La pluma ecléctica

El nuevo reto: La transición de la Industria 4.0 a la Sociedad 5.0

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Desde hace un buen tiempo escuchamos hablar de la Industria 4.0 que hace alusión a un nuevo modelo de sociedad con un énfasis en la tecnología digital, así como la gran interconectividad a través de la Internet de las Cosas y el acceso a datos en tiempo real.

Esta Industria 4.0 ha sido entendida por muchos como la 4ta. Revolución Industrial, momento de una evolución tecnocientífica que tiene como principal característica la llamada “Inteligencia Artificial”, la que sólo ha sido posible a partir de la manipulación de grandes (grandísimas) cantidades de información, fenómeno a su vez conocido como el Big Data.

Esto ha tenido y tendrá grandes repercusiones, existen ya las fábricas obscuras, o fábricas sin luz, que son unidades de producción total o casi totalmente automatizadas. Con la aparición de las grandes máquinas y herramientas con control numérico y los robots, muchos procesos industriales son o pueden ser actualmente automatizados, ello necesariamente ha desplazado la mano de obra tradicional.

sociedad 5.0
Ilustración: Freepick.

En mi infancia, ser tornero, por ejemplo, era casi un arte, y el que implicaba capacidades particulares en los individuos que manejaban aquellos tornos (sin control numérico). Esos “torneros” debían imaginar en su mente y controlar con sus manos el sistema de coordenadas cartesiano en 3 dimensiones “X”, “Y” y “Z”. Con la aparición del control numérico el “tornero” tradicional, el tornero de antaño desapareció, hoy basta con programar en una computadora dichas coordenadas cartesianas para que la máquina haga el trabajo, y lo hace mejor que el humano, pues nunca se equivoca. Hay que agregar que no se distrae, no necesita ir al baño ni pide una hora para la comida.

Como esta historia hay muchas, muchísimas, la industria automotriz y aeronáutica son probablemente el mejor ejemplo de la automatización de procesos. Atrás muy atrás quedaron las líneas de producción, tal y como las concibió Henry Ford, hoy esas líneas de producción están repletas de máquinas y no de hombres.

Como podemos imaginar, las repercusiones económicas y, sobre todo, sociales de esta Revolución industrial, tienen efectos adversos, los individuos son desplazados por las máquinas. En términos de Inteligencia Artificial, muy seguramente nos pasará lo mismo a diversas profesiones y actividades como: abogados, contadores públicos, cajeros, médicos, etc. Muchas de estas actividades fácilmente serán suplidas y dejaremos de ser esenciales, o bien, deberemos re-inventarnos. En países como Estados Unidos, Francia o Canadá, desde hace tiempo es posible, por ejemplo, pagar las mercancías sin necesidad de un cajero humano. Pasas tus productos por un lector de barras y liquidas con tu tarjeta de crédito, lo que por cierto ya sucede también en nuestro país, particularmente en la Ciudad de México.

Pero el título de este artículo alude a los nuevos retos que nos impone la Sociedad 5.0. Pues bien, el gobierno de Japón está preocupado por esas “consecuencias sociales” de la Industria 4.0 y está proponiendo lo que ellos llaman la Sociedad 5.0.

sociedades artificiales
Ilustración: Freepick.

De acuerdo al concepto japonés, la Sociedad 5.0 ubica a la sociedad en el centro de todo y busca que la tecnología esté al servicio de la población, adicionalmente Suiza y Alemania –por cierto, esta última originalmente la impulsora del concepto de Industria 4.0– se están uniendo al concepto japonés, con la intención de utilizar la tecnología no sólo desde su perspectiva de “beneficios económicos” sino para mejorar las condiciones de vida y bienestar de la población. La idea resumida es que: “No debe ser la tecnología la que marque el rumbo de la sociedad, sino la sociedad la que marque el rumbo de la tecnología”. En todo caso lo que se intenta es humanizar estos grandes avances tecnológicos.

La pretensión es evitar, en la medida de lo posible, los efectos negativos que, por ejemplo, sucedieron con la primera Revolución industrial, en la que el hombre, el ser humano, también fue desplazado por las máquinas.

