semáforo epidemiológico

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Pandemia al alza

En 1987, cuando realizamos el primer diagnóstico sobre jóvenes y violencia en la CDMX, encontramos 5 hipótesis vitales sobre: la escuela, el empleo, la familia, la cultura y la autoridad. No me referiré a ellas en este momento. Pero resalto los datos del empleo que, 33 años después, sigue siendo vigente.

De cada 10 empleos que se generan en el país, 6.7 de ellos pertenecen al sector informal. Y existen muchos tipos de informalidad.

Hoy en México, frente a la pandemia del COVID-19, el gobierno asegura que nuestra economía está formada por un 60 por ciento de informalidad en el trabajo.

Por eso el gobierno no ha puesto restricciones a la salida de las personas. Por eso se habla de un gobierno que no da toques de queda. Por eso se dice que no hay represión. Y por eso todo mundo hace lo que quiere… Por eso pasa lo que pasa.

En un país del tercer mundo, como el nuestro, es imposible imponer reglas severas contra la gente. Hay demasiadas personas que viven en y de la informalidad que necesitan salir a la calle a buscar diariamente el sustento para sus familias.

¿Usted cree que les importa el color del semáforo epidemiológico? No.

¿Usted cree que la recomendación “quédate en casa” es suficiente? No.

¿Usted cree que se van a informar diariamente de lo que sucede en sus colonias o en sus barrios? No.

Es muy complejo el manejo del COVID-19 en una sociedad como la nuestra.

Es imposible pensar que existe un solo especialista que pueda manejar todo el proceso. Con todos sus eventos. Con todas sus variables. Con todos los problemas. Y que, además, siempre tiene una respuesta para la crisis.

Lo mismo pasa con los gobernantes: reaccionan ante las evidencias porque no tienen una estrategia previa. Aquí la táctica fue el advertir, prevenir, comprar equipos y expandir los servicios médicos, sin intervenir en la vida de los ciudadanos.

¿Y eso ha sido útil?, pues sí, en parte sí. Nunca se limitó la movilidad de las personas… Y en parte no. Nunca se logró frenar las fuentes de contagio. Y ante la libertad de las personas, se multiplicaron los contagios.

Sorprendió mucho el cierre de la Basílica de Guadalupe el 12 de diciembre. Fue todo un reto. Pero más sorprendió la ausencia de los 5 o 6 millones de devotos que pasan por ahí ese día. No llegaron a tocar la reja más de 600 personas.

Tampoco sonaron los clásicos “cuetes”. Ni llegaron las peregrinaciones. Eso indica un cierto nivel de conciencia entre la gente. Y quizá sea mucha. Pero simultáneamente están las calles con almacenes, los restaurantes, los bares, los centros comerciales, que se llenan como si no existiera una pandemia para realizar las compras navideñas.

Con esas aglomeraciones hay un problema: la pandemia crecerá más. La hospitalización en la CDMX ya alcanzó las cifras de mayo, cuando se hablaba de “la etapa más crítica” de la pandemia.

La CDMX lanzó el reto de “Cero Contagios”. Se trata de una emergencia por COVID-19 en la capital. Dijo la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum: “Creció la capacidad hospitalaria que teníamos en mayo, eso es bueno porque todavía se puede atender a más personas, pero necesitamos entrar a un nivel de estabilización y después de reducción” (Reforma, 14/XII/2020).

Colocaron carteles en diversas colonias con los niveles más altos de infección: “Estás en una colonia de altísimo contagio de COVID-19. Ayúdanos al reto cero contagios”.

Es vital la participación de los ciudadanos. Usar cubrebocas. Aislarse. No hacer fiestas. Evitar contacto con personas contagiadas. No necesitamos un semáforo para saberlo.

Pero, algunos quieren ser detenidos para entenderlo.

Pandemia y primer mundo

En Holanda, el Primer Ministro, Mark Rutte, decidió el lunes pasado cerrar las guarderías, colegios, institutos, comercios, gimnasios y museos hasta el 19 de enero. Se trata de frenar la segunda ola de contagios por el COVID-19.

El encierro de la gente en Holanda se dio desde marzo, pero en esta ocasión varios opositores fueron a sus oficinas para quejarse por las nuevas restricciones. Las autoridades sanitarias holandesas confirmaron 10 mil contagios del coronavirus en un solo día.

Rutte aseguró que Holanda “estará confinada” de forma inmediata y durante las siguientes cinco semanas. En el norte de Estados Unidos pasó algo muy similar.

“La ciudad de Nueva York debe estar preparada para un cierre total a causa de la pandemia de COVID-19 y comenzar a hacer planes para trabajar de forma remota”, expresó su alcalde Bill de Blasio (Bloomberg, 14/XII/2020).

Este cierre puede durar varias semanas. El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, expresó en una entrevista a The New York Times: “Al ritmo actual que vamos, debes estar listo ahora para un cierre completo, una pausa como la que tuvimos al final de la primavera. Eso es cada vez más necesario para romper la parte posterior de la segunda ola, para evitar que crezca, se lleve vidas y amenace a nuestros hospitales” (Ibid.).

Las restricciones aumentarán y aunque en Estados Unidos se inició la colocación de la vacuna, ésta no se puede aplicar colectivamente de manera generalizada. Lo mismo sucederá en muchas ciudades del mundo. La pandemia avanza.

Con el COVID-19 podemos encerrarnos… O enterrarnos.

La Ley Banxico

La Ley del Banco de México beneficia directamente al Banco Azteca de Ricardo Salinas Pliego (esa finísima persona).

En Sinaloa, que es un punto central para el mercado informal de divisas (pregúntele a “las dolareras”), ese banco tiene ¡23 sucursales!

Cuando detuvieron en su casa a Zhenli Ye Gon, había unos 206 millones de dólares en efectivo acomodados como una cama. Hoy, dicen los que saben: ¡Hay decenas de bodegas repletas de billetes!

¿En dónde?… Pregúntenle a Salinas Pliego.

Después seguirán con el “Presta Prenda”… Para comprar oro.

La Cueva del Delfín

¡Fórmese para la vacuna! Según su edad o trabajo, puede empezar en enero, o febrero de 2021. O prolongarse hasta marzo de 2022. Así que prepárese para un año nuevo muy complicado.

¡Vientos huracanados!, si no me encierran hasta fines de enero, nos veremos por acá la próxima semana.

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