Los cambios que ocurrirán en la actividad solar podrían hacer que el Sol sea una mayor amenaza para los dispositivos electrónicos a mediados de este siglo, de acuerdo a una nueva investigación.
Nature informa que el departamento de Meteorología de la Universidad Británica de Reading llevó a cabo una investigación en la que determinó que la actividad solar podría afectar las comunicaciones en la Tierra en unos 30 años. Además de afectar la protección natural de la Tierra contra las bengalas solares, los cambios en la actividad solar provocaría que Inglaterra ya no experimente la aurora boreal, uno de los fenómenos más notables del mundo.
Los mínimos solares, períodos de menor actividad solar, ocurren generalmente una vez cada once años. La actividad solar generalmente se mide en manchas solares, que disminuyen durante el mínimo y aumentan durante el máximo solar.
El meteorólogo Matthew Owens y los coautores de la investigación predicen que se aproxima un “gran mínimo”, un acontecimiento muy raro, que se vio por última vez de 1645 a 1715 y fue conocido como el Maunder Mínimo. En este período, no se registró ninguna manchas solar. En comparación, en un año máximo solar cómo 1989, se observaron 157 manchas solares.
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“A medida que el sol se vuelve menos activo, las manchas solares y las eyecciones coronales se harán menos frecuentes”, dice Owens. “Sin embargo, si una eyección de masa golpea la Tierra, podría ser aún más perjudicial para los dispositivos electrónicos en los que la sociedad es ahora tan dependiente”.
Menos manchas solares significa menos partículas en el viento solar, lo cual causaría que la heliosfera, una burbuja alrededor del sistema solar mantenida por las partículas emitidas por el sol, se encogería significativamente. La heliosfera protege la Tierra de la radiación espacial, lo que significa que las protecciones que habitualmente rodean a la Tierra podrían debilitarse significativamente. También significa que las luces del norte y del sur probablemente se confinarán más cerca de las regiones polares.
Si el Sol entra en un período de actividad disminuida, podríamos estar en un riesgo más alto de recibir una eyección de masa coronal que dañaría la red eléctrica. Una eyección de este tipo dejó a Quebec y sus alrededores sin energía durante nueve horas en 1989. Una mayor eyección de masa coronal, combinada por una heliosfera debilitada, podría ser mucho más perjudicial para la sociedad futura.