T-MEC

México, terreno de acuerdo

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El documento que se firmará hoy en México es un paso más para la ratificación del T-MEC, pero el documento deberá ser avalado todavía por los Congresos de los tres países.

Un año tuvo que haber transcurrido para que aquel documento que modernizó el añejo TLCAN y dio vida al T-MEC, firmado en Argentina, volviera a ser presentado ahora con una ‘adenda’ avalado por los gobiernos de México, Estados Unidos y Canadá y que estaría siendo firmado el martes 10 de noviembre.

La viceprimera ministra de Canadá, Chrystia Freeland; y la embajadora mexicana en Estados Unidos, Martha Bárcena; se unirán al asesor y yerno del mandatario Donald Trump, Jared Kushner; y al representante comercial de Estados Unidos, Robert Lighthizer; quienes viajarán a la Ciudad de México para cerrar los cambios en el documento original del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), junto con el representante de México, Jesús Seade.

Al parecer los obstáculos a los que el T-MEC se enfrentó durante 2019, que incluyeron negociaciones con Richard Trumka, presidente de AFL-CIO, el sindicato con más influencia en Estados Unidos, y con Nancy Pelosi, líder de la Cámara de Representantes, fueron superadas y es posible anunciar un nuevo documento con una ‘adenda’ consensados que estarían siendo presentados ante los Congresos de los países involucrados.

Los representantes de las tres naciones se darán cita en Palacio Nacional alrededor del medio día para sostener una reunión y discutir el T-MEC, se espera que al término ofrezcan una conferencia de prensa.

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“(Hay que) ajustar algunas cosas, aceptar que pueden favorecer más a un sector que a otro, y una vez que se dan esas ratificaciones por parte de los cuerpos legislativos es que se empieza a correr otro plazo más, en el que los países ajustan sus legislaciones para decir si hubo cambios”, puntualizó la secretaria de Economía, Gabriela Márquez.

La titular de Economía reveló que la firma en Estados Unidos podría ser antes del 20 de diciembre, y una vez con los ajustes, se deberán hacer las traducciones, por lo que sería en el primer semestre del próximo año cuando se pondrá en marcha formalmente.

“Los senadores (de México) tendrán la oportunidad de revisar el texto, y concluir el proceso legislativo de aprobar una adenda”, acotó.

En relación a las modificaciones, consideró que el porcentaje no importa, sino los temas en que se realizaron ajustes como el laboral y reglas de origen.

Palacio Nacional hará historia con el T-MEC

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Canadá, Estados Unidos y México dan un paso más hacia la ratificación del T-MEC.

Contra todo pronóstico la ratificación del Tratado Comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) se aproxima a concretarse antes de que finalice el 2019 ya que los equipos negociadores de la tres naciones firmarán este marte 10 de diciembre un acuerdo que pone fin a las diferencias que detuvieron la votación del tratado en el congreso estadounidense.

“Ayer me informaron de que se había aceptado de que se firme aquí este acuerdo y que venían de Estados Unidos y Canadá a firmarlo aquí. Este acuerdo ayudará a la economía de los mexicanos”, refirió.

López Obrador indicó que se quedaron atrás las diferencias que se tenía mayormente con los representantes del Partido Demócrata de Estados Unidos, quienes pedían que se garantiza el cumplimiento de la ley.

El mandatario federal aseguró que para poder llegar a un acuerdo se decidió establecer un plan para implementar la reforma laboral y se garantizaron los recursos.

A la firma de las adendas al T-MEC contará con la asistencia asistirán del representante comercial de Estados Unidos, Robert Lighthizer; el yerno del presidente Donald Trump y asesor principal, Jared Kushner; la viceprimera ministra canadiense, Chrystia Freeland, y funcionarios mexicanos.

