Tras un nuevo récord de contagios por COVID-19, Japón decidió declarar un nuevo estado de emergencia en su capital y otras prefecturas, para intentar mitigar el efecto de la pandemia en los próximos días.
Esta situación se mantendrá, al menos, desde este viernes ocho de enero, al próximo siete de febrero y aplicará para Tokio y tres prefecturas vecinas: Saitama, Kanagawa y Chiba, sitios que abarcan cerca de un 30% de la población total del país.
2 mil 447 nuevos casos confirmados de COVID-19, fue el registro más reciente de Japón, un nuevo récord para esta nación, que los orilló a tomar esta decisión.
Las medidas actuales, sin embargo, son mucho menos estrictas que las que se presentaron entre abril y mayo de 2020, pues se busca tener un impacto económico menos grave. En aquel entonces, casi todos los negocios y escuelas permanecieron cerrados. En esta ocasión, las escuelas no cerrarán y las medidas se enfocarán en bares y restaurantes, consideradas las principales áreas de riesgo.
“La pandemia mundial ha sido más dura de lo que esperábamos, pero tengo la esperanza de que podamos superarla”, dijo el primer ministro de Japón, Yoshihide Suga, en conferencia de prensa. “Para que esto suceda, debo pedir a los ciudadanos que soporten la vida con algunas restricciones”.
Especialistas como el presidente de la Asociación Médica de Japón, Toshio Nakagawa, consideran, por su parte, que posiblemente se tendría que llegar a un estado de emergencia en todo Japón, para lograr controlar la pandemia.
Cabe mencionar que esta semana, México también registró un nuevo récord de contagios en 24 horas, con 13 mil 345 nuevos contagios. Sólo Baja California, Ciudad de México, Estado de México, Morelos y Guanajuato, se mantienen en semáforo rojo.