Trump confirmó la postura proteccionista de su administración, al expresar que buscará “un comercio justo, no el libre comercio”.
Ciudad de México.- En una reunión que tuvo con empresarios norteamericanos en la Casa Blanca este lunes, el presidente Donald Trump reveló las medidas que considerará en el establecimiento de políticas en materia económica, afirmando que durante su administración no se permitirá que las compañías despidan a sus trabajadores en Estados Unidos, trasladen sus fábricas a otros países e intenten luego importar su producción al país; marcando su postura de cara a la renegociación del Tratado de Libre Comercio con América del Norte (TLCAN)
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El primer mandatario estadounidense también remarcó su compromiso de imponer impuestos de hasta 35 por ciento a las importaciones de empresas que hayan deslocalizado su producción a otros países, en su intento de devolver empleos a la clase trabajadora del país norteamericano.
De esta manera, planea convencer a los empresarios que les resultaría más fácil elaborar sus mercancías dentro del territorio norteamericano que fuera de él, a pesar de las ventajas que supone para las compañías la deslocalización de su producción, en cuanto a disminución de costos y flexibilización de normas laborales.
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Respecto al comercio, Trump confirmó la postura proteccionista de su administración, al expresar que buscará “un comercio justo, no el libre comercio”, justificando su posición en que otros países presentan facilidades para llevar sus productos a Estados Unidos, mas no así de manera inversa.
“Vendemos carros a Japón y hacen casi imposible que vendamos nuestros carros a Japón y sin embargo, nos venden carros en cientos de miles en los cargueros más grandes que he visto. Tenemos que hablar con ellos de eso. No es justo, no es justo” aseguró el empresario, de acuerdo con El Financiero.
Respecto a esto, esta mañana firmó una orden para retirar definitivamente a Estados Unidos del Tratado Transpacífico de Cooperación Económica (TPP), asimismo, mantendrá en los próximos días una reunión con Justin Trudeau, primer ministro canadiense y con Enrique Peña Nieto, para hablar de temas que atañen al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
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Por otro lado, confirmó que su gobierno reducirá “de manera masiva” los impuestos, tanto para la clase media como para las empresas, además de reducir considerablemente las regulaciones sobre el sector privado, en un monto equivalente hasta el 75 por ciento.
Definió que los impuestos podrían situarse entre el 15 y el 20 por ciento, a diferencia del 35 y hasta 38 por ciento que actualmente grava a personas físicas y morales en su país.
Además propuso beneficios para aquellas firmas que deseen construir plantas en su país, asegurando que recibirán aprobaciones rápidas para su establecimiento, tratando de beneficiar el regreso de la industria manufacturera a Estados Unidos.
Entre los asistentes a la reunión se encontraron altos ejecutivos de empresas como Tesla, Dell, Ford o Whirlpool.
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