Pelocy asegura que T-MEC revisado es mejor que el original

Durante una conferencia de prensa para hablar acerca de la revisiones hechas al tratado comercial de América del Norte, Nancy Pelosi, presidenta de la Cámara de Representantes aseguró que; “No hay duda de que esto es mucho mejor que el TLCAN (Tratado de Libre Comercio de América del Norte), infinitamente mejor”.

Con información de El Economista y Notimex.

Es tiempo de ratificar

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El presidente de México estima que ya es tiempo de ratificar el TMEC y llamada a Nancy Pelosi a reconsiderar la votación antes del periodo electoral en Estados Unidos.

La aletargada espera por la ratificación del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) parece empezar a impacientar al gobierno mexicano y es que de acuerdo con el presidente Andrés Manuel López Obrador, su administración ha cumplido con todo lo que le corresponde y ha ofrecido todas las garantías posibles para lograr concretar el nuevo acuerdo comercial.

Después de que el Congreso de Estados Unidos planteara nuevas condiciones para concretar la ratificación del T-MEC, el presidente López Obrador señaló que México ya ha definido en qué términos mantendrá un acuerdo comercial con sus vecinos del norte y reiteró el compromiso de su gobierno con cumplir con las garantías en materia de democracia laboral que tanto argumentan los legisladores demócratas.  

“Consideramos que ya se ha definido en qué términos nosotros podemos ratificar el tratado. Se puso a consideración de los representantes en el Senado lo que el Ejecutivo puede aceptar en el complemento de lo ya acordado (previamente) en el Senado mexicano,” señaló el primer mandatario en su conferencia del lunes 9 de noviembre.

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El Senado de la República había avalado las modificaciones al Tratado de Libre Comercio entre América del Norte (TLCAN) firmadas por los presidentes de México, Estados Unidos y Canadá el 31 de noviembre de 2018 en Argentina; sin embargo, a un año del consenso, el Congreso estadounidense, liderado por la líder demócrata Nancy Pelosi, ha sugerido variaciones al documento.

“Nosotros ya avanzamos, estamos a la espera de los legisladores de Estados Unidos y Canadá (…) Si cambian y vienen exigencias que no se puedan cumplir por cuestiones de principios, se informaría, pero nosotros ya avanzamos,” aseveró el presidente.

López Obrador aprovechó para hacer un nuevo llamado a Nancy Pelosi líder de la Cámara de Representantes y le solicitó que “se decida sobre este tema, nosotros hemos cumplido cabalmente y consideramos que es un acuerdo que conviene a todos,” dijo, al reiterar que es importante no alargar más el proceso y evitar que se mezcle con temas políticos.

“En la política, también es el momento de tomar la decisión, de lo contrario se va a acercar la decisión a los procesos electorales que, como en todos los países democráticos, despiertan pasiones y queremos que no se vincule este tema tan importante para la economía con un tema político electoral en Estados Unidos,” finalizó.

México inamovible ante presiones de T-MEC

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México mantiene su postura inamovible ante las nuevas presiones de Estados Unidos sobre el T MEC, tratado en duda de ratificar por las diferencias.

La tensión entre México y Estados Unidos en materia de comercio exterior siguen alimentando la incertidumbre entre inversionistas, en reacción a una aletargada ratificación que se enfrenta a más condiciones salpicadas de intereses políticos.

En el más reciente episodio registrado en la larga historia del T-MEC, México se vio presionado por la nueva condición del Congreso de Estados Unidos en relación a disposiciones laborales y ambientales, además de la exigencia que el 70 por ciento del valor del acero y el aluminio utilizado en los automóviles fabricados en Norteamérica provengan de la región.

El encargado de las negociaciones en Washington, el subsecretario de Relaciones Exteriores, Jesús Seade, planteó ante legisladores estadounidenses la intención de México por aceptar cooperación más no injerencias en temas laborales. El gobierno mexicano señaló que ante la intención de Estados Unidos por enviar observadores a las empresas para garantizar el cumplimiento de la democracia laboral, se propone que, en caso de irregularidades, se realicen paneles de análisis con participación trilateral.