En fin, el concepto de Sociedad 5.0 aún se está fraguando, no es una idea acabada pero sí es una idea sobre la que deberemos estar atentos.


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Harley “El Tuerto”

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En épocas de pandemia uno descubre cosas que jamás hubiera imaginado. Por ejemplo, que un perrito de la raza Pug se convirtiera en un coterapeuta de una mujer con excelentes cartas credenciales, en términos de Neuropsicología, la doctora Lucía Ledezma.

En estas épocas tan turbulentas, todos necesitamos de ayuda, y quienes se encuentran directamente dando la batalla al COVID-19, es decir, el personal médico, también.

Como no soy, ni terapeuta, ni neuropsicólogo, ni Pug, jamás hubiera imaginado que un perro pudiera ser un medio para quitar el estrés, un medio para encontrar la calidez, y el equilibrio que en estos momentos todos necesitamos.

“Harley” –el tuerto–, por lo que se sabe, no es cualquier perro, es uno que fue entrenado por su dueña, para poder ofrecer esos servicios terapéuticos tan necesarios. Hasta donde se sabe, ésta es la única experiencia –por cierto, con resultados más que positivos– en el mundo, en donde un Pug es considerado dentro de un hospital, el “Centro Médico Nacional 20 de Noviembre”, como un elemento más de apoyo y soporte emocional para su personal.

Harley El Tuerto
Fotografía: Página de Facebook Harley “El Tuerto”.

Cómo no será importante Harley, que tiene su propia página de Facebook. Cómo no será famoso, que diversos medios de cobertura nacional e internacional se han dado a la tarea de documentar su historia, por ejemplo, el Grupo Reforma, el periódico Excelsior, el periódico el Universal, el periódico Milenio, la cadena Tele Mundo o la cadena RT en español con sede en Rusia, el periódico El País de Colombia o la agencia de noticias internacional Rupty.

La pandemia trae muchas noticias tristes, noticias de muerte y desolación, pero también trae esperanza, y ésta que ahora documentamos es una de ellas. Felicidades a la doctora Ledezma, felicidades al Centro Médico Nacional 20 de Noviembre, y felicitaciones a todos esos héroes sin capa, que han encontrado en este famoso perro, aliento, paz y esperanza.

Esperemos que esta crisis pandémica pase pronto, lo que a veces se ve como algo casi imposible, esperemos que esta crisis nos permita ver el 2021 y muchos años más. Esperemos, además, que este tipo de historias, cargadas de buena vibra, se repliquen por el mundo y en el tiempo.

Felicidades “Harley”, felicidades doctora Ledezma.


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“Wanna rent a Midget?”. Acondroplasia y moral

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La acondroplasia es la forma más común de eso que conocemos como enanismo. Antonio Ivars Cardona (Tony The Midget’es) es un español, ya entrado en sus cuarentas, aquejado precisamente por acondroplasia (enanismo); Tony no llega al metro treinta de altura.

Durante años, Tony arriesgó su vida en un trabajo que nadie cuestionó, un trabajo que provocaba risa y en el que nadie (o al menos la mayoría de las personas) calificó como indigno, se dedicaba a salir en espectáculos taurinos, él junto con otros hacían un espectáculo “divertido” toreando vaquillas o toros pequeños.

Por azares del destino, Tony dio un giro radical a sus actividades laborales, y se dedicó al negocio de los strippers en un bar llamado “Chaplin”, ubicado en el centro de Benidorm, una ciudad de la provincia de Alicante, en la Comunidad Valenciana de España.

Todo indica que Tony es bastante famoso haciendo su show, sin embargo, ha perdido su empleo y no por ser stripper sino por ser “stripper enano”. Así de hipócritas pueden ser las sociedades.

En la actualidad quedan pocas personas que censuren este tipo de actividades, pero en Valencia se han escandalizado de que un “enano” se desempeñe como stripper, argumentando que eso afecta su dignidad. Cabe señalar que a Antonio Ivars, la idea le parece estúpida, ya que él argumenta que su trabajo le agrada y lo más importante, le permite vivir honestamente.

