igualdad de género

Memorias del #8M2021

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Como cada 8 de marzo, ante una ciudad amurallada, símbolo de la cerrazón y de la provocación del gobierno en turno, las mujeres alzamos la voz frente a la incesante violencia que enfrentamos no sólo en la CDMX sino en todo el país.

Nuevamente, el color violeta inundó las calles como bandera de lucha por nuestras libertades, nuestra dignidad e incluso nuestra vida. Sin embargo, la única respuesta que se obtuvo por parte del gobierno fue más violencia.

En una abierta confrontación, alejados de su objetivo primordial y reproduciendo todos los prejuicios que se buscan erradicar a través del feminismo, los cuerpos policíacos que se deberían encargar de velar por la integridad y la vida de todas las mujeres que vivimos en la capital, fueron utilizados para intimidar y reprimir.

Dia Internacional de la Mujer, 8M
Imagen: La Sexta.

Cada día estamos más lejos de esa ciudad moderna y progresista que ha sido pionera en el reconocimiento de los derechos de las mujeres desde hace décadas. La falta de compromiso con la agenda de las mujeres por parte del gobierno ha quedado en evidencia y con ella, la posibilidad de construir un futuro distinto al presente que hoy nos aqueja como sociedad.

La deuda histórica que aún prevalece en materia de igualdad y empoderamiento de las mujeres fue desplazada a segundo plano por la falta de sensibilidad ante los legítimos reclamos de miles de mujeres que lo único que queremos es vivir tranquilas y seguras en nuestros entornos.

Hoy sabemos que no les importa garantizar condiciones de vida más igualitarias para las niñas y mujeres en nuestro país. Se les olvidó que la desigualdad, la pobreza y la falta de oportunidades impacta de manera desproporcionada a este sector de la población, cerrando la puerta a la posibilidad de construir una vida mejor para nosotras y para nuestras familias.

8 de marzo, dia de las mujeres
Imagen: Bahía Software.

Lejos estamos de poder retomar el rumbo en el ejercicio de los derechos de las mujeres, frente al desdén y la indiferencia que llevaron a la desaparición de políticas públicas integrales como las estancias infantiles que garantizaban mejores condiciones para las familias trabajadoras, imponiéndole cargas adicionales a las que ya tienen en materia de cuidados, o como los refugios para mujeres víctimas de violencia, dejando a su suerte a más de 20 mil mujeres que eran atendidas a través de este programa.

Hoy parece ser que no importa que en la peor crisis sanitaria y económica que ha vivido nuestro país, millones de mujeres hayan dejado de tener un empleo y un ingreso para mantener a sus familias. No importa que las brechas salariales entre mujeres y hombres por realizar el mismo trabajo sigan existiendo y que únicamente permitan que las mujeres reciban menos de 5 mil pesos mensuales. No importa que las mujeres no tengan las mismas posibilidades de tener un empleo formal con prestaciones como servicios médicos y ahorro para el retiro.

Tampoco importa que vivamos en un país donde son asesinadas 11 mujeres al día, por el sólo hecho de ser mujer. Ni que haya más de 4 mil mujeres desaparecidas en poco más de 2 años. Ni que cada día haya casi 500 denuncias por violencia familiar. Ni que el 90% de las mexicanas hayamos sido víctima de algún tipo de violencia en el trabajo, en los espacios públicos o en los hogares donde deberíamos sentirnos seguras y protegidas.

8M lucha mujeres
Imagen: Hoy Mercedes.

Para todas esas mujeres, dentro del vergonzoso y lamentable muro que cercó Palacio Nacional, sólo hubo descalificación, estigmatización y negación de nuestra dolorosa realidad; no hubo soluciones, ni mucho menos empatía.

De nuestro lado, quedaron marcados los nombres de miles de víctimas en nuestra memoria. Nos queda la rabia, el amor y la fuerza para seguir resistiendo juntas, luchando hombro a hombro por un país donde haya justicia y paz para las mujeres que aquí seguimos y para las familias de las mujeres que hemos perdido en el camino.


