Después de que Trump pusiera fin al programa de apoyo a `dreamers´ en Estados Unidos, los hijos de inmigrantes podrían ver en Canadá una esperanza.
La llegada de refugiados a territorio canadiense se ha agudizado en los últimos meses. Con la llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos, los programas de apoyo a inmigrantes se han visto amenazados y miles de personas que radican en ese país han visto en Canadá una opción para permanecer en América del Norte.
El temor a ser expulsados por las políticas de Trump han llevado a los migrantes a pedir refugio en Canadá, un país que bajo la administración del primer ministro Justin Trudeau se ha mostrado abierto y sensible a la necesidad de los menos favorecidos; sin embargo, el tema se podría complicar con el incremento de solicitudes y desplazamientos de personas que buscan dejar territorio estadounidense.
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El último caso de riesgo se registró al inicio del mes de septiembre con la decisión del gobierno de Trump de abolir el programa Deferred Action for Childhood Arrivals (DACA), proyecto aprobado en 2012 por el presidente Barack Obama con el que millones de hijos de inmigrantes que llegaron a Estados Unidos a temprana edad podrían garantizar su estadía en el país y completar sus estudios sin temor a ser deportados.
Este programa DACA había protegido de la expulsión a unos 800.000 jóvenes indocumentados, en su mayoría provenientes de América Latina.
Para algunos analistas, Canadá podría estar frente a la oportunidad de recibir en el país a jóvenes que tienen educación, han vivido en América del Norte, conocen una de las lenguas oficiales y necesitan un país seguro donde poder vivir.
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