Bolsa de Valores

La recuperación de Estados Unidos vendrá fuerte

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Lo que no mata, fortalece.
Juan Carlos Girón.

Ya viene la “V”

Un muy querido amigo y entrenado, Juan Carlos Girón (“Coach”), me repetía una y otra vez luego de varias horas de nadar, andar en bici y correr (triatlón) que lo que no mataba, fortalecía. Es lo que percibo luego del encierro por el COVID-19. Los participantes del mercado se preguntan si la economía de Estados Unidos se recuperará en forma de “V” (muy fuerte); en forma de “W” (con una caída antes de seguir recuperando); en forma de “U” (gradual); o en forma de “L” (lenta). No existe una referencia histórica para poderlo predecir. Sin embargo, lo que estamos viendo con las primeras semanas de la apertura mundial después del “encierro” por la pandemia del COVID-19 son fuertes datos de consumo y aumentos en ahorros e ingresos sin precedente, a pesar de la recesión gracias a los estímulos económicos que está llevando a cabo el gobierno de Estados Unidos.

Niveles de ingreso y ahorro récord a pesar de la crisis

En el país del norte, el consumidor representa el 70% del PIB y será lo que los llevará a salir. Eso significa que la salud del consumidor debe ser un punto clave para evaluar qué tipo de “rebote económico” vendrá. No obstante, ha habido varios signos alentadores de que la actividad del consumidor no está dominada por los temores del coronavirus, como la venta de boletos de Disneyland en Shanghái y las reservas de Carnival Cruise que aumentaron un 600% para su reapertura.

recuperacion de estados unidos
Ilustración: Hannah Norman.

Pero las señales más alentadoras son las que ha estado ganando el consumidor y cuánto ha ahorrado durante el bloqueo. Según la Oficina de Análisis Económico de Estados Unidos, el ingreso personal aumentó en $1.97 billones (10.5%) en abril, mientras que el ingreso personal disponible aumentó $2.13 billones (12.9%). ¡Increíble! Muchas personas han estado ganando más mientras estaban desempleadas que cuando trabajaban, algo que nunca se había visto durante una recesión. Además, con el encierro, no ha habido ningún lugar para gastar el dinero, han ahorrado mucho –no usaron autos, no salieron a comer, no salieron a divertirse, etc.–. Esto ha llevado a otra cifra sorprendente sin precedentes: una tasa de ahorro del 33.0%.

Además… con muchas ganas de gastar

Al salir de una recesión, la demanda generalmente se reduce debido a que las personas no tienen tanto dinero. Esto es exactamente lo contrario a la situación actual, ya que las personas salen de una recesión con más dinero del que tenían antes de que golpeara. Se esperaba que la tasa de ahorro hubiera aumentado del 8.0% que era anteriormente, pero un aumento de cuatro veces más es EXTRAORDINARIO.

Los pesimistas dirían que esto se debe más a la incertidumbre en torno a las ganancias futuras y esta alta tasa de ahorro se mantendrá incluso cuando las cosas vuelvan a abrir. Pero en SNX somos de la idea que el consumidor ha sido forzado a no gastar mientras gana más dinero de lo normal, y tiene hoy dinero y muchas ganas para gastar. Con el potencial de gasto en la puerta, estímulos que se mantendrán, la posibilidad de una recuperación en “V” (fuerte) es muy alta, lo que deberá seguir favoreciendo al mercado accionario de Estados Unidos.

La pregunta entonces es: ¿esperar a que esto se confirme o aprovechar la oportunidad hoy?


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La bolsa y el dinero

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Joan Rega.

No se ha hecho nada significativo en los últimos 30 años en materia de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV). El financiamiento, piedra de toque para el crecimiento y desarrollo, y piedra en el zapato mexicano, está olvidado. En 1994 la Bolsa mexicana era diez veces a la española. En 2008 la española era 100 veces la mexicana. Hoy cotizan en la Bolsa mexicana menos empresas que en los 90, a pesar de contarse con dos Bolsas. En la década de 1960 México tenía tres Bolsas de valores: Ciudad de México, Monterrey y Guadalajara. La Bolsa es una institución privada regulada por la CNBV. Con la crisis bancaria el Infonavit llegó a financiar el equivalente de todos los créditos, de cualquier tipo, que prestaba la banca comercial.