El problema inició cuando en un tono irónico y con la anuencia de Tony, el dueño del bar puso un anuncio que decía “Wanna rent a Midget?” (¿Quieres rentar un enano?),lo que generaba ingresos extra al mismo Tony, pues de cuando en cuando lo contrataban para hacer su show en eventos privados.

Tony tuvo la mala suerte que un día, una mujer (que tiene una hija con acondroplasia) pasó por el bar y al ver el anuncio, éste le pareció indignante. La mujer demandó al dueño del bar y la fiscalía inició una investigación que a la postre terminó provocando que Tony se quedara sin empleo.

Así, la indignación, probablemente legítima, de la mujer que denunció los hechos, dio un giro inesperado y el Congreso aprobó el año pasado una nueva normativa con la que se prohibieron este tipo de espectáculos, tanto públicos como privados, porque se argumenta que “denigran” a las personas con acondroplasia (enanismo).

Es irónico que los legisladores se preocupen porque no se denigre a las personas con acondroplasia, pero no se preocupen porque Tony se quedó sin empleo.

Tony, en su momento aseguró que: A mí me gusta mi trabajo. Mucho más que cuando estaba con los toros. Aquí me divierto con la gente, me pongo un disfraz diferente cada noche, y hago reír al público. A mí no me humillan y no creo que se rían de mí, ríen porque hago cosas graciosas que preparé para el show. Tony se considera a sí mismo como un artista cómico, él cree que lo mejor que le puede pasar es que la gente ría.


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Gestación subrogada y COVID-19

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Con la colaboración de Mónica E. Robles García
(Maestra en Trabajo Social).

Diversos medios de comunicación internacionales, han dado cuenta sobre la situación de más de 100 recién nacidos mediante gestación subrogada, que se encuentran varados en un cuarto de hotel en Kiev, Ucrania. Lo anterior debido a las medidas de confinamiento impuestas por el Ministerio Ucraniano de Relaciones Exteriores, en virtud de la pandemia COVID-19, que han impedido la entrada al país a extranjeros, impidiendo así, que los padres de estos recién nacidos se reúnan con ellos. Ucrania es uno de los principales países de Europa del Este, en donde se practica la gestación subrogada, al igual que sucede en otros países de América, como Estados Unidos, Canadá e incluso México.

Cabe mencionar que en aquel país el procedimiento de la gestación por encargo con participación de extranjeros es legal. Recordemos que en México antes del 2016, Tabasco era otro de los destinos predilectos por extranjeros para la práctica de la gestación por encargo.

gestacion subrogada
Ilustración: Vicki Nerino.

Ahora bien, estudios académicos han demostrado que esta práctica aún sin regulación es frecuente en la Ciudad de México. En esta entidad de la república se ha podido comprobar que debido a la inexistente regulación, los procedimientos de gestación subrogada con intervención de extranjeros siguen practicándose de forma clandestina, invisibilizando así, diversas circunstancias que afectan tanto a gestantes, como a padres solicitantes y, evidentemente, a los recién nacidos.

México es un país de contrastes, por un lado, hay una fuerte oposición por razones moralinas a este tipo de procedimientos y, por el otro, se practican en la clandestinidad, el problema en estos casos es la indefensión en la que quedan, tanto quien ofrece este tipo de servicios, como quienes se ven beneficiados por los mismos los adquiere, sin olvidar a los menores así nacidos, quienes se encuentran en un especie de limbo legal o en un franco proceso que puede implicar por un lado, la explotación de las mujeres y por el otro, el tráfico de los mismos menores.

Nuestra intención no es censurar desde una perspectiva moral este tipo de procedimientos, que nos guste o no, suceden en nuestro territorio, nuestra intención al abordar el tema es señalar precisamente el vacío legal en el que nos encontramos, creemos sinceramente, que esto es grave y suponemos que frente a esta pandemia, mujeres gestantes y padres solicitantes podrían enfrentarse a problemas innecesarios derivados de la inactividad legislativa en el tema.

embarazo y coronavirus
Ilustración: Jenn-Li.