Injusticia laboral de mujeres inicia en el hogar

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Lorena es abogada y madre. Su día inicia desde las 5 de la mañana para que antes de irse a su despacho deje preparado el desayuno de sus dos hijos, ponga sobre la mesa el material escolar y ordene un poco la vivienda. Aunque no recibe ni un peso por ello, cuando llega de su centro de trabajo lava la ropa del día siguiente y alista algo para cenar. 

Ahora bien, Lorena no es una. Todo lo contrario, representa a muchas mujeres que viven en carne propia la injusticia laboral desde su propio hogar. Por medio de un trabajo múltiple, que contempla el nivel profesional, doméstico y de cuidados, es víctima de falta de derechos, reconocimiento y remuneración. 

De acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), en promedio las mujeres del país dedican 27.8 horas semanales para trabajo de cuidados no remunerados. Es decir, casi el doble del tiempo empleado por los hombres en tales tareas (15.2 horas por semana). 

En su “Informe sobre Pobreza y Género 2008-2018”, el Coneval expuso también que las mujeres ocupan de 2.2 a 3.2 veces más tiempo que los hombres en quehaceres domésticos. Es decir, mientras ellas invierten alrededor de 22 horas a la semana, ellos apenas ocupan 8.2. 

Por si eso no fuese suficiente, la injusticia también está presente entre las mismas mujeres. Resulta que una mujer en situación de pobreza dedica más espacio de sus días a las labores de cuidados o del mantenimiento de la casa.

El Coneval demostró que de 2008 a 2018, las mujeres en condición de pobreza aumentaron en 4.4 horas a la semana sus tareas de cuidadoras, mientras que quienes no lo están, lo hicieron en 3.7. Asimismo, el incremento del quehacer doméstico en personas de escasos recursos fue de 2.3 horas, aunque de las que están económicamente más estables aumentó sólo en 0.4.

De esta manera, con la gran cantidad de tiempo que las mujeres invierten en “labores del hogar” —y que muchas piensan es su responsabilidad— el género femenino ha perdido oportunidades para desarrollarse en otros ámbitos. Por ser o estar en función de los roles de madres, hijas o “amas de casa”, desestiman su desarrollo. 

Las mujeres emplean más del doble de horas en quehaceres domésticos que los hombres. Fuente: El Dínamo.

Pandemia incrementa injusticia laboral de las mujeres

Aunque la división injusta de roles y tareas siempre ha existido, la pandemia del virus SARS-CoV-2 la acentuó. Medidas como el “Quédate en casa”, hicieron que las mujeres trabajen más de lo usual, pierdan su desarrollo profesional y reduzcan sus ingresos. 

Para el Coneval, las causas del aumento de trabajo en las mujeres ocurrió en el 2020 principalmente por dos factores: falta de clases presenciales y el cuidado de personas vulnerables a la COVID-19

Por un lado, el Consejo explicó que las mujeres han tenido que invertir más tiempo en la educación y recreación de la población infantil. Por otro, advirtió que se le ha asignado la tarea de proteger a grupos susceptibles al nuevo coronavirus, tales como los adultos mayores. 

Además, el organismo expresó que las labores de limpieza aumentaron para las mujeres. Detalló que la permanencia en la vivienda y las labores de sanitización ante la propagación del virus, provocó una mayor inversión de tiempo no remunerado en los quehaceres cotidianos. 

Y es que aunque las labores del hogar deben ser repartidas y no asociadas con el género, la desigualdad en México es una gran constante. Tan es así, que va en aumento el número de mujeres que asume como su único trabajo el quehacer doméstico. 

Según los datos arrojados por el Coneval, del cuarto trimestre del 2019 al 2020, la población femenina que reportó como ocupación la labor doméstica sin remuneración aumentó en 1.3 millones. Con ello, alrededor de 21 millones de mujeres trabajan en sus viviendas sin recibir un sueldo a cambio. 