En el último tramo del periodo “neoliberal” el Infonavit, en plena crisis mundial (2008-2009), bursatilizaba hipotecas a nivel del mercado nacional que adquirían bancos e inversionistas extranjeros. Hoy, la banca de desarrollo es una banca zombi, que cobra en muchos casos igual o más altos intereses que la banca comercial. Lo más extraordinario es que su sobre-liquidez la invierte en cetes y bondes, lo cual significa que le presta al propio gobierno, reproduciendo así la deuda federal. Si en treinta años no se entendió que el crecimiento productivo y el desarrollo implican financiamiento, hoy es imposible que el gobierno entienda por qué no interesan ni impactan los ofrecimientos de créditos a la palabra por $25,000.

México tiene las tasas de interés finales, es decir, al usuario, de las más altas del mundo. Éste es un país de rentas, el mercado competitivo poco ha existido. Hasta los funcionarios cobran esencialmente una renta quincenal o mensual por estar atrás de un escritorio, esperando que les digan qué hacer. Y como el que manda se encuentra muy ocupado, ellos siguen sentados escuchando el tsunami que ya viene.


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¿Luz al final del túnel?

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Si no actúas como piensas, vas a terminar pensando como actúas.
Blaise Pascal.

Menores caídas

¿Por qué es buena noticia que las Bolsas en Estados Unidos hayan caído menos de 2.0% en promedio de la primera semana de abril? En la “primera ola” de la crisis de COVID-19, el pánico se apoderó de los inversionistas quienes vendieron todo lo que pudieron sin considerar las perspectivas individuales de las empresas. La amenaza del virus para la salud personal y la economía se hizo muy real, muy rápida, y ganar liquidez fue el objetivo primordial. Luego, los estímulos monetarios y fiscales sirvieron para detener la venta irracional. Cierto optimismo restaurado aumentó los índices más de 20% en sólo tres días hace dos semanas. Ahora, los inversores parecen pasar a la siguiente etapa: elegir ganadores y perdedores. La venta indiscriminada se ha detenido, una señal de que los inversores pueden estar identificando ya los propios méritos de cada empresa.

Así, la volatilidad del índice del día a día ha disminuido significativamente, las expectativas para futuros movimientos también han disminuido al igual que el índice de volatilidad VIX que cayó un 29% la semana pasada, para terminar por debajo de 50 pts. por primera vez desde principios de marzo. La caída promedio de poco menos de 2.0% de los índices bursátiles en Estados Unidos la semana pasada, fue la menor desde el 6 de marzo, aunque sectores y acciones individuales todavía vieron mucha acción.

economia pausada
Ilustración: Paresh.

Siguiente etapa: diferenciación

Keith Lerner, estratega jefe de mercado de SunTrust Advisory Services, señaló: Si bien el índice general del mercado puede continuar disminuyendo, el movimiento de las acciones dentro del índice se vuelve menos sincronizado. Una vez que eso sucede, tiende a haber una mayor diferenciación entre las existencias dentro del mercado. Los inversores comienzan a separar el trigo de la paja, lo que significaría que muchas acciones individuales ya hayan alcanzado sus mínimos.

Durante el mercado bajista de la crisis financiera, el S&P 500 no alcanzó su punto mínimo de 666 puntos hasta marzo de 2009. Pero muchas acciones individuales no cayeron por debajo de sus mínimos de noviembre de 2008. El mismo patrón ocurrió después del estallido de la burbuja puntocom. Los inversores deben seguir buscando oportunidades en acciones individuales.

El jueves pasado, el número de solicitudes por desempleo fue de 6.6 millones de personas, dos veces más alto de lo previsto, pero no asustó a los mercados. Esto significa que se esperan ya noticias muy malas para la economía por varias semanas y cualquier mejoría va a ayudar a la recuperación de precios.

economia y covid
Ilustración: China Daily.

