Movilidad en el DF: soluciones ¿reales?

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¿Cómo mitigar el problema de movilidad en una ciudad con tantos habitantes, como lo es la de México? ¿Se le ha ocurrido compartir el auto o usar una bicicleta? ¿Ha pensado en todo lo que podría conseguirse si en lugar de gastar en vialidades se mejoraran las actuales?

Ciudad de México (elsemanario.com).- Como hemos podido ver, la aventura que se constituye al querer llegar de un punto a otro de la ciudad se ha convertido en un elemento cotidiano del escenario caótico de la ciudad de México. El problema requiere de soluciones factibles.

Los intentos vanos y escuetos por mitigar este problema a partir de propuestas innovadoras (en el papel o planeación, pues a la larga no cumplen su cometido) y discursos símiles solo han evidenciado el poco compromiso para regular un problema que requiere de la mayor atención posible: la salud y la economía de los que transitamos diariamente sea en auto, transporte, bici o siendo caminantes contemplativos de lo anterior, todo eso, está en juego.

Actualmente, en la ciudad de México tuvieron que aparecer otras formas de traslado; una de ellas es la modalidad del auto compartido, que va desde compartir el auto con un vecino cercano, un amigo, un familiar; hasta aplicaciones diseñadas con ese propósito.

Una de ellas se llama Tripda, que representa una forma alternativa de movilidad en la metrópoli mediante la opción llamada carpooling, es decir, el uso compartido del auto para los viajes. Ésta funciona a través de una plataforma en donde los usuarios que tienen coche pueden publicar los asientos disponibles y compartir con gente que busca medios alternativos de transporte los gastos del viaje.

Excelente aplicación, ¿no cree? Sin embargo debemos tomar en cuenta una cosa: ¿para qué tipo de usuario esta dirigida una aplicación como estas? Esto responde a cierto mercado, pues también cuidar del ambiente o mantenerse concientes ante los problemas de movilidad ha formado un mercado. La mayoría de quienes usarán está aplicación tendrán un teléfono inteligente, con recursos económicos que los ubicarían en la llamada clase media, entre otras cosas. Es decir, no va dirigida a todo público; como bien puede ser el ejemplo de Uber, que ante todas las polémicas logró ubicarse en un mercado que los supo acoger; sin embargo, eso no indica que Uber sea la opción para todos; es más, hay gente que ni siquiera puede pagar un taxi “común”.

Las otras opciones de movilidad han sido desglosadas en los capítulos anteriores de esta entrega, tales como el Metrobús o las bicicletas; también se ha remarcado la necesidad de mejorar la infraestructura peatonal, urgente en una ciudad que pone en riesgo a sus habitantes por la falta de implementación de este tipo de medidas.

¿Por qué cuesta tanto trabajo?

Por sobre todas las cosas se ha puesto en primer lugar el desarrollo de la infraestructura vehicular. ¿Por qué? Se parte del supuesto que al generarse el transito pesado, el traslado, evidentemente, se hace más lento. Lo cual es indiscutible. Ante eso, la creación de nuevas vialidades se convirtió en estandarte publicitario y propagandístico para algunos y en problema de movilidad para tantos más.

Claro ejemplo de esto es el del “mejor alcalde del mundo” y ex jefe de gobierno de la ciudad, que en su administración se consagró en materia ambiental y quiso intentarlo en materia de movilidad. Por ejemplo, la construcción de la Supervía poniente, un proyecto que prometió mucho más de lo que ha podido cumplir, generando contaminación y congestionamientos viales en una zona de por sí saturada todas las mañanas y las noches.

Sumado a eso, nos encontramos con las otras vías de paga puestas a disposición de los usuarios para evitar el tráfico. Irrisorias, cuando lo primero que uno ve son autos detenidos un largo rato intentando abordarlas; o a la salidas de las mismas, cuando los aventurados afortunados tienen que integrarse a las vías que son para todos y formar parte del transito a vuelta de rueda. Lo peor de eso, es que se cobran. Es decir, el automovilista paga para evitar el tráfico en una especie de ilusión de movilidad que suele romperse al final, producto de malas gestiones en materia de movilidad y una pésima infraestructura vial. Ni se hable de lo que sucede en los días de lluvia.

Ya en una ocasión, Daniel Zamudio, quien es Coordinador de Transporte de El Poder del Consumidor, habría mencionado para EL SEMANARIO que las soluciones para mitigar las problemáticas tratadas tienen que ver con revertir tendencia de construir más vialidades o segundos pisos.