La pandemia incrementó la triple jornada laboral de las mujeres. Fuente: Cuartoscuro.

Injusticia laboral en las mujeres fuera del hogar 

Por si no bastara la mayor carga en el hogar, las mujeres enfrentan grandes obstáculos en el terreno laboral externo. La discriminación y la exclusión que padecen hacen que su carrera profesional se vea truncada. 

Con base en el informe del Coneval, las mujeres se enfrentan en mayor medida, a la problemática de salarios bajos.  Resulta que durante el 2018 el 63.8 por ciento de los hombres se ocupó en “trabajos masculinizados” y con ello obtuvieron  remuneraciones más altas.

Sumado a lo anterior,  las mujeres son más excluidas del seguro social y mayormente propensas a empleos sin remuneración.

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Las mujeres enfrentan discriminación y exclusión en el mercado laboral. Fuente: Cuartoscuro.

Finalmente, conviene decir que las mujeres deben ser disociadas de los roles que representan. Cuando la sociedad las separe de  responsabilidades culturales que cargan y simplemente las acepten como sujetas de derechos, sus condiciones de desarrollo se transformarán.

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Mujeres resilientes, que hacen visible lo invisible, con o sin pandemia

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Para mis querida lobas de MC.

Durante la pandemia por COVID-19 se ha vuelto común y hasta “popular” hablar de resiliencia, como si al pronunciar esta palabra, adquiriéramos en automático esta cualidad.

Aprender a ser resilientes no es nada fácil, pues requiere la compleja tarea de desarrollar la capacidad de adaptarnos y superar situaciones críticas para seguir adelante.

Las mujeres llevamos construyendo resiliencia desde siempre, con o sin pandemia. Siendo la exclusión, discriminación, abuso y violencia la regla general, hemos podido resistir y combatir estos embates injustos, y renacer desde nuestras cenizas como el ave fénix.

El contexto de enfermedad y confinamiento ha evidenciado, en mayor grado, las desigualdades de género existentes, dado que se han agudizado los problemas sociales.

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Imagen: Josie Portillo.

Por ejemplo, se ha incrementado la carga de trabajo no remunerado para las mujeres en sus hogares respecto del cuidado y educación de sus hijas e hijos. En 2020, a nivel mundial, la ONU calculó que, en promedio, las mujeres dedicaron 4.1 horas por día al trabajo doméstico y de cuidados, mientras que los hombres sólo 1.7 horas.

Si se tasaran las contribuciones que ellas hacen en todas las formas de cuidados, éstas equivaldrían a 11 billones de dólares estadounidenses, y si sólo nos refiriéramos a aquellas para atender la salud, su valor sería de 1.5 billones de dólares (2.35% del PIB mundial).

En lo económico, los riesgos de desempleo y pobreza aumentaron para las mujeres, quienes se ocupan en los sectores más afectados por la enfermedad, como el turismo, la manufactura y el comercio, que se caracterizan por altas tasas de informalidad.

El Informe especial COVID-19: “La autonomía económica de las mujeres en la recuperación sostenible y con igualdad” de 2021 de la CEPAL, revela que, en América Latina, en los campos mencionados considerados de alto riesgo, se concentra alrededor del 56.9% de las mujeres ocupadas en relación con el 40.6% de los hombres.

Adicionalmente, en el Informe 2020 “COVID-19 en la vida de las mujeres: razones para reconocer los impactos diferenciados”, la OEA reporta que, en América, la mitad del personal médico y más del 80% de quienes se dedican a enfermería son mujeres, las cuales son minoría en cargos de decisión, y enfrentan una brecha salarial del 28%.

brecha salarial
Imagen: Quartz.

El confinamiento ha recrudecido la violencia de género. En México, según el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, el número de llamadas de emergencia al 911 relacionadas con sucesos de violencia hacia las mujeres, pasó de 197 mil 693 en 2019 a 260 mil 067 en 2020, lo que representa un aumento de 31.55%. En enero de 2021, las entidades federativas con más reportes de este tipo fueron Chihuahua (3 mil 739), Estado de México (2 mil 891) y Ciudad de México (2 mil 878).

