Las personas que viajen hacia el planeta Marte se expondrian a una radiación similar a la provocada por realizarse 33 mil radiografías, lo que podría desencadenar en males como la demencia crónica.
Diversas empresas privadas así como gobiernos del mundo desean hacer posible los viajes espaciales hacia Marte motivo por el cual se busca estudiar a fondo los riesgos a los que se expondrán los astronautas.
Investigadores de Universidad de California revelan que una de las posibles afectaciones que sufrirán los cerebros de los viajeros sería el de la demencia crónica, reportó ABC.
De acuerdo con Charles Limoli, profesor de oncología radiactiva y quien presentó en 2015 parte de los resultados de una investigación referente al daño provocado por los rayos cósmicos en seres vivos, el exponerse prolongadamente a este tipo de radiación causan importantes daños cerebrales a largo plazo, lo que resulta en alteraciones cognitivas y demencia.
“La exposición a estas partículas puede conducir a una serie de posibles complicaciones del sistema nervioso central que pueden ocurrir durante el trayecto por el espacio y persistir mucho tiempo después, como una disminución del rendimiento, déficit de memoria, ansiedad, depresión y problemas para la toma de decisiones. Muchas de estas consecuencias adversas a la cognición pueden continuar y progresar durante toda la vida”, explicó Limoli en Scientic Reports.
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Los científicos también descubrieron que que la radiación afecta a la extinción del miedo, un proceso activo por el cual el cerebro suprime asociaciones desagradables y estresantes anteriores, como cuando alguien que casi se ahoga aprende a disfrutar del agua de nuevo.
Los ingenieros de la NASA se encuentran explorando métodos para evitar la exposición constante de los astronautas a la radiación, una de las propuestas incluyen la construcción de zonas reforzadas en las naves espaciales, pero de acuerdo con el investigador las partículas cargadas de alta energía atravesarán la nave.
Otra posibilidad son los tratamientos preventivos, por ello el grupo liderado por Limoli está trabajando en estrategias farmacológicas que implican compuestos que eliminan los radicales libres y protegen la neurotransmisión.
