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Efectos del cambio climático, una realidad captada en video

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Efecto del cambio climático aumenta nivel de agua en lagos glaciales

A lo largo de los años, el efecto del cambio climático ha generado el incremento en los niveles de agua en lagos glaciales, según muestra un video de la NASA sobre el agua almacenada.

De acuerdo con un estudio realizado por el científico Dan Shugar, de la Universidad de Cargary, Canadá, con base a la recopilación de 250 mil imágenes satelitales recopiladas por la NASA desde 1990, se logró reconocer que no toda el agua de deshielo llega a los océanos de manera inmediata, sino que se acumulan en los lagos glaciales.

“Sabemos que no toda el agua de deshielo llega a los océanos de inmediato”, indicó Dan Shugar, autor principal del estudio. “Hasta ahora no había datos para estimar cuánto se almacenaba en lagos o aguas subterráneas”, añadió.

El estudio publicado este lunes en la revista Nature Climate Change, señala que los científicos estiman que los lagos de origen glaciar suman un volumen total de agua de alrededor de 156 kilómetros cúbicos

La mayor parte de estos lagos se encuentran en sitios pocos poblados, como Groenlandia, o cerca de pueblos y comunidades, como ocurre en la cordillera del Himalaya. 

Estos hallazgos ayudarán a los científicos a evaluar los riesgos potenciales para las comunidades cercanas a los lagos y a mejorar las estimaciones del incremento del nivel del mar.

“Estos lagos glaciares a menudos no son estables. Están represados solo por hielo o sedimento glaciar llamado morrena, y representan un riesgo de inundaciones masivas aguas abajo que en el último siglo han causado numerosas muertes y destruido pueblos e infraestructura”, advierte Umesh Haritashya, geólogo de la Universidad de Dayton, Estados Unidos.

Los glaciares, centinelas del clima del planeta

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Grandiosos gigantes de hielo se levantan a la orilla del mar.

Se contemplan desde el océano en la distancia y, aun así, se logra escuchar un estertor intenso que parece provenir de las entrañas de la tierra.

Es una cuarteadura en el glaciar que asemeja un desgajamiento. El pantagruélico trozo de hielo se desprende y con lentitud insólita cae al mar.

Un inmenso volumen que por sus dimensiones en lugar de acelerar la caída parece prolongarla. Ésta es la norma, así ha sucedido desde siempre, aún antes de que el hombre caminara en la superficie del planeta. El volumen de deshielo de los glaciares es la señal de alerta del grado de avance del cambio climático en el planeta.

osos polares del Ártico
Osos polares del Ártico (fotografía: National Geographic).

Los mineros de antaño solían introducir un canario a las minas, si este perecía, tenían que desalojar inmediatamente. Había gas, peligro de muerte. Los glaciares son el canario de la Tierra. A diferencia de los mineros, nosotros no podemos evacuar el planeta.

Estas fenomenales masas de hielo existen desde tiempo inmemorial. Los más grandes glaciares están en la Antártida y en Groenlandia.

Durante milenios, la cantidad de nieve que caía en el invierno compensaba el hielo que se desprendía en el verano. A consecuencia del incremento de la temperatura, ello no ocurre más así. Esto es síntoma de que una catástrofe se avecina, ¿Lograremos detenerla?

deshielo en la Antártida
El deshielo de la Antártida (fotografía: Crónica Global).

De 1961 a la fecha, se calcula que se han derretido 9.6 billones de toneladas de hielo de los glaciares. La cifra es tan enorme que cualquier comparación resultaría inverosímil.

Un estudio predice que, de continuar el calentamiento de la tierra en la misma proporción, para el año 2100, los glaciares habrán perdido la tercera parte de su volumen.

El aumento de la temperatura global es solamente un elemento de lo que conocemos con el nombre de Cambio Climático. Concepto que define la variación global del clima de la Tierra, si bien es cierto que es un fenómeno que ha tenido lugar desde hace muchísimo tiempo, sin embargo, hasta hace un siglo, antes de la industrialización, estas variaciones se debían a causas naturales.

