Adriana Murillo

La pandemia obliga a replantear la noción de orfandad

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Miles de niños han quedado huérfanos por la pandemia en México y América Latina, una dolorosa situación de urgencia que para atender con eficiencia es necesario replantear la noción culturar de la orfandad y prestar suma atención al vínculo del cuidado.

Durante el webinar “Nuestro Futuro en la era Covid-19; ¿Cómo entendemos los casos de orfandad? organizado “Tejiendo Redes Infancia”, un proyecto que busca contribuir al fortalecimiento de una plataforma de defensa y promoción de los derechos de niñas, niños y adolescentes en América Latina y el Caribe, Matilde Luna, colaboradora en Red Latinoamérica de Acogimiento Familiar (RLAF), destacó la importancia de replantear la noción que históricamente se ha formado de la orfandad.

La especialista instó a separar el concepto de un enfoque meramente biológico para considerarlo desde puntos generales que aborden el tema agudizado por la pandemia con mejor objetividad que permita plantear soluciones en defensa de los derechos de los niños a un vivir en familia.

Cultural e históricamente “la orfandad es asociada con la visión tutelar de la niñez y es asociada al abandono”, una definición que ha llevado a los niños a ser institucionalizados y alejados de sus núcleos familiares, niños que aún teniendo familia son considerados huérfanos y son impedidos de su derecho a vivir en familia.

“La pandemia vino a poner en evidencia varias representaciones del niño huérfano: los que perdieron a sus cuidadores principales, ya sea uno o ambos padres biológicos, o los abuelos o la crisis en la llamada ‘producción de niños huérfanos’ que se vivió en Ucrania, donde había centros de vientres de alquiler y por el cierre de fronteras y los límites de movilidad de las medidas sanitarias en Europa, se quedaron a la espera de ser recogidos. Granjas de bebés procreados por alquiler de vientres por personas de países centrales y que son catalogados como huérfanos porque sus padres no pudieron recogerlos”, explicó Luna.

“Todas estas representaciones están asociadas a una visión de lo que es un niño huérfano que todavía arrastramos. Lo que intento es invitar a pensar en la categoría de cuidadores y cuidadora,” agregó.

“La cuestión de orfandad se asocia con la obligación de garantizar el cuidado de niños y niñas huérfanos por cualquier circunstancia, pero la pandemia agudizó la crisis de atención y cuidado con el condimento de que la familia biológica o extensa del niño huérfano también está padeciendo un duelo”. 

La especialista cuestionó: ¿Cómo garantizamos el cuidado de niños que han perdido a sus cuidadores principales en países de una región donde la pandemia ha cobrado la vida de cerca de 700,000 personas y suma más de 22 millones de contagios?

Matilde Luna dijo que para responder es importante desligar la idea de la orfandad al de la biología y considerar el vínculo del cuidado. “Podemos suponer que entre todos esos fallecidos podría haber cuidadores principales de niños y niñas que incluyen a padres y madres biológicos, adoptivos, abuelos que estaban a cargo de los niños.”

Recomendó que, ante la pérdida del cuidador principal, es importante buscar de primera instancia a alguien del entorno cercano del niño y evaluar que sea una persona con condiciones de ejercer el cuidado de manera adecuada.

Destacó la importancia de cuidar los estándares de amor, cariño, termina de los familiares o la persona a cargo del niño, así como el deseo real por hacerlo y que garantice el respeto a la identidad, cultura e historia del menor, “no ir hacia el desarraigo provocándoles mayores pérdidas. Evaluando la capacidad de holding de sostén del niño”.

En todo este proceso, las instituciones gubernamentales juegan un rol indispensable para garantizar los derechos de los niños en orfandad. A través de su movimiento #OrfandadCovid19, Tejiendo Redes Infancia busca sensibilizar a los gobiernos para impulsar planes que garanticen la mayor condición posible de bienestar y reducir su impacto negativo, que minimicen las afectaciones futuras en temas que por los marcos jurídicos de la región requiere de la figura del cuidador principal para su continuidad como la reinscripción a escuela y aspiración a alguna beca, entre otros.

