Según el diccionario de la Real Academia Española de la Lengua, explicar es: Declarar o exponer cualquier materia, doctrina o texto difícil, con palabras muy claras para hacerlos más perceptibles. Dar a conocer la causa o motivo de algo. Llegar a comprender la razón de algo, darse cuenta de ello. E inexplicable es lo que no se puede definir con base a los anteriores razonamientos.
A continuación voy a comentarles algunas cosas del torneo de fútbol que ahora mismo se desarrolla en Rusia y que a mí me parecen inexplicables; seguramente no es que no tengan explicación alguna, sino que yo no las comprendo.
No me refiero, de ninguna manera, al triunfo de México ante Alemania; finalmente es un juego, un deporte, en el que se enfrentan dos equipos y el que juega mejor ese partido lo gana. Ojalá que nuestro equipo siga ganando, pues resulta muy grato observar cómo un grupo de jóvenes mexicanos con disciplina, talento y esfuerzo obtienen logros sobresalientes. Parte de lo que me parece inexplicable es la evolución del fútbol en México. Desde hace muchos años se juega en estadios vacíos, excepto en Nuevo León, pero sus jugadores y, seguramente entrenadores, auxiliares y ejecutivos ganan mucho dinero, tanto que muchos jugadores no van al extranjero porque pueden ganar más en México. ¿En dónde está el negocio del fútbol si no está en los estadios? ¿Sólo en la televisión? ¿Y el pago de los derechos y en las ventas de consumibles generados por la propaganda por el mismo medio? A mí me parece inexplicable que en la Ciudad de México sólo existan dos estadios de fútbol, un equipo que jugaba en un estadio pequeño, pero cómodo y agradable decidió abandonarlo aduciendo que no le traía suerte y el estadio (el que se encuentra en la Ciudad de los Deportes) va a ser derruido para realizar una plaza comercial más, siendo que hay muchas en 2 km a la redonda.
¿Es inexplicable? Se puede aducir que en Europa, en donde las transferencias y los salarios de los jugadores alcanzan cifras astronómicas, el fútbol constituye un negocio boyante; pero esto no es totalmente cierto, cuando menos no homogéneamente cierto, en casi todas las ligas hay equipos poderosos, sin problemas, y equipos que sufren económicamente, incluso con Hacienda. ¿Qué otros factores económicos sostienen al fútbol? No son los socios de los equipos como sucedió en un tiempo, muchos equipos no tienen más socios-aficionados. ¿Serán las apuestas? ¿Qué más?
Menos explicable es para mí que los países peleen para obtener la sede de un torneo mundial. Los más recientes, Sudáfrica y Brasil, acabaron en catástrofes financieras cuyas pérdidas han tenido que absorber los gobiernos, no los organizadores. La batalla por obtener las sedes no sólo consiste en el ofrecimiento de mostrar las ventajas de realizarlo en un país o en otro si no que se ha llegado, incluso, a ofrecer sobornos a la Federación que organiza los juegos y, por lo que se sabe, los sobornos son cuantiosísimos. Nos enteramos cuando quedó al descubierto una trama de corrupción enorme, que condujo a la renuncia de los ejecutivos de la FIFA y su substitución por nuevos ejecutivos. Los fraudes fueron descubiertos y denunciados por las inversiones que se hacían de parte de los sobornados en diferentes países, esto incluyó a organizaciones latinoamericanas e incluso centroamericanas.
¿De dónde sale el dinero? A mí no me queda totalmente claro. En un documental de una televisión europea me enteré que Rusia había tenido que invertir 11,600,000,000 de dólares (sí, once mil seiscientos millones de dólares) para organizar el campeonato, lo que no incluía inversiones, también muy cuantiosas, para remozar algunas de las ciudades donde los partidos se llevan a cabo. Lo curioso es que auténticamente lo que hicieron fue remozar; en las zonas céntricas de las ciudades se arreglaron fachadas, algunas calles, pero no propiamente las viviendas que muchas de ellas vienen de los años 50 y 60 del siglo pasado y que, cuando menos lo que mostraba el documental, son miserables. Más grave pareciera que las autoridades gubernamentales rusas saben que no recuperarán las inversiones, es decir, al final existirá un déficit cuantioso.
