Las redes sociales y la trivialización de la política

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La presencia de las redes sociales es un fenómeno absolutamente real e irreversible, hacer una crítica a la forma en que se utilizan no es necesariamente una visión nostálgica hacia cuando no existían. Es una realidad que brinda grandes fenómenos de comunicación, rápida, sin límites en el espacio y la posibilidad de intercomunicación entre grandes grupos, pero no puede negarse que en la inmensa mayoría de las situaciones se utiliza de manera fútil.

Para conseguir difusión e impacto es necesario que el dueño inicial del dominio vaya consiguiendo seguidores, para lo cual son necesarias cuando menos dos condiciones, una la fama o el prestigio y la otra la difusión de notas impactantes, la fama o el prestigio no es necesario que sea inicial, puede alcanzarse a través de las propias redes sociales. Las notas tampoco tienen que ser importantes, basta con que sean impactantes, ya se aclarará después si son verdaderas, o no, poco importa con tal que su difusión crezca dentro de la red de manera incontenible.

No niego la importancia que tienen para que alguien difunda sus acciones, sus impresiones, sus acciones entre un grupo de sus amigos y familiares, a algunos nos puede parecer insignificante y ocioso, pero quienes lo usan no es ésta la percepción y eso es suficiente. Aunque no puede negarse el riesgo que esto conlleva y que además puede ser utilizada con fines agresivos entre los mismos miembros del grupo, pero no es éste el motivo de mi comentario.

Tampoco puede negarse la relevancia que puede tener al difundir noticias trascendentes de manera prácticamente inmediata y lograr la intercomunicación de manera rapidísima. Una de las grandes diferencias entre los temblores del 19 de septiembre de 1985 y de 2017 consistió en la posibilidad de mantener la comunicación a través de estos medios.

Lo que me parece grave es que estén siendo utilizadas para difundir campañas políticas, no sólo entre nosotros, las más o menos recientes campañas presidenciales en los Estados Unidos y en Francia estuvieron marcadas y quizá decididas a través de estos medios.

Los mensajes difundidos son en términos generales breves, superficiales frecuentemente intrascendentes, ocupándose de problemas importantes pero sin análisis ni en sus análisis ni en las propuestas, con soluciones en general facilonas aunque siempre se busca que sean muy llamativas.

En las actuales precampañas (o campañas) que vivimos actualmente, el uso de las redes sociales se ha vuelto fundamental. No están reguladas, como si lo están los mensajes que se vierten a través de cualquier otra vía, lo cual hace que los mensajes que circulan por medio de las redes sociales sean totalmente libres. Pero tan necesarios que con frecuencia oímos en los noticieros y a los analistas políticos, o a los candidatos, que está utilizando mal las redes sociales y otros, en cambio, que lo hacen muy bien, incluso se llega a decir que marca las líneas del debate con los mensajes que emite. No importa si los mensajes son falsos o infundados, total, no están regulados y al poco tiempo nadie los recuerda o los comenta. Ha llegado a tanto que, por cierto, en tono de broma, han surgido secciones en noticieros y periódicos sobre noticias falsas. No importa, se van buscando simpatizantes y van consiguiéndose, aunque sea a través de estos mecanismos.

Políticos utilizan redes

Una situación que me llamó mucho la atención fue la que utilizó uno de los candidatos al mostrar en un mensaje a través de las redes, utilizando un medicamento que tiene en su nombre las siglas con las que él mismo es conocido. Recomendaba el amlodilipino para que lo tomaran sus adversarios, sus contrincantes, quizá sus enemigos políticos como sedante ante sus declaraciones y trayectoria. Nada que ver, simplemente una puntada publicitaria, una ocurrencia de marketing, el amlodipino es un antihipertensivo, por cierto, surgido a finales de los años 80 del siglo pasado y que junto con el captopril que se empezó a utilizar a fines de los años 70, marcó una gran diferencia en el tratamiento de los pacientes con hipertensión arterial, dando una vuelta sustancial en los resultados. Es decir, que el amlodipino se utiliza desde antes que el candidato aspirará, cuando menos abiertamente, a ser Presidente de la República, época en que él mismo era miembro del partido al que ahora tanto ataca. Una trampa publicitaria con la que consiguió sus objetivos; ocupó no sólo las redes, sino todos los espacios y obligó a respuestas de todos sus contrincantes, los que no lo hicieron abierto fueron criticados.

Deberíamos exigir propuestas fundamentadas, que muestren un análisis profundo de los problemas y soluciones coherentes, factibles, y también busquen la corrección de los múltiples y gravísimos problemas que se abaten sobre nosotros. Quepan o no en un mensaje en las redes sociales.

