Mientras la globalización avanza en cuanto a modelos de vida, resulta que las diferencias entre países y regiones se van haciendo cada vez más amplias. América Latina está dividida por gobiernos de izquierda y de derecha, por una espantosa desigualdad social y económica.
Sudamérica empieza a generar una crisis de magnitudes estruendosas, Brasil a pesar de sus socios quienes se habían negado con reservas en dólares y se han convertido en los BRICS, prometiendo el ingreso de Sudáfrica a su club.
Bueno pues Brasil lucha desesperadamente por no perder su capacidad de liderar a América Latina, sin embargo todo apunta a que en el mediano plazo su economía se verá sumamente afectada y hará caer a mercados paralelos y horizontales. Con ello, países como Colombia serían sumamente afectados, evidentemente Argentina volverá a tener una de sus recurrentes crisis, pero que al ser arrastrada por Brasil, será mucho más severa que la del corralito, cuando terminó la ley de convertibilidad cambiaria.
Centroamérica no tiene manera de salir del ostracismo en que se encuentra, siendo la violencia una constante; al tiempo que Norteamérica no puede verse de manera integral, los fenómenos son distintos en Canadá, Estados Unidos y México. Y como ya sabemos, México está sufriendo lo peor de ambas partes del hemisferio: inseguridad galopante, la posibilidad de ingobernabilidad, pobreza, falta de educación, de empleo y capacidad productiva, aunque podría dar un gran golpe de timón y surgir como una potencia, siempre y cuando se corrijan los problemas que asustan a muchos inversionistas. Esto tiene que ver con reformas estructurales, pero no aquellas que sólo les interesan a algunos empresarios y políticos, sino también aquellas que podrían generar mayores posibilidades a largo plazo.
Para ello es necesario que el capital tenga seguridad jurídica, que la corrupción no siga encareciendo el ingreso de la inversión y preparar adecuadamente a la población para ser productiva, en pocas palabras hacer un México competitivo.
Estados Unidos a pesar de la crisis y estar atravesando por un periodo electoral, sigue siendo un país fuerte, que a menos que exista alguna amenaza violenta proveniente del Medio Oriente o de Europa del Este, seguirá siendo un país desarrollado. Canadá sigue luchando internamente con sus mafias y problemas migratorios aunque de esto casi no se hable en el mundo.
Ahora bien, lo que está pasando en Europa en la zona Euro es muy preocupante. Grecia no tiene remedio, Portugal tampoco y España está a punto de ser intervenida por el Banco Central Europeo.
La crisis española se siente en las calles, y no solamente me refiero a la cantidad de manifestaciones antigubernamentales, sino que hay una crisis real donde el dinero ha dejado de fluir y donde la política no está siendo capaz de encontrar un buen discurso, quitando a los españoles toda posibilidad de generar esperanza.
Esto tendrá por consecuencia la crisis de la zona Euro, donde la devaluación de la moneda regional se está dando, aunque Estados Unido, esté tratando de impedirlo, las caídas de las bolsas son estrepitosas, el cierre de innumerables empresas augura periodos de desempleo aún mayores, etc.
Todo mundo le había apostado a China, pero resulta que ahora China va en una lenta picada con la que se verá afectado el mundo entero. Pero la tan anunciada quiebra de España, como la caída de China como líder manufacturero, dan a México la posibilidad de iniciar una nueva época de bonanza; los españoles quieren ir a México a invertir, pero para ello hay que arreglar al país primero, las empresas maquiladoras podrían optar por regresar a México. Para ello, las fronteras deberán de ser seguras y naturalmente reconocer los errores que cometimos en el pasado y allanarles el camino, con una cuestión adicional, si regresa el empleo a nuestro país, esto ayudara también a erradicar la delincuencia.
Para EU esto resulta vital, ya que nos hemos convertido en una amenaza a su seguridad y el flujo migratorio detendría en buena medida su constante permanencia.
El mundo anda de cabeza, pero a río revuelto, ganancia de pescadores, más allá de nuestras filias y fobias políticas por la pasada elección, es momento de mirar al futuro, la política y la economía van necesariamente de la mano en un país como México que tiene una democracia tan incipiente, pero es necesario hacer esfuerzos estatales y municipales que mientras los enconos postelectorales se resuelven, ofrezcan soluciones a un devenir que pareciera ser favorable.