Deshielo de los glaciares de Groenlandia
Deshielo de los glaciares de Groenlandia (fotografía: Centra News).

Hoy la ciencia ha comprobado que la actividad humana provoca cambios radicales en el clima del planeta, lo cual además se traduce en una alteración de los patrones meteorológicos.

No es un hecho fortuito que los huracanes y los ciclones sean más frecuentes y más intensos. Del mismo modo, se registran cada año más tormentas de arena en los desiertos del Lejano Oriente y de África.

Los motivos principales de este cambio son la quema de combustibles fósiles, así como la disminución de los bosques y las áreas verdes. El uso de combustibles fósiles produce un fenómeno que se conoce como efecto invernadero.

tormenta de arena en desierto
Fotografía: Sputnik Mundo.

Y es que, como si se tratara realmente de las paredes de vidrio de un invernadero, al llegar a la atmósfera, algunos gases dejan pasar la luz, mientras retienen el calor y lo proyectan sobre la superficie terrestre.

Las partículas de estos gases permanecen en la atmósfera durante muchos años. Entre las evidencias más visibles de las alteraciones que el cambio climático está ocasionando en el medio ambiente, se encuentran:

~El aumento en la temperatura media en el planeta;
~La modificación de los patrones de lluvia y nieve;
~El alza del nivel del mar;
~La disminución de la superficie terrestre cubierta por nieve;
~La reducción en el tamaño de los glaciares;
~El incremento en la cantidad anual de tormentas;
~Y, a la vez, paradójicamente también, más cruentas sequías.

osos polares, glaciares
Osos polares del Ártico (fotografía: RTVE.es).

La velocidad del cambio climático no tiene precedente en la historia reciente de la humanidad. Esta alteración se traducirá irrevocablemente en un serio impacto tanto en el planeta mismo como en los sistemas socioeconómicos.

Sin lugar a dudas, éste es el gran reto mundial del siglo XXI. No basta con intentar adaptarse a los cambios, tenemos la obligación de instrumentar programas que contribuyan a disminuir la emisión de los gases que generan el efecto invernadero.

Con ese fin, los países necesitan generar políticas públicas tendientes a fomentar el uso de energías limpias, como la energía eólica y la solar.

glaciares, deshielo
Fotografía: RTVE.es.

Si bien es cierto que América Latina y el Caribe han contribuido en menor medida al cambio climático que los países desarrollados, la región es particularmente vulnerable a sus efectos, por lo cual deberá estar involucrada en la implementación de soluciones.

El 12 de diciembre de 2015, en la ciudad de París, bajo el impulso de las Naciones Unidas, los gobiernos de 195 países firmaron un acuerdo cuya intención era, entre otras cosas, cambiar los métodos de producción y transporte para evitar el avance del cambio climático.

Este documento se conoce con el nombre de Acuerdo de París. Un compromiso inusitado que tomó años para que se lograra.

cambio climatico
Fotografía: as.com.

México forma parte del acuerdo de París, por lo que resultan incomprensibles ciertas decisiones recientes. Entre ellas, tanto la súbita cancelación de los proyectos de energía eólica, como el flagrante y continuo debilitamiento del andamiaje institucional vinculado a la preservación del medio ambiente.

Frente a ello, y frente a los argumentos que dan cuenta de supuestos beneficios sociales a futuro, no queda sino preguntarse de modo urgente y responsable: ¿Puede existir beneficio económico para alguien, sin planeta?


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La crisis ecológica global y el COVID-19

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En momentos en que la atención pública esta concentrada en la problemática del presente y ve el futuro cercano con angustia e incertidumbre, es importante no perder de vista la perspectiva del mediano y el largo plazo ya que las decisiones que tomemos ahora determinarán nuestro futuro.

Actualmente analizamos con enorme preocupación la evolución de la pandemia del COVID-19, la crisis económica y los efectos sociales que se han desencadenado, la problemática de la seguridad pública, entre muchos otros temas. Pero es importante no olvidar los riesgos globales derivados de la crisis ecológica que estamos viviendo.

