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2021: Año de la Economía Creativa para el Desarrollo Sostenible

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Cuando se nos ocurre una idea o generamos algo nuevo estamos poniendo en marcha nuestra capacidad creativa. Como afirmaran los profesores Julio César Penagos y Rafael Aluni, “los mayores logros de la humanidad, son logros de la creatividad”, gracias a ella hemos revolucionado al mundo.

La facultad que tenemos de cambiar las cosas a través de la creación e innovación está presente en cada una de nosotros, y es clave para descifrar soluciones a los constantes cambios y retos que se nos presentan.

El arte y la cultura, por ejemplo, además de darnos identidad y sentido de pertenencia, pueden ser generadores de bienes y actividades económicamente productivas.

Es el caso de las artesanas aymaras en Bolivia, que si bien han utilizado sus habilidades de tejido para elaborar ropa, sombreros y mantas como parte de sus tradiciones culturales; hoy usan su experiencia para crear dispositivos útiles para el tratamiento de defectos cardíacos congénitos en niños.

El diseño de estas piezas se debe al cardiólogo Franz Freudenthal, las cuales son elaboradas manualmente con nitinol y duran toda la vida; no obstante, su intrincada fabricación solamente es posible gracias a la herencia cultural de un tejido ancestral basado en la “chakana” o cruz andina, que no ha podido ser replicado por máquinas.

economia creativa
Imagen: Souls Designs.

La “economía creativa” o “naranja”, como también se le conoce, ha sido descrita como el conjunto de actividades a través de las cuales las ideas se transforman en bienes y servicios culturales e innovadores, cuyo valor podría estar protegido por derechos de propiedad intelectual.

Este concepto incluye a la economía cultural (artes visuales y escénicas); a las industrias culturales (artesanales, audiovisuales, editoriales y fotográficas); a las creaciones funcionales (diseño de interiores, artes gráficas, ilustración, joyería, videojuegos, publicidad y moda), y a las actividades de apoyo creativo (marketing, diseño de productos o de empaques).

De acuerdo con cifras del INEGI durante 2019, el sector de la cultura significó el 3.1% del PIB nacional. En el mismo año, el gasto en bienes y servicios culturales por parte de los hogares, el gobierno, las sociedades no financieras y los no residentes en el país, ascendió a 909 mil 864 millones de pesos.

Este 2021 ha sido declarado por la Asamblea General de las Naciones Unidas como el Año Internacional de la Economía Creativa para el Desarrollo Sostenible, la cual será esencial en el modelo económico del futuro.

La economía creativa busca generar desarrollo dando peso a las ideas, la innovación e imaginación con un enfoque de sostenibilidad; es decir, colmando las necesidades del presente sin comprometer a las generaciones que vienen; guardando equilibrio entre el crecimiento económico, el cuidado del medio ambiente y el bienestar social.

desarrollo en pandemia
Imagen: Business Standard.

El Foro Económico Mundial en su “Informe sobre el Futuro del Empleo 2020”, estima que, para 2025, un total de 85 millones de puestos de trabajo como los conocemos hoy desaparecerán, y que la creatividad figura entre las habilidades más necesarias en el mercado laboral para ese año.

En el contexto actual de crisis, no sólo sanitaria, sino laboral y financiera, como señala el BID, para aprovechar las bondades de la economía creativa y su valor, tanto cultural como comercial, será fundamental proporcionar la infraestructura necesaria y la capacitación que se requiera para fomentar nuevas habilidades.

La creatividad es un recurso de gran valor, pues retomando las palabras de Víctor Hugo, “lo que conduce y mueve al mundo no son las máquinas, sino las ideas”.

En este año que inicia, la economía creativa puede ofrecernos una nueva narrativa para construir un mejor futuro, que nos lleve a descubrir nuevas oportunidades de desarrollo, que ayuden a superar los difíciles escenarios que plantea la pandemia, con un sentido de empatía y protección a nuestro entorno, que es el único que tenemos para vivir.


