Tras los efectos que dejó la cancelación sobre el Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM), las consultas populares podrían crear un entorno de incertidumbre si es que se llegan a establecer como un mecanismo recurrente, dice la Coparmex.
Ciudad de México.- Ahora que la bancada de Morena ha impulsado una iniciativa para modificar el Artículo 35 de la Constitución para que las consultas y los referéndums queden establecidos como ejercicios avalados por la ley y que serán representativos de las decisiones de la ciudadanía, surgen nuevamente las dudas al respecto en el sector empresarial.
Si bien el primer ejemplo de esto fue la consulta sobre el NAIM y que el resultó fue a favor de cancelar su construcción, esto se podría repetir en temas en lo que de alguna manera el gobierno entrante considere importante ponerlos a discusión popular e incluso, con los cambios impulsados desde la bancada de Morena, los mismos ciudadano puede exigir que se realice un ejercicio de ese tipo.
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Preocupa un mal uso de ellos
Para el sector empresarial, este tipo de ejercicios democráticos son constructivos y pueden reforzar la confianza en las autoridades y las instituciones, pero también consideran que un mal uso de ellos podría generar un entorno complicado.
Según Gustavo de Hoyos, presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), el primer problema de esta iniciativa, es que pretende “eliminar la restricción de que las consultas deban ser concurrentes con las elecciones federales”, por lo que “ahora se propone que las consultas populares se realicen cada año el primer domingo de julio”.
Así, bajo este escenario, el “uso recurrente de la consulta popular podría generar un alto poder disrruptor y de incertidumbre” y también puede ser una manera de que el gobierno entrante, aproveche “estos instrumentos para decantar la democracia directa y sus instrumentos de la mejor manera posible”.
Y aunque reconoció que el sector empresarial es defensor de la participación ciudadana ya que “es imprescindible en la democracia”, la regulación de estos mecanismos “debe ser cuidadosa y no caer en un uso abusivo o extralegal del mecanismo, y que debe promoverse su apego a las mejores prácticas internacionales”, aseguró Gustavo de Hoyos en declaraciones que retoma El Economista.
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AMLO asegura que habrá muchas consultas
Por su parte, el presidente electo Andrés Manuel López Obrador señaló que en su gobierno este tipo de ejercicios de consulta ciudadana serán muy frecuentes.
“Que se vayan preparando psicológicamente porque siempre va a haber consulta, cuando lo solicite la gente los ciudadanos, incluso se va a reformar el artículo 35 de la constitución para dar muchas facilidades, que no haya candados”, señaló el próximo mandatario.
Y agregó que “cuando los ciudadanos lo pidan se puedan llevar una consulta”, dejando abierto el camino para que algunas decisiones importantes para el país se tomen con base en lo que decidan los votantes.
Ahora que ya se comenzó con esto con el tema del NAIM, AMLO también aseguró que el proyecto del Tren Maya también se pondrá a discusión y se realizará una consulta ciudadana sobre ese caso, con los mima mecánica con la que se llevó a cabo el del aeropuerto, aunque para muchos expertos careció de todo sustento legal.
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