El Presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, llega hoy a México, el país que más ha visitado junto con Francia.
En esta, su cuarta visita, sostendrá reuniones con el presidente Enrique Peña Nieto, con empresarios; además de encontrarse con el personal de su Embajada en México y de dirigir un mensaje a los jóvenes mexicanos en el Museo de antropología por la tarde.
La ocasión no podría ser más propicia para su visita. México se encuentra en un momento de estabilidad macroeconómica donde las inversiones encuentran aquí un lugar atractivo para dirigirse, además de lograr acuerdos políticos que permiten la implementación de reformas necesarias para el avance de la nación. Por su parte, Estados Unidos busca herramientas y acuerdos comerciales para acelerar el proceso que los aleje de la recesión y así poder reanudar el ritmo de crecimiento esperado.
Mientras que la administración de Felipe Calderón decidió centrar la relación bilateral en temas de seguridad, parece que la orientación del presidente Enrique Peña Nieto será mucho más amplia y cargada hacia los aspectos económicos que unen a estos dos países. En esta ocasión, ambos mandatarios abordarán temas comerciales, de educación, de energía, competitividad, inversión y seguridad ciudadana. Muchos expertos opinan que esta es una gran oportunidad para que México no sólo se incluya en las pláticas referentes a las negociaciones del Acuerdo Estratégico de Trans-Pacífico de Asociación sino que además, debería empezar a evaluarse su inclusión en las negociaciones comerciales entre los Estados Unidos y la Unión Europea. Otro de los temas urgentes en la agenda bilateral, y que millones de personas de ambos lados de la frontera esperan que se resuelva pronto, es el de la migración.