El canal de televisión Fox anuncia una nueva serie de televisión basada en la película de culto El Exorcista, de William Friedkin. Desde su anuncio, este proyecto generó las más diversas reacciones, debido a que muchos consideran la película como un clásico que no debe ser tocado. Sin embargo, se estrena su primer avance y parece que vendrá a cerrar muchas bocas.
El Exorcista fue una película innovadora. En su tiempo, en los principios de la década de los setenta del siglo XX impuso toda una forma de contar una historia de terror.
La historia original de William Peter Blatty, narraba la historia de una posesión diabólica y el proceso en el que se cometía el exorcismo. Los recursos técnicos usados y el formidable guión, lograron que esa historia fuera un éxito de taquilla instantáneo y el origen de una psicosis colectiva respecto a este tipo de cine.
Este año, la 20th Century Fox comenzó un proyecto para hacer una serie de televisión que tuviera como inspiración la película de 1973. En esta ocasión es un padre de ascendencia hispana, interpretado por Alfonso Herrera, quien tiene que acudir a un viejo exorcista para resolver el problema de posesión de la hija de una de sus parroquianas.
El éxito de la primera película, donde de verdad el espectador recorre emociones que van desde la claustrofobia hasta el terror más logrado, llevó a sus realizadores intentar una serie de secuelas y precuelas, que no satisficieron a las legiones de seguidores que dejó la película original, por lo que esta apuesta tendría mucho camino para recorrer y marcar su huella en la historia del Exorcista.
Dentro de las curiosidades de la película original nos encontramos que, en estos tiempos se habría enfrentado a problemas que probablemente no le habrían permitido rodarla: nadie permitiría que una menor de edad fuera maquillada así, mucho menos que trabajara dentro de un refrigerador y mucho menos que se enfrentara a jornadas tan prolongadas como las que acostumbraban en los años setentas. Y no hablemos de dejar que su niña protagonista viera el producto final, cosa que sí hicieron en 1973 y que dejó muy perturbada a Linda Blair, la entonces niña protagonista.
