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La gripe española durante la Revolución mexicana

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Ante la pandemia de COVID-19 que en este momento se enfrenta, quizá valga la pena recordar y revisar la epidemia de gripe que se abatió sobre el mundo, incluido México, hace un poco más de 100 años. La epidemia a posteriori se denominó como “la gripe española”, no porque se iniciara en España, al parecer la epidemia se inició en Estados Unidos, en donde la mortalidad por influenza se elevó súbitamente en 1915-1916 por un elevado número de casos, pero poco después por un incremento en la mortalidad que ocasionaba. Se desarrolló, especialmente, en los campamentos militares que en Estados Unidos estaban en ese entonces establecidos a lo largo de todo el país. El incremento de las fuerzas del Ejército en esa época fue notable ante el desarrollo de la “Gran Guerra” en Europa, la Primera Guerra Mundial (1914-1918).

El destino de la gripe y de la guerra estuvieron interconectados, a pesar de saberse de la epidemia entre sus tropas, el gobierno estadounidense decidió enviar un gran número de soldados especialmente a Francia, para combatir a Alemania. Desde el punto de vista bélico esto fue un acierto porque la guerra se terminó; puede que no sólo por haber vencido, sino que también por el desastre que entre todos los combatientes se desencadenó por las consecuencias de la enfermedad. Por supuesto que dadas las condiciones de la época y por las circunstancias en que esto se desarrolló, las cifras de los enfermos y la mortalidad por influenza son muy imprecisas y variables. Se acepta que fallecieron unos 50 millones de personas en Europa, se dice que en China murieron alrededor de 30 millones, y en Estados Unidos se registraron entre 750 mil y un millón de defunciones.

gripe espanola

El destino de la Gran Guerra pudo estar marcado porque en corto tiempo murieron entre un millón y millón y medio de alemanes, en muy corto tiempo. Una de las razones de la denominación de gripe española es que fue el único país europeo en que se manifestó la tragedia sanitaria y, entre otras causas, porque España no estaba involucrada en la Primera Guerra Mundial; fallecieron aproximadamente 600 mil españoles, cuando la población total rondaba los 20 millones –anoto que en Estados Unidos la población era cerca de los 100 millones–.

Ante esta situación, México se había mantenido relativamente apartado de la pandemia, hasta que en 1918 un barco que ingresó por Veracruz, desatando varios casos de manera inusitada. Diversas circunstancias hicieron que el crecimiento de la epidemia resultará exponencial. Primero, el hecho de que Venustiano Carranza encabezara un gobierno débil emanado de enormes luchas internas y que se vivía una gran inestabilidad que culminó con su asesinato en 1920. Segundo, las limitaciones para el tratamiento en la época eran enormes, por supuesto, no existían los recursos con los que ahora se cuentan; el Jefe del Departamento de Salubridad, antecedente de la Secretaría de Salubridad, era el Dr. José María Rodríguez y Rodríguez, un distinguido médico, que además tuvo una participación notable en la política de ese periodo.

politicos mexicanos
Venustaino Carranza, político y estratega mexicano, y Dr. José María Rodríguez y Rodríguez, médico y militar mexicano.

Fue diputado del Congreso Constituyente, donde defendió el establecimiento de instituciones sanitarias; ya había participado en algunas emergencias sanitarias, una notable fue la epidemia de salmonelosis que no tuvo mayores consecuencias. Aunque por las mismas causas que comentaba más arriba, la información es imprecisa; se menciona que fallecieron entre 500 y 600 mil mexicanos a consecuencia de la gripe española, cuando el número de habitantes en México era de 15 millones, lo que quiere decir que resultó absolutamente devastadora, y la respuesta de las instituciones sanitarias fue muy deficiente aun comparando con los resultados obtenidos en la época. Muy probablemente porque el gobierno era una institución débil, y pobre porque en diferentes fases y, en diferente intensidad, la Revolución mexicana se había extendido por ocho años ya, y todavía le faltaban unos años por culminar, algunos autores piensan que muchos años más.