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La Alfabetización Digital en la Agenda 2030

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En 2015 los Estados Miembros de la Organización de las Naciones Unidas adoptaron la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, la cual a través de 17 Metas –Sustainable Development Goals (SDGs)– se ha convertido en punto de referencia y plan compartido de acción para promover el desarrollo de las naciones en un contexto de desigualdades mundiales y ante un panorama donde los retos son globales. Temas como la pobreza, la desigualdad, el clima, la degradación ambiental, la prosperidad, la paz y la justicia son abordados por la Agenda 2030 para que, a partir de líneas de acción generales cada país incorpore en sus planes y proyectos de desarrollo las estrategias para atender los rezagos y fortalecer sus logros en todas las áreas sociales. En un plazo de quince años, se ha planteado la posibilidad de superar carencias históricas que han dado como resultado un mapa de desequilibrios mundiales en el acceso a los recursos, al bienestar, a la educación, a la salud. En el contexto de Globalización y derivado de la pandemia por COVID-19 esas Metas de Desarrollo Sostenible son más que necesarias toda vez que la crisis sanitaria ha puesto de relieve otras carencias y debilidades estructurales alrededor del mundo, particularmente en las naciones más pobres, pero también esa misma crisis ha impulsado a fuerza de la necesidad procesos educativos inéditos, proyectos artísticos y de investigación que no se habían experimentado o que apenas se vislumbraban en años anteriores.

La tecnología y sus expresiones contemporáneas han sido de los factores que aceleraron su paso en 2020, trayendo con ello la emergencia de comunidades e individuos para integrarse a los procesos digitales que en 2021 estarán en primer plano. La educación mediada por computadoras, las clases a distancia, el trabajo remoto son sólo algunas de sus expresiones, pero altamente significativas por el esfuerzo de aprendizaje y de uso que ha significado para millones de personas el contacto con la lógica del ciberespacio. 

De esta manera, ya sea que se hable de la investigación científica, del impacto de la digitalización en la vida cotidiana de las personas, de la convergencia mediática o del papel de la educación en el nuevo mapa conceptual del mundo existen herramientas tecnológicas que participan de la realidad de hoy en día e intervienen en todos los procesos educativos, de socialización y organización en todas las comunidades.

Desarrollo Sostenible

Uno de los ámbitos de intervención transversal en este panorama es la Alfabetización Digital, también conocida como Alfabetización Mediática e Informacional (AMI) o en su versión en inglés, como Media and Information Literacy (MIL), que se refiere a la formación de las personas, de cualquier edad y sin importar su nivel educativo formal, para que obtengan herramientas conceptuales e instrumentales que les permitan fortalecer, ampliar y optimizar su relación con el ciberespacio, la Internet, la WWW y las tecnologías de la información y la comunicación y todos aquellos ámbitos que aterrizan en sus mentes y sus cuerpos a través de gadgets, plataformas e interfaces.

La UNESCO, a través de la iniciativa MIL CLICKS (unesco.org) ha puesto en marcha y a disposición de cualquier individuo, colectivos, gobiernos y empresas una gran cantidad de recursos educativos e información en línea para comprender el papel que las herramientas tecnológicas y los procesos digitales juegan en la cotidianidad y propiciar que cada persona usuaria de un smartphone, una computadora, una tablet, una laptop visualice, y comprenda, su participación en la Ecología Tecnológica y Mediática, no sólo como quien recibe mensajes e información, sino como entidad activa en la producción, diseminación y transmisión de mensajes. Información y formación para una ética en línea. Dar click, reenviar un mensaje, subir una fotografía, marcar “Me gusta”, retuitear un contenido, es hoy una responsabilidad personal. El primer paso es saberlo y asumirlo. Ahí comienza la Alfabetización Digital.


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Ciudades resilientes para ser sostenibles

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Como nativa y habitante de nuestra gran Ciudad de México que integra un complejo mosaico de expresiones de riqueza, diversidad y contrastes, donde conviven distintas realidades, no podía dejar de escribir sobre ella en el marco del Día Mundial de las Ciudades, que tuvo lugar el pasado 31 de octubre.

Como en muchos ámbitos, la pandemia del COVID-19, que parece no tener fin, ha trastocado las dinámicas de los entornos citadinos y puesto en evidencia la necesidad de cambiar la forma en que vivimos y nuestra relación con el medio ambiente si queremos seguir existiendo.

El Plan de Respuesta COVID-19 de ONU Hábitat de 2020 confirma que más de 1,430 ciudades en 210 países se vieron afectadas por esta enfermedad, y que más del 95% de los casos se detectaron en áreas urbanas.

En este contexto sanitario, se agravan los problemas de las capitales como la exclusión y marginación, la inseguridad, los asentamientos humanos irregulares, la violencia, la pobreza y la desigualdad. Se alteran los roles en las familias, sobrecargando a las mujeres que han sido las más afectadas, y se plantean mayores retos de cobertura y calidad en la prestación de servicios.

nueva realidad
Ilustración: Nick Muncy.