En abono a la rendición de cuentas sobre esta problemática, en la sesión extraordinaria del Instituto de Transparencia capitalino (INFO-CDMX) del 4 de marzo, la ponencia a mi cargo presentó un caso –aprobado por unanimidad– en el que instruimos a entregar al Centro de Comando, Control, Cómputo, Comunicaciones y Contacto Ciudadano de la Ciudad de México (C5), los reportes de enero a septiembre de 2020, de las llamadas telefónicas de emergencia al 911 sobre violencia contra la mujer, familiar, de pareja, hostigamiento y abuso sexual, en versión pública, para proteger, principalmente, datos de denunciantes.

A pesar de la dureza de la crisis sanitaria, las mujeres gobernantes de diversos países han actuado con rapidez, eficacia y transparencia en las medidas adoptadas. Ejemplo de ello son Dinamarca, Etiopía, Finlandia, Alemania, Islandia, Nueva Zelanda y Eslovaquia.

Las mujeres también están dirigiendo investigaciones sobre vacunas contra este virus, como son los casos de Katalin Karikó, Ozlem Türeci, Chen Wei, Kizzmekia Corbett, Nita Patel y Sarah Gilbert.

Lo que persiste como lamentable realidad, con o sin pandemia, es la invisibilidad de los problemas que nos impactan como mujeres y de la agenda de temas que nos involucran.

#8M2021
Imagen: Bea Vaquero

El Día Internacional de la Mujer no es un festejo para que nos feliciten o reconozcan por nuestro género; es una conmemoración de la lucha por nuestros derechos que continúa.

El 8 de marzo fue establecido por la ONU en los años 70, para recordar las protestas de las mujeres que reclamaban, a inicio del siglo XX, su derecho al voto, a mejores condiciones de trabajo y a la igualdad, como aquella en la que murieron 146 trabajadoras en un incendio en la fábrica textil Triangle Shirtwaist de Nueva York.

Necesitamos reforzar nuestra resiliencia, seguir haciendo visible lo invisible, hacer escuchar nuestras voces, hacer sentir nuestra presencia o ausencia (#UnDíaSinNosotras), no un día o mes, sino todo el tiempo hasta internalizar la inclusión en nuestra sociedad.

Nos tenemos todas para sumar a todos, para incidir y transformar, para construir juntos.


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Lo que significa ser mujer

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En esta semana se conmemora el Día Internacional de la Mujer. En todo el mundo, manifestaciones en torno a los derechos de la mujer se han llevado a cabo, es por ello, que en esta ocasión dedicaré este espacio a hablar de ella. ¿Quiénes son y de dónde vienen? Desde la Antigüedad, se identificó al hombre y a la mujer como géneros de una misma especie. Ambos, han vivido juntos y han compartido el mundo que nos rodea desde que tenemos memoria, esto es lo que los registros históricos señalan, de otra manera, sin una mujer, la historia del ser humano habría terminado hace muchos años. ¿De dónde vienen?, es una pregunta bastante complicada y me parece que muchos malentendidos pueden surgir de esta respuesta. Para algunos, el hombre y la mujer surgieron de un accidente cósmico a partir del cual, nació la vida y todo lo que conocemos actualmente como parte de nuestro mundo. Para otros, el hombre y la mujer fueron creados de una forma divina y, al parecer, el primero en ser creado fue el hombre y después la mujer, aunque las interpretaciones de estos pasajes han dado mucho de qué hablar, pues algunos aseguran que el hombre y la mujer fueron creados al mismo tiempo.

