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Protestas en Estados Unidos, la otra pandemia por racismo

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Racismo, la otra pandemia que genera muertes y destrucción en Washington

Por sexto día consecutivo, junio inicia protagonizado por los toques de queda, los saqueos y la ira sacudiendo con protestas en Estados Unidos de un extremo a otro: de Nueva York a Los Ángeles, de Florida a Seattle e, incluso, en las cercanías de la Casa Blanca.

Las manifestaciones, que comenzaron inicialmente en Minneapolis luego de que George Floyd, un afroestadounidense de 46 años, muriera después de que un policía le presionara el cuello con la rodilla durante más de 8 minutos, se han extendido por más de 75 ciudades de todo el país.

Las protestas iniciadas el 26 de mayo han continuado tornándose en enfrentamientos con la policía, quema de autos y actos violentos e incendios.

Como consecuencia, las autoridades locales han decretado toques de queda en más de 40 ciudades y han desplegado la Guardia Nacional (la fuerza militar de reserva que Estados Unidos. usa para situaciones de emergencia) en unos 15 estados.

Según le aseguró a la BBC Darnell Hunt, decano de ciencias sociales en la Universidad de California en Los Ángeles, los disturbios de esta semana en Estados Unidos son los más graves que se reportan en el país desde 1968, cuando Martin Luther King fue asesinado.

Y, en su criterio, la forma en que la policía ha respondido con un “aumento en su agresividad” puede llevar a empeorar la situación.

“Desplegar la Guardia Nacional, usar balas de goma, gases lacrimógenos y gas pimienta, estas son una variedad de tácticas policiales que pueden exacerbar una situación ya tensa”, afirmó.

Las manifestaciones de miles de personas tienen lugar a pocas semanas de que Estados Unidos comenzara a reabrir tras ser azotado por la pandemia de coronavirus, que ha dejado allí más de 100 mil muertos y mientras siguen vigentes normas de distanciamiento social.

Mano dura desde Casa Blanca a protestas en Estados Unidos

pidió este lunes a los gobernadores ‘mano dura’ contra las protestas que ocurren tras la muerte del afroamericano George Floyd en Minneapolis.

Trump tildó a muchos gobernadores como “débiles” y exigió medidas más severas contra la quema y el robo en algunas manifestaciones después de otra noche de protestas violentas en docenas de ciudades estadounidenses.

El mandatario habló con los gobernadores en una videoconferencia que también incluyó a funcionarios encargados de hacer cumplir la ley y de seguridad nacional, y les dijo a los líderes estatales que “tienen que ser mucho más duros”.

“La mayoría de ustedes son débiles”, dijo Trump. “Tienen que arrestar gente”.

El enemigo del pueblo

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El tema de las mujeres, el asunto de las mujeres, la huelga de las mujeres, la furia de las mujeres, las protestas de las mujeres… ¿Es un problema únicamente de nosotras? ¿Qué no es evidente que estamos todas y todos involucrados? Con benevolencia nos dicen desde la cumbre del poder “la causa de las mujeres es una causa justa”. ¿Es nada más nuestra? Este problema se va a resolver hasta que sea de toda la sociedad, un problema de mujeres y hombres y de todas las clases sociales. La diferencia no sólo viene de los hombres, viene de las mismas mujeres, las que dicen que ellas nunca han vivido ninguna situación de maltrato físico o verbal, las que dicen que nunca han sido marginadas.

La contradicción es más flagrante cuando hay asuntos en los que no solamente opinan, sino que hasta legislan, y dejan de ser exclusivamente nuestros, como es nuestro cuerpo, que se considera una propiedad social. Entonces el cuerpo de la mujer es de las Cámaras de diputados y senadores, es de las religiones, es del marido, es de los chismosos, es de los proxenetas, es de los que insultan en la calle, menos de ella, menos de la que lo padece, lo mantiene, de la que nació mujer. En esas circunstancias todos los poderes opinan y ejercen, y en el momento de defenderlo, ahí estamos solas, cada quién con su minúscula fuerza, cada una sin la solidaridad de nadie, ni de la familia, y menos de una pareja, que al final puede ser un asesino.

cuerpo de las mujeres
Ilustración: Katherine Staggs.

El cuerpo de la mujer es de las feministas y puritanas, que critican y criminalizan la belleza, que discriminan a las mujeres que deciden estar orgullosas de ser como son. Nuestro cuerpo es del racismo, que decide quién es más bella. Nuestro cuerpo es de la medicina y la farmacéutica que utiliza los métodos más atrasados en investigación para tratar nuestras enfermedades, porque nos consideran reemplazables y que aportamos menos a la economía. Las mujeres debemos dejar de ser una propiedad social, es grotesco lo que sucede, si asesinan a una mujer es “culpa del neoliberalismo”, y si una mujer aborta es culpa de ella y la encarcelan. Si está embarazada es porque “no se cuidó”, y si la golpean es porque se “portó mal”. Si tiene éxito es porque se acuesta con alguien, y si está histérica porque nadie “se la coge”.

Esos juicios nunca los recibe un hombre, porque su estatus no se cuestiona en la sociedad, tiene pleno derecho de existir y de actuar, las mujeres nos vemos obligadas a justificarnos ante la estructura social. El sentimiento de culpa es parte de nuestra educación, desde el mito del “nido vacío”, hasta el de las madres que trabajan o las que no trabajan, la culpa casi es genética. Nuestro cuerpo no es propiedad de la sociedad, no es el enemigo del pueblo, ni del gobierno, ni de ningún partido político, somos seres humanos, y la “causa de las mujeres” es una causa humana. La incomprensión de esto, tan esencial, es inhumano.


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