Cuando se presentan fenómenos naturales o provocados por el hombre que impactan severamente, las ciudades tienen que volverse resilientes; es decir, ser capaces de adaptarse y continuar; de evaluar, planear y actuar, con responsabilidad, para sortear todo tipo de obstáculos. Significa que puedan resistir y recuperarse de una crisis, estar preparadas para proteger y mejorar la vida de sus habitantes, y asegurar su desarrollo.

De acuerdo con datos de la ONU de 2019, se estima que la población mundial alcanzará 9.700 millones en 2050, y como se advertía en el World Cities Report 2016 de ONU Hábitat, el 54% de la población está en zona urbanas.

De ahí la importancia de diseñar ciudades inclusivas, seguras, resilientes y sostenibles, como se plantea en el objetivo número 11 de la Agenda 2030 sobre el Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas.

Como parte de sus metas, se busca que las ciudades adopten políticas y acciones que reduzcan el impacto ambiental mediante una adecuada gestión de desechos, o a través de la construcción de espacios verdes, seguros y accesibles, sobre todo para grupos vulnerables; que se planifiquen los asentamientos urbanos; que los recursos se usen con eficiencia, que se garanticen los servicios; y se generen protocolos contra desastres.

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Imagen: Ensia.

Las tecnologías de la información y de la comunicación y otros medios pueden contribuir a mejorar el entorno, los servicios y la atención de necesidades. Ejemplos de ello, son: i) el edificio de oficinas Plus-Energie Bürohochhaus en Austria, que devuelve a la red eléctrica más energía de la que usa, ii) el sistema de abastecimiento de agua de Bombay en India, que ha propiciado una reducción del 50% de las fugas, mediante el uso de contadores inteligentes que se controlan a distancia, o iii) o el huerto urbano que está siendo desarrollado en París por el despacho Valode & Pistre que, valiéndose de una técnica avanzada de hidroponía, pretende alimentar a parte del pueblo francés de manera sostenible.

Cecilia Goya de Riviello, Directora General de Natura, afirmaba que “ser sustentable no es sólo lavar las culpas ni sólo cuidar el medioambiente, sino ser socialmente justo, ser responsable por todo lo que está en mi ámbito de acción, y a partir de ello, también ser económicamente viable”.

Ésta es justo la visión que debe guiar a las grandes urbes, como la Ciudad de México, para que, de forma resiliente, supere las adversidades, y oriente su andar hacia un crecimiento sostenible.


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Recuperación post COVID-19 es posible con políticas sostenibles: CEPAL

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Países de América Latina y del Caribe aprueban la propuesta de la CEPAL, la “Resolución de San José”, en donde los países acogen el enfoque integrado a edificar un nuevo futuro post Covid-19 en la región mediante una recuperación transformadora del desarrollo, con mayor igualdad y sostenibilidad.

A raíz de la pandemia a principios de marzo, y los recientes rebrotes que han surgido en países de Europa, se ha registrado una mayor contracción del PIB y del comercio mundial, que ha ocasionado la creciente incertidumbre en las economías del mundo.

El lento e inestable crecimiento del producto y del comercio mundial debido a los problemas estructurales existentes de las economías, fueron tema central del trigésimo octavo período de sesiones de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) que se celebró por primera vez de forma virtual.

Amina Mohammed, Vicesecretaria General de las Naciones Unidas, señaló que los efectos negativos del Covid-19 en los países de la región han restringido las respuestas de los gobiernos a las urgencias de la pandemia y, en el mediano plazo, socavan su capacidad de reconstruir mejor.

“En este sentido, las Naciones Unidas, y la CEPAL en particular, han puesto sobre la mesa muchas propuestas audaces y novedosas, como un ingreso básico de emergencia para los más vulnerables, exenciones de impuestos y períodos de gracia para las pequeñas y medianas empresas, una canasta básica digital, un nuevo pacto político y fiscal para asegurar una protección social universal y una transición energética verde en la región, entre otras”, declaró.

A través de esta resolución, la CEPAL proporciona un marco mundial para el financiamiento del desarrollo sostenible, que forma parte integral de la Agenda 2030, subrayando que es necesaria una cooperación internacional en la movilización rápida y eficaz de recursos para hacer frente a los problemas de desarrollo.

Estas acciones incluyen la construcción de políticas coherentes y capacidades institucionales, el acceso al financiamiento (que es crítico para la recuperación global y el crecimiento económico), la necesidad de que las instituciones financieras internacionales adopten nuevos enfoques sobre los riesgos y reduzcan la naturaleza pro-cíclica de los flujos financieros hacia los países, y forjar asociaciones para el desarrollo confiables, con el apoyo del Sistema de Desarrollo de las Naciones Unidas.