En realidad, no necesitamos saber con exactitud este detalle para poder hablar más de la mujer, en este sentido, puedo decir que las mujeres somos muy distintas a los hombres, tenemos muchos defectos y también demasiadas virtudes, somos capaces de hacer muy bien muchas cosas, y esto es en gran medida por la historia que hemos vivido, en la que ha habido mucha represión en contra de nosotras e incluso, nuestra figura fue vista como inferior a la de los hombres. Aún hoy en día, por supuesto, hay quienes nos ven inferiores, pero me cuestiono seriamente si importa mucho lo que otras personas vean o crean de nosotras, parte de nuestra madurez y de lo que nos ha hecho crecer cada día más es superar toda clase de barreras, obstáculos, señalamientos, falsas creencias que nos han limitado por años.

hombre y mujer juntos, separación en el mito

Sabemos, por experiencia propia, que cada caída, cada afrenta, cada problema, nos hace más fuertes y nos hace crecer más. Cada día me sorprende más el hecho de ver las aulas de mis clases con más mujeres que hombres y con mejores calificaciones, y esto me llena de alegría, pues me doy cuenta que la responsabilidad, la disciplina y el coraje para salir adelante se puede ver desde que las mujeres son muy jóvenes, incluso, desde que somos niñas cuando vemos cómo nuestras madres tratan a los hermanos, ya que en casa es donde muchas veces se marca una diferencia radical y en un sentido muchas veces machista entre el hombre y la mujer. ¿Lo has notado?, ¿te pasó alguna vez con tus padres o ahora con tus hijos? Es increíble que este tipo de diferencias se hagan a veces de manera inconsciente y eso marque nuestro futuro.

mujer y hombre, diferencias
Imagen: UNAM Global.

Quisiera regresar al tema de la diferencia entre hombres y mujeres porque me parece que esto es real, somos distintas y por esto debemos estar agradecidas, el ser mujer nos permite amar de manera distinta y sólo como la mujer puede amar; con alma y cuerpo y no sólo con el cuerpo, el ser mujer te permite ser madre, también te permite no serlo, es tu decisión pero, tener hijos es la dicha más grande que una mujer puede tener, llevarlo en tu vientre, ver tus rasgos, gestos en ellos, es maravilloso. Ser mujer nos permite ver las cosas desde un punto de vista distinto, mucho más empático, porque somos muy emotivas muchas de nosotras, no todas, pero a partir de esto podemos comprender mejor a los demás, ayudar, servir, sentir con otros.

El hombre es distinto a nosotros y eso está bien, no podemos querer ser “iguales a ellos” en un sentido literal, tampoco debemos compararnos, ¿por qué?, somos muy distintos y en esto radica nuestra grandeza, los hombres ven cosas que nosotros no y viceversa. En este sentido, somos complementarios, debemos trabajar juntos y es importante que ambos pensemos esto. Es muy triste ver hoy en día noticias en las que se ataca a los hombres en general, cuando no todos ellos han actuado en contra de las mujeres, muchos han empoderado a la mujer, nos han apoyado en muchos sentidos. Debemos ser objetivas, no dejarnos llevar por los medios, por la historia y, por otra parte, debemos estar felices de ser lo que somos, con nuestros defectos y nuestras virtudes, y siempre tratar de ser mejores, más sabias, más trabajadoras, pero sobre todo, más humanas.


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La deuda de México hacia las mujeres

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México está endeudado con sus mujeres. Las autoridades, las instituciones, la población, las calles y los monumentos le deben a las mujeres. La deuda histórica se traduce a  libertad, seguridad, igualdad, oportunidades, expresión, protección, paz, dignidad, empleo, reconocimiento, importancia, tranquilidad, respeto, derechos, justicia…

En un país donde los edificios son más protegidos que las mujeres y los presuntos violadores más escuchados que las víctimas, ellas (nosotras) han (hemos) tomado la decisión. De hecho, son varias decisiones que se reducen a vivir sin miedo y exigir lo que por el simple hecho de ser y estar les (nos) corresponde. 

Este 8 de marzo, ni la pandemia de COVID-19 o la crisis económica que envuelve a la República Mexicana han detenido el alma y fuerza con la que las mujeres se están (estamos) apropiando del espacio. Con las voces de todas juntas, ni el hogar, ni las avenidas, ni las escuelas, ni los centros de trabajo volverán a dejar a las mujeres solas e inseguras. 