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Los cambios en la negociación del T-MEC avalados este año en el Senado Mexicano, fueron presentados por el canciller Marcelo Ebrard y la titular de Economía, Gabriela Márquez. “El 90% del tratado, quizá más, no está sujeto a discusión o a revisión. Lo que vamos a tener es un adendum”, dijo Ebrard tras una reunión con senadores.

El funcionario informó que la agenda incluía plazos para una petición de Estados Unidos respecto a las reglas de origen automotriz del TMEC, que exigen que el 70% del valor del acero y el aluminio utilizados en los automóviles fabricados en Norteamérica provenga de la región.

La solicitud de última hora hecha por el representante comercial de Estados Unidos, Robert Lighthizer, permitiría que las placas importadas, por ejemplo de Brasil o China, cumplan con el estándar después de ser laminadas y procesadas en América del Norte.

“No aceptaremos, de ninguna manera, que esa obligación entre en vigor en el momento en que el tratado sea ratificado. Sino, que tendrá que ser con un plazo de más de cinco años”, adelantó Ebrard.

“En aluminio no vamos a aceptar ningún plazo porque México no tiene el recurso primordial del aluminio, que es la bauxita. Entonces nos pondría en una desventaja muy grande”, agregó.

Además, Ebrard sostuvo que su país no aceptará inspecciones laborales de funcionarios estadounidenses para supervisar el cumplimiento de compromisos laborales.

México considera que ha hecho todo lo que le corresponde para lograr la ratificación del T-MEC e hizo un llamado al Congreso de Estados Unidos a no mezclar temas económicos con temas políticos, esto de cara al proceso electoral que se avecina.

Otra piedra en el camino del T-MEC

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Los cambios en el T-MEC representan complicaciones en el proceso de ratificación y ahora surge una controversia más que afectará la industria de autos.

Las reglas que rigen el uso de acero y aluminio en los automóviles, se han convertido en una de las nuevas adversidades que enfrenta la ratificación del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) que lucha por su aprobación en el Congreso de Estados Unidos.

Las “letras chiquitas” del T-MEC indican que el 70 por ciento del acero y el aluminio en los vehículos provengan del continente, para poder exentarlos de impuestos.

Los cambios en el T-MEC orillan a presentar nuevas propuestas por parte del gobierno mexicano, que no está dispuesto a permitir injerencias extranjeras en las empresas como medida de vigilancia para garantizar el cumplimiento de la Ley Laboral.

Se espera que el viernes 6 de diciembre, Estados Unidos y México discutan los cambios del texto que se presentará en la Cámara estadounidense.

En días anteriores, según señala El Financiero, Estados Unidos puso sobre la mesa una demanda de contar solo las losas de acero y aluminio hacia el umbral del 70 por ciento que se generó en América del Norte, indicaron las personas.

Eso complicaría la calificación para los automóviles producidos en México, cuyas losas a menudo se producen en Brasil, Japón y Alemania.

La propuesta fue presentada como una demanda del sindicato United Steelworkers el año pasado, según dos de las fuentes.

El lunes, el presidente estadounidense, Donald Trump, anunció planes para restablecer los aranceles al acero y al aluminio de Brasil y Argentina, naciones que acusó de devaluar sus monedas en detrimento de los agricultores estadounidenses.

Las reglas para los automóviles están en el corazón de la apuesta de Trump para reemplazar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) con el T-MEC, que brinda más incentivos para fabricar en EU, asuntos a resolver en las negociaciones del año pasado.

“Es difícil cumplir la regla de origen del T-MEC, pero podemos cumplir con este requisito adicional”, declaró Matt Blunt, presidente del American Automotive Policy Council, que representa a los tres grandes fabricantes de automóviles de EU. “La aprobación del pacto comercial sigue siendo nuestra máxima prioridad”.

Última llamada para el T-MEC

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Ante la nueva demanda de los demócratas, las circunstancias no permiten esperar una ratificación del T-MEC para 2019, los empresarios mexicanos estiman que será hasta 2020.

