¿Y los ahorros apá?

Lectura: 2 minutos

Cada minuto que pasa nos encontramos más cerca de que arranque la nueva edición del viernes negro mexicano y, por experiencias anteriores, se han emitido diversas advertencias sobre el cómo comportarse durante el evento.

 

México vivirá por tercer año consecutivo la euforia del ya tan citado “Buen Fin”. Este evento mejor conocido como “el fin más barato del año”, se llevará a cabo del 15 al 18 de noviembre y  no es más que el equivalente del Black Friday de Estados Unidos que consiste en ofertas, rebajas, créditos y hasta regalos en la compra de algún bien o producto.

El surgimiento del Buen Fin en nuestro país se remonta al penúltimo año en el que  Felipe Calderón era el representante del poder ejecutivo de la República Mexicana.

Para esta tercera edición, el Buen Fin se hace presente bajo un contexto en el que la economía y finanzas de los ciudadanos no se encuentra en el momento adecuado para ir de establecimiento en establecimiento arrasando con toda la mercancía… sea 2X1 a crédito o de contado.

Sin embargo, a pocas horas de que arranquen las ofertas, se ha previsto desde hace días (tanto por expertos, como por los propios negocios) que tiendas departamentales, centros comerciales y el puesto de dulces en la esquina se convertirán en una especie de “jungla urbana”.

Así como es típico observar la lucha que se da cada semana en las grandes ciudades por llegar temprano a las labores, lidiar con clientes, jefes, empleados, profesores, autoridades y hasta trifulcas que se suscitan en toda la urbe; este fin de semana se llevará a cabo una batalla similar dentro de las miles de organizaciones que le “entrarán” al Buen Fin.

¿Y por qué atreverse a vislumbrar caos dentro de los negocios? La respuesta se encuentra en el análisis realizado por Principal Financial Group de México, quienes señalan que en la búsqueda de la activación del comercio, puede propiciarse un poco o nulo fomento para el ahorro, inversión y previsión, convirtiendo al consumidor promedio en “salvajes” compradores compulsivos.

Como es evidente, este fin no será de comidas, fiesta o reuniones familiares, esta ocasión habrá épicos encuentros y carreras llenas de adrenalina por ganar la mejor promoción o el mejor producto al menor costo. Estas adquisiciones pueden ir desde una prenda de vestir hasta el más complejo gadget con facilidades de “pague en un año” o “18 meses sin intereses”, generando en los individuos la idea de que están en posibilidades de comprar la tienda completa.

Para no sufrir esa transformación de consumidor a comprador compulsivo, Prudencial Financial propone no adquirir un bien sin pensarlo dos veces, a pesar de lo atractivo que lleguen a ser las ofertas y descuentos y cuestionarse si en realidad se necesita lo que se va a comprar, además de adquirir a crédito bienes duraderos como electrodomésticos y no un par de zapatos que perderán su valor antes de terminar de pagarlos. En palabras del director de dicha organización, debemos tomar en cuenta que:

“El beneficio que se obtiene al no dejarnos enganchar por El Buen Fin se refleja en mejores hábitos financieros que a largo plazo contribuirán a aumentar e incentivar el ahorro para poder enfrentar gastos imprevistos y emergencias”.

En conclusión, solo queda recomendar a la ciudadanía prudencia y mesura en sus gastos, reflexionar sobre las compras que piensan realizar para que no pregunten (o nos preguntemos a nosotros mismos) en un futuro cercano cuando rompamos el cochinito: ¿Y los ahorros apá?

Por: Luis Alberto Hernández Valencia

0 0 votos
Calificación del artículo
Subscribir
Notificar a
guest
0 Comentarios
Comentarios en línea
Ver todos los comentarios
0
Danos tu opinión.x