La intensión del presidente Donald Trump por designar carteles mexicanos como terroristas es un tema sensible que está causando discrepancia en la Casa Blanca.
Los ánimos vuelven a calentarse después de que el presidente Donald Trump dijera el 26 de diciembre en entrevista que su intención por designar a los cárteles mexicanos como terroristas va avanzando.
Sin embargo, parece que la idea no es bien recibida por el gabinete presidencial y asesores de Trump que han recomendado al primer mandatario no hacerlo no sólo por temas sensibles con México, sino por el riesgo de que migrantes puedan obtener asilo en Estados Unidos bajo el argumento de estar huyendo del terrorismo.
En declaraciones exclusivas a Reuters, miembros del gabinete y asesores del gobierno dijeron haber intentado persuadir al presidente Trump de no hacer declaraciones al respecto.
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Stephen Miller, uno de los asesores más influyentes de la Casa Blanca y arquitecto de las políticas de Trump para detener la inmigración, fue uno de los funcionarios que expresaron inquietud durante las deliberaciones que precedieron a dos reuniones que terminaron por archivar el plan, según dos de las fuentes.
La Casa Blanca y Miller no quisieron hacer comentarios públicos sobre el asunto. Todas las fuentes que hablaron con Reuters solicitaron el anonimato porque no estaban autorizadas a discutir el tema con la prensa.
Reuters no pudo determinar si el presidente había sido informado de las recomendaciones antes de anunciar, durante una entrevista del 26 de noviembre con el comentarista conservador Bill O’Reilly, que estaba avanzando con el plan.
Menos de dos semanas después, el 9 de diciembre, el presidente tuiteó que estaba postergando el plan a pedido del presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador.
El alto funcionario de gobierno describió el anuncio del presidente no como una retractación, sino como un movimiento estratégico.
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“Incluso la amenaza de designación (como grupos terroristas a los carteles) fue una palanca extremadamente útil en términos de obtener una mayor cooperación” de México, dijo el funcionario.
El funcionario dijo que revivir el plan sigue siendo “una posibilidad abierta” dependiendo de la cooperación de México en asuntos como sellar la frontera al narcotráfico y controlar la inmigración.
El gobierno mexicano ha argumentado que equiparar a los carteles de la droga con Estado Islámico y Al Qaeda podría abrir la puerta a una intervención militar estadounidense.
En una reunión el 5 de diciembre con el fiscal general de Estados Unidos, William Barr, el presidente López Obrador expresó su oposición al plan y dijo que la constitución mexicana no permitiría tal interferencia extranjera, explicó a Reuters el martes un portavoz presidencial.
Luego de que el plan se postergó, el canciller mexicano, Marcelo Ebrard, tuiteó su aprecio por la decisión de Trump y dijo que “habrá buenos resultados”.