Valeria Souza

Cuatro Ciénegas: la memoria más antigua del planeta en peligro de perderse

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Este extraordinario ecosistema lleva existiendo, como tal, millones de años a lo largo de los cuales resistió todos los desastres que arremetieron contra el planeta: lluvias de aerolitos, glaciaciones, movimientos telúricos de dimensiones desconocidas y otros.

Durante los últimos cincuenta años, la actividad humana ha ido disminuyendo dramáticamente la viabilidad de este paraje de excepcional importancia.

Los mexicanos no debemos perder de vista la reserva de la Biósfera de Cuatro Ciénegas.   Ubicado en el estado de Coahuila, el valle de Cuatro Ciénegas es un oasis de singular belleza en el que, a pesar de la dramática escasez de nutrientes, existe una enorme diversidad biológica; cientos de miles de especies distintas, la mayoría de las cuales no se ven a simple vista porque son microscópicas.

Para remarcar su importancia, algunos datos:

Millones de años atrás la atmósfera de la Tierra carecía de oxígeno, lo cual significa que la mayor parte de los organismo que ahora vivimos en el planeta no podríamos vivir en él.

Aseguran los especialistas que hace casi 4,000 millones de años, cuando la Tierra estaba poblada exclusivamente por bacterias de muchos tipos, apareció una distinta, la cual se diferenciaba de las demás, porque tenía clorofila y además detectaba la luz del sol. Éstas son las cianobacterias.

cuatro cienegas, Coahuila
Fotografía: Newsweek México.

Así surgió la fotosíntesis; el proceso a través del cual los organismos que cuentan con clorofila, son capaces de sintetizar compuestos orgánicos partiendo de bióxido del carbono y agua.

Para llevar a cabo esta función, las cianobacterias utilizan la energía de la luz solar y durante este proceso desprenden oxígeno.

Las comunidades de cianobacterias construyen lo que se conoce como estromatolitos; éstas son estructuras rocosas formadas por capas de sales de calcio.

No deja de sorprenderme el hecho de que organismos microscópicos sean capaces de crear grandes complejos de roca. Sin embargo, debemos tomar en cuenta el hecho de que se requieren miles de millones de estos seres vivos a través de muchísimos de años.

Hoy existen varios arrecifes de estromatolitos en la Tierra. La mayoría ya no están vivos, pero su importancia radica en el hecho de que son el testimonio de la presencia de cianobacterias en el planeta.

Cuatro Ciénagas, Coahuila
Photodron: Poza Las Playitas, Cuatro Ciénagas, Coahuila

Hace 3,700 millones de años en la Tierra había un número incalculable de estromatolitos. Estos produjeron una estratosférica cantidad de oxígeno.

Este hecho inédito resultó en un cambio radical en la atmósfera del planeta, transformación que continúa hasta ahora.

Podemos asegurar, de esta forma, que en un principio el oxígeno de la atmósfera terrestre fue resultado del metabolismo de las cianobacterias.

Con el paso del tiempo los seres vivos evolucionaron; fueron surgiendo plantas y animales de distintos tipos, muchos de los cuales ya desaparecieron, se extinguieron.

La mayoría de las cianobacterias como las que describimos arriba también dejaron de existir, salvo en un sitio, localizado en nuestro país: el valle de Cuatro Ciénegas.

Sin duda, hoy por hoy la científica más importante en el estudio de la zona es la Dra. Valeria Souza.

A ella se debe la mayor parte del estudio que se ha hecho en la zona, y este artículo sigue en buena medida su visión y conceptos sobre el sitio.

En este lugar insólito, hoy siguen existiendo bacterias multicolores, descendientes de aquellos ancestrales seres vivos con clorofila.

Los habitantes del municipio de Cuatro Ciénegas llaman “pozas” a los estanques cuyas aguas de azules inusitados y verdes deslumbrantes, enmarcadas por una aridez que sofoca, constituyen la Reserva de la Biósfera Cuatro Ciénegas.

cuatro ciénegas, poza azul
Fotografía: José del Río (Poza Azul, Cuatro Ciénagas, Coahuila).