Menos decesos

Otro indicador que hoy favorece a los mercados es una desaceleración en la tasa de crecimiento de los nuevos casos de coronavirus en Estados Unidos. En semanas anteriores, se dio a conocer que el número de estados con tasas de crecimiento superiores al 20% cayó a menos de 10, desde más de 40 en las últimas dos semanas. Nueva York informó el domingo su primer descenso en las muertes diarias por coronavirus, lo mismo sucedió en Italia, España y otros países que venían reportando un crecimiento sostenido y muy lamentable de decesos.

No se puede aún cantar victoria, pero si el “pico” de esta enfermedad realmente se confirma que quedó atrás en estos países, será una muy buena noticia en contra del COVID-19 y los mercados celebrarán. Los mercados se animan ante la posibilidad del anuncio de un cuarto paquete de estímulos en Estados Unidos que incluyan infraestructura y la apertura limitada de la economía norteamericana a unas semanas más.


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Negligencia de probabilidad

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Sea ambicioso cuando los demás tengan miedo.
Warren Buffett.

La emoción (positiva o negativa) opaca la probabilidad

En este momento, nadie puede conocer la magnitud de la amenaza del coronavirus. Pero una cosa está clara: muchas personas están más asustadas de lo que deberían, tienen un sentido exagerado de su propio riesgo personal. Esta situación se conoce como “Negligencia de Probabilidad”, y se explica y demuestra de la siguiente manera: Suponga que un resultado potencial se apodera de sus emociones, ya sea por ser peligroso o por ser maravilloso, solemos entonces concentrarnos en él y prestamos mucha menos atención de la que debería a una pregunta crucial: ¿Qué tan probable es que ocurra?

Christopher K. Hsee de la Universidad de Chicago y Yuval Rottenstreich de la Universidad de California en San Diego, llevaron a cabo una investigación preguntando a un grupo de personas “¿cuánto pagarían para evitar una probabilidad del 1% de una ‘descarga eléctrica no peligrosa’?”. También preguntaron a otro grupo similar de personas “¿cuánto pagarían para evitar una probabilidad del 99% por el mismo evento?”. La diferencia entre las probabilidades es enorme, sin embargo, la gente no registró esa diferencia. Para evitar una probabilidad del 1% de una descarga eléctrica, la cantidad promedio que las personas estaban dispuestas a pagar fue de $7 dls., mientras que para evitar una probabilidad del 99%, el número era de $10 dls. ¡No es mucho más alto!

probabilidad
Ilustración: Coursera.

El resultado demuestra que cuando se perciben fuertes emociones, las personas tienden a no pensar mucho sobre la probabilidad sino únicamente en el resultado. Algo similar sucede cuando un resultado desencadena fuertes emociones positivas. Ésta es una razón por la cual las loterías ganan tanto dinero. La probabilidad de ganar es bajísima, pero al considerar las cosas que pueden hacer los ganadores de la lotería, entonces participan, haciendo que mucha gente desperdicie su dinero en boletos de lotería.

Si usted no es chino y tiene menos de 60 años no se preocupe

En el tema de estos días del coronavirus sucede lo mismo. A menos que la enfermedad se controle pronto, provocará más miedo, y se asociara a mayores problemas en la economía, pues muchas personas están tomando medidas preventivas –cancelar vacaciones, negarse a volar, evitar lugares concurridos, etc.–, incluso si no hay una razón adecuada para hacerlo, propiciando algo que no debía haber sucedido.

Nuestro punto de vista es que la mejor respuesta al miedo excesivo es analizar realmente el tema de la probabilidad. Suponga usted que los habitantes de una ciudad están alarmados por el riesgo, tal vez porque los rumores falsos se propagan en mayor proporción y velocidad por las redes sociales; tal vez porque una persona ha sido diagnosticada con el coronavirus. Es probable que, para los residentes, el riesgo de infección sea muy bajo y mucho menor que los riesgos a los que están acostumbrados en la vida cotidiana (contraer gripe, neumonía o faringitis). Es probable que informar a las personas sobre este hecho calme a las personas.

probabilidad de infeccion
Ilustración: Axios.

