Acabo de regresar de una estancia en los Unaited Esteits y me sorprendió la gran diversidad de espanglés que escuché por todos lados. De niña mezclaba idiomas con mis hermanos ‒inglés, francés y español‒ y recibía grandes críticas por no respetar la pureza de las distintas lenguas (lo sigo haciendo). Sin embargo, cada idioma tiene ciertos matices intraducibles, de ahí también que la belleza de algunas voces sea innegable.
Todas las lenguas evolucionan, por la influencia de otras, debido a la aparición de nuevas palabras, o el desuso de otras; es inevitable. Incluso naciones como Francia que procuran mantener la pureza de su lengua, proponiendo voces afrancesadas para los términos que emergen, no logran evitar la “contaminación” de palabras en árabe, inglés, español, y otras.
Transcribo un fragmento de la constitución gringa escrito en espanglés: We la gente de los Unaited Esteits, pa’formar una unión más perfecta, establisheamos la justicia, aseguramos tranquildá doméstica, provideamos pa’la defensa común, promovemos el welfér, y aseguramos el blessin de la libertad de nosotros mismos y nuestra posterity, ordenanado y establisheando esta Constitución de los Unaited Esteits de América.
Es interesante que el espanglés de los nuyorricanos tiene matices distintos al de la Florida o California, cada uno posee su propia ortografía y están influenciados por las voces particulares de sus países de origen: Puerto Rico, Cuba y México. Algo que permite que se comuniquen entre sí es la radio. Los trabajadores agrícolas y de otros oficios escuchan a los grupos musicales y comentaristas que ahora hablan este nuevo idioma, fusión de otros. Así como el latín se transformó en las lenguas romances, tanto el español como el inglés continuarán modificándose y, en este caso, enriqueciendo.
Ya había escuchado voces de espanglés en el Observatorio Astronómico Nacional, cercano a California, los empleados subían el equipo en trocas y “mopeaban” el piso. Sin embargo, la riqueza de las palabras y el uso libre de la gramática de esta nueva manera de hablar me sorprendió. Leí el prólogo de un diccionario titulado Spanglish de Ilan Stavans, quien menciona que esta nueva forma de hablar es como el jazz, surge de personas poco educadas que tienen la libertad de improvisar y crear; se trata de armonizar las palabras para que cobren un nuevo sentido. El autor incluye en su texto ejemplos de anuncios clasificados de uno de los diarios de mayor circulación en Nueva York: “Conviértase en inversor del CityBank”; “Para casos de divorcio y child support llame al…”; “¡¡¡Alerta!!! Carpinteros y Window professionals. Deben tener 10 años de experiencia y traer tools”. En ese mismo diario se convoca a los chicanos a enlistarse en el ejército con el título: “Yo Soy el Army”.
No puedo terminar sin el comentario de un televidente tras ver la aparición a Ilan Stavans en la pantalla chica que le twitteó: “I saw your interview on Spanish TV it was culísimo”.