Ocio

Origen del refresco Fanta

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Siempre he dicho que estamos manipulados por el tipo de información que recibimos, la cual se presenta según lo que es conveniente y aceptado por la mayoría de las personas. En muchos casos la información falsa en su origen se convierte en una verdad y en un instrumento para convencer a la gente. Puedo enunciar varios ejemplos de cómo esto ha repercutido en el comportamiento de las personas en diferentes países. Recordemos cuando se impuso un boicot a la Olimpiada de Moscú porque Rusia invadió Afganistán, pero no se hizo lo mismo cuando Estados Unidos invadió ese mismo país. No se impuso un boicot al Mundial de Futbol en Argentina del año 1978, a pesar de la masacre de la dictadura imperante. Habría que recordar los titulares de los diversos medios de comunicación masiva sobre esos eventos. El último caso es el Golpe de Estado en Bolivia por el cual Evo Morales decidió alejarse para evitar el derrame de sangre.

Las personas responden a vectores incrustados en sus mentes, lo que nos convierte en hinchas de futbol, de simpatizantes o activistas de partidos políticos, etc., todo eso fruto de la educación del entorno familiar, social o la educación formal.  En mi caso específico sostengo que muchos amigos son antiperonistas porque fuimos fruto de la educación proveniente de la revuelta militar que derrocó a Perón en el año 1955. Claro que eso se facilitaba si los padres eran antiperonistas.

En 1973 viajé con un grupo de amigos a Europa, en ese entonces sólo podíamos visitar Europa Occidental y estuvimos en varios países. Había consenso de no visitar Alemania por su historia nazi. El único descendiente de alemanes era yo y por lo mismo sólo yo quería visitar ese país. Mis amigos no querían saber nada de Alemania ni de sus productos, aunque supongo que con los años utilizaron equipo doméstico de la industria alemana, automóviles e incluso medicina. Me imagino que en muchos casos sin saber el origen del producto; sencillamente era único o era considerado excelente.

fanta Fuhrer
Imagen: Bing.

El almuerzo de hoy me lleva a escribir esta nota. Al servirme un vaso de Fanta me pregunta mi yerno si conozco la historia de esa bebida. Le digo que “no sé”, y “no es importante para mí, sencillamente me gusta”. A lo que él replica, “es de origen alemán y de la Segunda Guerra Mundial, de la época nazi” –y así recordé el viaje aquél–.

Al leer en la Wikipedia, me acordé de otros boicots existentes en el mundo, como el de Irán, incluso a los productos israelíes fabricados en los asentamientos ilegales (para mí, legales para otros):

Fanta fue creada en 1940, durante la Segunda Guerra Mundial. Max Keith, que dirigió las operaciones de Coca-Cola (GmbH) en la Alemania Nazi durante la guerra, tuvo problemas cuando el gobierno estadounidense prohibió a las multinacionales comerciar con Alemania. A esto se unía que en plena Segunda Guerra Mundial, las fábricas alemanas de Coca-Cola no podían recibir el concentrado de extractos que se utiliza para crear este refresco. Para poder seguir operando y no verse abocadas al cierre, los directivos de la fábrica decidieron crear una nueva bebida que pudieran producir con las máquinas que tenían, pero sin el jarabe de Coca-Cola. ¿Y qué podían encontrar en plena guerra? Suero de leche. Y en ello se basó el nuevo refresco. Para solucionarlo, Coca-Cola cambió el nombre de sus fábricas, para hacerlas independientes y seguir sacando beneficios. Así Fanta nació exclusivamente para el mercado alemán, y demostró ser un éxito. Cuando Coca-Cola (GmbH) se restableció después de la guerra en el mercado europeo, compró la marca.

Como podemos apreciar, movimientos de capital, empresas hijas, empresas madres, empresas off shore existen hace muchos años. Mi padre, alemán, solía llamarme “fantasioner” y de pronto aprecio aún más la bebida.

Fanta y nazis
Imagen: Chimestoday.

En una referencia de un medio sudamericano se dice que Fanta, como marca global, nace en Nápoles hacia 1955, luego que Coca-Cola Export Corporation se convierte en la primera empresa en producir y vender este refresco de sabor naranja con ingredientes cítricos locales.

¿Cuál es la verdad de Fanta?, ¿su origen es de la Alemania Nazi en 1940 o Italia hasta 1955? En otro enlace encontramos que aparentemente ambos datos anteriores tienen razón, aunque nos permite aprender cómo la utilización parcial de la información confunde. Años después de la guerra, en 1955, Coca-Cola Italia sugirió crear una bebida acorde con la tradición cítrica de este país del Mediterráneo. A la Compañía le pareció buena idea crear una bebida con sabor a naranja y decidieron bautizarla con el nombre de la gaseosa que había surgido en tiempos de crisis en Alemania.

Obviamente no puede faltar política actual sobre un supuesto boicot a Israel por la marca Fanta. Eso, de ser importante, puede venir en otra nota.

Esperamos para este nuevo año, 2020, abrirse 366 nuevas posibilidades para aprender cada día algo nuevo y compartirlo con mis amigos lectores. Éste es el primero del año.

Tener un Daruma para recordar nuestro objetivo

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Los Daruma son un importante recordatorio de cómo vamos con relación a las metas que nos propusimos al inicio del año o de un proyecto.

Hace 30 años, tuve por primera vez conocimiento de los Daruma y de su significado. Desde entonces siempre los he tenido presentes en mi vida, y desde algunos años, me he dado la tarea de hacer todo el ejercicio o proceso con el muñeco, como lo hacen muchas empresas y personas, principalmente en Japón.

Para efectos de este artículo y tener la información más certera posible, me puse a leer y revisar una veintena de entradas en Google y poder compartir con ustedes la mejor versión de lo que son los Daruma y su significado.

Para empezar, un poco de historia:

Los muñecos Daruma son representaciones del histórico sacerdote persa-indio Bodhidharma, nació en el año 483 d. C., en Tianzhu, Persia (luego India) y falleció en el año 540 d. C., en China. Este sabio que viajó por Japón y China en el siglo V y VI, se le atribuye el establecimiento del Budismo Chan en China y el Budismo Zen en Japón.

