Los gastos excesivos son uno de los principales problemas que tienen los negocios y una de las mayores fugas de utilidades y ganancias.
Y como dicen que “pesito a pesito se llena el cochinito”, también son los principales causantes de que no puedas ahorrar tanto como quisieras.
Por tal motivo, es necesario hacer un análisis de dónde podrían estar esas fugas de dinero que no se ven, pero se sienten a la hora de los pagos.
Así que ponte a analizar y revisa todos los desembolsos que haces, cada cuándo los haces y busca opciones para reducir el monto de las facturas.
Tal vez te sientes muy cómodo con tus proveedores actuales, pero ¿has comparado sus precios con otros del mercado? ¿Son más bajos?
Aquí está uno de esos gastos excesivos que se puede evitar. Has un estudio de mercado, compara precios y condiciones de otros proveedores.
Sin darte cuenta, puedes estar pagando más por los mismos productos o servicios.
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Lo mismo pasa con los servicios telefónicos, de TV de paga, de internet o incluso los productos financieros que utilizas.
Pregunta a estos proveedores que ofertas tienes, si hay paquetes especiales para negocios y nuevamente, compara con su competencia.
Si encuentras servicios más baratos, trata de que te igualen ese precio y si no es posible, cambia de compañía.
Estos pequeños ajustes a las cuentas, pueden producir grandes cambios en las finanzas de tu empresa e incluso, de tu economía personal.
Si estás en la búsqueda de financiamiento, asesórate y trata de que las condiciones sean más favorables para ti.
Pero esto mismo lo puedes aplicar en tus gastos personales y podrás obtener mejores precios en casi todos los ámbitos.
Con esto, pude ser que no veas grandes cambios o que incluso sean imperceptibles a primera vista, pero en el fondo estarás ahorrando mucho dinero.
Finalmente, cuida de que no haya fugas de materias primas, ya que por ahí también se pueden generar gastos excesivos innecesarios.