Memorial de mujeres asesinadas en vallas de Palacio Nacional. Fuente: Cuartoscuro.

Hoy más que nunca, la “Canción sin miedo” de la cantante y compositora Vivir Quintana tiene razón: “somos estas que harán pagar las cuentas”.

-Justicia por Ingrid, Fátima, María del Rosario, Marbella, Mónica, Lucero, Jessica, Gabriela, Yolanda, Edith, Matilde, Paola y todas las mujeres víctimas de feminicidio escritas en las vallas de Palacio Nacional;

-Justicia por las entre 10 y 11 mujeres víctimas diarias de feminicidio;

-Justicia por las 6 de cada 10 mujeres mexicanas que han sido víctimas  de violencia, según la Organización de las Naciones Unidas (ONU);

-Justicia por las 7 de cada 10 mujeres mexicanas que han sido víctimas de violencia por su pareja sentimental, según la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM);

-Justicia por el 56 por ciento de mujeres de América Latina que han perdido su empleo a causa de la pandemia, según el Banco Mundial;

-Justicia por las madres que lloran y las hijas que no regresarán; 

-Justicia por las niñas, jóvenes y adultas que han sido violadas;

-Justicia por los cuerpos, rostros y nombres que han quedado en el olvido de las autoridades.  

Memorial de mujeres asesinadas en vallas de Palacio Nacional. Fuente: Cuartoscuro.

La deuda que Sánchez Cordero reconoce 

“México sigue teniendo una deuda histórica con las mujeres. El trabajo de todas es digno de celebrarse aún cuando todavía no es suficiente”, dijo Sánchez Cordero esta mañana. 

Durante la conferencia matutina de este 8 de marzo, Olga Sánchez Cordero, titular de la Secretaría de Gobernación (Segob), reconoció que México tiene una deuda con las mujeres. Celebró el trabajo que ha realizado el sector de la población, pero apuntó que no es suficiente. 

La secretaria de Gobernación expresó que la deuda deberá ser saldada por las mujeres con salarios injustos, mujeres migrantes, niñas convertidas en madres o esposas, mujeres trans, mujeres indígenas, mujeres políticas, mujeres científicas, mujeres

Para Sánchez Cordero, la actual administración ha tenido grandes avances en materia de género. Sin embargo, aceptó que el camino que queda recorrer es muy largo.

Y es que antes de ser secretaria de Gobernación, política o abogada, Sánchez Cordero es mujer. Quizás por ello, acepta la responsabilidad fallida que las autoridades y el país tienen hacia las mujeres.

Aunque Olga Sánchez Cordero pertenece a la autollamada Cuarta Transformación, su discurso es completamente distinto al del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien ha utilizado la tribuna de Palacio Nacional para desestimar las luchas de las mujeres. 

Performance de proyección a las paredes de Palacio Nacional. Fuente: Cuartoscuro.

El primer mandatario estigmatiza al feminismo. Con su repetido discurso de relacionar al movimiento con sus grupos de oposición, le resta importancia y hasta resalta la subordinación que las mujeres luchan por eliminar. 

El jefe del Ejecutivo minoriza el movimiento feminista. Cuando López Obrador resalta a los conservadores “disfrazados de feministas” no se da cuenta que está haciendo exactamente lo mismo: desviar los objetivos del combate. 

El actual gobierno pone vallas,  las denomina el “muro de la paz” y toma más en cuenta las críticas de “opositores” que los nombres de las mujeres  muertas que quedaron plasmados en tinta. 

Así la enorme deuda que México tiene hacia las mujeres.

La mujer: compromiso y participación

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En el Día Internacional de la Mujer, la Ministra Yasmín Esquivel refrenda su compromiso en la lucha en contra de la violencia de las mujeres y se solidariza con las víctimas. Plantea que sea este día ocasión para recordar a aquellas cuya vida fue cegada, por el simple hecho de ser mujeres, aquellas cuya ausencia debe resonar como uno de los grandes pendientes de la agenda de género.