Es claro que esas vialidades no mitigan el congestionamiento y posterior caos vial de los que miles de citadinos somos victimas diariamente. Si a lo anterior se le suma la ausencia de una infraestructura destinada para una verdadera circulación del transporte, se ocasionan pérdidas de miles de horas-hombre, que a su vez repercutirá en la economía de la ciudad.

Una opción que planteaba Zamudio era la de redirigir toda esa atención y destino de recursos hacia el transporte. Es increíble pensar en lo siguiente: el transporte público masivo, semi-masivo y concesionado capta el 80% de los viajes diarios. ¿Por qué darle más atención y presupuesto al desarrollo de vialidades?

El coordinador explicó que eso se debe a que las autoridades del Distrito Federal y del Estado de México han creado erróneamente una “ideología” de inversión y asignación presupuestal dirigida a más infraestructura destinada al uso del auto particular; el auto sólo genera el 20% de los viajes diarios.

Si es así, ¿por qué la autoridad sigue invirtiendo en estas obras?

En el fondo del asunto hay convenios con empresas constructoras extranjeras, desviación de recursos, corrupción y que “a los gobernantes les encanta comenzar su gestión con la construcción de más vialidades”.

Así lo dijo Zamudio, además de mencionar que se le debe apostar a una movilidad urbana sustentable, por ejemplo, el uso de la bicicleta para permitirnos llegar a estaciones del metro o Metrobús; una combinación de factores, además, de una mejora constante en la prestación del servicio de transporte público como el Metro y el Metrobús, además de optimizar los Centros de Transferencia Modal.

Hasta aquí esta última entrega que EL SEMANARIO ofrece sobre el tema de la movilidad capitalina. Sabemos que no hay una solución clara en un tema que, como se dijo desde un inicio, nos compete a todos.

Pero se debe comenzar a pensar en una real, ante los placebos resultado de concesiones ya negociadas y de malas administraciones en este tema. ¿Usted qué opina? Después de todo, usted igual que yo, también es un peatón. Si no tiene idea de cómo motivarse para pensar en conjunto cómo mitigar este problema que nos aqueja a todos, todos los días, podrá encontrar aquí mismo, una lista de “datos útiles” sobre el tema.

Por Alberto Cedeño.

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ALEJANDRO

QUE NO NOS QUIERAN CULPAR A LOS CIUDADANOS!!!; SE HAN PUESTO A VER CUANTOS EDIFICIOS NUEVOS HAN AUTORIZADO MANZO MANCERA Y SUS CORRUPTOS FUNCIONARIOS????? HAN CAMBIADO A SU ANTOJO USOS DE SUELO. PORQUE NO PENSAR EN SACAR A SECRETARIAS DE ESTADO DE LA CAPITAL???? QUE TIENE QUE HACER SAGARPA, SECRETARIA DE PESCA, PEMEX Y MUCHAS OTRAS AQUI???? QUE LAS SAQUEN A PROVINCIA PARA QUE DESAHOGUEN LA CIUDAD.

SIMON GONZALEZ NERI

Yo estoy convencido que los segundos pisos son una tomada de pelo, lo que necesitamos todos es que se reparen las calles de la ciudad, están destrozadas! que se sincronicen correctamente los semáforos y que reubiquen a todos los policías que de forma ilógicamente quieren controlar el tráfico en los accesos al viaducto, periférico, Churubusco, etc.
Que las autoridades encargadas de esto salgan en los autos de su propiedad a recorrer la ciudad, para que comprueben el pésimo estado en que se encuentran.

Francisco Alarcón

Tienen razón la solución ya nos son hacer más vialidades, pero tampoco es hacer más mega drenajes, ni crear más medios y vías de transporte público, lo ideal es dejar de echar dinero bueno en lo malo, continuando un tratamiento de aspirinas para el cáncer del amontonamiento y crecimiento desordenado del valle de México, la solución es más radical y se necesita de que gobiernos locales y el Federal se pongan de acuerdo para comenzar a sacar empresas y oficinas de gobierno para descentralizar de forma real el valle de México, con tanto adelanto tecnológico ya no es necesario seguir todos amontonados en una valle donde nunca debieron dejar de existir sus lagos y ríos, estar amontonados en restaurantes, centros comerciales, tiendas, centros de diversión, hospitales, pasar varias horas en el auto todos los días, hacer filas para todo, parecer zopilotes siempre dando vueltas para encontrar lugar para el auto, esto no es calidad de vida, lo ideal son ciudades medianas con todos los servicios donde no la gente no ve afectada su calidad de vida por el amontonamiento desordenado de gente e infraestructura, la solución es mandar empresas y dependencias de gobierno a ciudades medianas que estén a más de 400 kilómetros del DF.

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