Este año, Las Patronas cumplieron 20 años de alimentar y ayudar a los migrantes latinoamericanos que pasan por la comunidad de La Patrona, en el municipio de Amatlan de los Reyes, Veracruz.
Ciudad de México (elsemanrio.com).- Con la privatización de Ferrocarriles Nacionales en 1995 y la paralela desaparición del tren de pasajeros, surgen Las Patronas, un grupo de 15 mujeres campesinas que, sin ningún interés, llevan dos décadas ayudando a los hermanos centroamericanos. Las admirables patronas tratan a los migrantes sin el prejuicio y el estigma que se reproduce constantemente y con el que cargan cada uno de los que se suben a La Bestia, ese tren que en sus lomos no lleva sólo personas, sino sueños de un porvenir digno para ellos y sus familias.
Ellas también viven el duro penar de todos aquellos que desean alcanzar la frontera con Estados Unidos; preparan comida y la reparten entre los que suben al tren que a veces, también arrebata vidas.
Este año, Las Patronas cumplieron 20 años de alimentar y ayudar a los migrantes latinoamericanos que pasan por la comunidad de La Patrona en el municipio de Amatlan de los Reyes, Veracruz.
El trabajo de estas mujeres ha rebasado las fronteras; curiosamente, es el mismo sueño que apoyan y alimentan diariamente de la mano de migrantes hambrientos y cansados.
Por ello, el Senado mexicano instó al presidente Enrique Peña Nieto para que, la voz de José Antonio Mead Kuribreña propusiera a Las Patronas como candidatas de los Premios Princesa de Asturias que se entregan anualmente en España.
La ayuda incondicional y solidaria de estas mujeres es el motor para una propuesta de este tamaño; con Norma Romero Vázquez al frente, cocinan alimentos todos los días: frijoles y arroz repartidos en bolsas de plástico son comida para el cuerpo y la esperanza.
Para finales del mismo mes en que la propuesta para galardonar a las patronas fue hecha, es decir en abril, la Comisión de Asuntos Migratorios de la Cámara de Diputados se sumó para aprobar la solicitud hecha por el Senado.
Las Patronas agradecen a todos aquellos grupos civiles, académicos y eclesiásticos que han seguido de cerca su labor, mismas que han firmado la candidatura para el Premio citado, pues las luchadoras y amigas de los migrantes requerían de 7,500 firmas; para su sorpresa, recibieron cerca de 50,000.
La campaña para apoyarlas se presentó en change.org y con el nombre de Apoyo a la candidatura de Las Patronas al Premio Princesa de Asturias para la Concordia 2015.
En esta petición se puede leer lo siguiente:
“Queremos que esta candidatura represente también un reconocimiento a todas aquellas personas que se han quedado en el camino, que lucharon por tener un futuro mejor y que sirvieron de ejemplo de superación y compromiso contra la injusticia que padecen en sus países de origen”.
Cabe destacar que en el 2013, las amigas de los migrantes recibieron el Premio Derechos Humanos que da la Comisión Nacional de los Derechos Humanos; evidentemente, un reconocimiento por su compromiso en la defensa de los derechos de los migrantes centroamericanos, que son de las personas más vulneradas en sus derechos humanos al no respetarse su garantía de libre tránsito.
Las Patronas, grandes heroínas de nuestro tiempo, podrían consolidar su labor con un premio de esta categoría, aunque, para ser precisos, tienen un regalo más grande y reconfortante para ellas: el agradecimiento de cada uno de los migrantes que al recibir la comida que preparan diariamente estas mujeres, gritan “¡gracias, madre!”, al mismo tiempo que La Bestia se aleja cargando en sus vagones los sueños de los migrantes centroamericanos.