Recientemente el Washington Post publicó un artículo de Ishaan Tharoor sobre la catástrofe climática mundial que empeora las perspectivas de la pandemia del COVID-19. De acuerdo a este artículo estamos viviendo la crisis ecológica más grande de la historia humana debido a las emisiones de carbono más elevadas nunca antes registradas.

Señala el autor que a raíz de la pandemia del COVID-19, las cuarentenas, los confinamientos, la parálisis o la disminución de las actividades industriales, el comercio, los viajes, el turismo, se redujeron drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero. En algunos lugares el cambio ambiental parecía tangible. Algunas ciudades, lucían más limpias, se acabó el congestionamiento de tráfico, los ríos y lagos se veían más transparentes y la fauna salía de su confinamiento. Pero parece ser que la romántica visión de la naturaleza sanándose a sí misma, fue una ilusión. Ishaan Tharoor nos recuerda que en la actualidad el dióxido de carbono en la atmósfera es el más alto en la historia de la humanidad y probablemente el más elevado en los últimos tres millones de años.

crisis ecologica covid
Ilustración: Pʌvʌn.

A los conocidos efectos del cambio climático como el deshielo del ártico y del antártico, el derretimiento en Groenlandia, el permafrost, Siberia, la liberación de gas metano y de anhidrido carbónico con la consecuente acidificación de los océanos, la elevación del nivel de los mares, la desaparición de varias islas en el Pacífico, la alteración de la cadena alimentaria marina, la afectación de la agricultura y la salud, la mayor frecuencia e intensidad de huracanes y ciclones, así como de sequías e incendios forestales, se añaden muchas otras manifestaciones. En semanas recientes la tolvanera de polvo del Sahara que cruzó el Atlántico, esta vez con mayor intensidad, que puede incidir en infecciones y enfermedades respiratorias en un evento generacional que algunos especialistas vinculan con crecientes sequías en África del Norte.

También recientemente se vivió en Nueva Delhi una vasta plaga de langostas que los expertos no habían visto en décadas, así como sucesivas invasiones de insectos del desierto que se espera golpeen partes del sur de Asia en el verano y que también causan efectos devastadores en países del Este de África. La magnitud de estos fenómenos podrían ser una consecuencia directa del aumento de la temperatura en el Océano Índico que propició lluvias torrenciales y ciclones, según varios especialistas.

El Banco Mundial estima que la región del ‘Cuerno de África’ podría sufrir este año pérdidas por 8.5 billones de dólares por la afectación de cultivos y ganado como resultado del brote de langosta. Asimismo, naciones que están bajo el peligro de la inseguridad alimentaria, ahora enfrentan un peligro real de inanición. Según el Informe de la ONU previo al COVID-19: “El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo 2020”, en 2019, 47.7 millones de personas en América Latina y el Caribe padecieron hambre. Se calcula que 20 millones de personas más sufrirán hambre en una década, por lo que en 2030 afectarán a 67 millones de latinoamericanos.

Jonathan Overpeck de la Universidad de Michigan sostiene que el ártico se calienta muy rápidamente por los crecientes niveles de dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero. Según Naciones Unidas, las temperaturas en el círculo ártico han alcanzado los 38° Celsius, 17 grados más caliente para un 20 de junio. De igual forma, se detectó un gigantesco derrame de petróleo en el ártico, el mes pasado, que recuerda por su magnitud el accidente Exxon-Valdez.

crisis ecologica covid
Ilustración: Iconeo.

Pero no es sólo en este aspecto en el que estamos viviendo una gran crisis ecológica a nivel mundial. Un ejemplo de este fenómeno, entre muchos otros, se da también con la deforestación acelerada y progresiva del Amazonas. La deforestación en los últimos 50 años ha llevado a unas pérdidas nunca antes vistas de alrededor de un 15% de la vegetación original, una superficie equivalente a las tierras de Portugal, España y Francia juntas. Esto es debido a la expansión de la frontera agrícola para la adaptación de pastos para la ganadería; los grandes proyectos hidroeléctricos; el mercado criminal de maderas preciosas; la producción de soja, así como las explotaciones petroleras y mineras, entre otras causas.

