Agustín Carsten

La recomendación de Carstens

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Agustín Carstens da recomendaciones económicas ante emergencia por COVID-19

La recesión económica mundial por la pandemia del coronavirus COVID-19 es inevitable y ante la crisis que ya se empieza a resentir, el Banco Internacional de Pagos (BIS, por sus siglas en inglés), dirigido por el exsecretario de Hacienda Agustín Carstens, se pronunció por llevar liquidez desde los bancos centrales del mundo a los individuos y empresas que más lo necesitan en estos momentos.

Para Agustín Carstens, exgobernador del Banco de México, llevar liquidez a los más necesitados por la crisis del coronavirus, requiere ir más allá de lo seguido en la gran recesión del 2008-2009.

En un artículo publicado por The Financial Times, el banquero, señala como primer paso llenar el hueco dejado por las finanzas basadas en el mercado, con el congelamiento de recompras de acciones y dividendos a nivel mundial.

Luego, debe de haber préstamos bancarios garantizados por los gobiernos para las pequeñas y medianas firmas, por el equivalente a los impuestos pagados el año anterior.

Esos préstamos podrían ser titulizados y refinanciados por los bancos centrales, añadió.

Para que estas acciones de llevar liquidez funcionen, deben de ser globales, construidas con líneas de intercambios en dólares a fin de evitar el colapso de las líneas de suministro, señaló por último.

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Una recomendación de peso

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En su visita a México Agustín Carstens recomienda a Banxico ayudar al gobierno a impulsar el crecimiento económico.

La autonomía de un banco central puede recibir el respaldo social y político si las políticas se enfocan a fomentar el crecimiento económico, fueron las declaraciones de Agustín Carstens, exgobernador de Banco de México (Banxico) en el marco de la celebración del 25 Aniversario de la Autonomía del Banxico.

Bajo la percepción del director general de Banco de Pagos Internacionales (BPI), se podrían presentar circunstancias en las que el Banco Central puede ser un tanto flexible en coadyuvar con el Gobierno en perseguir un mejor desempeño de la economía del país. “Propiciando mayores beneficios para la sociedad. Si el instituto emisor tiene la capacidad de influir de esa manera, sin poner en riesgo el cumplimiento de su objetivo prioritario, debería actuar en consecuencia”, dijo.

Agustín Carstens reconoció que, si bien la preocupación principal de un banco central debe ser enfocarse en mantener controlada la inflación, el coadyuva a la consecución de un crecimiento económico acelerado y sostenido, un menor desempleo, mejor distribución del ingreso y abatimiento de la pobreza, requiere no sólo de precios controlados, sino de mayores esfuerzos de la banca central.

No obstante, reconoció que esta propuesta no está exenta de riesgos, pues si se aplica de forma incorrecta podría dañar la credibilidad del Banxico.

“Habría que actuar con mucha cautela y prudencia. El reto consiste en poder identificar adecuadamente las circunstancias en las que el Banco Central pueda hacer una interpretación amplia y flexible, pero responsable de lo que representa el cumplimiento de su mandato”, agregó.

Detalló que la institución no debe tener un enfoque ‘mecanicista’ con respecto a sus reacciones ante las desviaciones en la meta de inflación, sino que debe analizar el contexto macroeconómico nacional e internacional para afinar la política monetaria en favor de la sociedad.

En julio, el presidente Andrés Manuel López Obrador barajó la idea de que la institución tuviera un mandato dual, como ocurre con otros bancos centrales como la Reserva Federal de Estados Unidos, en el que sus responsabilidades también incluyan velar por un crecimiento económico sostenido.

“Me gustaría que el Banco de México no solo se ocupara de la inflación, que pensara también en el crecimiento y el equilibrio”, mencionó en entrevista con Bloomberg News.