Perfil del liderazgo institucional en la administración pública federal (Parte I)

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El conocimiento de la dirigencia político administrativa deja
de lado las divisiones simplistas entre políticos y técnicos.

Raúl Olmedo.

El Presidente de la República posee un liderazgo social y político. Encabeza la Administración Pública Federal (APF). Representa una legitimidad y legalidad que lo responsabiliza de una autoridad democrática para la búsqueda de los objetivos de transformación de la sociedad mexicana con la que tiene compromiso.

Comparte estos atributos al integrar su gabinete. Sin duda implica una profunda reflexión que le ha llevado a equilibrar a las fuerzas reales del poder. Se infiere al analizar la composición del equipo de trabajo con el que habrá de compartir, por lo menos al inicio, los desafíos que confronta un nuevo gobierno. El poder económico está vinculado al más alto nivel de la administración a través de la Oficina de la Presidencia y del Consejo de Asesores del sector privado.

El Gobierno de la República está listo para atender los riesgos derivados de la conducción de un país complejo, con dificultades, deficiencias y rezagos en materia de pobreza, desigualdad, inseguridad y violencia, educación y justicia, entre otros problemas de profundo calado.

En el sexenio de Miguel de la Madrid, 1985, se publicó el primer estudio sistemático sobre el perfil de los mandos en la Administración Pública Federal.  En esa época no había mujer alguna como secretaria de Estado o de despacho. En el cuadro de las subsecretarías aparecía apenas el 5.74% de mujeres. En contraste, en el gabinete actual son ocho las titulares (42.1%). Entre las subsecretarías, el porcentaje decrece al 24.5%. Resulta evidente la creciente participación del género femenino en la toma de decisiones del sector público.

Considero importante contar con una idea de la capacidad de dirección del gabinete presidencial. Nos lleva a contrastar, por lo menos, siete factores: confianza, conocimiento, experiencia, lealtad, liderazgo, probidad y representatividad. Este ejercicio permite identificar la preparación de cada dependencia, toda vez que en ellas se deposita la autoridad y la influencia necesarias para el cumplimiento de sus facultades y atribuciones.

Propongo clasificar a las dependencias en tres rubros:

  • Las abocadas a darle fluidez a la política (Gobernación, Relaciones Exteriores, Función Pública, Defensa Nacional, Marina, Seguridad Pública y Protección Ciudadana).
  • Las establecidas para otorgar sostenibilidad a la economía (Hacienda y Crédito Público, Comunicaciones y Transportes, Economía, Agricultura y Desarrollo Rural, Energía, Trabajo y Previsión Social, y Turismo)
  • Las dedicadas al desarrollo social y cultural (Educación, Salud, Bienestar, Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano, Cultura, Medio Ambiente y Recursos Naturales).

Revisemos primero lo referente a la materia política:

El círculo íntimo de colaboradores a los que cotidianamente recurre el Primer Mandatario se integra por diez personas, ninguna de las cuales es mujer. La edad promedio es de 53 años, en su mayoría su formación profesional proviene de escuelas públicas, salvo el responsable de la Oficina de la Presidencia y el de Seguridad, ambos egresados de instituciones privadas. Al observar las cualidades o debilidades de este grupo frente a los factores mencionados, se puede considerar como apto para la tarea de asistir al Presidente en el desahogo de sus responsabilidades, particularmente en materia de coordinación con el gabinete, de fijar prioridades en la Agenda, de ocuparse de la seguridad del Jefe del Ejecutivo Federal y de su familia, de la comunicación social y de evitar conflictos en el marco jurídico que puedan obstaculizar o impedir la toma de decisiones.