Por otra parte, este creciente deterioro de la naturaleza está provocando reacciones en todos los ámbitos. Estamos ante un proceso de transición energética sumamente importante. Como señaló recientemente Jorge Suárez Vélez, el petróleo está en sus últimas fases como principal energético en el mundo. Shell, la principal empresa petrolera privada del mundo, anunció que amortizará 22 mil millones de dólares de activos (reservas), debido a la caída en la demanda de petróleo por la pandemia y porque tienen la meta de llegar a cero emisiones de carbono en 2050 para alinearse con el Acuerdo de París. De igual forma, BP, la segunda mayor empresa privada amortizará 17,500 millones de dólares. La consultora Deloitte señala que muchos combustibles fósiles jamás saldrán del subsuelo por lo que no es prudente contabilizar su valor potencial. Hace unos meses BlackRock, el mayor fondo de inversión del mundo, anunció que no apoyaría más a empresas de hidrocarburos ni a la industria del carbón.

En suma, a los efectos económicos y sociales de la pandemia hay que añadir la profunda crisis ecológica que estamos viviendo y las consecuencias en todos los órdenes en el presente y sobre todo en el futuro.


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Conferencia “Hacia un nuevo paradigma del desarrollo global sustentable y el COVID-19”

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La pandemia ha generado además de una problemática sanitaria, una inminente crisis económica y social, quizás sin precedentes en los últimos 100 años debido a su alcance mundial. Por eso hay una necesidad urgente de diseñar un nuevo paradigma para el desarrollo global sustentable. La humanidad se encuentra en uno de los momentos de mayor progreso de desarrollo científico e innovación, pero simultáneamente vivimos una serie de contradicciones. Nunca habíamos tenido el nivel de destrucción a la naturaleza que ahora ha provocado el hombre.

Cerca de 4 mil millones de personas, más de la mitad de la población mundial, se encuentra en situación de pobreza, hambre, con enfermedades, conflictos bélicos, guerras, migraciones, el cambio climático, y el agotamiento de muchos recursos naturales.

Hay indicadores del mundo escalofriantes: 55% de la población mundial no tiene acceso a la protección social; 736 millones de personas viven en pobreza extrema en 2015; 821 millones de personas padecían desnutrición en 2017; 750 millones de personas son analfabetos, de los cuales dos tercios son mujeres; 785 millones de personas en 2017 aún no contaban con servicios básicos de agua potable.

Si la población sigue creciendo aceleradamente y los modelos económicos continúan basados en la destrucción de la naturaleza, el mundo llegaría a un colapso gradual en el siglo XXI.

El Maestro Gerardo Gil Valdivia, expone todos estos puntos en la videoconferencia que se transmitió el 4 de junio a través de la Embajada de México en Colombia. A continuación el enlace desde Facebook:

https://www.facebook.com/EmbamexCol/videos/2698533793804973/

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Recuperación de la crisis del COVID-19, el Pacto Verde y la Agenda Digital

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La pandemia del COVID-19, la crisis económica global que provocó, sus efectos sociales y políticos, así como el futuro que nos depara, generan aún más preguntas que respuestas.

Sobre la pandemia del COVID-19 persisten muchas interrogantes en cuanto a su origen y evolución. En forma entendible, la atención se centra tanto en la elaboración de la vacuna como de los tratamientos y medicamentos que permitan curar este mal. Pero aún falta descubrir si el surgimiento de esta pandemia tiene una vinculación precisa con la contaminación que padece el planeta en todos sus ámbitos: el cambio climático, los efectos de la alteración de la composición geo-bioquímica de la Tierra, y la destrucción masiva de especies como consecuencia de los modelos de desarrollo depredadores de la naturaleza.

En el aspecto económico, es claro que vivimos la mayor crisis internacional de los últimos cien años. Para varios analistas esta crisis es solamente comparable con la “Gran Depresión” de 1929, que estimuló lamentables acontecimientos políticos como el triunfo del nacional-socialismo en Alemania.

