El gobierno de Estados Unidos manda señales confusas sobre posibles acuerdos en el TLCAN y muy a su estilo, deja entrever una actitud positiva y flexible pero son los mismos funcionarios de la administración Trump los que se contradicen al respecto.
Ciudad de México.- En medio de una guerra comercial con dimensiones mundiales y con los principales socios en su contra, Estados Unidos utiliza una estrategia confusa con respecto a las negociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), ya que funcionarios de ese país ahora han dicho que los acuerdos finales estarían muy cerca de lograrse.
Según Mike Pompeo, secretario de Estado de Estados Unidos, es cuestión de semanas para que se alcancen concordancias en los temas más polémicos y que esto permita la modernización del TLCAN.
Sin embargo, al tiempo que declaraba esto, también dejó entrever que estos avances en las negociaciones solo se han dado con Canadá y sin mencionar a México, señaló que su equipo de negociación está “trabajando duro con las contrapartes canadienses y estoy muy esperanzado de que en las próximas semanas podríamos anunciar que tenemos acuerdos”.
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Contradicciones entre funcionarios de Estados Unidos
Pero casi de manera inmediata Sonny Perdue, secretario de Agricultura de los Estados Unidos, dio su versión sobre las negociaciones del TLCAN y en cierto sentido contradijo lo dicho por Pompeo, al señalar que es más probable lograr acuerdos con México que con Canadá.
“Probablemente nos sentimos más optimistas en un acuerdo con los mexicanos antes que con Canadá”, aseguró Perdue en declaraciones que retoma El Financiero, sobre todo porque se ha deteriorado demasiado la relación entre Donald Trump y Justin Trudeau, el primer ministro canadiense.
“Aún tenemos problemas intratables con Canadá en los que estamos trabajando”, aseguró el secretario de agricultura estadounidense, aunque también reconoció que podría haber acuerdos importantes del TLCAN “muy rápido este verano”.
Sin embargo, estas señales de supuesta flexibilidad y de ánimo positivo ya se han visto antes por parte de los funcionarios estadounidenses, pero en las mesas de negociaciones su postura ha sido de inflexibilidad política, según han dicho los representantes mexicanos.
“Salvo que México y Canadá terminaran cediendo a las pretensiones de Estados Unidos, me parece que es complicado pensar que habrá un acuerdo rápido en el verano”, consideró José Luis de la Cruz, presidente de la Comisión de Estudios Económicos de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin).
Amenaza de una guerra comercial mundial
Sin duda, en estos momentos donde las amenazas de una guerra comercial de dimensiones mundiales aumentan, el TLCAN es de vital importancia para Estados Unidos, ya que de acuerdo a The Wall Street Journal, están en juego 1.1 billones de dólares de comercio entre los tres países, así como 840 mil millones de dólares de inversión en la industria automotriz, de alimentos y agricultura.
Sobre todo cuando Japón, Rusia y Turquía se han sumado a países como México, Canadá, la Unión Europea y China, para imponer aranceles a productos de origen estadounidense como represalia a las medidas impuestas por el gobierno de Trump a las importaciones de acero y aluminio.
Pero además, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ya amenazó con poner más aranceles a productos chinos, con lo que se afectarían 200 mil millones de dólares de importaciones, lo que abiertamente sería una provocación para el gigante asiático.
Todo esto complica las negociaciones del TLCAN, ya que con “la guerra arancelaria el panorama luce menos alentador y cada vez más difícil de resolver”, asegura Jesús Sánchez Arciniega, investigador de temas económicos de la UNAM, por lo que la postura de Estados Unidos sigue siendo incierta e impredecible.