“Será difícil”, es lo que dicen los empresarios mexicanos que participan en las negociaciones del nuevo acuerdo comercial entre América del Norte, al menos para que sea ratificado antes de que termine el año, por lo que el comercio exterior del bloque se seguirá rigiendo por el TLCAN al menos hasta principios de 2020.

“Creo que este año será difícil que se complete todo porque tiene que ir al Congreso donde los demócratas tienen mayoría y luego al Senado, seguro lo veremos terminar hacia principios del año que entra solo si se retiran estas propuestas (las que afectan la competitividad de México), dijo Moisés Kalach, coordinador de la estrategia bilateral México-Estados Unidos del Consejo Coordinador Empresarial.

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Para los empresarios del “Cuarto de Junto”, existen alrededor de ‘cinco líneas rojas’ que no están dispuestos a cruzar, por lo que prefieren esperar y no seguir con las negociaciones bajo estos términos, por lo que se prefiere esperar a enero de 2020 para esperar respuesta a la nueva propuesta presentada por el subsecretario de Relaciones Exteriores, Jesús Seade, en Washington.

El exembajador de México en Estados Unidos, Arturo Sarakhán, señaló que restan 11 días (a partir del 4 de diciembre) de sesión legislativa en Estados Unidos antes del periodo vacacional de fin de año, por lo que “queda una ventana muy pequeña al inicio de 2020 antes de que arranquen las primarias en febrero. Una vez iniciada la campaña, se antoja muy difícil que políticamente se pueda votar un acuerdo de libre comercio en el Congreso.”

Chuck Grassley, presidente del Comité de Finanzas del Senado en Estados Unidos, destacó por su parte que no habrá una sesión especial del Congreso para revisar el T-MEC y advirtió que en año electoral los legisladores se “vuelven impredecibles”; sin embargo, reconoció que retrasar el acuerdo sería políticamente negativo para los demócratas porque se leería como un proceso consumido por el juicio político que actualmente ensombrece al presidente Donald Trump.

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La presión llega a México desde el norte

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Estados Unidos y Canadá han presionado para que se añadan inspecciones laborales en el T-MEC como condición a México para su ratificación.

Parece que la “inminente” ratificación que Nancy Pelosi auguró para el T-MEC en días anteriores sufre complicaciones con una nueva disputa que podría poner en riesgo la soberanía laboral de México.

Ahora, la Cámara de Representantes en Estados Unidos pone en la mesa una nueva propuesta que, en colaboración con el gobierno de Canadá, ejerce presión a México desde el norte, solicitando inspecciones laborales en sus empresas para garantizar el cumplimiento de la democracia sindical.

“Nosotros aceptamos el que se llevara a cabo una reforma laboral en el país. Es algo que coincide con nuestras convicciones y lo que nos han pedido los trabajadores, el que haya democracia sindical.” Dijo el presidente López Obrador en conferencia de prensa, después de que los empresarios mexicanos descalificaran la propuesta.

A pesar de la aprobación de la Ley Laboral en México y los compromisos que el gobierno de López Obrador ha adquirido para el riguroso cumplimiento de la libertad y democracia sindidal, los demócratas en Estados Unidos plantearon que se tendrían problemas de operación para llevar a la práctica lo legislado y han puesto en duda la habilidad del gobierno mexicano para hacer valer y cumplir la ley.

Para garantizar el cumplimiento de lo legislado en México, Estados Unidos y Canadá han planteado la injerencia de entes externos en las empresas mexicanas, que certifiquen y verifiquen el pleno ejercicio de la democracia sindical.

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México presenta su contrapropuesta

La respuesta de México fue rotunda y contundente al asegurar que no aceptará ningún tipo de inspección externa que ponga en riesgo su soberanía; sin embargo, dijo estar abierto a la cooperación y asesoría a través de paneles de participación conjunta en la que se evalúen las posibles violaciones o incumplimientos.