Asimismo, hacen un llamado a atender la salud mental de los niños y niñas por el tema del aislamiento. “Son muchas las pérdidas que se están teniendo que enfrentar durante la pandemia,” dijo Matilde Luna.

“No está tan visibilizada la complejidad de asumir la ausencia del cuidado principal por la Covid-19. La situación de atravesar el duelo, la separación”, apuntó.

“La situación debe de ser afrontada con mucha especialización, mucha sensibilidad desde la perspectiva del interés superior del niño y desde los sistemas de protección de la infancia”.

Para la experta de la Red Latinoamérica de Acogimiento Familiar, la Covid-19 se debe sumar a las causas de la orfandad en América Latina, analizar desde todos los enfoques el duelo que representa la pérdida de los cuidadores principales, e identificar de manera preventiva para reducir el impacto.

“Las autoridades deben de velar por el entorno del niño, trabajar para generar una comunidad de cuidado y en las familias donde las redes de apoyo no están consolidadas; es decir, donde no hay red inmediata que se hagan cargo del niño, ahí trabajar para reconstruir esa red”, precisó.

Con la 4T, Pemex quebrado

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2020 se perfiló como el año en el que Pemex registró su peor crisis de su historia con pérdidas récord de 480.966 millones de pesos a causa de la pandemia, 38% más que en 2019. Los principales indicadores operativos y financieros señalan un deterioro que se ha agudizado en los últimos años. El colapso de precios internacionales del petróleo de 2014, la forma como se le hizo frente, la falta de inversión en infraestructura y la sobrecarga fiscal; hicieron de Pemex un cadáver viviente.

La 4T presentó a Pemex como una joya que brillaría en el sexenio de López Obrador y se colocaría como punta de lanza para el crecimiento económico del país, apostando por una industria que agonizaba y, que a pesar de los múltiples esfuerzos y recursos que se le inyectaron, no logra despegar y pierde fuerza con niveles de producción por debajo de lo esperado.

De acuerdo con los proyectos de la 4T, Pemex se convertiría en una pieza clave del crecimiento y eslabón fundamental para el desarrollo, por lo que la Administración decidió echar mucha carne a ese asador y presentar a la petrolera como una joya, misma que a dos años del Gobierno de López Obrador no logra brillar como se esperaba, incluso se ha opacado con baja producción y dudas en sus operaciones.

Con presupuesto de 544 mil 598 millones de pesos de gasto programable; es decir, 4% por arriba del otorgados en 2020, y un adicional extraordinario por parte de la Secretaría de Energía por 45 mil 050 millones para la construcción de la refinería de Dos Bocas; Pemex inició el 2021 con la producción de 1.648 millones de barriles de petróleo crudo, un retroceso marginal del 0.02% respecto al cierre de diciembre.

Datos de la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) reportaron en enero una producción anual con caída del 4.3% y contracción mensual del 0.16% en su extracción nacional con 1.59 millones de barriles diarios.

La emergencia sanitaria de la Covid-19, el freno en las actividades productivas, la caída en la demanda de energéticos y las restricciones acordadas entre los miembros de la OPEP+, 2020 se convirtió en el año de retos para Pemex y el de la peor crisis en su historia.

En 2020 el sector petrolero mexicano no fue la excepción y se hundió en la crisis global que asoló la industria petrolera. En los últimos meses del año de la pandemia, Pemex registró niveles muy por debajo de los objetivos prometidos por la 4T. En su reporte anual, la petrolera reportó una producción de crudo por 1.660 millones de barriles diarios, frente al objetivo de 1.9 millones fijados para el 2020.