Manuel es el nombre del hijo de una pareja argentina que recurrió a la gestación por encargo en Ucrania, el bebé, actualmente de dos meses de nacido, no ha podido ser recogido por sus padres por las restricciones migratorias impuestas en ambos países. Ucrania tiene prohibida la entrada a extranjeros, pero Argentina tiene también una prohibición para todos los vuelos comerciales.

Flavia y José, padres de Manuel, narraron su historia a la BBC, y explican cómo, el parto estaba programado para los primeros días de abril, sin embargo se adelantó, y debido a las restricciones derivadas del COVID-19, su vida se ha convertido en un tormento, pues se encuentran a 12,500 kilómetros de distancia de su hijo y con la incertidumbre de qué va a pasar.

La pregunta es, ¿cuántas historias como ésta estarán sucediendo no sólo en Ucrania sino en el mundo entero?, ¿cuántos “hijos COVID” derivados de gestación subrogada estarán separados de sus padres?, ¿cuál será la situación en México?, ¿habrá casos de gestantes infectadas, o quizá fallecidas? El tema no es menor y por ser una actividad no legal, el fenómeno, como se adelantó, se invisibiliza.

Dejamos el siguiente video para quien desee profundizar en el tema:


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COVID-19 y el Divo de Juárez

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Somos una sociedad bullanguera y ruidosa y, como diría mi abuela, “nos encanta el mitote”.

En las tres últimas semanas he leído las más variopintas teorías de conspiración en torno al COVID-19, para muchos no existe, para otros existe pero es parte de un complot internacional.

Unos dicen que los chinos lo liberaron, pues con las medidas que luego de propagarlo debieron tomar, consiguieron que las acciones de las empresas de Occidente radicadas en China bajaran a tal grado, que se les podía comprar por un puñado de dólares, lo que aseguran que hicieron los chinos y se apoderaron así de dichas empresas.

Es decir, ahora los chinos son más ricos que nunca, pues se apoderaron del control de miles de empresas americanas y europeas, y lo hicieron de una manera tan fácil, como quitarle una paleta a un niño.

teorias conspirativas covid 19
Ilustración: Henry Wong.

Otros, por el contrario, dicen que es un virus creado por la “inteligencia” –lo que quiera que ello signifique– de Estados Unidos, con la intención de doblegar a China en favor de los intereses americanos. Los seguidores de esta teoría creen firmemente que eso ya se logró.

Ya lo dijo el Director General de la OMS, Tedros Adhanom, más allá de la pandemia, tenemos que aprender a vivir con la “infodemia”, otra forma de pandemia derivada de las noticias falsas en torno al tema del COVID-19. Por cierto, la OMS también es objeto de escrutinio y duda, muchos afirman que es precisamente desde este tipo de organismos donde se fraguó la gran mentira del coronavirus.

Jaime Mausan aseguró que los extraterrestres nos alertaron sobre esta pandemia, pero no quisimos o no supimos escucharlos. Todas estas historias nos encantan, nos atraen, las creemos a ciegas. Y la ciencia, ¿esa qué?, parece que dirían muchos, son más sabrosas las historias de conspiraciones que las aburridas explicaciones científicas.

Es curioso, negamos la existencia del coronavirus, pero aceptamos ideas como que Juan Gabriel no está muerto, y que en realidad está vivito y coleando. Precisamente la semana pasada, corrió como reguero de pólvora el video de un supuesto Juanga que, lindo como el original, manda mensajes de aliento y de amor a “toda su gente”, particularmente en este momento de crisis.

teorias conspirativas coronavirus
Ilustración: Bianca Bagnarelli.

Negamos los datos y la información científica y abrazamos sin el menor pudor ideas tan extravagantes como la no existencia del COVID o la sí existencia de Juan Gabriel. En mis épocas no era Juanga, era Pedro Infante, al que por cierto, son los derechos de autor los que no dejan que Pedro Infante muera, pero ésa es otra historia.

Y, claro, eso sí, para muchas de estas personas, si algún familiar muere en un hospital, no es que murió, se lo mataron. Abundan también las noticias –o falsas noticias– de gente que entró sana y con un malestar diverso, pero terminó muerta por COVID-19.