La leyenda dice que Bodhidharma logró la iluminación o “satori” (el encuentro con uno mismo) que es la capacidad de entender quién soy y dónde estoy; después de siete años de meditación, mientras estaba frente a la pared de una habitación en una cueva en el Templo Shaolin en China. Durante este tiempo no movió ni sus ojos ni sus extremidades; como resultado de su inactividad, las extremidades de Bodhidharma se encogieron y terminaron por caerse.

daruma Bodhidharma
Ilustración del monje Bodhidharma (Fuente: Wikimedia).

Otra leyenda –que es la que a mí me gusta y la más popular en el Japón– relata que, enojado con el hecho de que se había quedado dormido durante su meditación, Bodhidharma se cortó los párpados en un ataque de ira, y por ello la importancia de los ojos tan abiertos en los Daruma.

¡De esto se cree que los párpados cortados cayeron al suelo y de ellos brotaron las primeras plantas de té verde de China!… Esto lo saco a colación ya que los primeros registros del cultivo del té verde están ligados a la historia del sabio monje.  

Los muñecos Daruma son la representación y abreviatura de Bodhidharma (Bodai Daruma) y son, en la versión japonesa, de color rojo, como una especie de crustáceo, hecho de papel tipo mache que se llama washi, un papel tradicional hecho a mano sólo en invierno –porque el agua fría es esencial para hacer un papel más natural con poco o ningún producto químico–.

Al igual que el Bodhidharma, los muñecos Daruma no tienen brazos ni piernas y se sientan en una pose meditativa con grandes ojos fijos y sin párpados. Otra característica de estas figuras es que cuando se les golpea de lado, éste se vuelve a la posición vertical, de ahí que se dice que es un muñeco okiagari koboshi, que literalmente se traduce como “monje que se pone de pie.” El okiagari koboshi es un juguete popular tradicional japonés de la región de Aizu, que simboliza el espíritu de fortaleza, reflejado en el viejo proverbio japonés “siete veces caído, ocho veces levantado”, y refleja la valiente actitud ante las dificultades de no rendirse nunca ante las mismas.

Es por esto que se ha convertido en un símbolo de optimismo, buena fortuna y una fuerte determinación.

El muñeco viene en muchos tamaños: el tamaño estándar es más grande que una pelota de baloncesto. Mientras que la mayoría de los Daruma son figuras masculinas, algunas localidades japonesas tienen Daruma femeninas conocidas como ehime daruma o “princesa daruma”.

La fabricación del Daruma es muy importante en la región de Takasaki, en el suroeste de Japón. Comenzó su fabricación de forma intensiva a fines del siglo XVII como una medida de alivio para los agricultores que padecían hambre. La historia es que el Templo de Daruma (hoy hay varios templos en honor al monje) instruyó a los hogares agrícolas a hacer muñecos de papel, como una forma de ganar un ingreso extra. En la actualidad, casi 100 hogares producen anualmente alrededor de 1,6 millones de Daruma, lo que representa aproximadamente el 80% de todos los Daruma fabricados en Japón.

daruma
Muñeco Daruma sin pintar.

Todos los años, entre los días 6 y 7 de enero, se celebra un mercado de Daruma en los recintos del Templo de Daruma, y cientos de miles de personas lo visitan y compran su muñeco. Aunque también se pueden comprar durante todo el año en muchas tiendas de Japón.

Hoy, algunas personas y corporaciones, mandan a hacer sus propios Daruma a reconocidos artistas para hacerlos aún más únicos.

La relación del inicio del año o del inicio de un proyecto y los Daruma tiene que ver con el hecho de que, desde hace cientos de años, en vísperas de Año Nuevo, muchas personas y corporaciones japonesas toman un muñeco Daruma y lo utilizan como símbolo para indicar el principio de una resolución, un objetivo, o el inicio de algo muy importante.

Para ello, pintan uno de los ojos –los Daruma cuando se compran siempre vienen sin los ojos pintados–, si durante el año o al final del mismo, logran su objetivo, pintan el segundo ojo. Muchos políticos, al comienzo de un período electoral, comprarán un muñeco Daruma y le pintarán un ojo, si ganan las elecciones, pintarán el otro. Al final del año, es costumbre llevar el Daruma a un templo, donde se quema en una gran hoguera o bien, muchas empresas los muestran en sus vitrinas corporativas.

Es importante que si no se logra el objetivo, se debe conservar los Daruma de objetivos no logrados, para tener presente que no somos invencibles.

Espero que el texto de este artículo, les de elementos para hacer o comprar un Daruma o algún equivalente (un alebrije podría hacer la función) y tenerlo en su oficina o empresa para tener presente permanentemente lo que queremos alcanzar. Hay, como pudieron leer, muchos simbolismos detrás del mismo… A mi me ha funcionado muy bien, y puedo decirles que en algunos años, he podido pintar los dos ojos, y en otros no lo he conseguido. Pero seguimos adelante.

A nuestra imagen y semejanza

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Los dioses de la mitología griega son chismosos, competitivos, despiadados con los débiles y cobardes con los poderosos. Desconocen la misericordia y les encanta ejercer su poder en los mortales. Su ego se alimenta de súplicas y alabanzas, por eso es necesario mantenernos subyugados. Cuando Prometeo nos regaló el fuego, Zeus lo castigó con un tormento sin fin: cada día, un cuervo le comería el hígado. El terrible escarmiento serviría para hacer desistir a quien tuviera la intención de empoderarnos.

Circe, hija de Helios, dios del sol, la rechazada por ser menos bella que sus hermanas, la de la voz parecida a la de los humanos, también se sentía atraída por los mortales. A ella el castigo que se le impuso por atentar contra las leyes del Olimpo fue el exilio. Pero en un giro del destino, experto en desconcertar tanto a hombres como a dioses, lo que debería haber resultado una tragedia se convirtió en salvación. En la isla de su destierro, Circe perfeccionó el arte de la brujería y tuvo contacto con hombres que merecían ser convertidos en puercos, pero también con otros, íntegros y valientes. Con una mujer sabia y un constructor de laberintos.

Circe y Ulises
“Ulises en el palacio de Circe”, Wilhelm Schubert van Ehrenberg (1667).

A su isla llegaron el ingenioso Odiseo, Penélope y Telémaco, también Atenea, la guerrera de ojos grises; Hermes, el mensajero; Apolo, el más bello entre los dioses; náufragos y ninfas. En ella concibió y tuvo a un hijo que se convertiría en rey. Los animales salvajes fueron sus compañeros y la naturaleza se abrió a ella como un regalo. Circe tenía el poder de transformar a dioses y a humanos en su verdadera esencia. En el destierro encontró la suya. ¿Tendría el valor de llevar a cabo el hechizo con ella misma? Estos temas enriquecen la última novela de Madeline Miller. No es un libro con moraleja, sino una obra que va más allá de un recuento mitológico.   