Los datos de la CNH indican que frente a las cifras del 2019 la producción de petróleo registró una caída del 1.1% y está casi en 300 mil barriles por debajo del objetivo planeado por la Administración para 2020, sumando 16 años continuos de reducciones en su producción.

La Administración, representada por Rocío Nahle, se escudó en el acuerdo con la Organización para Países Exportadores de Petróleo (OPEP+), y señaló que México no podría superar los 1.7 millones de barriles diarios durante 2020.

Pero sin o con acuerdo, los datos de producción de petróleo en México no convencen. A finales del mes de febrero Pemex presumió una hegemonía sobre sus socios, una relación que inició en 2018 con la apertura de la paraestatal a la inversión privada.

La petrolera reportó a los inversionistas una producción de 145 mil barriles diarios, comparada con una producción privada de 21,900 barriles, cifra que fue dada a conocer por la CNH, pero no se aclaró si los nuevos desarrollos, estrellas de los proyectos de infraestructura de la 4T, contemplan los campos prioritarios y la totalidad de las asignaciones obtenidas mediante las rondas petroleras.

La falta de transparencia facilita que se cuantifique producción de campos que tenían un avance previo al inicio del periodo analizado por Pemex.

Con esto, pareciera que la Administración de AMLO busca demostrar que, a pesar de la situación negativa que asola a la industria global y los estragos de la pandemia, Pemex sigue siendo una mejor opción que los socios privados.

La esperanza de la Administración para hacer despegar a Pemex fue depositada en la refinería de Dos Bocas, un proyecto que en 2018 fue presentado como la estrella en infraestructura que, con una inversión estimada en 160 mil millones de pesos, reviviría a la agonizante producción petrolera interna y permitiría al país aspirar a una autonomía energética.

Sin embargo, producción de petróleo crudo a nivel nacional ha mostrado una tendencia a la baja en los últimos 18 años, con un decrecimiento anual de 2.63%, según estimaciones del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) y, de continuar esta tendencia, Pemex tendría que importar petróleo para abastecer a la nueva refinería de Dos Bocas.

Según modelos matemáticos financieros de identificación de riesgos financieros para empresas privadas, Petróleos Mexicanos (Pemex) está en “zona de quiebra”, como reportó la Auditoría Superior de la Federación (ASF) en su informe acerca del desempeño del corporativo de la petrolera, luego de que en el 2019 duplicó su rendimiento negativo sobre activos, llegando a 18.1% negativo, y registró un capital contable negativo de 1,977 billones de pesos, empeorando 36% en este rubro.

Desde 2009, los gastos anuales de la petrolera mexicana fueron mayores a sus ingresos, situación que la obligó a endeudarse más. Sus obligaciones financieras crecieron 113% en términos reales de 631,850 millones de pesos a 2 billones en los últimos 10 años.

La producción total sin socios ha caído de 2.154 millones de barriles diarios en 2016 a 1.64 millones en 2020. Si bien los socios privados no han cumplido con sus metas han logrado desarrollar una producción que en 2017 no existía. Pemex por si sola no ha logrado demostrar ser la joya que llegaría a brillar dentro y fuera del país.

Bitcoin, en las nubes…

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Con un máximo histórico de 52 mil dólares por unidad, el Bitcoin se coloca como el activo financiero más rentable, pero al mismo tiempo el de mayor riesgo.

La mañana del viernes 19 de febrero la criptomoneda ganaba 2.6% con un precio de mercado de 52,932 dólares, encaminándose a una ganancia semanal del 8% y un incremento mensual del 60% en su precio. Impulsada por la inyección de confianza que empresas somo Tesla, Uber, Twitter, PayPal y Blackrock han hecho en sus más recientes inversiones. 

Mientras algunos observadores hacen muecas y levantan la ceja cada vez que el Bitcoin toca un nuevo máximo en su precio, el posicionamiento de la criptomoneda en las carteras de pequeños y grandes inversionistas sigue creciendo y en 2020 quintuplicó su valor. 

