Emprender en pareja es una de las mejores opciones que existen cuando se comparten los mismos objetivos y se planea ir juntos a la cima del éxito.
Y a pesar de que en teoría sería una de las mejores sociedades comerciales, hay algunos aspectos que se deben de tomar en cuenta.
Lo bueno de esto es que una relación de pareja sincera y profunda, puede ayudar a superar mejor los momentos difíciles de los negocios.
También, habría un alto grado de confianza entre ambos, algo que no es fácil de conseguir en el mundo empresarial.
Pero lo malo, es que los problemas del trabajo pueden ir hasta la cama, generando conflictos más allá de la oficina y afectando un plano personal
Otro punto positivo, es que muchos aseguran que emprender en pareja puede fortalecer el vínculo de amor.
“Los matrimonios emprendedores se apoyan y esto permite superar con mayor facilidad los baches de un negocio”, dice Carol Roth, experta en el tema.
Con esto, la relación puede verse favorecida y juntos, disfrutar de los buenos momentos y esforzarse para salir adelante durante las dificultades.
Pero a veces el amor no es suficiente y para muchos, perder parte de su privacidad y estar todo el tiempo con la pareja los abruma.
Esto sobre todo, cuando cada uno ha desarrollado una carrera profesional por separado antes de emprender.
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Así, otra de las cosas buenas de emprender un negocio en parejas es que ambos cuidan de las inversiones y comparten las responsabilidades.
No hay nada de que ¡tú no sabes de mis problemas en el trabajo! ¡O ya no aguanto al jefe! Bueno puede ser, pero el jefe o jefa serán tú y tu pareja.
Lo malo de esto, es que solo habrá una fuente de ingresos para los dos y si las cosas se complican, entonces van a sufrir en cuestión de finanzas.
