Compras por Internet, nuestra nueva cotidianidad

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Actualmente se hace un uso indistinto de los conceptos “compras por Internet” y “comercio electrónico”, es así ya que a través de cualquiera de estas compras se puede tener acceso o cuantificar este tipo de comercio, aunque realmente llegan a ser muy distintas, pero son tan mutuamente dependientes para poder coexistir.

Económica y académicamente es innegable el posicionamiento de este tipo de empresas en los últimos años, esto aunado al trato que tienen con respecto al cliente, que es bastante distinto que el de las empresas tradicionales, de ahí su crecimiento; además de que han invertido en seguridad y diferenciación de productos. Quizá no todo, pero si buscas algo, lo encontrarás y, muy probablemente, en la forma que lo necesitas.

Su auge y éxito se debe, por un lado, a la novedad como centro de atención, por otro, en el caso de México, a la inseguridad que se vive últimamente, es mejor comprar en línea que acudir a un centro comercial. Son “n” factores los que hacen que sea una alternativa real el comprar por internet. ¿Por qué se hace? Va desde que algunos productos y marcas no se encuentran en el país, el precio y hasta las opciones de pago, entre muchos otros factores.

En el Informe sobre la economía de la información 2017 de la Organización de las Naciones Unidas, se menciona que la UNCTAD ha puesto en marcha un proyecto para ayudar a los países menos adelantados a evaluar su grado de preparación para participar en el comercio electrónico y en otras actividades de la economía digital, y así poder beneficiarse de las ventajas que ofrece, a través de las siete esferas de políticas de la iniciativa Comercio Electrónico para Todos, las cuales son: 1) Evaluaciones del comercio electrónico; 2) Infraestructura y servicios de TIC; 3) Pagos; 4) Logística comercial; 5) Marcos jurídicos y regulatorios; 6) Desarrollo de aptitudes; y, 7) Financiación para el comercio electrónico.

En el caso de México, se revisarán algunos puntos importantes para entender el crecimiento de este tipo de actividades. Hemos ido aumentando como consumidores electrónicos, tengamos en cuenta que una de las actividades más comunes que realizamos es la compra de un boleto de avión, de unos tres lustros a la fecha se trata de entrar a la página de internet de la empresa, buscar el boleto y comprarlo. Todavía hay mucho por hacer pero es innegable el crecimiento de este tipo de compras y también que nos hemos ido acercando cada día más a esta alternativa.

comercio electrónico

Para 2009 se estima (dentro del mismo estudio ya mencionado) que el comercio electrónico fue de alrededor de $24.5 miles de millones de pesos, y $329.85 para 2016. Se compara, en la mayoría de los casos, a nuestro vecino del norte, todavía por los aranceles que favorecen este tipo de intercambios.

Estos datos han sido posibles debido a la infraestructura tecnológica a la que nos estamos enfrentando. Según los datos de la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares (ENDUTIH), del INEGI, en 2017 el 63.9% de la población de seis años o más en México es usuaria de Internet; además, en 17.4 millones de hogares (50.9% del total nacional) disponen de conexión a Internet.

Y, por si fuera poco, el 72.2% de la población tiene un teléfono celular habilitado para hacer y recibir llamadas o mensajes. De ellos, un 80.2% cuenta con un celular de los llamados “teléfonos inteligentes” o smartphone. Falta mucho para la cobertura de toda la población, y también falta mucho para que la conexión sea a través de banda ancha.

Es importante también, dentro de esta revisión de datos, preguntarnos, ¿en qué consumen internet los mexicanos? Para eso es importante revisar el documento Porcentajes de actividades en internet, 2017. La opción de obtener información registra 96.9%; para entretenimiento 91.4%; para comunicarse 90.0%; para acceder a contenidos audiovisuales 78.1%; para acceder a redes sociales 76.6%; para leer periódicos, revistas o libros 49.4%; para interactuar con el gobierno 28.0%; para ordenar o comprar productos 16.6%; y, para operaciones bancarias en línea 12.9%.

El principal reto que se enfrenta es la inseguridad (hackers), una modalidad que no es que esté de moda, pero sí crece preocupantemente. La tecnología no es moralista (buena o mala) pero sí puede utilizarse con distintos fines, y debemos estar preparados como potenciales consumidores electrónicos a los vaivenes de ésta.

El consumo por internet representa un gran reto, las empresas a través de las redes sociales documentan patrones de búsqueda y mandan publicidad de productos que posiblemente nos gustaría comprar, a su vez, estamos ante un mercado (o una opción de mercado) que va creciendo y que hace que estemos al pendiente como consumidores no sólo de ofertas sino de posibles fraudes.

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