Hace unos días al atender a un paciente con metástasis por un melanoma aparentemente curado hace años, no pude dejar de recordar a Oliver Sacks. Hace ahora tres años Sacks escribió un artículo periodístico en que daba a conocer que le habían diagnosticado que un melanoma ocular que parecía haberse solucionado ocho años antes, había reaparecido ahora como una enfermedad metastásica para la que no tenía muchas posibilidades de tratamiento. Se expresaba con una gran claridad, agradeciendo muchas cosas que había podido vivir y lamentándose de lo que ya no podría ver, algunos descubrimientos sobre física, de la que era un apasionado, algunos amaneceres y la visión nocturna de las estrellas, entre otras cosas. Anunciaba que intentaría publicar una autobiografía. Sólo un par de años antes había escrito en los periódicos que lo publicaban, que eran muchos, acerca de su cumpleaños 80, en el que hacía un balance de su vida, los pendientes que tenía, un poco su plan de trabajo y algunas de las cosas que no había hecho. Me llamó la atención que una de las más destacadas de estas últimas es que no se había dedicado a aprender otras lenguas; sólo dominaba el inglés.
Oliver Sacks fue un neurólogo, investigador y escritor, en todas estas facetas muy destacado, pero quizá lo más importante es que consiguió desarrollarlas, desde un punto de vista diferente, la de un médico que escribía sobre sus pacientes, tomando en cuenta sus vivencias y sus problemas acercándolos a otros enfermos, a los médicos y al público en general. Tomando en cuenta las sensaciones, los problemas y las posibles soluciones de quienes sufren las enfermedades.
Quizá su obra más conocida es Despertares, publicada originalmente 1973. En ella comenta lo sucedido con una serie de enfermos que habían sufrido encefalitis letárgica y que se encontraban en un hospital desde hacía largo tiempo para sus cuidados prácticamente terminales. En los años 60 había aparecido la L-dopa, un medicamento que ha encontrado un lugar fundamental en el manejo de la enfermedad de Parkinson y como algunos de los pacientes con la encefalitis tenían además movimientos parkinsonianos o habían empezado su padecimiento teniéndolos, Sacks decidió utilizar la L-dopa, con sorpresa de los pacientes, aunque varios de ellos recuperaron la conciencia, desafortunadamente sucedió un fenómeno de agotamiento farmacológico que hizo que los enfermos recayeran en el letargo que ya los había caracterizado.
La encefalitis letárgica es o fue un padecimiento que se abatió en diversas partes del mundo, pero especialmente en Europa Central y Estados Unidos; y aunque nunca se probó, se pensó que estaba relacionado con la encefalitis por el virus de la influenza. Ahora se sabe que pueden existir varios virus ligados con su causalidad. Despertares se hizo aún más famosa porque se realizó una película basada en el texto de Sacks. Me parece que él tuvo que ver con el guión y supervisó la realización, tuvo gran éxito de taquilla y estuvo nominada para los premios Óscar en varias categorías. Quizá la participación de Sacks sea más notable en lo cuidada, cercana y dedicada que aparece la relación entre el médico y sus enfermos.
Tiene Sacks muchas otras obras famosas, una de las primeras que publicó y que después fue actualizando y modificando fue Migraña, una visión no sólo biológica o fisiopatológica sobre una enfermedad muy frecuente y que además es en ocasiones minimizada y trivializada; lo hace también desde el punto de vista social, mental y, sobre todo, desde el puto de vista de quienes la sufren. Nos comenta a través de diferentes casos, las sensaciones de los enfermos, lo limitante que puede resultar y la interconexión entre el cerebro y las diferentes formas de respuesta.
En Con una sola pierna Sacks detalla pormenorizadamente los síntomas, las angustias de un paciente que tras un accidente de montañismo y una fractura aparentemente sin consecuencia y atendida de manera adecuada, aunque un poco tardíamente, por el sitio donde aconteció el incidente, queda con trastornos sensitivos considerables que le hacen no percibir la pierna durante varios meses. Sacks conoció profundamente al paciente porque era él mismo.
Un Antropólogo en Marte es una obra peculiar, analiza a través de casos clínicos los casos de enfermos que tienen padecimientos que los hacen parecer como muy diferentes como el autismo, la enfermedad de Tourette, o un cirujano que después de un accidente tienen tics y movimientos anormales que sólo ceden plenamente cuando realiza las acciones quirúrgicas, o un pintor que deja de percibir la visión a color; el libro está tan bien logrado que algunos escritores cayeron en la trampa y hacen halago de lo logrado que están hasta conseguir que parezcan reales, tal es el caso de Rosa Montero, que por cierto siempre ha sido una admiradora de Sacks. Sin embargo, quizá el mérito es que los personajes son reales y el autor destaca la posibilidad de poder vivir con el padecimiento a pesar de lo diferente que parecen los que lo sufren.
En El hombre que confundió a su mujer con un sombrero, analiza los casos de 20 pacientes que tienen manifestaciones neuropsiquiátricas por diversas causas. Esta obra tiene dos grandes méritos, uno, están tan bien retratados que parecen personajes ficticios y, dos, consigue humanizar algunas de estas alteraciones y trata de hacer entender a los demás algunas particularidades que los hacen diferentes, limitados en algunos aspectos y geniales en otros.