El peor día de decesos en China por el Coronavirus fue el pasado 10 de febrero con 108. Ese mismo día en el mundo más de 27,000 personas murieron por cáncer, más de 25,000 por ataques cardíacos, más de 7,000 por diabetes y más de 3,000 por suicidios. Actualmente, si usted no es chino y tiene menos de 60 años la probabilidad de morir por el COVID-19 es del 0.2%. La mortandad del virus es sólo 2.0% vs. 10% del SARS en su momento. Las personas lo entenderán más adelante, como en otras ocasiones, pero entonces los mercados y los precios de las acciones se habrán recuperado de manera importante y muchos habrán dejado ir una oportunidad que no sucedía hace 10 años.


Carlos Ponce B. Es Socio Fundador de SNX, Constructores de Patrimonio. Puedes escribir tus comentarios y dudas al correo cponce@snxsinexcusas.com


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Alimentando al Minotauro y viendo hacia otro lado

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Joan Rega.

De manera atribulada, sin orden y con el fin de sostener en lo inmediato a las Bolsas de Valores, se regresa a la idea de inyectar liquidez a tasas de casi cero, considerándola solución mágica a una emergencia. Emergencia que no se acaba de aceptar como una responsabilidad política y moral de atención gubernamental. Tal como no se atendió la crisis financiera pasada en sus consecuencias sociales, y se terminó por socializar el rescate de bancos y otras instituciones financieras, a costa de millones de ciudadanos. 

Hoy Los Ángeles y Nueva York cuentan con miles de ciudadanos viviendo en las calles. La primera ciudad representa en una zona el mayor número de ciudadanos de Estados Unidos viviendo en la pobreza. En la ciudad de la gran manzana se estudia relocalizar a miles de personas viviendo a la intemperie. Sólo por dar dos ejemplos. En Europa el desempleo juvenil sigue y los servicios sociales viven en estrechez y astringencia presupuestal. En China sorprendentemente se obvia que el servicio de salud es privado.

Muchos creían que se había vuelto a la normalidad económica y financiera después de las soluciones a la crisis pasada, sin entender que se terminó inflando una bomba, que los analistas esperaban estallara desde hace más de un año, surgió lo conocido de lo desconocido, a la usanza de la expresión de Rumsfeld, Secretario de Defensa de Bush. En este proceso de desconocimiento, se ha pasado por alto que la concentración del ingreso y la riqueza se agudizaron con las recetas de salvamento de las instituciones financieras. Tal como en el lejano 1995-1998 aconteció en México.

En lo económico, hoy no se entiende que el problema actual no es de demanda sino de oferta, para poder hacer que en el corto plazo siga operando la economía mundial como un todo.  Por ello, aumentar la liquidez sin problema inicial de demanda lo que hará, en el mejor de los casos, es inflar los precios de los activos financieros, como las acciones, que es lo que se busca realmente, con la inyección de liquidez a tasas se casi cero. Se pretende acabar un virus con un mayor valor accionario en Bolsa.

Aumentar los niveles de operación y precios en las Bolsas, sin realmente buscar un efecto económico positivo es absurdo. La inyección de liquidez y tasas de casi cero no es ninguna solución a los problemas de producción y suministro que se viven con la emergencia.  Esto aún más en un contexto de recesión ya largamente anunciada. 

Las acciones para la emergencia emprendidas no tienen realmente una relación directa e inmediatamente para las consecuencias adversas de sanidad que se viven, especialmente con los más pobres, o con la población más vulnerable. Ni con los que no tienen acceso a los servicios públicos de salud. Mucho menos con los que perderán sus trabajos e ingresos, conforme comience la liquidación de empresas y los impagos a las instituciones crediticias.

La sobre liquidez puede seguir como propósito de política pública, aumentando la deuda pública de manera generalizada, aunque sea a tasas bajas, tal como resultó en los diez años pasados. Pero empeorando la pobreza y la miseria, al tiempo que el estado de crisis se generalice y la crisis del estado se agudice. 

La crisis iniciada en 2008 fue atacada con menores tasas y más liquidez que terminaron generando un mayor boom especulativo y más deuda pública, especialmente en países como México. Ello sin poner orden y razonamiento en el gasto público.

