Las galaxias interactúan entre sí. La Vía Láctea posee 59 galaxias satélites distribuidas en un halo que la rodea, y dado que es la más masiva, sus satélites gravitan en torno suyo. La galaxia satélite de Sagitario ha atravesado el disco de la Vía Láctea en varias ocasiones, en una de ellas comprimió el gas que dio origen al Sistema Solar hace cinco mil millones de años.
Todas las estrellas se forman dentro de nubes de gas y de polvo. Para que esto suceda la densidad de la nube debe ser elevada, esto se presenta si aumenta la densidad de gas por agregación de varias nubes o por algún evento que comprima el gas. Cuando una galaxia colisiona contra otra, las distancias entre las estrellas son tan grandes que es poco probable que colisionen entre sí. En cambio el gas, que forma nubes de extensiones considerables, se agrega creando nubes mayores o comprimiendo el gas vecino. Esta compresión favorece la formación de estrellas con sus respectivos planetas.
Uno de los aportes más relevantes del satélite astronómico Gaia, bautizado en honor de la mitológica diosa griega de la Tierra, ha sido analizar la órbita de la galaxia de Sagitario y proyectar cómo se trasladó en el pasado y cómo lo hará en el futuro. Los datos que ha arrojado el satélite Gaia revelan las ocasiones en que la galaxia Sagitario atravesó nuestro disco galáctico hace 10 mil millones y 5 mil millones de años, perdiendo parte de sus estrellas y de su gas durante estos procesos. En el segundo encuentro calculado comprimió el gas del disco de la galaxia que dio origen al Sistema Solar. Ahora en el presente la galaxia de Sagitario se está fusionando con la nuestra.
Sagitario no es el único satélite que se encuentra en proceso de integrarse a nuestro conglomerado, entre las Nubes de Magallanes y la Vía Láctea existe la “corriente de magallánica” formada de gas que se está agregando a nuestro sistema estelar.
Las galaxias de gran tamaño como la nuestra, que posee alrededor de 100 mil millones de estrellas, se forman por fusión de galaxias más pequeñas. Así, se estima que la Vía Láctea colisionará contra la galaxia de Andrómeda dentro de 4.5 billones de años. El resultado de esto será la creación de un núcleo con un hoyo negro de miles de millones de estrellas rodeado con una estructura de forma elipsoidal, constituida por las de ambas galaxias, más las nuevas que se generen durante la colisión y compresión de sus respectivas nubes de gas.
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Es muy grato leer que a millones de años luz hay interacción entre galaxias; eso significa que la interacción entre los humanos es posible y debiera ser enriquecedora. Cuando la doctora Julieta Fierro nos lleva de la mano al espacio sideral, es una experiencia plena porque nos desprende de nuestra conciencia terrenal. Gracias por hacernos parte del Universo.