“La Agenda 2030 entrega un marco de referencia para responder efectivamente a los desafíos actuales. Para complementar las acciones nacionales, las organizaciones regionales como la CEPAL juegan un rol importante para aplicar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) al contexto regional”, dijo Rodrigues-Birkett, embajadora de Guyana.

En sus palabras de clausura la Secretaria Ejecutiva de la CEPAL, Alicia Bárcena, exhortó a los presentes considerar las brechas estructurales y la situación de vulnerabilidad a la que fueron expuestos la comunidad internacional por el brote de Covid-19.

“El documento que presentamos es un documento para la acción, realista y necesario, que responde a las necesidades urgentes de América Latina y el Caribe. Queremos reiterar que la salida a esta crisis requerirá liderazgos transformadores y capacidad de diálogo y de construcción de pactos políticos y sociales que convoquen amplias coaliciones para garantizar acceso universal a la salud, a la protección social, al empleo con dignidad. Se necesita un cambio en los modos de producción y consumo, para construir Estados de Bienestar”, agregó Alicia Bárcena.

“Reconstruir con igualdad y sostenibilidad es el camino. Esto requerirá de pactos sociales y políticos para garantizar que estos objetivos se conviertan en política de Estado, con la participación de comunidades, empresas, mujeres y jóvenes. A su vez, se precisan nuevas formas de gobernanza mundial para proveer de bienes públicos globales, como la salud universal (una vacuna contra el coronavirus para todos), la seguridad climática y la protección de la atmósfera, la estabilidad financiera, la paz y la protección de los derechos humanos”, enfatizó la Secretaria Ejecutiva de la CEPAL.

México será el anfitrión del Congreso Iberoamericano de Cultura 2020

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Del 4 al 8 de noviembre próximos, podrás seguir vía streaming la agenda virtual del Congreso.

México será el país anfitrión del VII Congreso Iberoamericano de Cultura que tendrá como eje la relación entre la cultura y el desarrollo sostenible, realzando los aportes que se pueden hacer para mejorar la calidad de vida de los iberoamericanos.

Ante el relanzamiento del congreso, su lema: “Cultura y Desarrollo Sostenible”, tiene el objetivo de vincular el mandato al Espacio Cultural Iberoamericano de la XXVI Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno en Antigua, Guatemala, (2018), donde se decidió sumar la cultura como una herramienta de desarrollo junto a los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030.

Organizado por la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB), la Secretaría de Cultura del Gobierno de México y la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI), con el apoyo de los 22 ministerios y secretarías de Cultura de Iberoamérica y la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), el Congreso se realizará de forma telemática.

Bajo el panorama que vive en mundo rodeado de crisis multidimensionales derivadas por la Covid-19, la próxima edición del Congreso Iberoamericano de Cultura tendrá en un lapso de 5 días, una agenda de actividades principalmente virtuales, con ponencias en español y portugués para fomentar el bilingüismo, distribuidas en seis ejes temáticos.

Dichos ejes están formados de la siguiente manera:

1. Ciudadanía cultural para el Desarrollo Sostenible.
2. Institucionalidad de la cultura para el Desarrollo Sostenible.
3. Dimensión económica de la cultura para el Desarrollo Sostenible.
4. Dimensión social de la cultura para el Desarrollo Sostenible.
5. Dimensión medio ambiental de la cultura para el Desarrollo Sostenible.
6. Salud y cultura para el Desarrollo Sostenible.

En esta VII edición, se contará con la participación de representantes de instituciones gubernamentales, organizaciones de la sociedad civil, y miembros diversos de comunidades académicas, artísticas y culturales de Iberoamérica.

Las actividades que integran la agenda se han clasificado, según su naturaleza y propósitos en cuatro categorías: actividades de reflexión plenarias, de reflexión interactiva, testimoniales y artísticas.

En el enlace puedes consultar a detalle todo el contenido del programa: https://congresoiberoamericanodecultura.org/

Sembrando una nueva normalidad. Primera reforestación virtual de Ectágono

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En el transcurso de estos días, Aeroméxico junto con Ectágono –empresa líder en bienestar integral y desarrollo sostenible– llevaron a cabo una transmisión a través de las plataformas digitales de Ectágono en la que muchas mexicanas y mexicanos se unieron para sembrar una nueva normalidad, logrando una meta de 4,000 árboles en tan solo 6 días.