Enfatizar soluciones monetarias ante problemas del sector real de la economía, es decir, de la producción, empleo y concentración del ingreso, terminará creando un campo económicamente minado. Se espera, inútilmente, que la política monetaria rinda lo que debe de hacer la política fiscal, esto es, de gasto e ingreso públicos. No entenderlo es una posición naif y altamente riesgosa.

Todo lo cual va a terminar con las Bolsas, liquidando empresas y realmente generando un problema de demanda, con menos producción y menos empleo. Por tanto, terminará evidenciando que los gobiernos ven hacia otro lado, para evitar que les moleste la pobreza, la miseria y las emergencias, como la de salud que hoy se vive. Tampoco verán y entenderán las consecuencias sociales de recortar sin ton ni son los presupuestos públicos y poner orden en el gasto. Es mejor rescatar a la sociedad que a los que manejan el dinero de la sociedad. Es mejor socializar una deuda en beneficio de la sociedad, que en favor de unos cuantos. 

El programa de Macron, presidente de Francia, da nuevas y frescas luces para atender con sabiduría y realismo al fin de cíclico que el mundo vive, y para paliar el virus que amenaza a buena parte de la humanidad. El antivirus económico y financiero emprendido por él, además, marcará un nuevo derrotero para el desarrollo social y económico; social y económico, en ese estricto orden.

Mientras hay que dejar de alimentar al minotauro, como dice el griego clásico. Alimento que ha significado el socializar las deudas públicas y ha beneficiado a una minoría financiera. La economía opera como opera, más allá de nuestras conjeturas, equivocaciones y necedades. No olvidemos que la irresponsabilidad política siempre abre las puertas al radicalismo y al mayor sufrimiento de los ciudadanos. 


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El virus no tiene la culpa

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Los hechos primero: mucho antes de que la OMS declarara la pandemia por el COVID-19, la economía mundial ya estaba en franca desaceleración. No hay una relación causal entre los dos eventos, aunque al cruzarse, ambos empeoran.

Hay una crisis en proceso desde tiempo atrás y preocupa mucho a los gobiernos de las principales economías ocultar a sus sociedades la verdadera naturaleza de los problemas; la psicosis por el riesgo a la salud contribuye a ocultarlos al escrutinio público, aunque no de todo mundo: el Vaticano está convocando a proponer un nuevo orden económico global.

Sólo para constatar que la desaceleración tiene años gestándose, partamos de la década de 1960 a 1969, cuando el PIB de Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Japón y el Reino Unido creció al 5.1% anual promedio para el conjunto, mismo que, en constante declinación, había caído al 1.2% entre 2011 y 2018.

Estados Unidos crece ahora a 2% anual mientras que Europa y Japón al 1% y las economías de Brasil, México, Turquía, Argentina, Sudáfrica y Rusia, las más importantes entre las emergentes, están prácticamente estancadas.

crisis por coronavirus
Imagen: Head Topics.

El crecimiento chino cayó a menos de 5% en 2019, la tasa más débil en casi 30 años y crecerá por abajo de 4% este 2020. Antes del famoso virus, el FMI había publicado que, “En cualquier escenario, el crecimiento global en 2020 caerá a 2.5 por ciento”.

Los aspectos de la crisis son múltiples, pero destacan la mortandad de empresas, la proliferación de mercados oligopólicos, la preponderancia del sector de servicios en el valor del PIB; la precariedad en la estabilidad de los empleos que además, han abatido la masa salarial, la concentración del ingreso y la menor productividad de la mano de obra.

Esos y otros factores –presentes en Europa, Asia y Norteamérica– se resumen –según la economía marxista y la de Keynes– en el rezago de la capacidad de compra de los mercados, ante una capacidad de producción instalada que, por lo mismo, va quedando sobrada, lo que hace innecesarias mayores inversiones para ampliar la oferta de cosas y necesaria la desaparición de capital excedente, lo que viene ocurriendo vía depreciación de activos físicos y quiebras empresariales.

