Retos y oportunidades de la relación bilateral en la era Biden

Lectura: 7 minutos

En la relación bilateral durante el periodo presidencial de Joe Biden, México puede esperar más institucionalidad y diversificación, con una diplomacia mucho más acorde a la complejidad, la diversidad y la interdependencia estratégica de esta interacción que la improvisación que vimos en los últimos cuatro años. Quizá haya fricciones o distanciamiento inicial, pero lo que marcaría más la interacción es justamente eso, por lo que promete la trayectoria y el talante del ex vicepresidente.

A fin de cuentas, las relaciones entre nuestros países son demasiado importantes, para ambos países, como para concentrarse en unas cuantas personas. Necesitamos espacios y procesos de vinculación cada vez más institucionalizados. A nivel de Estados en la concepción más amplia: entre presidentes, pero también secretarías e instituciones de todos los ámbitos, entidades federativas, municipios y condados. Como naciones, lo que incluye a sectores económicos y sociales, como lo hemos hecho desde la iniciativa empresarial.

Eso es fundamental para ambas partes, pero particularmente desde la perspectiva de México, por la asimetría que enfrentamos.

Hay mucho que trabajar y/o revisar: T-MEC, inversiones, migración, narcotráfico, agua, frontera. Pero lo primero esa institucionalización con enfoque en la complementación, la cooperación y, sobre todo, la corresponsabilidad. Con Biden habrá más oportunidad de avanzar en ese sentido.

mexico y t mec
Imagen: Nexos.

T-MEC: tres puntos críticos

El nuevo acuerdo comercial puede ser un motor de oportunidades en esta coyuntura tan complicada por la pandemia y la recesión. De entrada, podemos captar un volumen muy importante de inversiones, debido a las tensiones entre China y Estados Unidos, y la tendencia al nearshoring. Hay que hacer la tarea. El T-MEC no generará, en automático, dinamismo, si no hay certeza jurídica para la inversión, así como una visión y una estrategia coherentes para que se den las cosas.

Entre los principales cambios del TLCAN al T-MEC, quizá la nota más importante es que se dio en circunstancias políticas conflictivas y en medio de tendencias globales adversas a la globalización y la integración comercial y económica. Ese entorno persiste, pero la llegada de Biden es una nota de esperanza.

Destaco los tres cambios prácticos relevantes:

1. Reglas de origen: ajustes en los sectores más importantes, en los que destaca, por su peso en el comercio y para la economía nacional, el automotriz.

El contenido regional obligatorio para la exportación sin aranceles pasó de 62.5 % del costo total por unidad al 75%. Además, 25% tiene que proceder de plantas con salarios de 16 dólares la hora o más.
En México, los sueldos en plantas automotrices son de entre 3.50 a 4 dólares la hora, lo que favorece a Estados Unidos y Canadá.
Queda 50% del costo que debe generarse en la región. Eso implica traer operaciones de, por ejemplo, empresas japonesas, alemanas, coreanas e incluso chinas, que no serían tan competitivas ni en China ni en Estados Unidos.

mexico y estados unidos
Imagen: El Financiero.

2. Compromisos laborales: México ha tenido que emprender una reforma laboral y hacer cambios a marcha forzada.

Es de esperar que este frente se utilice como motivo de litigio, más aún con los demócratas en el poder. Es fundamental cumplir con la legislación y tener una plataforma de defensa jurídica.
Los compromisos pueden ser área de oportunidad en la democratización de las relaciones sindicales, así como para desarrollar a fondo una competitividad menos dependiente del costo de la mano de obra.

3. Nuevo sistema de solución de controversias: el TLCAN contaba con disposiciones para formar paneles para dirimir diferencias, pero en la práctica eran bloqueados y entonces había que recurrir a la OMC, que hoy no está funcionando adecuadamente. Se establece un esquema con procedimientos explícitos y lineamientos de equidad y resoluciones vinculantes.

Los paneles se conforman con personas escogidas de listas negociadas entre los países con diferendos: nosotros elegimos a dos panelistas de su selección y ellos a dos de la nuestra, con un quinto de un país tercero.

Migración: hora de reformar

Hasta hace poco, en la problemática de la migración, México tenía un rol sobre todo como territorio de tránsito. Hoy, es un desafío explosivo y complejo, con múltiples facetas:  país de tránsito, pero también de recepción y origen de migrantes, algo, esto último, que aumentará con nuestra recesión económica.

De poco sirve minimizar el problema pensando que proviene de fuera y tenemos una parte incidental o complementaria. Menos aún conformarse con la idea de que la mejor política exterior es no tener una.

migracion
Imagen: Patossa.

México debe tomar la bandera del multilateralismo y la protección de los derechos humanos. Asumir un papel de mayor responsabilidad, compasión, compromiso y protagonismo internacional en la materia. El opuesto al del presidente saliente de Estados Unidos y el uso político que hizo de una tragedia humana.

En México nos hemos concentrado en los problemas del tránsito de migrantes, de forma reactiva e improvisada. Necesitamos una estrategia aterrizada e integrada. La asimetría y vulnerabilidad respecto a Estados Unidos requiere una estrategia de diversificación proactiva en las relaciones políticas y económicas. Por ejemplo, con la Unión Europea y a nivel latinoamericano. De entrada, deberíamos construir una narrativa internacional sólida para generar empatía y corresponsabilidad. 