El orgullo nacional, el sentimiento patriótico, puede jugar un papel que los Estados aprovechan para contagiar entusiasmo a sus pueblos. Es sin duda grave cuando los ciudadanos locales no pueden asistir a los partidos, o muy pocos pueden hacerlo a causa del alto costo de las entradas, lo cual hace que muchos partidos, no los estelares, se jueguen con estadios semivacíos o semillenos.
Por otra parte, donde a mí ya no me llega el entendimiento es cómo en el estadio (el domingo pasado, por ejemplo) había 30,000 aficionados mexicanos, que eran bastante más de la mitad de la entrada y del aforo del estadio. Noticias se han dado acerca de que han viajado, hasta ahora, unos 60,000 mexicanos a Rusia. Como se encuentra tan lejos, es bastante complicado viajar, y aunque el rublo no es una moneda dura, resulta muy caro hacerlo desde México, debe ser un desembolso considerable. Me di a la tarea de buscar las ofertas que hacen diferentes agencias para asistir a uno o dos partidos en viajes de 5 a 9 días, y el promedio de las ofertas está en 15,000 dólares; quiere decir que hasta ahora los mexicanos se han gastado 900,000,000 de dólares, esto es, 18,000,000,000 de pesos sólo en los gastos fijos. Entiendo que la afición al fútbol pueda ser muy interesante y poderosa, pues ¡qué más que 1,000,000 mexicanos!, y si se llega al 5° partido, ¡no les cuento! Los mexicanos van a Rusia a ver fútbol cuando ni siquiera asisten a los estadios en México, por eso no me lo explico.
Un poco más confuso me quedé cuando viendo el partido Irán contra España y observé que estaba abarrotado de aficionados iranís; si bien Irán está muy lejos de Moscú, se puede viajar en auto; vi que los hinchas iranís hicieron 5 o 6 días de viaje. Irán atraviesa por gravísimos problemas, más que nosotros, pero los aficionados acudieron a estimular a su selección que, por cierto, de poco les sirvió.
Hay muchas cosas que no entiendo. En cuanto termine el torneo, al próximo curso o seminario de sociología que intente explicar algunos de estos fenómenos, me voy a inscribir. Aunque vendrán tiempos de reflexión ante los resultados de nuestras próximas elecciones.
Dr. Ramiro siempre interesantes sus comentarios y la verdad yo no me había fijado en los datos que usted menciona . Será por que soy aficionadisimo al fut? No percibía los puntos por usted tocados. Lo único que no hizo fue criticar a los mexicanos y su comportamiento
Hola Dr.
muy buenos argumentos
La clave es que el fútbol tiene fanaticos impredecibles, que consumen y consumen, no importa que la calidad de sus equipos esté deplorable, el caso es que son eso fanaticos que pueden pagar cientos de dólares por una playera que puede ser orrible o muy bonita solo porque tiene el número en la espalda del que mete más goles, impredecible también la afición de el género femenino
Dr Ramiro no me gusta el fútbol por lo tanto no lo entiendo. Pese a ésto mis equipos son la UNAM y las Chivas
Me sorprendió mucho los datos que proporciona: qué hay de todo esto para pelear la sede? ; si como ud explica los gobiernos son los que absorben las cuantiosas pérdidas financieras; la cantidad de mexicanos que pudieron viajar a Rusia; qué clase social es la que pudo ir?
Aquí es dónde uno se pregunta sobre el comportamiento de los mexicanos en Rusia, la clase alta tiene educación, preparación y obvio las clases media baja y baja son las que no tienen educación, ni conocen el respeto. Que pena y que triste que los que los que pudieron ir a éste país, su comportamiento fue vergonzoso, se comportaron no sólo sin educación, sino como verdaderos ignorantes, salvajes.
Doctor, un placer sus análisis como siempre.
Mucho se ha analizado y debatido sobre por que el fut bol genera tanto a los mexicanos. Personalmente no soy aficionado, pero disfrute el mundial como la gran mayoría de los mexicanos. Anhele la llegada al 5to partido y me decepcioné al ver perder a nuestra selección. Creo en muchos aspectos que es a los mexicanos lo que fue para los romanos el Circo, y hasta cierto punto entiendo la necesidad del mismo. Pero al final del día, comparto su opinión, es algo inexplicable.
Como dicen muchos aficionados, “No hay que entenderlo, solo quererlo”