La primera parte sucede en las casas de los dioses, y aunque es importante para que el resto de la novela tenga sentido, la trama adquiere fuerza a partir del destierro de Circe. La diosa secundaria del inicio le cede el lugar a la gran bruja de Eea, a la mujer que sabe lo que quiere y está dispuesta a hacer cualquier cosa para conseguirlo. Dicen que, en el fondo, los dioses envidian la mortalidad de los humanos. La Circe de Madeline Miller nos hace entender la razón, y no es la que imaginamos.

La iglesia católica, entre otras, predica a un dios infinitamente misericordioso, dispuesto a sacrificarse por sus criaturas, y la Biblia dice: “Dios creó al hombre a su imagen y semejanza”. El problema surge cuando vemos las atrocidades que el ser humano es capaz de cometer, pues es difícil compaginar el amor que lo envuelve todo, con los pecados capitales.

libro de Circe
Imagen: La Nave Invisible.

Los dioses de la mitología griega, en cambio, fueron creados a imagen y semejanza nuestra en cuanto a debilidades, o pecados, como se quieran llamar. Sin embargo, carecen de la empatía que redime a los humanos. En este sentido, la bruja Circe se acerca más a lo que somos. Luz y oscuridad indivisibles. Una de las preguntas que genera la novela de Miller es, ¿quién necesita más a quién? ¿Los dioses a los mortales o los mortales a ellos? ¿Los poderosos a los aparentemente débiles o viceversa?

A través de su historia, el ser humano se ha esforzado por encontrar explicaciones para lo que somos incapaces de entender. Los mitos y las religiones nos han ayudado a soportar la incertidumbre. Buscar respuestas en algo superior a nosotros ha sido parte de nuestra esencia. Quizás ahí estén, pero quizás no. A lo mejor están frente a nosotros, en las caídas de las hojas en otoño, en una oruga que se convierte en mariposa. Como le sucedió a Circe, a lo mejor lo único necesario para encontrarlas sea observar a nuestro alrededor.

La tregua de Navidad

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Sin duda la Primera Guerra Mundial fue uno de los conflictos más sanguinarios del mundo. Según diversas estimaciones, la brutalidad de esta guerra dejó al menos 10 millones de muertos.

La tregua de Navidad es un acontecimiento que sucedió en diciembre de 1914, en aquella época las tropas alemanas habían invadido Bélgica con la intención de llegar a París y tomarla, mientras que las tropas británicas pretendían detener a los alemanes.

Como era de esperarse, ambos bandos se encontraban luchando ferozmente uno contra el otro, cuando de pronto, probablemente derivado del cansancio de la propia guerra, los ingleses escucharon la petición de los alemanes de un cese al fuego.

La idea de esta historia ha sido recreada por el filme francés Joyeux Noël (en México: Noche de Paz) de 2005, aunque en dicho filme se alude a tres grupos militares: escoceses, franceses y alemanes. La historia original, sin embargo, plantea que esta tregua sucedió entre ingleses y alemanes.

navidad bandos
Imagen: El País.

Según algunos historiadores como Rémy Cazals, la tarde del 24 de diciembre de 1914, los soldados alemanes decoraron su trinchera con pequeños árboles navideños, al tiempo al que pedían a los soldados británicos una tregua por Navidad.

Como era de esperarse, en un primer momento los soldados británicos pensaron que se trataba de una estrategia alemana con la intención de abatirlos. Sin embargo, pasaron las horas y ya por la noche los soldados británicos se dieron cuenta que había, de facto, un cese al fuego del bando alemán.

Ya entrada la noche, un grupo de soldados alemanes se atrevió a salir de las trincheras sin portar armamento alguno y cantando en su propio idioma un villancico que era conocido por ambos bandos: “Noche de paz”.

Finalmente, un grupo de soldados ingleses decidió tomar el riesgo y salió de su trinchera también desarmado y cantando en inglés el mismo villancico que entonaban sus enemigos alemanes. De acuerdo con la historia, en ese momento eran sólo 36 metros los que separaban a los alemanes de los ingleses, espacio que terminó siendo una zona de paz a instancias, como ya se dijo, de los alemanes.

Durante dicha tregua se acordó que ambos bandos podrían recoger sus cadáveres a fin de darles una sepultura digna. Por increíble que parezca, en dicha pausa bélica se organizó hasta un intercambio de regalos entre alemanes e ingleses, compartiéndose así entre ellos chocolates, pan y licor. Incluso, de acuerdo a los historiadores, se llegó a organizar un partido de futbol entre alemanes e ingleses.

navidad y futbol
Imagen: Infobae.

El ejemplo de esta tregua se propagó a otras zonas, lo que evidentemente iba en contra de las directivas de los rangos superiores, quienes se oponían a tales actos de parte de las tropas.

No obstante lo significativo y simbólico de este hecho, que quizá demostraba que las tropas en realidad ya no deseaban la guerra, hubieron de pasar varios años para que las actividades bélicas cesaran por completo. Recordemos que no es sino hasta noviembre de 1918 cuando se firma el acuerdo que pone fin a la guerra.

En diciembre de 2014 la UEFA (Union of European Football Associations) conmemoró el centenario de aquel histórico partido de futbol en las trincheras de Flandes, lugar en el que se afirma que tuvo lugar el partido de la tregua de navidad.

La venganza de los Asturias

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No cesan los escalofríos que me invadieron desde la zona sagrada hasta la nuca cuando B.G. me reveló el plan secreto de la Madre Academia para someter a los levantiscos pueblos que alguna vez, vasallos del Gran Imperio, provocaron sueños húmedos en los dormitorios reales. A fe mía que ni Felipe II hubiese sido capaz de la bellaquería que hoy, gracias a Dios, a la Virgen de Guadalupe y a B.G. (en ese orden) puedo divulgar a la Nación y a los pueblos hermanos del continente para que se tomen medidas radicales en defensa de nuestra herencia cultural e identidades nacionales, amenazadas como nunca en este fin del año 2019.