En fin, reitero, somos una sociedad en la que en muchos sentidos preferimos la mentira a la verdad, preferimos historias del chupacabras, o que el 5G y el COVID-19 tienen relación, o bien, que Bill Gates es uno de los responsables de la pandemia porque pretende instaurar un sistema de videovigilancia global aprovechándose de la contingencia sanitaria, o hasta se sospecha que en el IMSS nos están robando el líquido de las rodillas.


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Kraus, el médico filósofo. Reseña del libro “La morada infinita”

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La morada infinita, es un libro que como en su propia portada dice, es de lectura obligada para “entender la vida y pensar la muerte”.

En este texto, el autor Arnoldo Kraus parte de un principio fundamental, la autonomía de la voluntad. Para Kraus la vida –mi vida– es mía, y por ende puedo disponer de la misma, particularmente cuando las condiciones en que vivo no me parecen dignas.

Esta autonomía se basa en lo que el autor denomina “nuestra compañera perene”, la conciencia, elemento fundamental al momento de tomar decisiones que nos atañen de manera personalísima. Me queda claro que para Kraus el debate se ubica entre calidad de vida versus calidad de muerte, ya que nacer y morir es una condición natural e incluso necesaria para la subsistencia del planeta mismo.

Comparto con el autor respecto de esa absurda pretensión de reproducción ilimitada, reproducción sin muerte es imposible. Esta fantasía es absurda ya que “la muerte, siempre está agazapada entre nosotros”.

Para Arnoldo, la autonomía de la voluntad debería ser irrestricta en principio, y sus únicas limitantes deberían ser: no afectar los intereses de terceros. Así pues, en este contexto, disponer de la vida –de mi vida– tendría que ser un asunto que atañe únicamente a cada uno de los individuos en lo personal.

falsa autonomia
Ilustración: Neil Webb.

Sin embargo, el Derecho –siempre complejo e intrincado– inventó un concepto que siempre tendrá manipulaciones ideológicas y que se contrapone al concepto de autonomía de la voluntad. Ese concepto es lo que los abogados denominamos “orden público”.

Desde la perspectiva jurídica, el orden público se convierte en un elemento que autoriza restringir la autonomía de la voluntad de los ciudadanos.

En ese sentido, se parte del supuesto que sólo pueden renunciarse los derechos privados que no afecten directamente a dicho orden o interés público, y esto sólo es posible cuando la renuncia, además, no perjudica derechos de terceros.

Entre los más evidentes derechos irrenunciables podríamos mencionar los siguientes: Derecho a la vida, a la igualdad, a la no esclavitud, a pensar, a la integridad física y a la seguridad jurídica, entre otros.

Y es precisamente bajo este argumento que, temas relacionados con la vida, siempre serán objeto de debate.

Para el autor, la medicina ha cambiado radicalmente y esto es así a partir del uso y –en muchos casos abuso–de las tecnologías, el exceso de trabajo de los médicos que laboran en las grandes instituciones de salud y por la “nociva intervención de los abogados”.

Esta última frase del autor del libro resulta lapidaria por tres cosas: el abuso del derecho por parte de abogados, despachos jurídicos y jueces, la ignorancia de los médicos respecto del derecho, y la absoluta falta de comunicación entre ambas profesiones.

En los hechos tenemos un exceso de legislación, México es un país sobre-regulado. Para un médico, lo lógico es que temas como reproducción asistida, deben estar regulados desde la legislación sanitaria. Sin embargo, para el abogado tradicional, es muy probable que opine en oposición y crea que estos temas son –predominantemente– de incidencia familiar, por lo que deben regularse desde el derecho civil. Esto demuestra nuevamente que algo estamos haciendo mal, tanto médicos como abogados, pues la “multidisciplinariedad” de las ciencias, simple y llanamente no se da.

En el texto queda en evidencia el problema de la fuerte incidencia de la religión católica en la regulación jurídica –e incluso extra jurídica– de nuestro país, en temas relacionados con la vida.

No es fácil ser hombres libres y liberarnos de atavismos como la religión, siempre será más fácil ser dócil y seguir al mecías, que aceptar nuestra humanidad y con ello nuestra responsabilidad ante la vida. Así pues, entre las creencias mágicas y el orden público, es fácil, como bien lo señala el autor, “expropiar la conciencia”.

voluntad y autonomia
Ilustración: Jose David Morales.