La biodiversidad en cada una de las pozas es extraordinaria; quienes saben de esto, entre ellos de manera destacada, la investigadora mexicana Dra. Souza, aseguran que en una sola de ellas existe un mayor número de especies que en países enteros.

El interés científico por Cuatro Ciénegas es de importancia internacional. Incluso la NASA ha estado interesada en estudiarlo, en el entendido de que podría existir una similitud entre este lugar y el planeta Marte.

Hace cien años en Cuatro Ciénegas existían 300 pozas; hoy queda únicamente el 10% de ellas. La razón, es la extracción de agua destinada al cultivo de alfalfa para proveer a las empresas lecheras.

Valeria Souza, cientifica
Valeria Souza Saldivar, científica mexicana especializada en ecología evolutiva y microbiana (Fotografía: Milenio).

De mano de la ciencia, la Dra. Valeria Souza ha logrado avances importantes en la conservación y el rescate del ecosistema.

Esta científica ha sido premiada en muchas ocasiones por su infatigable trabajo en el campo de la evolución molecular en Cuatro Ciénegas; su meta es, en sus propias palabras: “Salvar el mundo perdido, que conserva la memoria más antigua del planeta”. 

En octubre de 2019, la Dra. Valeria Souza ingresó a la Academia Americana de Ciencias y Artes como miembro honorario internacional; es la primera mexicana que recibe esta distinción y esto la coloca al lado de científicos de la talla de Charles Darwin y Albert Einstein.

A raíz de lo anterior, en una entrevista realizada por la UNAM, Souza expresa: Espero que este reconocimiento le brinde la viabilidad para que se salve y se cierren los canales de Cuatro Ciénegas…

En términos de la actualidad, la Dra. Valeria Souza es una heroína, su tenacidad y empeño son implacables.

Les invito a seguir su trayectoria.



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Valeria Souza: miembro de la Academia de Artes y Ciencias de Estados Unidos

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A Piti Saldívar, quien ha sabido hacer bien lo más importante.

Cuatro Ciénegas, el lugar más diverso del planeta, es capaz de curarlo

En momentos en los que México está urgido de buenas noticias, resulta lamentable que pasen más o menos desapercibidas noticias como la que nos ocupa el día de hoy: el ingreso, el pasado 12 de octubre, en Cambridge, Massachusetts, de la investigadora mexicana Valeria Souza Saldívar, como miembro honorario internacional de la Academia Americana de Artes y Ciencias, fundada en 1780 por George Washington, Benjamin Franklin y Thomas Jefferson, y de la que han formado parte científicos de la talla de Charles Darwin y Albert Einstein, además de unos doscientos recipiendarios del Premio Nobel, lo que la convierte en la primera mexicana en obtener dicha distinción.

La bióloga de la UNAM, especializada en ecología evolutiva y evolución molecular de los microorganismos, fue elegida para formar parte de la Academia por su labor sobre la evolución e interacción ecológica en Cuatro Ciénegas, Coahuila, un lugar mágico que todo mexicano debería conocer, no sólo por su gente y por su belleza natural que incluye gigantes montañas de suave arena blanca y pozas y manantiales de agua cristalina como ninguna otra, sino por su significación científica, al ser considerado por la NASA como el mejor lugar del planeta donde se puede observar y estudiar el origen de la vida y cuyos microorganismos se conservan hasta la fecha, similares a los que existieron en la primera época del planeta, debido a la capacidad de crear estructuras colaborativas que les permitió sobrevivir, gracias a las condiciones adversas y al encapsulamiento de sus aguas durante millones de años. Dicho encapsulamiento se produjo por algunos movimientos de las placas tectónicas que elevaron la superficie de la región y la aislaron del resto del océano. Valeria Souza ha explicado que entender cómo sobrevivieron dichos microorganismos, puede ayudar a combatir la contaminación del planeta, pues su potencial biotecnológico es gigantesco.  “Han vivido a partir de metales pesados, han reciclado los elementos que nos dieron la vida. Pueden limpiar las minas, el mar, capturar CO2 en sus cuerpos”.