Como en esto, con la modestia del caso, sólo sigo los pasos de otro gran mexicano, Nikito Nipongo, y con ello puedo, sin rubor alguno, llamar a la unidad nacional. El escudo y la lanza con que batiremos esta amenaza llevan la sangre de Moctezuma, de Fray Servando, de Fernández de Lizardi, de Ramírez, de Zaragoza, de Díaz (el coronel, no el general, que es execrable), de Juárez, de Ángeles y de Cárdenas.

Los comandos lingüísticos de B.G. (comandos del idioma, no de la lengua) interceptaron el documento que doy a luz pública en exclusiva internacional con ayuda de la Mexican Intelligence Agency (MIA). Lea usted y verá en qué peligro nos encontramos.

lenguaje retorcido
Ilustración: Pinterest.

Al frente, en hoja membretada con un escudo de gran riqueza estilística en donde danzan leones y unicornios, se anuncia el imprimátur con las iniciales U.G.H.M.A., rúbrica ilegible, y varias claves de folio que no vienen al caso. El documento reza textualmente:


 En vista de la evolución del castellano en los últimos años, debido a las aportaciones realizadas por los jóvenes, la Real Academia de la Lengua dará a conocer la reforma de la ortografía española [creo que en 2020], que tiene como objetivo unificar el español como lengua universal de los hispanohablantes.

Será una enmienda paulatina, que entrará en vigor poco a poco, para evitar confusiones. La reforma hará más simple el castellano, pondrá fin a los problemas de otros países y hará que nos entendamos de manera universal quienes hablamos esta noble lengua. La reforma se introducirá en las siguientes etapas anuales:

1. Supresión de las diferencias entre c, q y k. Komo despegue del plan, todo sonido parecido al de la k será asumido por esta letra. En adelante pues, se eskribirá: kasa, keso, Kijote…

2. Se simplifikará el sonido de la c y z para igualarnos a nuestros hermanos hispanoamericanos ke convierten todas estas letras en un úniko fonema “s”, kon lo kual sobrarán la c y la z: “El sapato de Sesilia es asul”.

3. Desapareserá la doble c y será reemplasada por la x: “Tuve un axidente en la Avenida Oxidental”. Grasias a esta modifikasión, los hispanoparlantes no tendrán desventajas ortográfikas frente a otros pueblos, por su estraña pronunsiasión de siertas letras.

4. La hache, kuya presensia es fantasma, kedará suprimida por kompleto: Así, ablaremos de abas o alkool. No tendremos ke pensar kómo se eskribe sanaoria y se akabarán esas komplikadas y umiyantes distinsiones entre “echo” y “hecho”. Ya no abrá ke desperdisiar más oras de estudio en semejante kuestión ke nos tenía artos.

Cervantes
Ilustración: Gastrópolis.

5. A partir del terser año de esta implantasión, y para mayor konsistensia, todo sonido de erre se eskribirá kon doble r: “Rroberto me rregaló una rradio”.

6. Para ebitar otros problemas ortográfikos, se fusionan la g y la j, para ke así, jitano se eskriba komo jirafa y jeranio komo jefe. Aora todo ba kon jota: “El jeneral jestionó la jerensia”. No ay duda de ke esta sensiya modifikasión ará ke ablemos y eskribamos todos kon más rregularidad y más rrápido rritmo.

7. Orrible kalamidad del kasteyano, en jeneral, son las tildes o asentos. Esta sankadiya kotidiana jenerará una axión desisiba en la rreforma; aremos komo el inglés, ke a triunfado universalmente sin tildes. Kedaran ellas kanseladas desde el kuarto año, y abran de ser el sentido komun y la intelijensia kayejera los ke digan a ke se rrefiere kada bokablo. Berbigrasia: “Komo komo komo komo!”

8. Las konsonantes st, ps o pt juntas kedaran komo simples t o s, kon el fin de aprosimarnos lo masimo posible a la pronunsiasion iberoamerikana. Kon ete kambio diremos ke etas propuetas okasionales etan detinadas a mejorar ete etado konfuso de la lengua.

9. Tambien seran proibidas siertas konsonantes finales ke inkomodan y poko ayudan al siudadano. Asi, se dira: “¿ke ora es en tu relo?”, “As un ueko en la pare” y “La mita de los aorros son de agusti”.

10. Entre eyas, se suprimiran las eses de los plurales, de manera ke diremos “la mujere” o “lo ombre”.

censura
Ilustración: Adene.

11. Despues yegara la eliminasion de la d del partisipio pasao y kanselasion de lo artikulo. El uso a impueto ke no se diga ya “bailado” sino “bailao”, no “erbido” sino “erbio” y no “benido” sino “benio”.

Kabibajo asetaremo eta kotumbre bulgar, ya ke el pueblo yano manda, al fin y al kabo. Dede el kinto año kedaran suprimia esa de interbokalika ke la jente no pronunsia.

Adema y konsiderando ke el latin no tenia artikulo y nosotro no debemo imbentar kosa ke nuetro padre latin rrechasaba, kateyano karesera de artikulo.

Sera poko enrredao en prinsipio y ablaremo komo fubolita yugolabo, pero depue todo etranjero beran ke tarea de aprender nuebo idioma resultan ma fasile.

Profesore terminaran benerando akademiko ke an desidio aser rreforma klabe para ke sere umano ke bibimo en nasione ispanoablante gosemo berdaderamente del idioma de “Serbante y Kebedo.”

Eso si: nunka asetaremo ke potensia etranjera token kabeyo de letra eñe. Eñe rrepresenta balore ma elebado de tradision ispanika y primero kaeremo mueto ante ke asetar bejasione a simbolo ke a sio korason bibifikante de istoria kastisa epañola unibersa.

Juego de ojos.

“Terra Alta”, gran merecedora del Premio Planeta 2019

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En el mes de octubre se dictaminó el Premio Planeta 2019, como ya hemos comentado en esta columna, este premio está dotado con una gran cantidad de dinero (600,000 euros), seguramente es el que tiene una mayor retribución económica de los que se otorgan a una sola obra. Los premios literarios como éste creo que tienen mucho mérito, desde luego en el fondo se tiene la motivación de vender muchos libros, restablecer lo invertido, y desde luego obtener ganancias; pero creo que todo lo que se haga para publicar libros, difundirlos y conseguir que llegue al lector y éste lo lea, son esfuerzos loables. Destaco además, que el premio tiene un segundo lugar al que le llaman finalista y el autor obtiene también una muy buena compensación económica.