Los organismos económicos y financieros internacionales como el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional, la OCDE, e instituciones regionales como el BID y la CEPAL, plantean la necesidad de movilizar cuantiosos recursos para superar esta crisis y retomar el camino del crecimiento y el desarrollo.

recuperacion riesgosa
Ilustración: Bretton Woods Project.

Cada país saldrá de esta problemática sanitaria y económica de acuerdo a sus capacidades. Los países altamente desarrollados, con una sólida posición fiscal, alta capacidad de endeudamiento y acceso a recursos financieros baratos, están en condiciones de canalizar grandes sumas de dinero para apoyar su recuperación. Las economías emergentes y los países pobres tienen un margen fiscal y una capacidad de endeudamiento mucho más reducidos. En consecuencia, es previsible que los efectos sociales y humanitarios de esta crisis sean mucho más graves.

Según la ONU, la economía mundial se contraerá 3.2% en 2020. La CEPAL pronostica una fuerte caída de la región. Asimismo, señala que en México esta crisis provocará un importante aumento de la pobreza y de la pobreza extrema. Este organismo señala que nuestro país tendría en 2020 un incremento de 4.8 puntos porcentuales en los niveles de pobreza extrema, en comparación con el año anterior, esto es, pasaría del 11.1% al 15.9% de la población en esta situación.

Como resultado de esta crisis global, en un primer análisis resulta que los sistemas sanitarios nacionales, aún en países desarrollados han sido insuficientes para la atención de la pandemia del COVID-19. Así también, es importante revisar y fortalecer a la Organización Mundial de la Salud (OMS). De igual forma, la estructura de las instituciones económicas y financieras multilaterales, y los mecanismos de cooperación internacional, resultan insuficientes para afrontar los riesgos globales.

Pero ahora falta saber cuándo y en qué términos vamos a regresar a la “normalidad”, y en la misma medida analizar cómo se va a dar la recuperación económica. Si las cosas van a volver a los esquemas de crecimiento económico altamente contaminante, destructor de la naturaleza y excluyente, corremos el riesgo de haber pagado un alto precio social, económico y humanitario que habrá sido inútil porque seguiremos siendo altamente vulnerables a los riesgos globales.

En este contexto, me parece importante atender al plan de recuperación que plantea la Unión Europea. Además de la movilización de cuantiosos recursos económicos a nivel continental en adición a los esfuerzos de cada país, el plan está basado en buena medida en el Pacto Verde y la Agenda Digital, según lo enuncia Úrsula von der Leyen, Presidenta de la Comisión Europea.

avance economico
Ilustración: Egade.

El Pacto Verde europeo plantea cómo hacer de Europa un continente climáticamente neutro en 2050, impulsando la economía, mejorando la salud, y la calidad de vida de los ciudadanos, protegiendo la naturaleza y no dejando a nadie atrás. El Pacto Verde establece una hoja de ruta con acciones para impulsar un uso eficiente de los recursos mediante el paso a una economía limpia y circular; restaurar la biodiversidad y reducir la contaminación. Para alcanzar estos objetivos se propone invertir en tecnologías respetuosas del medio ambiente; apoyar la innovación industrial; desarrollar sistemas de transporte público y privado más limpios, más baratos y más sanos; descarbonizar la energía; garantizar que los edificios sean más eficientes desde el punto de vista energético; y en forma muy importante promover normas medioambientales mundiales.

La Agenda Digital es también un proyecto que tiene varios años en desarrollo en la Unión Europea pero que se retoma con más fuerza a raíz del COVID-19, y conlleva re-diseñar las industrias y el sector servicios, siendo necesario incrementar la inversión en tecnologías digitales, infraestructura e innovación. Esto impactará prácticamente todos los sectores de la economía y la sociedad europeas.

En suma, en el proceso de recuperación y reconstrucción es necesario ir más allá para hacer sustentable el futuro de la humanidad. Son elementos fundamentales tanto el Pacto Verde como la Agenda Digital. Es indispensable diseñar una economía regenerativa, socialmente incluyente, así como preservar y fortalecer las libertades individuales.