Lecturas recomendadas

http://elfarmaceutico.es/index.php/revista-el-farmaceutico-el-farmaceutico-joven/item/4083-captopril-el-primer-caso-de-diseno-racional-de-un-farmaco#.Wma1OmjiaUk

http://sisbib.unmsm.edu.pe/BVRevistas/rft/v04_n1-2/pdf/a11v4n2.pdf

http://mascienciapf.blogspot.mx/2015/03/la-quimica-detras-del-antihipertensivo.html

Rubin B, Antonaccio MJ, Horovitz ZP. Captopril (SQ 14,225) (D-3-mercapto-2-methylpropranoyl-L-proline): a novel orally active inhibitor of angiotensin-converting enzyme and antihypertensive agent. Prog Cardiovasc Dis. 1978 Nov-Dec; 21(3):183-94.

Rubin B, Antonaccio MJ, Goldberg ME, Harris DN, Itkin AG, et al. Chronic antihypertensive effects of captopril (SQ 14,225), an orally active angiotensin I-converting enzyme inhibitor, in conscious 2-kidney renal hypertensive rats. Eur J Pharmacol. 1978 Oct 15; 51 (4): 377-88.

Brunner HR, Waeber B, Wauters JP, Turin G, McKinstry D, Gavras H. Innappropriate renin secretion unmasked by captopril (SQ 14 225) in hypertension of chronic renal failure. Lancet. 1978 Sep 30; 2 (8092 Pt 1): 704.

Webster J, Robb OJ, Jeffers TA, Scott AK, Petrie JC, Towler HM. Once daily amlodipine in the treatment of mild to moderate hypertension. Br J Clin Pharmacol. 1987 Dec; 24 (6): 713-9.

Reams GP, Lau A, Hamory A, Bauer JH. Amlodipine therapy corrects renal abnormalities encountered in the hypertensive state. Am J Kidney Dis. 1987 Dec; 10 (6): 446-51.

Silke B, Frais MA, Midtbo KA, Verma SP, Sharma S, Reynolds G, et al. Comparative hemodynamic dose-response effects of five slow calcium channel-blocking agents in coronary artery disease. Clin Pharmacol Ther. 1987 Oct; 42 (4): 381-7.

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Cecilia Ximenez

Exelente comentario el del Dr Ramiro un arma de dos o más filos las redes sociales más pronto que tarde los medios de comunicación como la radio y la televisión se verán copiados y cuestionados en su credibilidad por el uso pernicioso de las redes sociales, habrán de estar alertas los comunicadores que son los mismos en radio y TV y todos los hombres y mujeres públicos lo que está en juego es la veracidad y la credibilidad en nuestra sociedad

Fatima Ximenez Garcia

Excelente e incisivo como todos los comentarios del. DR Ramiro Hdz.

Cruz

Un tema altamente controversial, me permito comentar también que en muchos casos, la comunicación del gobierno hacia la ciudadanía se lleva a cabo a través de estas redes sociales, incluso en nuestro país, muchos de los comunicados oficiales se realizan por twitter, quizá por su rapidez de difusión. la regulación de estas redes es un tema muy peligroso sobre todo porque puede caer en autoritarismo y afectar la libertad de expresión, intentos ya ha habido y no han sido fructíferos, el otro extremo lo vemos de manera frecuenta con las noticias falsas. Las tecnologías no son malas (aún) o buenas, son un instrumento, el problema viene con las personas que las utilizamos.
Muy interesante su columna Dr.

Ricardo juarez ocaña

Cómo es su costumbre comentarios actuales y de gran interés
Le comento que en mi particular opinión, todo intento que realicen las autoridades o gobiernos para regularizar o controlar serán infructuosos, debido a que para los usuarios de manera generalizada es una diversión que los mantiene atrapados y es una forma de diversión coloquial, es inegable el impacto que logran pero reflejan la falta de criterio de la población que los difunde, reenvía y atesora

Juan Carlos Arguelles Ximenez

Muy interesante su punto de vista doctor, un placer siempre su sección.
Por otro lado, creo que el buscar una regulación de las redes sociales es imposible. Más importante aún, por ningún motivo se debe de buscar que éstas plataformas sean limitadas (Algo que se ha intentado muchas veces sin éxito). Algo mas factible y, en mi opinión, mas sensato, será buscar que los que somos usuarios de estas plataformas estemos educados en su uso. Aprender a identificar noticias falsas o que generen desinformación es vital.

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