Este año, el libro premiado fue Terra Alta de Javier Cercas, que recién apareció en noviembre en las librerías de Barcelona y de México de manera simultánea. La obra finalista que ocupó el segundo lugar fue Alegría de Manuel Vilas, lamentablemente aún no se puede conseguir.

Manuel Vilas Vida
Manuel Vilas Vidal, escritor finalista del Premio Planeta 2019. (Fotografía: ABC).

Terra Alta es una región de Cataluña en la provincia de Tarragona cuyo principal núcleo urbano es Gandesa, limítrofe con Aragón y muy cercana al Ebro donde los ríos que cursan por la comarca desembocan, es una zona muy poco poblada. Es en este territorio donde se desarrolla la novela.

Resulta difícil catalogar la novela, posiblemente sea una novela policíaca, aunque no muy típica. Casi todas las obras de Cercas son novelas de no ficción, en donde la anécdota principal se conoce desde el principio, como en el caso de Soldados de Salamina en donde la no aniquilación de Sánchez Maza y después la historia de su no verdugo son el centro de la obra. En Anatomía de un Instante, desde luego el intento de Golpe de Estado del 23F y todo su desarrollo son los protagonistas, En El impostor, un personaje que durante años se ha hecho pasar como sobreviviente de los campos de concentración nazis es desenmascarado por Cercas y sufre un escarnio total. El monarca de las sombras es la historia de un familiar del autor que durante la Guerra Civil milita en el bando nacionalista y muere muy joven, sin mencionar que su muerte se desarrolla casi al inicio de la novela.

Pero Terra Alta es totalmente diferente al resto de sus novelas, porque es un thriller policíaco –y hasta donde podemos ver– está basado fundamentalmente en la ficción. Magistralmente desarrollada, Cercas escribe como siempre lo hace, de manera impecable y precisa, con un espléndido manejo de los tiempos y de los contrapuntos, todo ello hace que el libro se lea con gran interés y un enorme disfrute.

Siendo una novela policíaca, tiene particularidades sui generis, pues algunos de los crímenes que se relatan no son esclarecidos porque los autores amedrentan al policía Melchor, la figura central de la obra y que tampoco es un policía al uso, es delincuente rehabilitado –y gracias a la literatura se hace policía–. En la historia,  por su participación heroica en un hecho terrorista, Melchor tiene que ser enviado a Terra Alta para poder pasar inadvertido y así evitar las venganzas de los terroristas; ya integrado al pacífico espacio, continúa su actividad policíaca y de gran lector, aunque a lo largo de la novela dialoga y discute con los personajes de Los Miserables, que son sus héroes y en ocasiones su ejemplo e incluso su motivo de inspiración. En el plácido espacio donde vive y trabaja, súbita e inesperadamente sucede un crimen que conmociona a toda la región por la importancia de los asesinados y la crueldad con la que son acribillados.

Terra Alta de Javier Cercas.
Javier Cercas, escritor español.

A lo largo de la novela se narra el desarrollo de las investigaciones y la vida de Melchor a través de saltos narrativos y temporales maravillosamente administrados, hasta el momento en que parece haberse agotado la investigación, sin darse con los asesinos ni con los motivos que tuvieron para acabar tan cruelmente con sus víctimas; gracias a la tenacidad de Melchor y las triquiñuelas legales que utiliza para continuar investigando, una vez que los criminales son descubiertos y son esclarecidos sus motivos, todo parece culminado, pero de pronto resulta que existen causas más profundas por los asesinatos, en donde participan hechos de la Guerra Civil, para entonces ya lejanísima (80 años) y colabora además, un grupo de mexicanos.

La Guerra Civil Española (1936 a 1939) es una obsesión constante en las novelas de Cercas; el autor nace en 1952, es extremeño y de muy niño llega a Cataluña donde desarrolla su vida, sus estudios y su obra. Curiosamente Terra Alta ha sido acusada de ser una obra separatista por algunos y de ser españolista o centralista por otros. Desde luego no soy yo quien pueda aclarar esto pero yo no veo indicios ni en un sentido ni en otro. Sólo puedo decir que es una magnífica obra de ficción en la que los personajes, el espacio, las anécdotas y la trama son maravillosamente explorados, descritos y desarrollados.

Una novela imperdible.


Lecturas recomendadas:
Javier Cercas. Terra Alta. Planeta, México, 2019.
—— Soldados de Salamina. Tusquets Editores, México, 2001.
—— Anatomía de un instante. Mondadori, México, 2009.
—— El impostor. Penguin Random House-Grupo Editorial, México, 2014.
—— El monarca de las sombras. Penguin Random House-Grupo Editorial, México, 2017.

Entrega Especial: La Tregua de Navidad (1914)

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La Navidad llegó cuando alcanzábamos el final de la saga de artículos sobre el Ayer, hoy y mañana de la Guerra. En principio, mi intención en estos artículos sobre el devenir de la guerra es enfatizar que en cada uno de los inventos –que surgieron a partir de las conflagraciones bélicas que se han desarrollado– se puede destacar en lo constructivo y creativo de la capacidad humana frente a la pesadilla de destrucción que representan los enfrentamientos entre las naciones, las religiones y los poderes económicos.

El tema ha dado para mucho y, en teoría, hoy deberíamos estar leyendo la cuarta entrega, sin embargo, con estas fiestas en el camino, destacar un hecho histórico único y traerlo a la narrativa actual de violencia en la que vivimos me pareció fundamental. Es un ejemplo de la posibilidad que tenemos de ser empáticos y poner a las personas por delante. En esta ocasión no hablo del ayer, el hoy y el mañana de algo, esta vez se trata de una vivencia excepcional que tocó los corazones de los hombres en el frente de batalla en la Europa de la Primera Guerra Mundial. Vamos a iniciar este cuento de Navidad basado totalmente en una historia de la vida real.

Érase una vez, hace 105 años en un algún punto de la invernal Europa, que la Navidad llegaba con toda su carga de tradición religiosa y familiar hasta las trincheras en las que peleaban regimientos de ingleses y franceses contra los alemanes, en la que entonces fue considerada como la Gran Guerra. Los ánimos estaban encendidos, las tensiones entre los dos grupos eran notorias y la animadversión evidente. El asesinato del heredero al trono de Austria-Hungría, el archiduque Francisco Fernando a manos de un nacionalista servio-bosnio durante su visita a Sarajevo en julio de 1914, servía como detonador para el enfrentamiento frontal entre la Triple Entente (Gran Bretaña, Francia y Rusia) contra la Triple Alianza (Alemania, el Imperio Austro-húngaro e Italia).