La reforestación se lleva a cabo en las 300 hectáreas de uno de los grandes pulmones verdes de la Ciudad de México: “La Barranca de Tarango”, declarada en el 2009 como Área de Valor Ambiental (AVA).

Christian Pastrana, Director de Comunicación y Asuntos Públicos de Aeroméxico señaló la importancia de cumplir con la Agenda 2030 de las Naciones Unidas: “Trabajar por un mundo sostenible para las siguientes generaciones es una exigencia y las acciones por el clima son fundamentales. Las alianzas con organizaciones como Ectágono y Reinserta permiten resultados más efectivos e incluyentes”.

La reforestación de árboles es una de las alternativas para combatir el cambio climático, pues entre sus múltiples beneficios, los árboles no sólo producen el oxígeno que respiramos, también funcionan como amortiguadores de ruido, refrescan nuestro entorno con la humedad, crean pequeños ecosistemas, protegen el suelo de erosión y retienen agua de lluvia que sirve para los mantos acuíferos, entre otros.

El plan de negocio de Aeroméxico involucra una estrategia sostenible, como sostiene Erica Valencia Torres, Fundadora de Ectágono, afirmó que “la participación de Aeroméxico con Ectágono en la primera reforestación digital en la CDMX es una estrategia que invita a crear acción por el ambiente y a sembrar juntos la nueva normalidad en la que queremos vivir”.

Pero esta no es la primera vez que la aerolínea mexicana se vincula con diferentes organizaciones y comunidades para fomentar una cultura de desarrollo sostenible, pues en el 2019 logró una reforestación de 2.5 hectáreas del Nevado de Toluca, redujo más de 17 mil toneladas de CO2 en la operación de las aeronaves y removió el 80% de agitadores de plástico abordo, sosteniendo así su postura pro-ambientalista dentro y fuera de la compañía.


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Las tendencias globales después del COVID-19 y sus riesgos

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Como lo hemos señalado reiteradamente, la humanidad vive un conjunto de retos inéditos derivados del acelerado proceso de destrucción de la naturaleza, de la sobreexplotación de los recursos naturales y el aún acelerado crecimiento de la población mundial. Los modelos de crecimiento económico que empleamos a nivel global han sido altamente contaminantes y destructivos de la naturaleza. El cambio climático es una expresión de este proceso de contaminación y degradación causado por la actividad humana. Directamente vinculados con el cambio climático están los nueve límites naturales del planeta que están siendo rebasados y que significan las condiciones básicas para la preservación de la vida social e individual en el mundo.

Este panorama se ve agravado por la pandemia del COVID-19 que está afectando la vida y la salud de las personas. De igual forma, esta pandemia generó una profunda crisis económica y social que para algunos analistas sólo es comparable con la Gran Depresión de 1929. Asimismo, se teme que los efectos económicos de esta pandemia tendrán severas consecuencias sociales especialmente en algunas economías emergentes y en países pobres.

Algunas de las tendencias post-pandemia y sus riesgos son, desde mi perspectiva, los siguientes:

1. Es clara la necesidad de fortalecer la lucha contra el cambio climático y en general contra todo el proceso de destrucción de la naturaleza. Esto va desde el respeto a los límites naturales del planeta hasta el cambio de fondo de los modelos de crecimiento económico para lograr generar progreso, desarrollo y bienestar desvinculándolo de la degradación y contaminación de la naturaleza.

energias y tendencias
Imagen: Financial Times.

El riesgo consiste en que los intereses corporativos presionen para una recuperación lo más rápido posible, haciendo las cosas como se venían ejecutando. La evidencia científica nos muestra que estamos ya en un punto muy delicado para el futuro de la humanidad, por lo que es urgente un cambio de fondo en la actividad económica y social, en especial en la industria y la energía.

2. Una segunda tendencia es transitar con mayor velocidad hacia una agenda digital. Es necesario vincular cada vez más la innovación científica y tecnológica al desarrollo y el bienestar. Esto significa desde la Inteligencia Artificial hasta todos los avances en robótica, la investigación bio-médica, entre otros avances, por mencionar sólo algunos aspectos.

Es particularmente interesante la posición de Ursula von der Leyen, comisaria de la Unión Europea que plantea una política de recuperación del COVID-19 sobre dos ejes, el pacto verde y la agenda digital.

