En la Semana Santa pasada mientras un México descanso en las playas otro México –menos numeroso- salió a Misionar al campo, a visitar rincones del País acompañando a los más necesitados y procurando acercarlos a Dios… Fueron más de 20 mil mexicanos, en su mayoría jóvenes, que recibieron además del mismo sol de quienes estaban en las playas inolvidables lecciones de fe y generosidad del México rural.
Juventud y Familia Misionera es una obra internacional que nació en México a fines de la década de los 80, como una respuesta al llamado de la nueva evangelización del Papa Juan Pablo II. La Obra tiene presencia en más de 30 países y cuenta con la participación de más de 55 mil misioneros entre los que predominan jóvenes y familias.
Yo visité Rancherías un poblado de casi mil familias en el Municipio de Donato Guerra, Estado de México, a 30 minutos de Valle de Bravo. Una semana basto para recordar que existe un México que ya había olvidado.
Un México sin espejos y mal alimentado, un México con polvo y abandono, un México de niños abusados, un México descalzo y sin celulares…, es un México de contrastes que sabe ser noble y decidido, es un México creyente, generoso y pleno de confianza.
Nuestro grupo era de más de 50 personas y nos hospedamos en unas instalaciones del SNTE de la localidad gracias a la generosidad de los maestros de la zona. Comimos durante la semana lo que la gente nos acercaba y nuestro trabajo fue visitar y convivir con las familias. Por las tardes nos unía lo que une a México, el futbol soccer.
En los más de mil municipios visitados en el País los misioneros se ponen a disposición de los párrocos para atender las comunidades que ellos les indiquen, acercar a las personas a la Iglesia y a los sacramentos. Son acompañados también por unos 170 sacerdotes legionarios de Cristo que se ponen a disposición de los párrocos para las confesiones, la predicación y las celebraciones litúrgicas de la semana santa y del triduo pascual.
Cristina Danel, consagrada del Regnum Christi y directora de Juventud y Familia Misionera en México aseguró que “es confortante como tanto ha estado insistiendo el papa Francisco, estar cerca de los más pobres y necesitados.”
La misión en México concluyó con una Misa el domingo de Pascua en la Universidad Anáhuac y en diversas ciudades del país. También hubo misioneros de Juventud y Familia Misionera en España, Italia, Alemania, Polonia, El Salvador, Estados Unidos, Haití, Colombia, Brasil, Costa de Marfil, Filipinas y otros países. www.demisiones.org
Finalmente fueron días intensos en los que puede constatar –sin pertenecer- que Los Legionarios de Cristo realmente lo son, aunque como la Iglesia, cuenten también en sus páginas, con episodios de traición y mentira.
La actual cabeza del Movimiento, el Padre Corcuera, lo definía así el Domingo de Pascua ante miles de Misioneros: “somos una barca muy frágil, pero muy bonita” y esa descripción me pareció adecuada, me dio confianza.