Navidad en trincheras.
Imagen: Pinterest.

Si lo pensamos detenidamente, parece que las guerras se luchan por atender asuntos “importantes” que usualmente afectan sólo a los grandes intereses, sin considerar la manera en que afectan a las personas, a los seres humanos. En los hogares de los combatientes, los lugares alrededor de la mesa quedan vacíos en la cena de Nochebuena o en torno al árbol de Navidad. Los corazones de padres, madres, esposas, hijos, hermanos y amigos se encuentran tristes, sensibles ante la ausencia de los seres queridos.

Podemos imaginar también la sensación de tristeza y de nostalgia de los soldados, porque a pesar del espíritu belicoso provocado por el enfrentamiento, no pasan de ser la carne de cañón que se sacrifica en la “defensa” de los principios, valores y creencias que representan a la “patria”, a la “nación”, a la “jerarquía religiosa”. Indiscutiblemente la guerra tiene que ser alienante, es necesario enajenar con la mentalidad de “defender lo propio” y atacar al enemigo, al extraño que representa la otredad, para que la guerra se justifique, para que los hombres y mujeres en la lucha estén dispuestos hasta a perder la vida. Sin embargo, esa víspera de Navidad de 1914, esta condición se modificó para bien, tocando de manera mágica y singular, los corazones de los combatientes.

Es el 24 de diciembre de 1914, la primer Nochebuena de la Primera Guerra Mundial, hace exactamente 105 años. Es la primer fiesta religiosa y familiar importante de la tradición europea que se celebra y “los chicos” están en el frente, sufriendo las inclemencias del tiempo, añorando la compañía de sus familias, del hogar, la cena navideña, los dulces y el ponche de vino caliente. Por ordenes del Káiser, las tropas alemanas recibieron raciones adicionales de pan, salchichas, licores y abetos que, iluminados, bordeaban la trinchera.

Los soldados franceses y británicos admiran emocionados los árboles luminosos, la imagen despierta su sensibilidad y, desde su trinchera, se unen a los cantos que entonan los alemanes del otro lado del campo de batalla. Por encima de las diferencias que los hacían combatir, se ven unos en otros porque pueden empatizar, saben perfectamente como se sienten los alemanes porque ellos tiene justo los mismos sentimientos. La pena de estar lejos de casa es la misma en francés, inglés o alemán. Por un instante, el deseo de bienestar y de paz, prevalece sobre cualquier diferencia real o aparente.

Navidad
Imagen: Pinterest.

Así, entre cantos y recuerdos, transcurre la noche. Cuando empieza a amanecer, agitando banderas blancas sobre sus cabezas, algunos soldados alemanes dejan sus trincheras. Están en tierra de nadie, vulnerables, desarmados. Por un momento los aliados los observan, desconcertados y vacilantes, salen a su encuentro y solidariamente todos permiten que la jornada transcurra. Ese mismo día, unas horas antes, esos hombres habían estado mátandose, y esa mañana de Navidad comparten las vituallas de las que disponen: alcohol, chocolate, tabaco, incluso recogen los cuerpos de sus compatriotas caídos en el campo de batalla y les dan digna sepultura. Se cuenta que compartieron además ceremonias religiosas y partidos de fútbol.

Ahora, la guerra es la guerra, y permitir este acercamiento entre las tropas minaba el espíritu de lucha. No se puede confraternizar con el enemigo. Cuando en los cuarteles generales de los respectivos ejércitos se enteraron de la tregua espontánea que se había sucitado, decidieron tomar fuertes medidas para sancionar a los participantes, de manera que en ningún lugar y en ningún momento se repitiera una conducta semejante.

Se dice que un número indefinido de soldados franceses fue fusilado por “amigarse” esa Navidad con los alemanes, a los alemanes que convivieron y compartieron con los aliados los enviaron al frente oriental. Las cartas de los soldados que contaban a sus familiares el extraordinario evento navideño fueron destruidas, la información fue censurada antes de que llegara a la prensa británica, los franceses confiscaron los negativos de las imágenes en las que se veía a hombres de ambos bandos posando amistosamente. Las altas esferas militares se hicieron cargo, la fraternidad de la Navidad de 1914 no podría repetirse nunca más. Jamás se entonaría nuevamente la Noche de Paz (Stille Nacht) en inglés y alemán simultáneamente como un símbolo de unión humana y espiritual. Cuando ganó la guerra, perdimos todos. La conflagración duró hasta 1918, los motivos por los que esa experiencia no tuvo el poder de detener la hostilidad son muchos y muy variados, da tristeza pensar que pueda más el odio y el deseo de poder que el amor a los semejantes.

Con esta reflexión me despido, deseando que en esta Nochebuena y Navidad prevalezcan los sentimientos de cercanía, cariño, amor y amistad. Estamos ante una gran oportunidad de limar asperezas, de iniciar diálogos y retomar afectos. Es un momento especial para abrazar a todas las personas que amamos.

¡Mis mejores deseos para todos ustedes! Reciban una gran felicitación por esta natividad y la expectativa de prosperidad y bienestar en este final de veintena del siglo XXI.

¡Bienvenidos seamos todos al 2020!

¿Cuál es el problema con la literatura del IQ?

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Me aterra que la corrección política y la reacción a la misma, de uno y otro lado, nos orillen a pensar siempre con la tripa y se esfume el pensamiento crítico. Entonces, para abrir un espacio a la razón, polemizo desde el centro contra todos. Es divertido. Hoy regreso a los temas de Charles Murray, las pruebas de IQ, y el eugenismo.

Las huestes del outrage culture—corriendo siempre histéricas a censurar cualquier reto a la corrección política—odian al politólogo Charles Murray por su famoso y controvertido libro The Bell Curve, donde defiende la validez de las pruebas de IQ. En Middlebury College, lo atacaron con violencia. Luego de esto, Sam Harris, cuyos podcasts son famosos, invitó a Murray para una entrevista.

Yo felicité a Harris, en otro artículo, por defender la libertad expresiva de Murray; empero, le reproché haber defendido lo expresado. Pues el acoso sufrido por Murray no conlleva, para sus ideas, un sello de acierto, aunque Harris, por ‘hacer equipo’ con otro opositor de la corrección política, así lo quiera. La corrección siempre yerra cuando censura una expresión, cierto, pero ello no le impide, en ocasiones, estar denostando algo realmente infame—ojo—.