Kraus habla de la autonomía y empoderamiento de los pacientes, a mí me gustaría hablar de la autonomía y el empoderamiento del ciudadano. Pero quizá ambos estamos perdidos, en el caso de Arnoldo porque los pacientes –particularmente viejos o terminales– están en un muy mal momento para empoderarse. Y en mi caso, porque dudo que más allá del Estado, el sistema, permita a los ciudadanos dicho empoderamiento.

En la actualidad el “ser social” vive y goza de la inmediatez, es poseedor de grandes apetitos externos, pero como bien lo señala el autor, “está yermo de inquietudes internas, vacío de aspiraciones, de autodeterminación”.

Por último, me parece, mi querido Kraus, que al médico se le educa para ser “paternalista” y no para promover la autonomía. Abundan médicos que con orgullo creen que lo suyo es una cruzada contra la muerte, no entienden que –como tú también lo señalas– están equivocados. La obligación del médico es con su paciente, no con la muerte, aunque vea a ésta como un rival a vencer –y, por cierto, nunca logrará–.

Dices que el bien morir es una de tus obsesiones, lo cual comparto y aplaudo, pero bien morir implica bien vivir, y no todas las personas estamos conscientes de ello.

En fin, para todos aquellos que deseen leer un texto inteligente y comprometido con el tema del final de la vida, La morada infinita. Entender la vida, pensar la muerte, es un libro que seguramente sabrán apreciar.


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COVID-19, el amor y la miseria humana

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Esta nueva pandemia de coronavirus ha estado sacando lo mejor y lo peor de los seres humanos. En algunos lugares como España o Italia (supongo que habrá más) la gente se reúne a determinada hora para aplaudir al personal sanitario.

Aplausos que son un reconocimiento a su trabajo –de alto riesgo– por salvar las vidas de sus conciudadanos. Esas personas están mostrando amor y respeto por esos guerreros que están en el frente de batalla, por esos médicos, enfermeras, trabajadores sociales y demás personal que permiten que funcionen los hospitales.

Ya en una ocasión pasada hablé de todos esos héroes sin capa, desde el camillero hasta el conductor de la ambulancia, desde el conductor de UBER hasta las personas que recogen la basura. Todos ellos merecen nuestro aprecio, nuestra admiración y, lo más importante, nuestro reconocimiento por su labor; sin estas personas la crisis de salud sería mil veces peor.

agresion a paramedicos
Ilustración: Eleni Kalorkoti.

Sin embargo, y tristemente, así como la pandemia ha permitido manifestaciones sublimes en favor de enfermos y demás personas que atienden la crisis, también ha permitido que mentes perversas, personas miserables, vuelquen sus prejuicios, ignorancia y complejos, precisamente, en contra de estos salvadores.

Lamentablemente en México poco se ha viralizado aplaudir al personal sanitario y ha sucedido lo contrario.

En Tlajomulco de Zúñiga, Jalisco, un chef, cuyo delito fue traer ropa y zapatos blancos, fue confundido con un paramédico por algún energúmeno con tres neuronas en la cabeza, y por ello recibió una paliza (Mural, 8 de abril del 2020).

En Zapopan, Jalisco, una doctora, cuyo delito fue sacar a su perro a pasear vestida con su bata blanca, fue agredida por un desconocido quien le lanzó cloro en el cuello (Mural, 14 de abril del 2020).

Desde finales de marzo se han reportado varios casos, también en la capital jalisciense, en la que enfermeras son agredidas rociándolas con cloro, a quienes además, por ese miedo irracional, no se les permite subir al transporte público (El Heraldo, 31 de marzo del 2020).

En la Ciudad de México, en la alcaldía de Iztapalapa le tocó el turno a una ambulancia, la cual fue vandalizada al transportar a un enfermo con coronavirus (Al Día-Dallas Morning News, 13 de abril del 2020)

agresion a paramedicos
Ilustración: Publish0x.

