Este año 2021, será un año electoral importante. Y lo será no sólo para México, sino para toda la región latinoamericana, donde ocurrirá una suerte de plebiscito sistémico, en materia política y en materia económica. Todo ello inmerso en un reordenamiento geopolítico a escala global.
La democracia, como sistema político, ha entregado pobres resultados a los ciudadanos de la región. Incapaz de cerrar la brecha entre ricos y pobres, no ha hecho más que agravar la situación y polarizar a las sociedades de la región, muchas de las cuales se encuentran al borde de la guerra civil o en situación de estados fallidos a merced del crimen organizado.
El capitalismo como sistema económico no ha hecho más que enriquecer a las oligarquías nacionales, sin derramar los beneficios del crecimiento de las economías de la región entre los pobres y cada vez más pobres latinoamericanos.
Esto curre, cuando los Estados Unidos de América, líder histórico de la región, se encuentra enfrentando “la tormenta perfecta”, sumido en la peor crisis política y económica de su historia. Esto mientras el expansionismo de China da muestras de las bondades de su sistema político autoritario y capitalista de Estado, presumiendo notables avances en la reducción de la pobreza, la mejora del medio ambiente y como siguiente paso, la expansión de un mercado interno basado en el desarrollo de una amplia clase media para la próxima década.
Así las cosas cuando Latinoamérica inicia su recorrido plebiscitario. La ruta comienza el 7 de febrero en Ecuador, donde los ecuatorianos elegirán Presidente de la República, relevando en el cargo a Lenín Moreno, quien ostenta la posición desde 2017, en medio de una profunda crisis política.
El siguiente en la ruta electoral latinoamericana es el Perú, que celebrará comicios presidenciales el 11 de abril. Continuamos durante el mes de junio con México y Argentina, el 6 de junio y el 24 de octubre, respectivamente, los cuales tendrán elecciones legislativas y pondrán a prueba la percepción popular sobre el balance de las administraciones federales que actualmente gestionan ambos países.
Sobre México hay que agregar, que además de la renovación del legislativo federal, habrá elecciones para 15 gobernadores y congresos de las 32 entidades de la federación. Lo cual abrirá la puerta al presidente Andrés Manuel López Obrador, de tener éxito en estas elecciones subnacionales a emprender importantes reformas constitucionales. También vale la pena mencionar, que la intención del presidente mexicano de incluir en el proceso electoral de junio un plebiscito para el esclarecimiento de las decisiones políticas tomadas por los actores políticos del pasado reciente, encaminado a garantizar la justicia y los derechos de las posibles víctimas, no fue aceptado por la autoridad electoral. Permitiendo que se realice el mencionado plebiscito el primero de agosto. Esto es aproximadamente dos meses después de los comicios.
En el caso de Chile, experimentaremos este año 2021 dos momentos electorales. En el primero, el 11 de abril, se llamará a los ciudadanos a votar a los miembros de la convención constitucional que reformará la carta magna del país. Una carta magna heredada del régimen de Augusto Pinochet, y que mantiene controles en espacios clave del estado, como el congreso, el ejército y los tribunales del país. Posteriormente, habrá elecciones presidenciales el 21 de noviembre, en ellas se votará por el sucesor de Sebastián Piñera.
Finalmente, Haití, Nicaragua y Honduras elegirán a sus respectivos presidentes de la República. En un contexto de descomposición social y colapso económico, producto de la pandemia y del cierre de las fronteras hacia los Estados Unidos de América.
EN PERSPECTIVA, en este año electoral 2021, la región latinoamericana vivirá procesos electorales en varios de los países clave de la región. Estas elecciones ocurrirán bajo los efectos devastadores de la pandemia del COVID-19, y la profunda depresión económica qué ha arrojado a millones al desempleo y a la profundización de la pobreza. Ello podrá producir gobiernos probablemente más radicales.
¿Usted qué piensa estimado lector?
También te puede interesar: Aborto a Consulta Pública en México.