El número de muertos durante la Revolución es sumamente impreciso, además de las dificultades administrativas y de información propias de ese entonces, la inconstancia se agravó porque el censo de 1920 se llevó a cabo de manera muy irregular e imprecisa. El presidente Felipe Adolfo de la Huerta, quien gobernó unos meses en 1920, luego del asesinato de Carranza y posteriormente del general Obregón, no pudieron o no quisieron darle la importancia al análisis demográfico, resultado del censo que desorganizadamente hicieron. Se dice que algunos resultados estatales fueron recogidos hasta 1922. A tal grado que algunos expertos piensan que los resultados emanados no son dignos de ser tomados en cuenta. No se ha analizado mucho la mortalidad y sus causas durante la Revolución mexicana.

Robert McCaa tiene un trabajo (2003) que a los inexpertos nos ayuda a imaginar el fenómeno cuantitativa y cualitativamente, Garciadiego ha escrito y dictado conferencias al respecto. La cifra de fallecimientos extraordinarios durante el periodo revolucionario se ha establecido entre uno y dos millones. Atreviéndonos a establecer una división de causas, podríamos decir que entre 500 y 600 mil fallecieron por gripe, entre 600 y 700 mil murieron por causas violentas originadas de la guerra, y varios expertos comentan que el resto, al realizar análisis demográficos, fueron a consecuencia de una disminución notable del número de nacimientos, cifra que se establece en unos 700 mil. Insisto que todo esto en un contexto poblacional de 15 millones, es decir, más de 10% de la población perdió la vida por causas innecesarias y en una edad productiva.

gripe en la revolucion mexicana
Fotografía: Wikimedia.

La emergencia sanitaria que vivimos actualmente por supuesto que no es la primera que enfrentamos, hace sólo 11 años lo hicimos por una gripe probablemente parecida a la gripe española, y lo pudimos hacer de forma más o menos adecuada. Nunca será la ideal porque la gente se enferma y algunos fallecen, pero se aprendió mucho, científica, médica y socialmente.

Un problema extra ante la COVID-19 es que se trata de una enfermedad nueva, sólo se conoce hace tres o cuatro meses; los que piensan que ya saben cómo es el nuevo virus y la nueva enfermedad, incurren en soberbia. Entiendo las dificultades de las decisiones, pero hay que irlas tomando con el conocimiento y la evidencia existente en el momento.


Referencias:
Javier Garciadiego. “No todo el millón de muertos de la Revolución pereció en batalla”. Crónica.com.mx, 21-10-2016.
Robert McCaa. “Los millones desaparecidos: el costo humano de la Revolución mexicana”. Estudios Mexicanos. 19:2:367-400.


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Vitamina B5 remedio a males respiratorios

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Especialistas en salud señalaron las ventajas de consumir vitamina B5 durante el invierno.

Las bajas temperaturas y un clima frío son algunos de los elementos presentes durante el invierno los cuales suelen propiciar el contagio de diversas enfermedades de las vías respiratorias por lo que para evitar ser parte de las estadísticas de las personas agripadas especialistas en salud recordaron que es vital consumir Vitamina B5.

En declaraciones retomadas por Notimex, la doctora Gabriela Xospa explicó que la vitamina B5 es esencial para el organismo, pues ayuda al metabolismo, a la síntesis de proteínas, grasas y carbohidratos, a regenerar el cuerpo, y además tiene un efecto antioxidante.

El consumo y uso del también llamado ácido pantoténico, ayuda a la formación de anticuerpos, mejora la cicatrización de heridas, reduce los síntomas de la artritis (que pueden empeorar con las bajas temperaturas) y favorece en general la salud en la piel, las mucosas y el cabello.

La especialista explicó que dicha vitamina se puede encontrar en muchos alimentos entre los cuales destacan la carne, cereales, legumbres, huevos y levadura de cerveza; “está en casi todos los alimentos, por eso la vitamina B5 es llamada ácido pantoténico que viene del griego ‘está en todo’”.

Aunque la vitamina también se puede consumir a través de suplementos, apuntó Gabriela Xospa, lo más recomendable es obtenerla de los alimentos.

Sin embargo, si se requiere recurrir a suplementos, la alimentación se puede complementar con el consumo del complejo B (dentro del cual se encuentra la vitamina B5), siempre y cuando se acuda con un especialista.

Otra forma de obtener las propiedades de la vitamina B5 es a través de productos que la contengan, tales como humectantes muchas veces contenidos en cosméticos que sirven esencialmente para mejorar el cuidado de la piel.