Los inversionistas más cautelosos buscan calmar la fiebre que ha hecho crecer la burbuja especulativa del Bitcoin y evitar que el golpe al reventarse sea mejor al que se registró en 2017. Pero ahora la criptomoneda estrella tiene un factor con el que no contaba hace tres años, la confianza de grandes inversores que ven en la moneda virtual una opción para cuidar sus activos financieros de los choques que sufren las divisas mundiales como el dólar y el euro golpeados por la pandemia. 

Si un comentario a favor del Bitcoin por parte de Elon Musk hizo crecer el precio de la criptomoneda a niveles históricos, una opinión negativa del dueño de Tesla podría igual pinchar la burbuja y desplomar el precio hasta los 20 mil dólares, que podría ser el precio ‘real’, de acuerdo a los movimientos del mercado. 

Las últimas alzas elevaron la capitalización del activo en el mercado a unos 982,000 millones de dólares, según datos de CoinMarketCap. Los analistas de JP Morgan han advertido que los precios actuales del bitcoin están por encima de las estimaciones de su valor razonable. 

“Los criptoactivos siguen siendo la peor cobertura para las grandes caídas de la renta variable, con beneficios de diversificación cuestionables a precios tan superiores a los costes de producción, mientras que las correlaciones con los activos cíclicos están aumentando a medida que la propiedad de cripto se generaliza”, dijo en un comunicado JP Morgan.

Los pequeños inversionistas se estarían dejando llevar por las decisiones de los grandes y decidiendo invertir en un activo que de desplomarse les estaría haciendo perder hasta la camisa. Caso distinto a lo que sufriría Musk quién invierte 1,500 millones de dólares de sus arcas utilitarias en un activo de alta volatilidad y no de su circulante. 

Los evangelistas del Bitcoin estarían esperando que los números seriados que adquirieron cuando la criptomoneda valía 3 mil dólares lleguen a valer 20 mil dólares una vez reventada la burbuja. De romperse la burbuja especulativa del Bitcoin, los pequeños inversionistas serían los más afectados, perderían lo que tienen y no de lo que les sobra. 

Javier Molina, vocero de eToro, recomienda invertir sólo el 5% de las carteras en Bitcoin para evitar grandes descalabros.  

“Se debe de invertir el 5% de su portafolio porque sigue siendo un riesgo que salga alguien que diga ‘me equivoqué, esto no vale nada’, el tema es que esta oferta a diferencia de los dólares es limitada por el mismo modelo,” comentó el especialista.

El niño “tontito” que llegó a ser un maestro en el arte: Emilio Sola

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Nunca se acaba de conocer a una persona incluso viviendo con ella y es que por lo general buscamos mostrar sólo una parte de nuestra identidad y más cuando se trata de una persona pública o influyente como Emilio Sola, el reconocido pintor español que desde niño sintió el poder del pincel y tomó la decisión más importante de su vida al renunciar a la exitosa carrera de jurista y dedicarse al arte, la pasión que lo mantiene más vivo y feliz que nunca.

En entrevista con Emilio Sola, El Semanario encuentra al ser humano que formó al famoso pintor español, que dejó una acaudalada y cómoda vida para alcanzar sus sueños.

En exclusiva y en la intimidad de su estudio en la Ciudad de México, Emilio cuenta detalles de su núcleo familiar, su infancia, cómo aprendió de su madre la sencillez y de su padre el valor de la vida.

Hoy en día, el maestro Sola es un reconocido pintor español considerado como uno de los artistas más internacionales de su generación y sus obras ambientan fondos públicos y privados en más de veinte países entre los que destaca Alemania, Arabia Saudita, Argentina, Australia, Canadá, Colombia, Chile, España, Estados Unidos, Francia, Guatemala, Indonesia, Inglaterra, Italia, México, Portugal y Venezuela. Un artista innato que también ha destacado en otras ramas como la poesía y narrativa de cuentos. Pero ¿De dónde surge?, ¿cuáles son sus raíces?, ¿qué valores y principios lo formaron? Más allá de la pintura y el arte ¿Quién es realmente Emilio Sola?