El feminicidio es la expresión de violencia más exacerbada contra las mujeres. En nuestro país se registra diariamente la muerte violenta de 10 mujeres, un hecho que debe cimbrar a la sociedad y movernos a tomar conciencia de que es un problema social con daños irreparables. A ninguna niña o niño en situación de orfandad porque su madre fue víctima de feminicidio, le podemos decir que hemos avanzado, cuando la ausencia de su madre le cambió la vida y su futuro.

Debemos transformarnos como sociedad, erradicar desde sus raíces aquellos prejuicios, patrones culturales y estereotipos que en pleno siglo XXI subsisten y que tienden a perpetuar la desigualdad de las mujeres, fuente de violencia y discriminación en su contra. Desaprender la violencia y asumirnos todas y todos con igual dignidad.

Debemos ser capaces de brindar seguridad a las mujeres, de revertir la fragilidad del sistema de justicia y sobre todo, de combatir la impunidad que alimenta a la violencia que se normaliza en la vida cotidiana.

Debemos acelerar el paso en el combate a la violencia feminicida, analizar objetivamente los avances y urgir sobre las acciones pendientes para el acceso a la justicia de las mujeres, así como trabajar en alianzas estratégicas, entre otras, con la sociedad civil, escuchar sus críticas y analizar sus propuestas.

Debemos atender a las recomendaciones de organismos internacionales, que instan a nuestro país a actualizar los protocolos de investigación del delito de feminicidio, entre otros, bajo los criterios de la Suprema Corte de Justicia, con especial consideración a los criterios que emitió en la sentencia del caso Mariana Lima Buendía, para la investigación de las muertes violentas.

Es tiempo de actuar, no mantenernos como espectadores de la más lacerante de las violencias.


COVID-19 incrementa otra crisis: la violencia contra las mujeres

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Las violencias de tipo familiar, económica, psicológica y sexual se fueron al alza en muchas de las mujeres de distintas partes de la República Mexicana durante el 2020. La pandemia de COVID-19 visibilizó una crisis que siempre ha existido y que el confinamiento llenó de fuerza: la de género.

Y es que con instituciones gubernamentales débiles y agresores desde el hogar, miles de niñas y mujeres quedaron desamparadas. Los aumentos en feminicidios, desapariciones, violaciones y agresiones de pareja van mucha más allá de lo que medios de comunicación e Internet pintan. ¡Hay muchas regiones del país que siguen silenciadas!

Durante el Foro “Radiografía de la violencia contra las mujeres en México” se dieron a conocer los resultados de la campaña “Distancia segura y sin violencias por una nueva normalidad sin violencias”. Es decir, un movimiento organizado por el Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio (OCNF), Católicas por el Derecho a Decidir (CDD) y la Red Nacional de Refugios (RNR).

La campaña se realizó entre los meses de septiembre del 2020 y febrero del 2021. Su principal objetivo consistió en contribuir a que las niñas, mujeres o familiares de desapariciones y feminicidios tengan un mayor acceso a la justicia si son víctimas de cualquier tipo de violencia.

Así fue como la jornada de este 1 de marzo, diversas colaboradoras del proyecto contaron los resultados de su experiencia en algunas regiones del país. Por medio del foro transmitido en Facebook, dejaron plasmadas muchas de las bases que el Gobierno Federal debe tomar para empezar a actuar.

Foro “Radiografía de la violencia contra las mujeres en México”. Fuente: Cuartoscuro.

En el encuentro virtual, Paula Sánchez Mejorada Ibarra, co-directora de Católicas por el Derecho a Decidir, explicó que con la campaña “Distancia segura y sin violencias por una nueva normalidad sin violencias” se logró brindar 530 asesorías a mujeres de 22 estados de la República. La beneficiadas registraron entre 1 y 76 años, con lo que quedó comprobado que la agresión no discrimina edades. Pero, vayamos por partes.

