El país enfrenta muchos retos en diversos sentidos, pero uno de los principales es cambiar las condiciones actuales para impulsar la creación de negocios o empresas y con ello los empleos, ya que la informalidad es el talón de Aquiles de la economía.
Ciudad de México.- En México los puestos callejeros, la venta de artículos piratas o el contratar a trabajadores sin ofrecerles ninguna garantía de las condiciones laborales o salariales, es parte de una realidad que se ha hecho costumbre pero que en esa misma medida afecta el crecimiento de la economía y del país.
De acuerdo a cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en la informalidad se encuentra el 57.1 por ciento de la población ocupada, la cual produce 22.7 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).
Para este grueso de la población que son unos 30 millones de mexicanos, no existen una situación laboral definida a partir de un contrato legal que garantice unas condiciones laborables justas, ni una seguridad social vital para los trabajadores.
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Poca productividad informal
Y si bien este número de personas es importante, la productividad que alcanzan es mucho menor a los que están integrados a la economía formal, ya que como lo asegura el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP), el sector informal mantiene condiciones desfavorables.
Según cifras de este organismo, el sector formal abarca el 42.9 por ciento de los ocupados formales en México y generan el 57.1 por ciento del PIB.
Por tal motivo, para el CEESP es urgente que el gobierno actual cambie los requisitos y las regulaciones para que cada vez más personas puedan estar interesados en ingresar al mercado formal y con esto aportar al desarrollo de la economía nacional.
“Si bien se ha avanzado significativamente en este tema, no ha sido suficiente porque aún existe una cantidad importante de requisitos para quienes desean participar activamente en la actividad productiva y con ello, generar empleos formales“, expuso el organismo su reporte semanal.
Las trabas del sistema
Y es que si bien el propio gobierno tendría que crear las condiciones para atraer y motivar a las personas para estar en el mercado formal, las trabas administrativas y los complejos sistemas fiscales han logrado exactamente lo contrario.
“La existencia de un sistema fiscal complejo y costoso son otros factores que han contribuido a la permanencia de la informalidad, pues estimula la evasión y la búsqueda de nichos en los que se evite la contribución al erario”, aseguró el CEESP en declaraciones que retoma Notimex.
Y agregó que por otra parte, “las elevadas tasas de impuestos y lo engorroso que resulta cumplir con los requisitos para el cumplimiento de las obligaciones fiscales, siguen siendo un costo importante para las empresas”.
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Empleos formales insuficientes
Otro de los retos para fortalecer el ritmo de crecimiento de la economía formal, es con la creación de más empleos que puedan garantizar a las nuevas generaciones una oportunidad de desarrollo y no verse obligados a ingresar a las filas de informalidad.
Ya que como sucede actualmente, donde 6 de cada 10 jóvenes forman parte la economía informal, por lo que este sector es el que más afectado por las condiciones actuales y por tanto, el que presenta una mayor participación en la economía informal de México.
Pero de alguna manera se ha creado una especie de círculo vicioso, ya que un mayor crecimiento en la Población Económicamente Activa (PEA), impide a las empresas absorber toda la fuerza de trabajo que cada año entra al mercado laboral, dice el CEESP
“Esto, sin duda, estimula el interés por las actividades informales, donde no existe limitantes para participar en el mercado”, concluyó el organismo, por lo que cambiar las condiciones actuales es uno de los retos más importantes del gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
