Sin importar que el Sistema que dota de agua a gran parte del Valle de México esté o no en perfectas condiciones, algunas zonas del Distrito Federal han sido marginadas en la dotación de tan preciado líquido, situación que a corto plazo podría provocar problemas sociales graves.
Ciudad de México (elsemanario.com).- Debido a los recortes de agua que se presentaron este fin de semana por los trabajos de mantenimiento en el Sistema Cutzamala, la mayoría de las delegaciones del DF tuvieron una baja en el suministro del 40%, excepto Gustavo A. Madero, Xochimilco y Milpa Alta.
Por ello el Sistema de Aguas de la Ciudad de México habría pedido racionalizar el líquido de manera consciente. Sin embargo, estos recortes se suman a otros problemas ya destacados en la Ciudad de México, donde haya o no haya labores de manutención del Sistema mencionado, la poca o nula disminución en la dotación del recurso hídrico es constante.
El desabasto de agua en algunas zonas del Distrito Federal se vuelve cada vez más común; sin embargo, hay una zona afectada cotidianamente, donde la falta del líquido vital o su mala calidad es cosa de todos los días.
Iztapalapa, es de las delegaciones más golpeadas en este sentido; frecuentemente presenta no recortes -como pueden ocurrir en otras delegaciones-, tampoco presenta solamente ausencia esporádica, sino que en general hay desabasto y una mala entrega en lo que tiene que ver con la calidad.
En este sentido, Daniel Salazar Núñez, presidente del Consejo Ciudadano para el Desarrollo Sustentable, dejó ver que las autoridades del gobierno local deberían montar operativos especiales para apoyar a los ciudadanos de esta zona ante los recortes cotidianos del líquido; el fin de semana comenzó otro y las autoridades delegacionales podrían verse rebasadas, ya que según él mismo, los vecinos de la demarcación resentirían más la ausencia de agua.
Este recorte responde a las obras de rehabilitación que se llevan a cabo en el Sistema Cutzamala, que a su vez nutre al Tanque del Cerro de la Estrella. De por sí, ya del diario más de 500 mil personas reciban agua por tandeo (algunas horas; algunos días) complementando el abasto con pipas y a eso se le agrega que los tanques que se surten de agua a esta delegación han reducido su caudal; como el de La Caldera, que desde mayo solo manda 464 litros por segundo, cuando anteriormente dejaba salir 550; para agravar más la situación, algunos pozos ya están fuera de servicio, como es el caso del Sifón.
Salazar Núñez dejó claro que Iztapalapa tiene problemas con la dotación de agua desde hace varias semanas; con el recorte, la demanda crecerá y si no se atiende puede ser detonante de conflictos sociales. Para ser más justos, la delegación tiene problemas con los recursos y cuando llega a tener, el agua no se puede beber.
Desde inicios de este año el GDF había anunciado que se invertirían más de 300 millones de pesos para potabilización de agua y drenaje, específicamente de Iztapalapa. Para marzo, garantizó que habría agua potable para todo el DF en 2018.
Para comenzar con esa ambiciosa política, también desde marzo, se comenzó con la instalación de bebederos en parques de la capital para así garantizar a la ciudadanía el derecho universal al agua potable; o así lo dejó ver el GDF, que informó que para ello se modificó la Ley de Aguas.
Sin embargo, la modificación de esa ley, no sólo en el DF sino a nivel nacional, no ha sido muy bien recibida por todo lo que conlleva y que para algunos, es sólo una manera más de estatizar de una manera concreta el agua: “el gobierno sigue siendo el administrador pero ahora va aponer entes (…) organismos que son los que van a administrar financieramente el agua”, como lo opinó Rafael Huízar Álvarez, académico perteneciente al Departamento de Geología Regional en el Instituto de Geología de la Universidad Nacional Autónoma de México.
En pocas palabras, según la opinión del experto con esa ley vendría un beneficio económico, pero no sería para los ciudadanos.
El académico también nos mencionó que en el DF hay muchas áreas marginadas donde no hay tuberías y en cuanto lleguen a tenerlas, las personas que otrora obtenían de manera simple el recurso natural, tendrán que pagar por él; en casos como el de Iztapalapa, Huízar nos habría explicado que “esas regiones en su origen tenían una agua de muy buena calidad”, pero debido a la manera en que se extrae el agua, subterránea y superficial, esos lugares han cambiado su calidad.
Son zonas con problemas muy marcados: no tienen el líquido vital y cuando lo tienen, es un agua no muy agradable, debido a que no se le da mantenimiento a la red y por lo tanto hay muchas fugas. Otra razón es que “la gente no quiere esa agua porque no es muy agradable”, tal vez para limpieza funcione, pero no para su consumo.
Parte del discurso proveniente de las autoridades tiene que ver con que gracias a la solidez con que se han manejado las finanzas en la ciudad y con miras al 2016, los capitalinos no padecerán aumentos o nuevos impuestos y por el contrario, se destinarán concesiones y se condonará el pago del servicio de agua en Iztapalapa, con lo que se beneficiará a más de 320 mil habitantes de la delegación y a 80 mil viviendas.
A la fecha, se presentan cortes de agua no sólo en Iztapalapa sino en toda la ciudad. Las razones son variadas, no todo tiene que ver con lo que sucede en Iztapalapa.
Evidentemente no todos notarán esa falta del líquido porque siguen existiendo zonas privilegiadas a donde el agua nunca falta; y eso no tiene que ver sólo con la ubicación geográfica, sino con otro tipo de ubicación que no tiene que ver con el espacio físico, sino con el social.
Para el día de hoy, al medio día, Conagua informó que el Cutzamala reinició su operación de bombeo de manera normal aclarando que los volúmenes de agua potable comprometidos con el Estado de México y el Distrito Federal ya están normalizados.
No obstante, esta normalización está sujeta a la estrategia que tenga el Sistema de Agua de la Ciudad de México, la Comisión del Agua del Estado de México y los organismos operadores municipales.