Demanda y oferta son los dos motores de esta economía de mercado, faltos de la energía que aportan las expectativas de rentabilidad de las inversiones; a esa lógica han respondido las políticas públicas en Europa, Asia y Norteamérica ante la crisis: han dado toda suerte de estímulos a las ganancias del capital, incluyendo el abatimiento de los derechos laborales, la precarización de los empleos y baja de la masa salarial para abatir costos, lo que, obviamente, ahonda la brecha entre capacidad de consumo de los mercados y de oferta de la planta productiva.

crisis por coronavirus
Imagen: Cloudfront.

Contra ese enfoque de las políticas públicas, el Papa Francisco ha convocado a 2,000 economistas y empresarios de 115 países, todos menores de 35 años, para participar en el encuentro “La Economía de Francisco”, a celebrarse del 26 al 28 de marzo próximo en Asís (Italia).

La convocatoria tiene la finalidad de identificar las condiciones para tener una economía socialmente justa, económicamente viable, ambientalmente sostenible y éticamente responsable en el mundo.

La gravedad de los problemas económicos, ambientales y sus derivaciones sociales y políticas puede tener de bueno que facilite la unificación de criterios para construir soluciones.


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Epidemias en Bolsa: Inmunidad Histórica

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Estudia el pasado si quieres pronosticar el futuro.
Confucio.

Natural preocupación

Las caídas en las bolsas globales se han relacionado con una natural preocupación frente al creciente brote mortal de un nuevo tipo gripe en China (Coronavirus) que se propaga poco a poco a un mayor número de países. Sin embargo, al recordar el desempeño histórico de las Bolsas durante la aparición de otras epidemias, como el SARS, la gripe porcina, el Ébola y la gripe aviar, concluimos que han resultado INMUNES para los mercados accionarios en el tiempo. La gráfica anexa señala epidemias globales desde 1970 (50 años) y el comportamiento de las Bolsas a través del índice WSCI Word Index en donde la Bolsa de Estados Unidos es la de mayor peso. La duración promedio del impacto ha sido de 2 meses.

epidemias y bolsas
Fuente: Charles Schwab.

Esperanza y oportunidad

La gravedad del virus, en última instancia, dictará la reacción del mercado (se dice que su nivel de mortandad es menor a otras enfermedades, pero que su contagio es más rápido). Además, el Coronavirus llegó durante el Año Nuevo Lunar, cuando Asia tiende a ver un pico en los viajes y el gasto de los consumidores. China tiene cada vez mayor injerencia global. Sin embargo, muy esperanzador el hecho de que se estén reportando ya casos de pacientes curados. La corrección (baja de precios en acciones) por el evento, puede representar una oportunidad al fortalecer la expectativa de temporalidad de esta variable, tal y como ha sucedido en el pasado.


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Fin de año rojo para la BMV

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Los resultados del penúltimo día de actividades del 2019 el mercado accionario mexicano cerró a la par que los mercados mundiales.

Durante la jornada del 30 de diciembre, penúltimo día hábil del año para los mercados financieros, el mercado accionario mexicano tuvo un retroceso de 1.36 por ciento movimiento que se da con un volumen menor al promedio de los últimos 30 días,

El peso mexicano se depreció el lunes cediendo buena parte de las ganancias acumuladas en las últimas tres sesiones, en una jornada de pocos negocios por el periodo vacacional de fin de año, mientras que la bolsa de valores terminó con pérdidas.

* La moneda cotizaba en 18.9470 por dólar a las 2120 GMT, con un descenso del 0.61% frente al precio de referencia de Reuters del viernes.

* En las tres sesiones previas, el peso acumuló un rendimiento del 0.75 por ciento.

* Mientra tanto, el referencial índice S&P/BMV IPC cayó un 1.36 por ciento a 43,657.48 puntos, con un volumen de 81.8 millones de títulos negociados, por debajo del promedio de 138.5 millones de los últimos 30 días.

* Las acciones del grupo financiero Banorte encabezaron el retroceso, con un 3.60 por ciento menos a 105.0 pesos, seguidas por los de la minorista Wal-Mart de México, que restaron un 2.62 por ciento a 54.18 pesos.

* En el mercado de deuda, el rendimiento del bono a 10 años subía un punto base a 6.85%, mientras que la tasa a 20 años bajaba uno, a 7.14 por ciento.

Con información de Reuters.