Y así podríamos seguir contando historias, por ejemplo, la del Hospital General 1 del IMSS en la Ciudad de México, donde el personal sanitario fue agredido por los familiares de un paciente internado. O en el Hospital General de Zona número 48 de Azcapotzalco, también en la CDMX, donde un grupo de personas quisieron entrar a la fuerza y agredieron, nuevamente, al personal sanitario.

Todos estos casos son atroces, pero el peor de ellos reportado por la prensa fue en San Luís Potosí, donde una enfermera terminó con tres dedos fracturados, en un ataque a su persona por el sólo hecho de portar el uniforme del Seguro Social.

De nueva cuenta me pregunto, ¿qué nos pasó como sociedad?, ¿en qué momento nos perdimos?, ¿dónde queda esa solidaridad que en otras épocas y en otras catástrofes ha sido ejemplo mundial?

Ya lo había mencionado, creo que somos una sociedad hipócrita en la que, de cuando en cuando, surgen muestras de patriotismo y solidaridad como en los terremotos del 19 de septiembre del pasado 2017. Lo que me apena, lo que me entristece, es que al final del día todo regresa al estadio anterior.


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Héroes sin capa

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En estos días de pandemia han surgido muchos héroes, en primera instancia y sin duda alguna, los médicos y enfermeras que se encuentran en la línea de combate, pero seguramente hay más que no alcanzamos a ver. Pienso en todo el personal hospitalario que, eventualmente no pensamos en ellos, me refiero a conductores de ambulancias, trabajadores sociales, paramédicos, camilleros, el personal de intendencia, cuya labor ahora es mucho más valiosa, pues al hacer el aseo de hospitales o centros de salud, evitan que se propague la infección.

No sé, seguramente también están contribuyendo con su trabajo todo el personal administrativo, que termina siendo el soporte, precisamente del personal sanitario. Todos ellos son héroes, unos más visibles que otros pero héroes, que luchan por el bienestar de los mexicanos.

Hay otros, sin embargo, que muy probablemente son más invisibles, en ese grupo de personas podríamos incluir a quienes nos atienden en las tiendas de conveniencia, a los despachadores de gasolina, a los cajeros en los bancos o en los grandes supermercados, o incluso quienes manejan la bodega de esos establecimientos.

medico como heroe
Ilustración: Isidora S.

Por otra parte, están policías, bomberos, gente de la Cruz Roja, el Ejército, todos indispensables en estos momentos. Imaginemos por un instante qué pasaría si ellos nos abandonaran a nuestra suerte. Insisto, todos son héroes, unos más evidentes que otros, pero todos héroes.

Y qué me dicen de quienes hacen posible que siga funcionando el Internet, o los empleados de la compañía de luz, qué pasaría si se nos deja de suministrar energía eléctrica, Internet, agua o cualquiera de esos servicios indispensables. Atrás de todos estos servicios también hay héroes invisibles.

También están esos choferes que hacen que las mercancías lleguen a su destino, los conductores de los camiones de pasajeros, o los taxistas. La gente de UBER y UBER EATS, quienes jugándosela por nosotros nos allegan mercancías a domicilio; pienso también en la gente que trabaja para la plataforma Rappi, los de DHL y demás compañías de mensajería, y así podría continuar con un largo etcétera. Nuevamente, todos ellos son héroes sin capa que se la están partiendo por nosotros.

servicios
Fotografía: Reporte Índigo.

Se encuentran, además, las personas que recolectan la basura, ¡¿qué haríamos sin ellos?!, imaginen el caos si estos héroes tan incomprendidos e infravalorados, dejaran de trabajar.

En fin, este virus, esta pandemia, me hace revalorar muchas cosas, me hace apreciar actividades que quizá hemos menospreciado. De igual forma, me pregunto por qué todos estos verdaderos héroes son tan mal pagados y muchos, particularmente los políticos, tienen ingresos bastante extraordinarios.

Esta crisis debería obligarnos a replantearnos muchas cosas, ¿no creen?

Nota aclaratoria. Estoy seguro que se me escapan muchos otros héroes, ya sea por mi propia ignorancia o descuido, pero a todos ellos: Gracias, mil gracias por ser el soporte vital en crisis como la que ahora atravesamos.


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