¿Por qué no buscar acuerdos con Estados Unidos como los de Turquía y la Unión Europea? La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza y el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de nuestros vecinos del norte tienen un presupuesto anual de 22 mil 300 millones de dólares. En cambio, a nuestro Instituto Nacional de Migración se le ha destinado el equivalente a menos de 70 millones de dólares y a la Comisión de Ayuda a Refugiados, de 4 millones.

Desde luego, es preciso partir de una comprensión realista del fenómeno: la pobreza explica en gran parte las causas, sí, pero hay que tomar en cuenta la comparación, algo que pesa enormemente en los flujos migratorios. En términos del PIB per cápita, el de Honduras es 23 veces menor al de Estados Unidos; el de El Salvador, 14 veces; el de Guatemala, 12; el de México, seis.

Más aún, la migración desde Centroamérica, y cada vez más desde México, responde, junto con la pobreza, a la búsqueda de refugio de la violencia. Para dimensionar, basta comparar las tasas de homicidios (2019): Estados Unidos, 5.3 por 100 mil habitantes; México, 29 por 100 mil; El Salvador, 51 por 100 mil; Honduras, 40 por 100 mil.

migracion
Imagen: Alejandra Saavedra.

Ningún plan de desarrollo regional funcionará si no combina el aspecto económico con el de la gobernabilidad democrática y la vigencia del Estado de derecho. En América Central, lo mismo que en México.

Narcotráfico: corresponsabilidad

Ambas naciones han fallado en lo que respecta a detener este comercio ilegal de estupefacientes y al crimen organizado que está detrás. Tanto recientemente como desde hace décadas.

No sólo faltan los resultados en la reducción del tráfico, sino que se agudizan las peores consecuencias de éste en ambos países.

La violencia de los cárteles ha sido devastadora para nuestro país, con más de 200 mil homicidios en la última década. Además, ha agravado nuestras seculares fallas en materia de Estado de derecho y gobernabilidad democrática. Del otro lado, Estados Unidos ha registrado récords de 70 mil muertes anuales ocasionadas por sobredosis.

Se requieren estrategias y soluciones integrales, en coordinación y corresponsabilidad, así como con perspectiva de largo plazo. Hay que trascender el enfoque simplista, basado en amenazas de una parte e improvisación e inercia de la otra.

Las agencias estadounidenses y mexicanas deben unir fuerzas para combatir a los delincuentes más violentos, con el fin de disminuir la cantidad de homicidios en México.

Estados Unidos puede aumentar los servicios de rehabilitación para reducir los casos de adicción y sobredosis, muchos de los cuales, de hecho, son causados por medicamentos de venta controlada. También tener un rol mucho más proactivo para frenar el tráfico de armas hacia nuestro país. México, a su vez, necesita trabajar mucho más para erradicar la corrupción derivada del narcotráfico, la cual ha socavado nuestro aparato de seguridad pública y procuración de justicia hasta un grado que nos obliga a reaccionar.

narcotrafico
Imagen: Contralínea.

Inversión regional: oportunidades únicas

Ambos países contamos con un gran activo para una nueva fase en la globalización: el T-MEC, en este momento, significa tener un diferenciador clave ante el panorama geopolítico y económico global.

Como hemos comentado en este espacio, estamos en medio de una retracción de la globalización, con un resurgimiento del proteccionismo y tendencias a la regionalización. A ello se suma la llamada “economía de bajo contacto” y de alta seguridad industrial, logística y de comercialización, como lo impone la pandemia.

En suma, muchas empresas buscan depender menos de operaciones de larga distancia, debido al contexto geopolítico y el Covid-19, y eso significa grandes oportunidades en materia industrial, en particular para México: automotriz, autopartes, aeroespacial, electrónico, metalmecánico.

Nuestro país puede consolidarse como un polo productivo formidablemente competitivo ante esas circunstancias: el fin de una época en que los portafolios de inversión gravitaron hacia China. Nuestra cuota de inversión extranjera directa procedente de todo el mundo –incluida china– como de exportaciones puede crecer exponencialmente. El T-MEC es un camino; aprovechémoslo con el vehículo adecuado.

Por si fuera poco, México tiene las bases para convertirse en la cocina o alacena de América del Norte y proveedor prioritario a nivel mundial. El sur-sureste del país puede encontrar aquí una gran avenida de desarrollo. Finalmente, otra área de oportunidad extraordinaria es el comercio electrónico, que puede abrir las puertas para ampliar el alcance de la demanda potencial, así como para la especialización y mercados de nicho.

Requisitos para aprovechar las oportunidades

1. Coordinación productiva con Estados Unidos y Canadá ante los retos del Covid-19 y de cara a la “nueva normalidad”.
2. Cumplir con las nuevas disposiciones del T-MEC, como las laborales y de reglas de origen, y preparar nuestra plataforma de reacción, respuesta y defensa jurídica.
3. Inversión estratégica en logística de clase mundial.
4. Asegurar la disposición de energía en términos competitivos: abasto suficiente y bajo costo.
5. Política industrial visionaria y estratégica, consensuada entre el sector público y las empresas.
6. Estado de derecho: necesitamos asegurar la estabilidad de las reglas del juego para la inversión.


También te puede interesar: Extinción de fideicomisos: destrucción de valor agregado social.

0 0 votos
Calificación del artículo
Subscribir
Notificar a
guest
0 Comentarios
Comentarios en línea
Ver todos los comentarios
0
Danos tu opinión.x