Dichas 200 pozas son el único lugar del planeta donde habita la mayor diversidad de bacterias de más de 3 mil 800 millones de años de antigüedad, que forman estromatolitos –estructuras con aspecto de corales–, que encierran el misterio del origen de la vida tanto en la Tierra como en Marte, debido a la similitud de ambos planetas. Además, se han identificado más de 80 especies endémicas asociadas al humedal, principalmente insectos, peces, reptiles y anfibios.

Valeria, desde hace dos décadas, junto con su esposo el doctor Luis Eguiarte Fruns, han estudiado las bacterias que habitan en las pozas de Cuatro Ciénegas y también se han convertido en fervientes defensores del ecosistema y en especial del humedal que está en riesgo de secarse por completo, para lo cual Valeria realizó la investigación sobre el rescate de los mantos acuíferos deCuatro Ciénegas, que motivó la invitación de la Academia. Es importante destacar que desde 2004, Valeria Souza y su equipo de investigadores guían a estudiantes de bachillerato en proyectos para conseguir un modelo de agricultura sustentable en el desierto.

La importancia del lugar fue descubierta por el científico naturalista Wendell Lee Mincley en 1958, y no fue sino hasta 1999 que un grupo de investigadores de la NASA dieron con Valeria y Luis, expertos en ecología evolutiva de microbios, con quienes realizaron un primer proyecto de 2000 a 2003 y un segundo proyecto de 2010 a 2013, relacionados con la evolución molecular de la zona, para describir y salvar “el mundo perdido” de Cuatro Ciénegas, que ha sido descrito como “un oasis extraordinario que guarda la memoria más antigua del planeta, a los descendientes directos de los bioingenieros que transformaron a este planeta de un sitio sin oxígeno con un mar anaranjado, al actual planeta azul donde vivimos”.  

Vale y Luis.
Valeria con Luis Eguiarte.

La mancuerna de Valeria y Luis que comparte la titularidad del Laboratorio de Evolución Molecular y Experimental del Instituto de Ecología,ha sido complementaria, pues ella ha sido la exploradora creativa y él quien cuestiona sus hallazgos desde la perspectiva lógica.   

En contraste con la importancia científica de la zona, su población ha experimentado la pobreza extrema, el abandono y la falta de alternativas, lo que la ha orillado a extraer agua de las pozas para el riego, en especial de alfalfa, y el pastoreo, principalmente de caballos y cabras, lo que ha provocado la desecación paulatina del 90% de sus pozas. Es por ello que hace un par de años se constituyó el Plan Cuatro Ciénegas 2040, a fin de transformar a la comunidad mediante acompañamiento personalizado que les permita contar con una vida de calidad y de respeto al medio ambiente, a través de proyectos filantrópicos y sustentables.

Plan Cuatro Cienegas.

En este par de años, el apoyo familiar y cultural ha permitido brindar protección a 571 familias, o sea cerca de 13 mil habitantes, que representan ya el 30% de la población de Cuatro Ciénegas. Alfonso González Arocha, oriundo del lugar y fundador y Presidente de Qualfon, una empresa líder en la industria de la mercadotecnia y centros de contacto, con la ayuda de su esposa Maricarmen Fernández y de Roberto Sánchez Mejorada, el Chief Mission Officer de Qualfon, ha tenido el compromiso social y la visión para lanzar y liderar junto con la Presidenta Municipal en turno, Yolanda Cantú, este proyecto colaborativo que goza del destacado apoyo de instituciones de la talla de la Fundación de Grupo Lala y de la Unión de Empresarios para la Tecnología en la Educación (UNETE), entre otras más de 50 instituciones.

En adición a este proyecto enfocado en la mejora humana, existe otro conocido como Destino Cuatro Ciénegas 2040 encabezado por Javier Bravo Dosal, que incluye proyectos de investigación, hospitalidad y ecoturismo, enfocados en lograr un impacto positivo y definitivo en la zona, que le permita contar con hoteles ecológicos de calidad, con capacidad de recibir al turismo nacional e internacional que el sitio amerita.

La relevancia de Valeria Souza y sus investigaciones científicas, así como la importancia de su elección como miembro honorario internacional de la Academia Americana de Artes y Ciencias, debe contribuir a colocar a Cuatro Ciénegas en el lugar de nuestra geografía que merece.