La crisis provocada por el COVID-19 mostró cuán vulnerable es la sociedad internacional. Pero el confinamiento está mostrando también enormes posibilidades de acción de la sociedad civil y de la academia. Esta traumática experiencia que estamos viviendo nos enseña la urgencia de actuar para evitar otras catástrofes.


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El COVID-19, la crisis económica internacional y el futuro global

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Es claro que la pandemia del COVID-19 ha desencadenado una problemática inédita, por su magnitud, a nivel global. Las repercusiones en la vida, la salud y en la economía son de enormes dimensiones en todo el mundo.

Algunos países de la región del Asia-Pacífico como China, Japón, Corea del Sur, Hong Kong y Singapur parecen estar actuando adecuadamente. Por otra parte, en Europa, en particular en Italia y en España así como en los Estados Unidos, la reacción parece haber sido tardía. Pero lo peor puede venir para las naciones con economías emergentes como muchos países asiáticos, en África y en América Latina que carecen de los sistemas sanitarios, de la fortaleza económica y de la estructura institucional para hacer frente rápido y con éxito a las amenazas de esta pandemia y a las consecuencias económicas y sociales generadas por la misma.

La Organización Mundial de la Salud, la ONU, la OCDE, el Fondo Monetario Internacional, entre otras instituciones internacionales, al igual que numerosos grupos de estudio, se han ocupado del análisis y de los planteamientos de solución de la nueva problemática.

graffiti, coronavirus
Fotografía: El País.

De cualquier forma es claro que los sistemas de salud pública de casi todo el mundo no estaban preparados para una pandemia de estas características. Asimismo, no existen los mecanismos financieros internacionales, de carácter institucional, para hacer frente rápida y eficazmente a este tipo de contingencias.

Pero la situación humanitaria más preocupante es en los países pobres, que no sólo carecen de los sistemas sanitarios adecuados, sino que además tienen a grandes sectores de la población en pobreza y en el sector informal de la economía, lo cual hace muy difícil implementar medidas como el aislamiento social.

Ante esta situación Antonio Guterres, Secretario General de la ONU, ha anunciado el “Plan Mundial de Respuesta Humanitaria al COVID-19”, cuyo objetivo es combatir el virus en los países más pobres del mundo.

Estamos frente a una crisis extraordinaria de proporciones globales. Estos nuevos retos nos deben plantear la oportunidad de solucionar graves problemas estructurales que venimos arrastrando para emerger de esta contingencia más fuertes y, sobre todo, más sabios.

Africa, paises vulnerables, pandemia
Fotografía: MIT Technology Review.

No podemos seguir con un esquema de crecimiento económico global con el actual nivel de destrucción de la naturaleza, con la contaminación que generamos en todos los campos, la sobre-explotación de los recursos naturales y, principalmente, con el cambio climático. De acuerdo a toda la evidencia científica disponible el calentamiento global se continúa acelerando, exponiendo a la sociedad global a nuevos y mayores riesgos.

De igual forma, no podemos seguir con los niveles de desigualdad y persistente pobreza en numerosos países desarrollados como en economías emergentes.

Vivimos en la etapa de mayor desarrollo científico y tecnológico de la historia. Pero no hemos crecido en sabiduría. Tenemos una profunda crisis de valores que se traduce en un materialismo y en un consumismo grotesco y desbordado. Parece que hemos olvidado todas las enseñanzas de las culturas ancestrales y desterrado cualquier tipo de espiritualidad, absortos en la inmediatez, en el corto-placismo.

mundo y pandemia
Imagen: Getty Images.

Ésta es una oportunidad para iniciar un movimiento intelectual hacia una nueva Ilustración, como la del siglo XVIII, que dio impulso a la ciencia y la filosofía modernas abriendo paso al mundo contemporáneo. Pero ahora toca hacer un alto en el camino y recuperar el sendero que nos permita encontrar fórmulas de convivencia más adecuadas. Encontrar las soluciones y los nuevos equilibrios para un mundo saturado. Ya no son viables las soluciones derivadas de las teorías formuladas para un mundo vacío.