Según su propio testimonio, Harris no sabía mucho de IQ; convenía entonces informarse previo a la entrevista, y no correr a afirmar, como hizo, que Murray acierta en todo y sus enemigos en nada. Pues las pruebas de IQ que Harris, con su gran alcance, ahora tanto ha prestigiado, fueron herramienta clave del movimiento eugenista, precursor y padrino del nazismo alemán. De haberlo sabido Harris, ¿habría variado la entrevista? Posiblemente. Harris es judío.

“Quien no conoce su historia, está condenado a repetirla,” dijo Jorge Santayana. Qué razón tenía. El corolario es que honrar aquel ‘¡Nunca Jamás!’ de la educación sobre Shoá (el Holocausto) nos obliga a investigar las causas. Haré aquí, por tanto, el trabajo que Harris abdicó.

No se logra mi objetivo observando que ‘eugenistas y nazis son malos’ y que ‘usaban exámenes de IQ’. Pues también usaban pistolas, y ésas, como tecnología, funcionan. Entonces, al margen del vínculo entre estos nefastos movimientos y la literatura del IQ, se vale preguntar: ¿hay en ella un problema científico?

Vayamos al origen. En la entrevista, Murray afirma:

(min. 31:52) CHARLES MURRAY: Puede defenderse que tenemos una muy buena demostración de este factor de inteligencia general. De hecho, esto empezó con Charles Spearman al principio del siglo XX. Era un psicólogo brillante, que se dio cuenta que no importaba de qué se tratara una prueba—fuera ésta de historia británica o de algebra, o de cómo componer un coche, o de lo que fuera la prueba (siempre y cuando se tratara de algo en el cerebro)—el puntaje de la prueba estaba siempre correlacionado. Ése fue su primer descubrimiento.

La ‘inteligencia’, para Murray, es una cantidad. Y tiene un efecto general: si tienes más, haces todo mejor; menos, todo peor.

Cualquier no psicólogo que no haya pasado la vida de noche tendrá derecho a asombrarse. Pues sabemos que el matemático se pierde en el supermercado, no sabe cambiar una llanta (menos “cómo componer un coche”), y se asfixia con cualquier reto social. Es un lugar común de nuestra cultura contemporánea—y no por coincidencia—que cuando aflora mucho la inteligencia técnica en algún área se atrofia lo demás, y queda uno indefenso fuera de su ecología especializada. Contra esta experiencia, propiedad de todos, Murray afirma que, si eres ‘inteligente’, lo eres en todo.

Los psicólogos han estado siempre obcecados con esto. En el siglo XIX, se pusieron a medir cráneos para ver si a mayor volumen de aquel líquido paninfluyente, la ‘inteligencia’, mejoraba también la puntuación en cualquier prueba de desempeño mental. La craniometría no prosperó como método académico; la psicometría sí. Nos dice Murray que fue Charles Spearman, “psicólogo brillante”, quien encaminara a la psicometría con su presunto descubrimiento: cuando la puntuación es alta en un área de desempeño, lo es en todas, y cuando es baja en una, baja en todas. Las pruebas están ‘correlacionadas’.

Hacer loas a Spearman, entre psicólogos, es tradicional. Por ejemplo, Robert Sternberg, promovido por el New York Times como “profesor de psicología en Yale, …muy reconocido como experto en la medición de la inteligencia”, emite la siguiente opinión:

“hay un hallazgo fundamental en la psicología que ha sido replicado mejor que cualquier otro en el campo: las calificaciones en todos los exámenes de habilidades cognitivas tienden a correlacionarse positivamente unas con otras. Observado primero por Spearman (1904)…”

Tiene tanto prestigio, entre psicólogos, este presunto hallazgo, que la distinción al “trabajo sobresaliente en psicología” de la British Psychological Society se llama Medalla Spearman.

¿Y quién era este Charles Spearman? Su biografía contiene algunas sorpresas.

La primera es que el psicólogo francés Alfredo Binet lo consideraba un peligroso charlatán, y publicó un artículo entero en 1905, intitulado ‘Análisis de C.E. Spearman’, nada más para burlarse de Spearman y su estudio de 1904—ése que presumen Murray, Sternberg, y una gran manada de psicólogos como una “muy buena demostración de este factor de inteligencia general”, el “hallazgo fundamental en la psicología”— .

La tentación natural, con tantas porras a Spearman, sería suponer que Binet debió estar equivocado. El problema es que la metodología base que todo mundo emplea para medir ‘inteligencia’ es la escala desarrollada por Alfredo Binet y Teodoro Simón. El gran genio aquí es Alfredo Binet.

¿De qué van sus objeciones contra Spearman?

Si bien muchos iban tras la pista de aquella ‘inteligencia general’ en la cual fervientemente creían, nadie encontraba las correlaciones de desempeño mental que la exhibirían. Spearman, observa Binet con ironía, atribuye este fracaso a la incompetencia universal de sus pares, cuyos presuntos errores enumera. Pero Spearman, dice Binet, “cree haber evitado estos errores”.

“El autor … presenta estudios consistentes con la búsqueda de una relación entre la inteligencia general, evaluada subjetivamente por los maestros con base a las actividades del niño, y la forma en que el niño reacciona a experiencias meramente sensorias; y encuentra que la correlación es tan grande que es igual a 1. [Spearman] califica su conclusión de profundamente importante. Quizá. Pero a nosotros nos parece profundamente asombrosa dado que los experimentos sensorios del autor son defectivos, y dada la forma como valoró—o ya sea obtuvo valoraciones de—la inteligencia general” [cursivas de Binet].

Esto chorrea de sarcasmo. Veamos por qué.

No existe ni tarea ni habilidad general; todas las tareas y habilidades son específicas. Por eso la existencia de la presunta ‘inteligencia general’—ésa que nos haría listos o tontos para todo—no puede demostrarse midiendo una sola tarea. Si existe, podremos inferirla, como dice Sternberg, cuando encontremos que “las calificaciones en todos los exámenes de habilidades cognitivas tienden a correlacionarse positivamente unas con otras”.

Pero no hay “habilidades cognitivas” en el estudio de Charles Spearman. Robert Sternberg piensa que sí. Y Charles Murray proporciona ejemplos de las presuntas “habilidades cognitivas” que Spearman habría encontrado correlacionadas: “historia británica”, “algebra”, “cómo componer un coche”. ¿Acaso leyeron el estudio de Spearman? No tiene esa estructura.

