El más reciente reporte del Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC) señala que el impacto del incremento de la temperatura del planeta de 1.5°C a 2°C, es una amenaza existencial para la humanidad. Cabe señalar que numerosas proyecciones estiman que de no actuarse en forma determinante, el incremento de la temperatura de la Tierra podría ser mucho mayor. Para evitar consecuencias catastróficas, las emisiones globales de gases de efecto invernadero deben ser reducidas a la mitad para 2030 y a cero para 2050.
Éste es un objetivo sin precedentes que requiere de una reducción de las emisiones de GEI (Gases de Efecto Invernadero) de al menos 7% anualmente. Es importante precisar que, hasta ahora, ningún país ha logrado alcanzar una meta de reducción de este tipo de emisiones superior al 1.5% por año. Sin embargo, varios grupos de especialistas consideran que tomar estas medidas es la única respuesta posible frente al nivel de la amenaza que nos afecta.
Para poner este problema en una perspectiva adecuada, es necesario referir que hace casi 50 años el Club de Roma alertó al mundo de los retos ambientales y demográficos que enfrentaba. El mensaje central de “Los Límites del Crecimiento”, un reporte del MIT para el Club de Roma, era que un crecimiento ilimitado de la población, así como la sobre-explotación de los recursos naturales de un planeta finito, generaría un colapso gradual en los sistemas económicos, sociales y ambientales. Desafortunadamente ya estamos enfrentando esta situación por lo que la humanidad tendrá que cambiar radicalmente su curso de acción.
Al lado de la extinción masiva de especies y el crecimiento de la desigualdad entre las naciones y dentro de las mismas, el cambio climático es el reto global más presionante.
En el siglo XXI este tema será determinante para la seguridad y la prosperidad de las naciones en un horizonte de largo plazo. Cambiar el curso de acción global que prevalece podrá generar un renacimiento social de proporciones sin precedentes. Ésa es la visión del Club de Roma, una visión de futuro, la cual puede proporcionar bienestar para la gente y armonía entre los humanos y la naturaleza. Por ese motivo, el Club de Roma presentará un Plan Global de Emergencia en materia de Acción Climática. El llamado se dirigirá a los gobiernos, a los líderes de negocios, la comunidad científica, las organizaciones de la sociedad civil y los ciudadanos, para superar este reto que nos permitirá sobrevivir y emerger más fuertes con una civilización más balanceada con el respeto a nuestros límites naturales planetarios.
Para un país como México, con una economía emergente, fuerte rezago social y especialmente vulnerable al cambio climático, el reto es mayúsculo. Debemos retomar nuestra política del desarrollo para lograr un elevado crecimiento económico, con equidad social y pleno respeto de la naturaleza. Eso requiere, entre otras cosas, un dinámico y cuidadoso proceso de transición energética. Finalmente, lo reitero con pleno respeto de los derechos y las libertades fundamentales de todos. En el marco de un Estado constitucional de Derecho.
Coincido con el Dr Gerardo Gil Valdivia: se están cumpliendo los pronósticos de El Club de Roma en el quincuagésimo aniversario de la publicación de los límites del crecimiento. Si no cambiamos el actual paradigma de desarrollo y uso de energía la vida en el planeta se extinguirá poco a poco y el colapso final de la humanidad no tardará más de 60-70 años. Mtro Bernardo Méndez Lugo, exacademico, Exdiplomatico y actualmente director de AmericasinMuros.org