Se requiere de un paradigma con nuevos equilibrios entre el ser humano y el medio ambiente, entre el corto y el  largo plazo, entre el hombre y la mujer, especialmente entre el impulso individual y el interés general. Pero en esta búsqueda del equilibrio es importante no ir de un extremo a otro. Lo cual significa que, una cosa es proteger el interés general, y otra es caer, en nombre del mismo, en esquemas autoritarios.

pandemia, salud
Fotografía: Washington Times.

Algunas de las señales más claras del creciente deterioro que caracteriza a la sociedad contemporánea es, además de la destrucción del planeta, una economía global fuertemente dominada por la especulación financiera y un materialismo exacerbado. Pero también la degradación de los sistemas políticos, aún en países con tradición democrática.

La solución de la problemática contemporánea debe ser de la mano del conocimiento científico y de la solidaridad. No va a ser un camino fácil. Debemos preservar el interés general evitando caer en esquemas autoritarios y totalitarios. Para mí siempre es importante insistir en que la búsqueda de las soluciones a la problemática global debe estar en consonancia con el respeto del ambiente y la naturaleza, así como con la protección y defensa de los derechos y las libertades de las personas.

Crisis globales y cambio de época

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Se viven un conjunto de turbulencias a nivel global y, desde luego, en México, que en los últimos días han empeorado profundamente la situación.

Frente al estallido de la crisis sanitaria internacional por el coronavirus, COVID-19, en la provincia de Wuhan en China y que se ha esparcido a nivel mundial con graves consecuencias económicas y sociales, se añade actualmente la abrupta caída de los precios internacionales del petróleo.

El virus del COVID-19 fue atacado por el gobierno de China, aparentemente con eficacia, al aislar a la mencionada provincia de Wuhan y restringiendo las actividades en otras regiones del país.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha estado emitiendo sucesivas alertas sobre el desarrollo y la dispersión del coronavirus, que apenas hoy miércoles fue declarado oficialmente pandemia global.

Se han visto directa y profundamente afectadas, además de China, Corea del Sur, Irán e Italia. Sin embargo, los efectos y las consecuentes medidas sanitarias se dejan sentir por numerosos países en el mundo, en todas las regiones del planeta. Cada día hay más información sobre nuevos países afectados, así como acerca de fuertes medidas de prevención. En los últimos días cabe destacar la situación en España y en Estados Unidos.

pandemia y cambio de mundo
Ilustración: El roto.

La baja actividad económica en China, como consecuencia del virus COVID-19 y sus repercusiones planetarias, provocaron un claro descenso de la actividad económica en todo el mundo, dada la magnitud y la penetración de la economía China a nivel global.

Ante el decrecimiento de la demanda de petróleo, el viernes 6 de marzo, se celebró en Viena una reunión de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), para tratar de lograr un Acuerdo que permitiera reducir la oferta para evitar un impacto mayor en el precio internacional del hidrocarburo. Frente a la negativa de Rusia de reducir su producción, Arabia Saudita anunció que mantendrá la suya de 10 millones de barriles diarios, así como descuentos para su clientes y aliados. Esto provocó el desplome de los precios del petróleo en los mercados internacionales, así como la drástica caída de las bolsas en todo el mundo y la devaluación de las monedas de numerosas economías emergentes. Se inicia así una etapa de enorme volatilidad en el precio del petróleo, pero con una tendencia general claramente a la baja.

Esta situación nos acerca a una recesión mundial, cuya posibilidad ya había sido advertida por numerosos analistas y funcionarios internacionales. Las repercusiones en México pueden ser muy delicadas.

Esta grave situación, que amenaza con afectar a todos los países del mundo, no nos debe hacer olvidar otros muy críticos problemas que afectan al presente y al futuro de la comunidad internacional, como lo señaló António Guterres, Secretario General de las Naciones Unidas.