Lo que tiene Spearman son correlaciones entre, por un lado, reacciones a “experiencias meramente sensorias”, y, por el otro, lo que llama ‘inteligencia general’, cuyos valores obtuvo (esto es increíble) dejando que fuera “evaluada subjetivamente por los maestros”. (Luego intituló su estudio ‘La Inteligencia General, Concebida y Medida con Objetividad’. Tímido no era…).

IQ, coeficientes e inteligencia
Imagen: regarding365.

Aunque una caridad infinita le perdonara esto, el problema lógico, filosófico, no se esfuma. Y ese problema es que la ‘inteligencia general’ aparece en el estudio de Spearman como variable operativa. Es decir que Spearman presupone—en el diseño mismo de su estudio—la existencia de la ‘inteligencia general’, y por lo tanto su estudio no puede, por principio, demostrar su existencia (igual que una palabra no puede, por principio, definirse a sí misma).

Para que se entienda mejor, con el mismo diseño yo puedo ‘demostrar’ la existencia de la telepatía. Pido a los maestros que me den su adivinanza subjetiva—un valor numérico—para la ‘capacidad telepática’ de cada niño, y luego reporto correlaciones de estos números con sus reacciones a las mismas “experiencias meramente sensorias”. Absurdo.

Lo más divertido es el resultado que reporta Spearman. Si bien era imposible para su estudio—fueran cuales fueren las correlaciones encontradas—demostrar la existencia de la ‘inteligencia general’, quiso impresionarnos con “[una] correlación… tan grande que es igual a 1”. Dicha correlación es, sin duda, como dice Binet, “profundamente asombrosa,” pues una correlación “igual a 1” es perfecta—e imposible—. Ni en la más exacta de las ciencias, la física, se obtiene jamás una correlación “igual a 1”.

Este payaso es el “psicólogo brillante” y su payasada el presunto “hallazgo fundamental en la psicología”—la presunta demostración de una ‘inteligencia general’—. Da vergüenza. Que los psicólogos de hoy presuman tanto este estudio de Spearman no puede más que fundamentar una sospecha sobre la psicología de la inteligencia como subdisciplina.

El psicólogo Raymond Fancher, autor de una historia muy completa sobre la psicología de la ‘inteligencia’, comenta (p. 96) que “de haber vivido más años”—moriría en 1911—, “Binet habría encontrado justificación para sus dudas [sobre Spearman]”. (No me parece, empero, que Binet haya expresado dudas.) “Aunque no podemos explicar la razón de los extraños errores en los cálculos originales de Spearman,” continúa Fancher, “parecen sugerir que tenía una tendencia a ver lo que quería ver en sus datos, a veces muy a costa de lo que ahí realmente había”.

inteligencia
Imagen: hipertextual.

Quizá Fancher haya tirado la toalla con demasiada prisa. Yo pienso que sí podemos explicar “la razón de los extraños errores de Spearman”. En la Enciclopedia de la Medición Social, Peter Schönemann (p.194), experto en medición y muy crítico de la psicometría, observa un aspecto de la ideología de Spearman que nos suple con la hipótesis obvia:

“[Charles] Spearman dejó bien claro en qué radicaba, según él, la relevancia de su supuesto descubrimiento: ‘Los ciudadanos, en vez de escoger sus carreras al azar casi ciego, seguirán solo aquellas profesiones que estén adecuadas a sus capacidades. Puede concebirse inclusive el establecimiento de un índice mínimo [de ‘inteligencia general’] para tener derecho al voto parlamentario, y sobre todo para el derecho a reproducirse’”.

¿De dónde le llegaban estas ideas a Spearman? Fancher (p.171) explica que era “un protegido de [William] McDougall”, quien “conocía y admiraba al ya viejo Francis Galton, y apoyaba fuertemente al movimiento eugenista”. Galton es el fundador del eugenismo; McDougall, siguiendo sus pasos, se distinguió como teórico de la supuesta raza ‘aria’ o ‘nórdica’ superior, la misma teoría que, junto con el antisemitismo, después sería la columna vertebral del movimiento nazi. Como explica el sociólogo Nicholas Pastore (p.148), McDougal “alegaba que la raza inglesa, predominantemente nórdica, era la mejor,” es decir, que la mejor sangre alemana era la anglosajona. Además, “parece haber sido antisemita.”

Con este contexto por trasfondo, me aventuro a proponer una hipótesis.

Spearman no se interesaba tanto en la investigación científica de la mente. Le interesaba más convencer al público de que realmente existía una sustancia única y general llamada ‘inteligencia,’ fácilmente medible con una prueba que sólo él sabía diseñar y administrar, para con ello justificar restricciones a la reproducción y participación política de quienes no aprobaba—de los ‘no nórdicos’—. Pues eso precisamente buscaba Francis Galton, el héroe de McDougall, de Spearman, y de otros ‘psicólogos’ de la ‘inteligencia.’

Dicha hipótesis sin problema alguno explica las payasadas pseudocientíficas de Spearman.

En mi siguiente entrega examinaré las metas del movimiento eugenista, que después sería el nazismo, y explicaré cómo dichas metas corrompieron por completo la investigación de la ‘inteligencia’ (hasta nuestros días).

Hasta la próxima.


Francisco Gil-White es catedrático del ITAM y autor del libro El Eugenismo: El Movimiento que Parió al Nazismo Alemán (de venta en Amazon).


Referencias
~ Binet, A. (1905). Analyse de C.E. Spearman, ‘The Proof and Measurement of Association between Two Things’ and ‘General Intelligence Objectively Determined and Measured,’ L’année Psychologique, 11, 623-624.
~ Fancher, R. (1985). The intelligence men: Makers of the IQ controversy. New York: Norton.
~ Pastore, N. (1944). A Social Approach to William McDougall. Social Forces, 23, 148-152.
~ Schönemann, P.H. (2005) Psychometrics of Intelligence.  K. Kemp-Leonard (ed.)  Encyclopedia of Social Measurement, 3, 193-201.
~ Spearman, C. (1904). General intelligence, objectively determined and measured. American Journal of Psychology, 15, 201-293.
~ Sternberg, R. J., & Pardo, J. (1998). Intelligence as a unifying theme for teaching cognitive psychology. Teaching of Psychology, 25(4), 293-296.