Musicofilia es un libro extraordinario, mi favorito, en éste analiza las relaciones del cerebro con la música o de la música con el cerebro. Revisa síndromes que hacen imposible entender y disfrutarla como la amusia, las alucinaciones musicales, de cómo la identidad personal está marcada, cuando menos en parte, por la relación con la música. Es quizá el mejor de sus relatos, el más complejo y mejor escrito. También aprovecha para desarrollar los casos de algún paciente como el ortopedista que desarrolla una gran sensibilidad musical después de sufrir una quemadura eléctrica por un rayo.
Antes de morir escribe algunas notas periodísticas muy destacadas como La tabla periódica, o Sabath, en donde relata su relación con la física, las matemáticas y algunos aspectos sociales. Sin embargo, decide escribir un magnífico libro, su autobiografía: En movimiento, Una vida. Creo que decidió contar todo, para que nadie tuviera que contarlo distorsionadamente; hace un análisis perfectamente claro y sincero tanto de sus debilidades como de sus fortalezas, de lo que él considera defectos y sus virtudes, siempre con un sentido optimista, a pesar de que se sabía tan enfermo y sin ya perspectiva de futuro de vida.
Los que puedan léanlo, no es necesario ser médico, les va a gustar y los va a enriquecer.
Lecturas recomendadas:
Oliver Sacks. Despertares. Anagrama. Madrid. 2010.
Arrazola-Cortés E, Sauri-Suárez S, González Bustamante DI, Meza-Dávalos E, Hernández cervantes J, Varela-Blanco J Encefalitis Letárgica: ¿enfermedad o síndrome? Actualidades en la patogenis de la enfermedad de Von Economo. Med Int Mex 2014; 30:73-87.
Oliver Sacks. Un antropólogo en Marte. Anagrama. 6ª edición. Barcelona. 2009.
Oliver Sacks. El hombre que confundió a su mujer con un sombrero. Anagrama. México. 2009.
Oliver Sacks. Con una sola pierna. Anagrama. 2ª edición. Barcelona. 2010.
Oliver Sacks. Musicofilia. relatos de la música y el cerebro. Anagrama. México. 2009.
Oliver Sacks. Migraña. Anagrama. 2ª edición. Barcelona. 2010.
Oliver Sacks. En movimiento. Una vida. Anagrama. México. 2015.
Oliver Sacks. Oliver Sacks se despide tras anunciar un cáncer terminal. El País. 20 de febrero de 2015.
Oliver Sacks. Al cumplir los 80. El País. 12 de julio de 2013.
Mario Munchnik. Oliver Sacks. El hombre que amaba las cortezas. El País. 6 de octubre de 2015.
Antonio Muñoz Molina. Oliver Sacks, escribir hasta la muerte. El País. 10 de septiembre de 2015.
Javier Sampedro. Oliver Sacks, una vida escrita hasta la médula. El País. 16 de noviembre de 2015.
Rosa Montero. La modestia de Sacks. El País. 13 de marzo de 2015.
Excelente artículo. Definitivamente lo leeré!! Saludos Maestro Manuel Ramiro
Captaste lo interesante de este médico he leído varios de sus libros pertenezco a una sociedad de médicos dedicados a poner el lado humano de la medicina termos gentes muy interesantes. Para ver tu trabajo no nada mas tratando paciente pero el humano que te pone su vida en tus manos. Excelente revisión y comentarios
Muy buena crónica, de un destacado científico y humanista y un ser humano excepcional.
Siempre es de llamar l atención la capacidad de síntesis del Dr Ramiro que nos permite interesarnos
Por lecturas muy enriquesedoras
Muy buena recomendación para leer algo diferente y tan humano. El autor se podría decir, por los comentarios a su obra, que es un sociólogo y humanista de la medicina y un gran escritor. Se necesita mucha entereza para escribir sobre tus pacientes y sus dolencias, que muchas veces van acompañadas de gran tristeza y sufrimiento.
Me gustan sus escritos semanales porque siempre aportan informacion importante sobre diversos temas. El mejor homenaje a un escritor es que lo recuerden y comenten y recomienden sus obras.
Oliver Sacks era un genio, un genio en toda la expresión de la palabra y acorde con lo descrito por D. Hume. además de todo lo mencionado un personaje sumamente destacado en el ámbito médico (en relación con despertares) y en el ámbito literario, raro entre médicos pero aun mas raro entre cualquier literato. no queda más que disfrutar sus escritos. Me permito mencionar que recientemente en un curso de ontología, revisamos el texto “El hombre que confundió a su mujer con un sombrero” siendo así que hasta contenido filosófico tienen sus escritos. seguramente con el tiempo será aún más valorado.
y usted Dr. Ramiro, tiene esa sensibilidad que tambien, pocos tienen para identificar y apreciar tales valores.
Muchas gracias por las recomendaciones doctor. Es impresionante su capacidad de síntesis, definitivamente buscare Musicofilia, me parece muy interesante!.