Una de las situaciones que más preocupa actualmente en Estados Unidos es la seguridad entorno a la toma de posesión de Joe Biden en Washington D.C el próximo miércoles.
Ya quedó demostrado que esta seguridad puede ser fracturada, cuando simpatizantes a Donald Trump irrumpieron en el Capitolio, y se teme que otro evento de la misma magnitud pueda ocurrir el día de la juramentación.
El Buró Federal de Investigaciones (FBI) advirtió, desde el ataque al Capitolio, de posibles eventos violentos futuros no sólo en capital estadounidense el 20 de enero, sino en todo el país norteamericano.
De hecho, la noche del viernes arrastraron a un hombre que pretendía pasar, por el cerco custodiado por la policía Metropolitana de Washington D.C, hacia el Capitolio, usando credenciales de acceso falsas.
Al ser registrado el vehículo de este hombre se encontraron decenas de armas y centenares de cargas de munición.
Movilizaciones armadas en congresos locales
El pasado domingo, en al menos en cinco estados, hubo movilizaciones de grupos armados simpatizantes a Donald Trump, pero en ninguna de ellas ocurrieron actos violentos.
Los manifestantes llevaban consignas en favor de la portación de armas y del presidente saliente Trump, también alegaciones al supuesto fraude electoral en los comicios de noviembre pasado.
En la capital del estado de Texas, Austin se conglomeraron más de 100 personas alrededor del Capitolio local, en Columbus, Ohio cerca de 50 y en Michigan unas 20 personas.
La situación sigue alarmando a las autoridades de Estados Unidos, en Austin desplegaron 100 agentes con equipo antimotines para que el congreso local pudiese sesionar de manera normal.
Extreman seguridad en Washington y congresos locales
En los 50 estados ya se preparan para lo que podría ser una semana de protestas violentas por parte de grupos extremistas armados.
Más de 25 mil miembros de la Guardia Nacional de Estados Unidos estarán presentes para custodiar la investidura de Biden, tres veces más de lo acostumbrado a ver en este tipo de eventos.
Todos ellos están siendo investigados, desde hace ya una semana, por el FBI para que tengan seguridad de quiénes serán los que estarán a cargo de custodiar la ceremonia.
En entrevista para la agencia Associated Press, el secretario del ejército Ryan McCarthy aseguró que los designados para la operación son conscientes de las amenazas presentes.
Lo que más le preocupa a McCarthy es que se presente un ataque por parte de grupos extremistas armados o que haya algún tipo de dispositivo coordinado como bombas.
Explicó que, al ver los expedientes realizados por la agencia de seguridad, es posible que existan protestas el día previo a la juramentación de Biden y en los días posteriores al inicio de su mandato como presidente de Estados Unidos.