Desde su estudio, un espacio acogedor en donde cada rincón anida arte y guarda una combinación perfecta entre plantas y colores, Emilio Sola nos permite adentrarnos en la esencia del pintor, conocer sus fortalezas, principios y valores que lo han llevado a colocarse como uno de los artistas más destacados en Europa, y que desde hace más de una década ha conquistado el mercado mexicano.

Sus orígenes y la sencillez

Pocas veces es que Emilio Sola habla de su infancia. En su plática con El Semanario cuenta que de niño vivió bajo el estilo digno de una familia de  linaje. A Emilio le deparaba una vida de élite, con todas las comodidades que la sociedad española podría pedir, pero su corazón volaba más alto y estuvo dispuesto a cruzar ríos y sortear obstáculos con tal de ver realizados sus sueños.

“Fui un niño modélico, igual también moralista. A veces me jodía ser tan bueno, porque me daba cuenta de que triunfaban los que no eran tan buenos como yo, era un niño modélico, pero tontito.”

Sus raíces hacen de Emilio Sola un personaje particular, conocedor de dos mundos que bien podrían parecer opuestos pero que en él forjaron un carácter sencillo, humilde, mesurado, pero también determinante, con la fuerza suficiente que le permitió superar cada prueba, enfrentar las consecuencias de sus decisiones y luchar, hasta el día de hoy, por cada meta que se propone.

“La fortaleza es darte cuenta que mi destino en la vida ya me venía, diseño de fábrica. No tuve que trabajarme una cualidad para ser pintor porque me vino de regalo,” dijo a El Semanario.  

Las caras de la doble vida de Emilio Sola

Pocos conocen la doble vida del artista que tuvo por años. A El Semanario nos cuenta cómo mantuvo por años al arte en segundo plano en su vida.

Emilio Sola cursó la carrera en derecho, pero al finalizar la licenciatura en leyes, el joven solo tenía algo en mente, cursar la segunda carrera en Bellas Artes.

“Yo desde que era chico era pintor, yo exponía desde los 18 años, con 21 acabo derecho, me urgía acabar derecho para irme a Paris a estudiar Bellas Artes,” narra el artista.

Como jurista, Emilio Sola vivió rodeado de lujos, tenía todo cuanto quería, pero no era feliz.

Por 18 años Emilio vivió una doble vida, ejerció como jurista, en un mundo completamente distinto, pero por las tardes era el pintor de cabello ensortijado que ahora en 2021 todo el mundo conoce, despojado del traje y corbata.

“Yo todos los días tenía que defender un traje y una corbata, los mismos pelos, yo me echaba gomina por la mañana y por la tarde me metía los dedos y me los expandía y cada vez que yo exponía ni Dios sabía que yo era el abogado. La doble vida de Verónica se quedaba en bragas.”

 “Ciertamente te das cuenta de que la vida se vive una vez y aunque te estén pagando no eres feliz,” añadió. “Gauguin también fue un pintor que dejó todo por irse a pintar a una isla”, recuerda Sola.

Conociendo al pintor y al ser humano

Bajo su propia descripción, Emilio Sola es una persona que toda la vida siguió buscando el camino que necesariamente tenía que transitar. Una persona que siguió el sueño de su vida porque lo tenía muy claro.

“Siempre tuve una vocación demasiado primaria, tenía clarísimo que quería ser pintor,” dijo un convencido el artista, al reconocer que su formación se basa en vicisitudes positivas y negativas que finalmente se transforman con la actitud ante la vida y la insistencia en lograr lo que se pretende.

