Asesinar a un periodista es intentar acallar al pueblo. De manera ineludible ser periodista en este país es una profesión de alto riesgo. Además de los gobiernos que imponen censura, muchos son los casos en que los periodistas u opinadores se autocensuran; en varios lugares de este país por el hecho de mencionar a los grupos delictivos del tipo que sean, han provocado reacciones a tal punto que hoy México es el país en donde más periodistas son asesinados, fuera de algunos países en guerra.
Si los diferentes gobiernos de México no se hacen responsables de la muerte de periodistas, entonces, ¿qué podemos esperar? Existe una fiscalía especial, pero tiene un presupuesto muy reducido y eso equivale a negligencia, en México le decimos taparle el ojo al macho.
La mayor parte de las víctimas tienen que ver con la prensa libre, con quienes mediante investigaciones serias denuncian a delincuentes y a sus socios corruptos, muchas veces políticos y gobernantes, pero estas víctimas no están en la lista de Los Pinos o de los gobernadores, no son chayoteros a modo de quien alquila plumas o espacios. El mayor problema de la muerte de periodistas tiene que ver con la democracia, ya que ésta se inhibe con cada amenaza que se cierne sobre la libertad de prensa, que es a su vez ¡libertad de expresión!
Estamos sin duda en el mundo al revés, el gobierno no cuida a quienes quieren un México mejor, ni a los periodistas ni a los soldados o marinos, de quienes los políticos se avergüenzan por cumplir con un deber impuesto; en el primer caso autoimpuesto, y el segundo impuesto mediante la disciplina, la obediencia y la lealtad.
Mucho se habló en el sexenio pasado de que vivíamos un “Estado fallido”, pero éste no es la excepción, hay ciudades enteras tomadas por la delincuencia, en donde el uso legítimo de la fuerza ha mermado por la ineficiencia de los políticos, dejando la política interior en caída libre; los dueños de este país son unos cuantos y los demás estamos cansados de la violencia, la corrupción, la impunidad y la falta de valores que demuestra el poco amor a México y, precisamente, de quienes dirigen el destino de nuestra patria.
@fschutte