“No se aceptó y lo que se está proponiendo en que, si hay una controversia en una empresa, no en todo el sector empresarial, que pueda haber un panel en donde participemos de manera conjunta con un tercero para que, si no se cumplió con la norma, en un plazo considerable, luego de que se pueda tener tiempo para reponer el procedimiento.”

Si bien México está interesado en la ratificación del acuerdo comercial, lo que inyectaría mayor certidumbre a su economía, el presidente reconoció que es un tema complejo por el proceso electoral que se avecina en Estados Unidos.

La controversia bajo la lupa

La enmienda parte de la desconfianza de los demócratas en el cumplimiento futuro de la legislación en México. “Nos han llegado a decir que no es por nosotros, que nos tienen confianza pero que es un tratado que quedará establecido y que después no saben que puede pasar.”

López Obrador explicó que la solicitud de los gobiernos de Estados Unidos y Canadá tiene una parte que es bien vista por los trabajadores y otra que no les agrada a los empresarios. “Los trabajadores consideran que es una garantía para que realmente se cumpla lo que está en la ley,” dijo.   

Por otro lado, los empresarios consideran que esta medida tiene doble intención y puede ahuyentar la inversión, ya que estos mecanismos de verificación de los compromisos se pueden estar haciendo para que no se establezcan las empresas en México y se mantengan los empleos en Estados Unidos.

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Extremas enmiendas al T-MEC

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Las enmiendas al T-MEC propuestas por congresistas estadounidenses son extremas e inaceptables, responden empresarios mexicanos.

Incluir inspecciones laborales dentro del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) es lo que pretenden los demócratas estadounidenses para ratificar el acuerdo comercial; sin embargo, la enmienda podría ser un atentado directo a la competitividad. Así lo aseguró el Consejo Coordinador Empresarial liderado por Carlos Salazar.

Después de que se diera a conocer la intención de la Cámara de Representantes sobre la ratificación del T-MEC, el empresariado mexicano emitió un comunicado en el que agregó que si bien dan la bienvenida a cambios que fortalezcan el acuerdo, como la solución de problemas de establecimiento de paneles en el marco del mecanismo de solución de controversias Estado-Estado, les resulta imposible aceptar las demandas en materia laboral que plantea la injerencia de los gobiernos de Estados Unidos y Canadá dentro de sus empresas.

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“El respeto a la soberanía de México no es negociable”

Para los empresarios, el gobierno mexicano, representado por Jesús Seade en las mesas de diálogo, deberá mostrar su apoyo con contrapropuestas y mantener una postura firma en defensa de la competitividad del país.

Moises Kalach, directos del Consejo Estratégico de negociaciones Internacionales del Consejo Coordinador Empresarial, miembro del “cuarto de junto”, señaló que “son grupos de fuerza o de influencia que pudieran tener intereses diferentes a los de nuestro país, creemos que parte de las propuestas que está haciendo el gobierno americano están influenciadas por estos grupos que quizá no quisieran que nosotros firmemos este tratado comercial, entonces estamos tomando varias acciones, cerramos filas con el gobierno mexicano”.

En entrevista con El Financiero-Bloomberg, Kalach reveló que se están preparando las “líneas” que se responderán al gobierno de Estados Unidos, para lo cual están planeando un viaje a Washington donde buscan dar soporte a la negociación.

Al final, parece que la ratificación del T-MEC resultó no ser tan “inminente” como lo estimó Nancy Pelosi, presidenta de la Cámara de Representantes en días pasados.

Chuck Grassley, presidente del Comité de Finanzas del Senado de Estados Unidos y miembro del Partido Republicano, lanzó una advertencia en la que señaló que, si los demócratas de la Cámara de Representantes y la administración de Donald Trump no se ponían de acuerdo durante esta semana, la ratificación sería muy poco probable en 2019.

“Tal y como están las cosas, la ventana de oportunidad para 2019 es muy ajustada”, indicó.