“Este es el camino, aquí están los focos y para delante, así cueste trabajo, para delante, así sea un río que estás atravesando cuesta arriba,” añadió.

Para Emilio, esos ríos que cruzó fueron los momentos que tuvo que tomar caminos no sencillos, como las separaciones matrimoniales que vivió o sus múltiples cambios de país de residencia.

“Lo fácil sería un confort de estufa. De aquí soy, aquí me quedo y como estoy contento no pido nada más”.

“Cuando eres inquieto, cuando sabes que tienes que buscar la perfección por encima de todo, así no la consigas, tienes que quemar el cielo por vivirlo, como dijo el poeta. Y entonces sí, a veces me costó trabajo dar saltos.”

Emilio Sola confiesa que llegar a México fue uno de esos saltos que tuvo que dar. Hace doce años el pintor llegó al país donde conoció a su actual esposa y ha logrado hacer numerosas exposiciones y abrirse campo en el mercado latinoamericano.

El arte, la pasión innata de Emilio Sola

La pintura sedujo a Emilio Sola desde pequeño y recibió el respaldo de sus padres que, viendo el talento que tenía, lo dotaron de herramientas.

“El arte cuando de verdad te engancha, cuando de verdad te das cuenta de que es el aire que respiras, imposible vivir sin él, te das cuenta de que es lo que te cobija. Ahí si no te da un confort de estufa, lo que te da es toda la calidez que te puede dar el mundo,” expresó.

Para Emilio, “el arte es la sublimación de todas las sensibilidades y podemos jugar a muchas cosas, pero solo te libra el arte del frio que congela cada el día con ese peso gris que todo lo aglutina y entonces eso da esa chispa de color.”

Sin dedicatoria, salvo una que otra excepción, las obras de Emilio son creadas para quién las quiere hacer suyas.

“Me preguntan cuál es el significado de mi obra y yo les digo, ‘es lo que tú sientas y veas’. Las personas se adentran en la pintura y ven cosas que ni yo vi cuando estaba pintando.”

Más allá de sus logros artísticos, su obra y legado cultural, Emilio Sola reflexiona y confiesa que la huella que realmente busca dejar es ser recordado como una buena persona. “Yo lo que busco es que todo mundo que me haya podido conocer diga: ’¡Hostia!, se murió y era una buena persona’. A lo mejor no lo logro, pero es lo que intento.”

¿Qué es lo que Emilio Sola ve en el espejo 40 años después de haber recorrido un sinuoso pero entrañable camino? La respuesta es particular. El pintor confesó que realmente poco se ve al espejo. Su esposa suele dejar por las mañanas mensajes con labial en el baño, mensajes que no logran captar la atención del español hasta después del medio día.

Más allá de lo que veo ahora, me gustaría ver “una persona coherente, consciente, consecuente, que nunca le haya hecho mal a nadie al menos de manera voluntaria. Me sale el niño tonto de mi infancia.”

Y siendo una persona sencilla pero inquieta y decisiva, Emilio Sola quiere ser recordado con la frase: “Confieso que he vivido.”

La pandemia, las pérdidas y el refugio en el arte

Durante los meses de confinamiento, Emilio Sola también ha sufrido los estragos del freno económico, se ha visto obligado a cancelar sus exposiciones y sumergirse más de diez horas en su estudio para dar vida a nuevas obras que sinceramente se le ha complicado colocar en el mercado.

“Las redes sociales no son lo mío, abrí Instagram @emiliosola.pintor y ahí pueden ver mis obras.”

La Covid ha traído tragedia a la vida del pintor. Dos personas cercanas han perdido la vida por el virus. “Dos amigos que más que amigos con familia y que la pandemia se los llevó.”

Actualmente Emilio Sola poco sale de su casa estudio, viaja en Metro para ir al centro de la Ciudad de México a comprar material para sus obras y confiesa que no deja de sorprenderse de las pocas medidas sanitarias que se toman en el transporte público y en la calle.