El 17 de mayo se celebró el día mundial del Internet. En esta ocasión el Presidente Peña Nieto recibió en Los Pinos a un grupo de líderes en entorno al desarrollo del sector digital en nuestro país. Ante ellos manifestó la intención del Gobierno de la Republica de llegar a la meta de 250 mil puntos de acceso a Internet a través del programa México Conectado. Aprovechando la ocasión, el Presidente habló sobre la libertad de expresión durante su administración y como ésta es palpable en la enorme actividad de conversaciones de la ciudadanía en las redes sociales.
Si bien es favorable y aplaudible que el Presidente de México dedique tiempo en su agenda para hablar del desarrollo del Internet en nuestro país, es todavía más importante centrar los temas de la agenda en torno a una visión del Internet hacia futuro.
En la mayoría de los países integrantes de la OCDE, la discusión sobre el desarrollo del Internet está fundamentalmente dirigido a la capacidad de los enlaces, es decir, al ancho de banda de la banda ancha. La discusión en torno al acceso, como es el caso de nuestro país, esta relegada a países cuyas economías distan mucho de estar a la par de la Mexicana. Es cierto que sin acceso no hay agenda digital que valga, pero también lo es el establecer metas nacionales para la disponibilidad de una infraestructura para una auténtica banda ancha, la cual permita el aprovechamiento y desarrollo de aplicaciones de mayor consumo de datos, como lo requieren hoy los sectores académico, de investigación y desarrollo científico, entre otros.
El incorporar metas nuevas a la discusión del desarrollo del Internet en torno a la calidad y capacidad de la infraestructura de datos es un tema central. Si esta visión se incorpora al diseño de políticas públicas, el resultado será más y mejor infraestructura, la cual sea capaz de tener crecimientos exponenciales a costos marginales. Si la política pública acciona una visión de acceso de banda ancha a la par de sus socios comerciales, la visión regulatoria del IFETEL estaría enmarcada en una hoja de ruta de sus acciones más clara. Para empezar, tendría la capacidad de distinguir, con toda claridad, que acciones regulatorias contribuyen al desarrollo de una infraestructura de calidad, como se generan incentivos para su adecuada administración y como éstos tienen que ver con la formulación e implementación de buenas y malas políticas públicas (caso Red Compartida).
No deja de ser paradigmático, que un día después a la celebración del Día Mundial del Internet, tanto el IFETEL, en voz de su Comisionado Presidente, Gabriel Contreras, así como la SCT, en voz de la Subsecretaria de Comunicaciones, Mónica Aspe, anunciaron la próxima consulta pública en torno las pre bases para la licitación de 148 frecuencias para conformar una nueva cadena de televisión. Pareciera ser que la SCT y el IFETEL están más atentos al desarrollo nacional de la llamada “Caja Tonta”, que a insertar a nuestro país de lleno a la Sociedad de la Información y el Conocimiento y de ahí al paradigma de desarrollo de la “Cuarta Revolución Industrial”.
