llega la unidad actual entre los norteamericanos?… NPI.
México aplaudió las propuestas sobre cancelar el muro, la migración y la revaloración de los programas para los “Dreamers”, que Trump había parado. AMLO afirmó en una de sus conferencias mañaneras que no se enfrentará con Joe Biden, ya que no hay amenazas y, por el contrario, hay coincidencias.
Dijo: “No tenemos nosotros nada que objetar, al contrario, coincidimos de que eso es lo que debe hacerse, desde luego desde la independencia que tiene el Gobierno de Estados Unidos como país y como gobierno soberano… Y no hay ninguna amenaza en contra de México para dejarlo en claro, o sea que los que están apostando a que nos vamos a enfrentar al Gobierno de Estados Unidos, se van a quedar con las ganas, para hablar en plata, ¿no? Porque siempre le apuestan a que va a haber enfrentamientos y pleitos” (Reforma, 21/I/2021).
El mundo sigue cambiando. Ojalá y que en esta nueva etapa se consolide el cambio en México. Seguimos con muchos pendientes para erradicar la corrupción como se prometió.
Ojalá y coincidan las agendas de los dos gobiernos porque lo que estamos viviendo en México, no podrá ser resuelto solamente por nosotros.
Las mañaneras irritan
Según la periodista y escritora Elena Poniatowska (seguidora ferviente de AMLO), las conferencias matutinas de AMLO “han provocado hartazgo, irritación y confrontación”. En una entrevista para el portal Índice Político, “Elenita” llamó a poner fin a las “mañaneras”.
Al responder sobre lo que le diría o le aconsejaría a AMLO, explicó: “Señor Presidente: ya párele a las mañaneras porque han provocado un hartazgo y nos tienen a todos al borde de la irritación y confrontación nacional. Las mañaneras son innecesarias y hasta contraproducentes. Un auténtico abuso del poder presidencial obligar a periodistas que vayan todas las madrugadas hacer preguntas a modo”.
“No puede haber una noticia nueva día tras día (porque) siempre repite lo mismo”, dijo. Y hay muchos elementos para coincidir con Elenita.
Las mañaneras se han transformado en una comedia de equivocaciones, desde las instalaciones del emblemático Palacio Nacional. Además es imposible hablarle a AMLO, porque no escucha a nadie… Ahora es peor que antes.
¿Qué debería hacerse? Darle un mayor sentido a la información. Que se puedan analizar los avances y los retrocesos. Eso no puede hacerse todos los días. Siempre han existido en México las confrontaciones, pero con AMLO éstas se han exacerbado, al grado de fomentar una polarización entre la gente.
Nadie aprende en cabeza ajena, pero si se analiza la salida de Trump y la llegada de Biden con su discurso de Unidad, podría reorientar mejor el sentido de su 4T… Si es que llega a funcionar.
¿O nos quedaremos satisfechos con el perdón de la FGR al General Cienfuegos? Cosas como esa siguen sin tener claridad para la población.
Ayotzinapa y su verdad
Las nuevas versiones de la FGR sobre Ayotzinapa, según la información de un “testigo protegido”, dejan muy mal a los militares y al gobierno. Para el periódico Reforma fue un exitazo. Publicó un expediente de la Fiscalía que es real y no es apócrifo.
Hoy sabemos que fueron los militares, los policías y los narcotraficantes quienes detuvieron a los estudiantes (y a mucha gente más) para asesinarlos. ¿Cuántas verdades más nos faltarán de conocer?… ¡Todas!
Vivimos en un enjambre de noticias ¡Nunca resueltas!
La Cueva del Delfín
Todos los presidentes gabachos han construido el Muro. Clinton, 100 km; Bush Jr., 781 km; Obama, 222 km; Trump, 386 km. ¿Y lo van a detener?… NPI.
¡Vientos huracanados!, si no me mandan a tirar el Muro nos veremos por acá la próxima semana.
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