El riesgo es que en muchos países subdesarrollados aún no hay conciencia de la relevancia de la agenda digital. Esto va a ampliar la brecha entre los que accedan al progreso y al bienestar, y los que se queden atrás. De igual forma, hacia el interior de las sociedades, en particular en los países en desarrollo con fuertes desequilibrios sociales, esta brecha se puede ampliar. La incorporación social a los avances científicos y tecnológicos exigen sistemas educativos modernos que permitan cerrar esa brecha.

3. Una nueva arquitectura internacional institucional. La crisis económica que provocó el COVID-19, y antes la lucha contra el cambio climático, expresada muy significativamente en el Acuerdo de París de 2015 y en la Agenda 2030 de Naciones Unidas, junto con la atención de otros problemas económicos y sociales, han dejado claro la necesidad de rediseñar y fortalecer una nueva arquitectura internacional institucional para afrontar los riesgos globales del presente y del futuro. El peligro es que se carezca de la voluntad política, por la confrontación entre las potencias, para generar los consensos necesarios que permitan instrumentar los cambios requeridos.

Ursula Gertrud von der Leyen
Ursula Gertrud von der Leyen, política y médica alemana, actual presidenta de la Comisión Europea (Fotografía: Murcia Economía).

4. Es necesario lograr nuevos equilibrios. En la formulación de los cambios que se requieren, es necesaria la búsqueda de nuevos equilibrios: a) Entre el ser humano y la naturaleza; b) Entre el interés individual, motor del progreso y el desarrollo y el interés general de la población; c) Entre el corto y el largo plazo. Es claro que con frecuencia los intereses políticos y económicos están sometidos al corto plazo (la próxima elección o el actual ejercicio fiscal), pero esta situación nos puede llevar a tomar decisiones destructivas; d) Entre mujeres y hombres. Actualmente el camino del progreso y el desarrollo sólo se puede lograr a través de una creciente colaboración entre ambos, sin prevalencia de unos u otros.

5. La defensa de los derechos y las libertades fundamentales. En el pasado reciente se ha estado dando a nivel global una fuerte tendencia al totalitarismo y el autoritarismo. Lo estamos viendo en todo el mundo. Ya lo hemos visto en el pasado. Se han vivido situaciones similares. En la década de los treinta del siglo pasado, Europa se vio asfixiada por el nazismo y el fascismo por una parte frente al comunismo soviético por la otra. El mundo logró librarse (más o menos) de ambos peligros. Ahora hay nuevamente tendencias autoritarias. A las viejas tiranías se unen nuevas dictaduras y autoritarismos tanto en países desarrollados con tradición democrática como en el mundo en desarrollo.

El problema actual es que, con las nuevas tecnologías en todos los órdenes, los mecanismos de control sobre la población pueden ser más efectivos. Es por eso que hay que luchar por un Estado democrático de Derecho, por la preservación de las libertades y el respeto a la dignidad humana.


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Conferencia “Hacia un nuevo paradigma del desarrollo global sustentable y el COVID-19”

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La pandemia ha generado además de una problemática sanitaria, una inminente crisis económica y social, quizás sin precedentes en los últimos 100 años debido a su alcance mundial. Por eso hay una necesidad urgente de diseñar un nuevo paradigma para el desarrollo global sustentable. La humanidad se encuentra en uno de los momentos de mayor progreso de desarrollo científico e innovación, pero simultáneamente vivimos una serie de contradicciones. Nunca habíamos tenido el nivel de destrucción a la naturaleza que ahora ha provocado el hombre.

Cerca de 4 mil millones de personas, más de la mitad de la población mundial, se encuentra en situación de pobreza, hambre, con enfermedades, conflictos bélicos, guerras, migraciones, el cambio climático, y el agotamiento de muchos recursos naturales.

Hay indicadores del mundo escalofriantes: 55% de la población mundial no tiene acceso a la protección social; 736 millones de personas viven en pobreza extrema en 2015; 821 millones de personas padecían desnutrición en 2017; 750 millones de personas son analfabetos, de los cuales dos tercios son mujeres; 785 millones de personas en 2017 aún no contaban con servicios básicos de agua potable.

Si la población sigue creciendo aceleradamente y los modelos económicos continúan basados en la destrucción de la naturaleza, el mundo llegaría a un colapso gradual en el siglo XXI.

El Maestro Gerardo Gil Valdivia, expone todos estos puntos en la videoconferencia que se transmitió el 4 de junio a través de la Embajada de México en Colombia. A continuación el enlace desde Facebook:

https://www.facebook.com/EmbamexCol/videos/2698533793804973/

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