La ONU y la Organización Meteorológica Mundial (OMM) han presentado nuevamente la alerta del calentamiento global. La OMM presentó el 10 de marzo, el informe final sobre el estado del clima mundial en 2019, el cual confirma que los impactos del cambio climático se están incrementando.

En la presentación del informe, Guterres no le ha restado importancia al coronavirus, pero mientras que éste tendrá un impacto acotado en el tiempo, los efectos del cambio climático son constantes y por décadas. Añade que no debemos dejar de luchar contra el calentamiento y la desigualdad.

El año 2019 es el segundo con la temperatura media global más cálida desde que hay registros en 1880. Los últimos cinco años han sido los de más alta temperatura jamás registrados, al igual de lo que sucede con la última década. Además, este proceso persiste ya que enero de 2020 ha sido el “enero” más cálido que se ha registrado.

cambio climatico y COVID19
Ilustración: Juan Martín Ayerbe.

La OMM enfatiza la relación de este incremento de la temperatura con el aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero. Se aclara que el incremento de la temperatura media es sólo uno de los indicadores del cambio climático. Otros indicadores son el continuo declive del hielo ártico, de la capa de hielo de Groenlandia y el derretimiento de los glaciares.

El Informe de la OMM también señala los eventos meteorológicos extremos como sequías e inundaciones y los impactos que están teniendo en la salud humana, la seguridad alimentaria y las migraciones, entre otros efectos.

Los incendios forestales estuvieron en 2019 por encima de la media en Siberia y Alaska, en el Amazonas y en otros países de América del Sur. En Australia se quemaron 7 millones de hectáreas.

En suma, el mundo enfrenta problemas inéditos en la historia de la humanidad. Pero también reacciones positivas. Frente a la antigua y deplorable tradición de sometimiento de la mujer, México vivió dos excepcionales jornadas con la marcha contra la violencia de género el domingo 8 de marzo, en varias ciudades del país, que en la Ciudad de México fue espectacular, así como el paro realizado por las mujeres el lunes 9 de marzo.

Vivimos un cambio de época a nivel planetario. La solución de la problemática global pasa por la articulación de nuevos equilibrios: entre el ser humano y la naturaleza; entre el corto y el largo plazo; entre la velocidad y la estabilidad; entre lo privado y lo público; entre la igualdad y los incentivos al rendimiento, y muy significativa y urgentemente entre las mujeres y los hombres.

La solución a la problemática global y la articulación de sociedades de bienestar real requieren de una verdadera, auténtica y creciente colaboración entre mujeres y hombres.


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Antártida en ruinas

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Video muestra el efecto del cambio climático en la Antártida

Una onda de calor en la Antártida derritió el 20 por ciento de la nieve de una isla en nueve días a principios del mes de febrero, un síntoma más del efecto de cambio climático.

La Antártida experimentó su día más caluroso registrado a principios de este mes, alcanzando un máximo de 18 grados centígrados. Los Ángeles tuvo la misma temperatura ese día, dijo la NASA citad por CNN.

“No he visto que los charcos de deshielo se desarrollen tan rápido en la Antártida”, dijo Mauri Pelto, geólogo del Nichols College en Massachusetts, al Observatorio de la Tierra de la NASA. “Ves este tipo de eventos de derretimiento en Alaska y Groenlandia, pero no usualmente en la Antártida”.

Como señaló Pelot, los eventos de derretimiento como este son bastante raros para la Antártida, incluso durante el verano. Es uno de los lugares más fríos de la Tierra.

Esta ola de calor fue el resultado de altas temperaturas sostenidas, dijo, que casi nunca ocurrieron en el continente hasta el siglo XXI. Es el tipo de evento climático que se vuelve cada vez más común a medida que aumentan las temperaturas globales.

Un video compartido en Facebook muestra los efectos del cambio climático en la Antártida. Se observa como las paredes de un glacial se desprenden con fuerza. Los casquetes polares o capas de hielo en la Antártida se derriten rápidamente debido a la contaminación por gases que atrapan el calor de los humanos