Desapariciones de adolescentes al alza

Alejandra Cartagena del Comité de América Latina y del Caribe para la defensa de los Derechos de la Mujer (CLADEM) y quien estuvo a cargo de la zona occidente del país, identificó un aumento de la desaparición de mujeres adolescentes entre 15 y 19 años.  Asimismo, fue testigo de un aumento considerable de las violencias digitales y sexuales. 

No obstante a lo anterior, lo que descubrió Cartagena es que la mayor parte de las víctimas desconocían sobre el seguimiento de sus denuncias. Incluso, advirtió que muchas de ellas no cuentan ni con las mínimas condiciones para ser atendidas.

De acuerdo con la representante de la CLADEM, los hallazgos de la campaña servirán para que las autoridades reconozcan los Derechos Humanos de las mujeres víctimas de violencias en México.

Alejandra Cartagena del Comité de América Latina y del Caribe para la defensa de los Derechos de la Mujer (CLADEM)

Crecen violencias familiares, sexuales y desapariciones

Violeta Sabás del Observatorio de Violencia Sexual y de Género en Aguascalientes, descubrió un aumento de las violencias familiares, sexuales y de desapariciones a lo largo de la pandemia de COVID-19. Desde su experiencia, las mujeres recurrieron con mayor incidencia a métodos para pedir ayuda tales como las líneas del 911.

En otra dirección, Sabás apuntó que muchas mujeres sufren de desinformación sobre el avance de sus investigaciones. Explicó que los centro de justicia registran una sobresaturación de casos que perjudica directamente al avance de las indagatorias.

Violeta Sabás del Observatorio de Violencia Sexual y de Género en Aguascalientes

Chiapas: un estado acostumbrado a la crisis

Para Martha Figueroa Mier de Mujeres Libres COHEM, Chiapas es una entidad que ya está acostumbrada a las crisis. No obstante, comentó que la pandemia del virus SARS-CoV-2 evidenció las grandes desigualdades sociales y económicas.

Figueroa Mier explicó que a lo largo de campaña, descubrió un incremento de la violencia doméstica. Como parte de ello, habló de que los agresores aprovecharon el contexto para separar a los hijos de sus madres.

Asimismo, comentó que aumentó la desaparición de niñas y jóvenes para trata de blancas. Incluso, advirtió que cuando se lograba localizar a las menores, algunas de ellas preferían no volver a sus casas.

Por si fuera poco, la representante de Mier de Mujeres Libres COHEM señaló que la carava migrante acrecentó la violencia en el sur. De dicha forma, expuso que las mujeres migrantes eran detenidas aún con documentación o que los conflictos armados también estuvieron presentes en algunas regiones de Chiapas.

Martha Figueroa Mier de Mujeres Libres COHEM.

2020: uno de los años más violentos para niñas y mujeres

Daniela de la Red Nacional de Refugios expresó que el 2020 ha sido uno de los años más violentos para las niñas y mujeres del país. En su organización incrementaron hasta en un 39 por ciento las solicitudes de apoyo.

Otro de los datos alarmantes de la Red consistió en que 4 de cada 100 mujeres denunciaron intento de feminicidio. Asimismo, Daniela expuso que el 75 por ciento de las víctimas han sido agredidas por su pareja o expareja.

Lo peor de todo es que ante datos tan crudos, la RNR descubrió grandes niveles de impunidas. Esto, sobre todo porque las instituciones criminalizan a las víctimas y además hacen caso omiso a las acusaciones previas de cada agresor.

Daniela de la Red Nacional de Refugios.

Finalmente, el proyectos “Distancia segura y sin violencias por una nueva normalidad sin violencias” es una prueba más de que la COVID-19 encrudeció la violencia contra las niñas y mujeres. Lo ideal sería que este tipo de campañas rebasen las barreras de una enfermedad desigual y tenga efecto en todos los grupos sociales de México, especialmente el de las autoridades.

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