Una mujer ocupa la titularidad de la Secretaría de Gobernación por primera vez en la historia. La acompañan una subsecretaria y dos subsecretarios, además del jefe de la unidad de administración y finanzas. La edad promedio de este grupo es de 57 años, su formación profesional proviene en un 60% de escuelas privadas y en un 40% de escuelas públicas. Se aprecia como competente en el propósito de equilibrar las fuerzas políticas; llevar a cabo las relaciones con el Congreso de la Unión y el Poder Judicial, con los estados y con los municipios; así como atender los fenómenos derivados de la población, los de la migración, la relación con las iglesias, los partidos políticos, entre asuntos de gran envergadura.

En Relaciones Exteriores se advierte idoneidad para el desempeño de los cargos. La edad promedio es de 53 años y de las cuatro subsecretarías sólo una la desempeña una mujer. La formación profesional es de 60% en escuelas públicas y de 40% en escuelas privadas. En el entorno internacional, México representa un sistema político cohesionado e institucional con un liderazgo reconocido en América Latina por su independencia, soberanía y autonomía, no obstante su difícil geolocalización al ser vecinos de los Estados Unidos, Centroamérica y el Caribe, con Canadá a través del T-MEC. Tanto en Europa como en Asia-Pacífico se reconoce a nuestro país como un socio para la estabilidad mundial.

En la Secretaría de la Función Pública se encuentra una mujer. La dependencia cuenta con dos subsecretarías ocupadas, respectivamente, por una mujer y un hombre. La edad promedio es de 53 años y los responsables provienen en un 100% de escuelas públicas. Su solvencia se sustenta en la trayectoria de sus dirigentes, relacionada con la transparencia y la evaluación del desempeño. La materia fundamental se remite a garantizar la probidad de los servidores públicos. Su cometido reside en prevenir las desviaciones en el ejercicio del presupuesto público y en asegurar que la función pública se sujete al espíritu y a la letra de la ley. Es de importancia primordial el control gubernamental. Debe coordinarse eficazmente con la SHCP y con los órganos internos de control de las dependencias y entidades de la APF, así como con los correspondientes de los estados y de los municipios. La lucha anticorrupción resulta esencial. En consecuencia, es indispensable la profesionalización de las instituciones y de los servidores públicos, con base en los principios y valores de la sociedad mexicana.

La Secretaría de Seguridad Pública y Protección Ciudadana, se estructura con tres subsecretarías. La edad promedio es de 62 años, son egresados en un 100% del sistema de educación pública. Su cometido es prevenir la comisión de delitos, con la participación de la sociedad civil organizada y de los ciudadanos; encargarse de las políticas y programas de protección civil, y de las funciones relacionadas con la inteligencia. Opera los acuerdos del Consejo Nacional de Seguridad Pública, auxilia al Poder Judicial y a la Fiscalía General de la República cuando así lo requieren, y administra el sistema penitenciario federal. Su responsabilidad es prioritaria, exige coordinarse con las fuerzas armadas, con las autoridades e instituciones estatales y municipales de seguridad pública y resulta clave para el cumplimiento de sus obligaciones. La capacitación y profesionalización del cuerpo policíaco es inaplazable.

Las secretarías de la Defensa Nacional y de Marina están estructuradas para mantener la soberanía nacional y coadyuvar a la protección civil de la población. La capacidad de respuesta está garantizada por su lealtad institucional. En razón de su preparación y logística, se mantiene su participación en la lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado. Tienen a su cargo la integración de la Guardia Nacional. En la SEDENA, el titular se respalda con un subsecretario y con tres funcionarios en puestos equivalentes. La edad promedio es de 61 años y los responsables provienen del sistema educativo militar. Sucede lo mismo en la SEMAR, la edad promedio que  tiene un subsecretario y tres funcionarios de rango equivalente es de 59 años. En ninguna de las dos dependencias aparece una mujer en los altos mandos.

Hasta aquí, lo relativo al aspecto político. Sin embargo, no se constriñe sólo a éste. Existen vasos comunicantes y una interdependencia en el sistema administrativo público. Los rubros económico y de desarrollo social y cultural, serán comentados en la primera entrega del mes de enero próximo.

Hago votos por nuestra felicidad compartida.

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