El robo de combustibles es un problema mayor con impacto generalizado en México; sin embargo, el delito no se adjudica sólo al ordeñamiento, sino que hay inicios de que el robo viene desde dentro de Pemex.
Ciudad de México.- Mientras el problema del ordenamiento de hidrocarburos por los huachicoleros se convierte en uno de los problemas más graves en el país, surgen nuevas versiones de que el robo de combustibles es un delito que se fomenta y orquesta desde el interior de la casa.
En sus más recientes declaraciones, el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) reveló que el robo de combustibles en México no es un asunto que se adjudique únicamente al delito del ordenamiento de hidrocarburos a través de tomas clandestinas, sino que “hay indicios de que el robo se da al interior de Pemex, de refinerías y de los centros de abasto de combustible.”
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Bajo estimaciones generales reveladas por el primer mandatario, por este delito se pierde entre 60 y 80 mil millones de pesos, por lo que su gobierno prepara un “plan para cortar de tajo con el robo de combustibles.”
Sin revelarse datos concretos sobre la cantidad de robo al interior de Pemex o los mecanismos de corrupción que se registran en la petrolera, el gobierno de López Obrador recurrirá a las funciones del mando único de seguridad que atenderá no sólo al robo de combustibles a través de la ordeña, sino los delitos realizados en refinerías y centros de distribución de combustibles.
