México pasa por una de sus peores crisis en cuanto a credibilidad de sus instituciones y de sus gobernantes, pero generalmente los funcionarios, políticos y secretarios de estado niegan que la falta de estado de derecho, corrupción e inseguridad, sean una de los principales problemas que enfrentamos como sociedad; sin embargo, Agustín Carstens lo ha señalado abiertamente a pocos días de dejar su cargo como gobernador del Banco de México (Banxico).
Ciudad de México.- Y esto no es un secreto para nadie, la sociedad lo percibimos a diario en diversos entornos y la impunidad que disfrutan algunos personajes de la política, hace suponer que la corrupción y la falta de estado de derecho son una práctica común en el sistema de gobierno y lo peor de todo, parece ser parte de un aprendizaje inherente.
Esto causa un daño mayor, que aunado a la inseguridad, vuelven muy vulnerables a las instituciones, lo que genera que el tejido social se debilite de forma profunda y tal como lo señala Transparencia Internacional (TI), “reducir la corrupción es una condición clave para una sociedad justa y equitativa, y combatirla eficazmente fortalece las iniciativas de desarrollo, la promoción de derechos humanos y libertades”.
Por ello Agustín Carstens aseguró en declaraciones que retoma El Financiero, que “así como en un momento dado los mexicanos expresamos nuestro hartazgo por inflaciones altas y desórdenes fiscales, tenemos que manifestar nuestro hartazgo por esa parte fundamental para la convivencia humana”.
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La percepción de corrupción es muy alta
Y cualquiera puede ser víctima o al mismo tiempo, fomentar actos de corrupción en la convivencia diaria, ya que según TI, 6 de cada 10 personas en México consideran que la corrupción aumentó, pero esto también se asocia con los altos niveles de violencia e inseuridad.
De acuerdo al reporte “México: Anatomía de la Corrupción”, elaborado por el Instituto Mexicano para la Competitividad A.C. (IMCO) y el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), “existe una correlación positiva entre corrupción y niveles de violencia” y el 14% del ingreso promedio anual de los hogares destinado a pagos extraoficiales.
Ante esta realidad, Agustín Carstens hace un voto de esperanza para que esto cambie y su deseo es que desde Suiza, donde trabajará como gerente general del Banco de Pagos Internacionales, tenga noticias de avances en esta materia.
“Espero que se encuentren maneras institucionales dentro del Estado para canalizar ese hartazgo y para que se dé un México mejor” y además considera que lo que es urgente es “generar conciencia social para fortalecer la seguridad jurídica, el Estado de derecho y rechazar la corrupción”, algo que seguro tendría resultados positivos en todos los ámbitos de la sociedad.