En el ¡siglo pasado! conocí en Budapest a la Ministra de Educación Básica de China. Vestía de manera modesta y recuerdo que su semblante se veía muy cansado. Participamos en un foro sobre enseñanza de la ciencia. Ella estuvo más bien callada, aunque platicamos brevemente. Entre otras cosas, me comentó sobre el reto de educar a los 100 millones de niños-talento que había en China para desarrollar su potencial a plenitud, y sobre la responsabilidad de enseñar a los 200 millones de niños con dificultades de aprendizaje. Como sucede en los congresos, cada quien tomó su rumbo, el mío fue escuchar un concierto de jazz y a ver la Luna llena desde un puente del Danubio. Supongo que la Ministra de Educación se encaminó al cuarto de hotel a trabajar, aunque en ese momento pensé que lo prudente hubiera sido que finalmente durmiera.
Unos años más tarde me invitó a China, junto con científicos de varias naciones, incluidos premios Nobel. Nos quería mostrar lo que había logrado y quería conocer nuestra opinión sobre las acciones a seguir. Todo esto fue antes de que China se mostrara al mundo como la gran potencia que es.
Hubo de todo, un hotel inmenso de estilo socialista en Beijing, calles cuajadas de personas en bicicleta ataviadas igualitas, visitas a museos donde poco a poco se reincorporaban los tesoros que sobrevivieron a la revolución cultural del ex presidente Mao Tse-Tung. No faltó la excursión a la Gran Muralla, la función de ópera china y el banquete nocturno en un palacio imperial en medio de un lago iluminado con linternas, al que llegamos en espléndidas embarcaciones; sin duda el sueño oriental por excelencia. Allí me comí todos los alacranes fritos en grasa de pato que mis colegas norteamericanos dejaron de lado, ¡tiene ventajas vivir en un país donde comer alimañas es una delicia!
El trabajo fue muy interesante: un plan de desarrollo con metas claras a 30 años, dividido en trienios; sujeto a evaluaciones periódicas. Incluía diversidad, formación docente, construcción de escuelas, alimentación, salud, internados para niños desfavorecidos, y becas para que los chicos excepcionales pudieran estudiar en el extranjero con una variedad enorme de disciplinas a su elección.
Durante mi estancia, trabajamos en los planes de estudio; a mí me tocó colaborar en la sección de materiales didácticos. Nos reunimos con maestros de varias regiones de China, y he de confesar que en momentos me sentí como en México; a la hora de la comida, además de platicar sobre cómo enseñar mejor, sacaban frascos de chiles en salmuera y otras delicias de sus pueblos para compartir, precisamente como hacen los profes aquí en nuestro país. Nunca falta el que trae camarones secos, chilitos o dulces regionales, ¡o incluso pequeñas porciones de mezcal, que circulan debajo de la mesa “para mejorar el ambiente”! Visitamos escuelas de todo tipo, desde rurales hasta los nuevos modelos de “escuela tipo”, con jardines, patios de deportes, bibliotecas, salones amplios, enfermerías, buenas instalaciones sanitarias, invernaderos, profesores sonrientes, niños sanos que nos entendían y participaban cuando les hablábamos de ciencia en inglés.
Hubo ceremonias oficiales del más alto nivel donde incluso sostener una taza de porcelana antigua era toda una responsabilidad. Pienso que los chinos tenían perfectamente claro lo que estaban haciendo y que los invitados fuimos sólo para atestiguar lo que implica realizar un plan sostenido de gran alcance y calidad.
El mejor recuerdo que tengo de ese viaje fueron los desayunos con la Ministra de Educación, y cuando las dos estuvimos solas. Comía con gran apetito y llevaba el mismo traje gris modesto; aún se seguía viendo muy cansada, pero entiendo por qué: en sus manos estaba transformar un país pobre en una gran potencia, ofreciendo educación de calidad para todos. ¡Y vaya que lo logró!
En los últimos 5 años he tenido la oportunidad de visitar en 4 ocasiones este Gran País en plan de negocios y turismo, la verdad ahora comprendo porque han llegado al nivel en que me ha tocado verlos, hicieron un plan y lo cumplieron. LO MAS IMPORTANTE ES UNA EDUCACIÓN BIEN PLANEADA, EN NUESTRA PATRIA MÉXICO, LOS POLÍTICOS QUE SON LOS QUE MAS ROBAN, tienen a sus hijos en escuelas privadas la Educación no les importa al contrario la niegan, y les dan mas importancia a los Lideres que a los maestros, algún día cambiaremos????????, porque como vamos ahora no se ve la cuadratura al circulo.
Artículo relevelador de un trabajo continuo y con metas y objetivos claros, le Educacion de calidad género, en parte lo que hoy es China y, hoy en Mexico??
Saludos